Cicatrizante de heridas: Vulneraria es tradicional cicatrizante, antiséptico

Tema en 'Remedios con plantas medicinales para cada enfermedad o dolencia' comenzado por Malee, 26/8/13.

  1. Malee

    Malee MARISA

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    Ibiza, Islas Baleares (España)
    Vulneraria para cicatrizar heridas

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    Esta planta se ha empleado tradicionalmente como cicatrizante y antiséptico.

    La vulneraria, sin recibir la atención de la investigación científica, ha gozado de una gran estima en la cultura popular. A ello han contribuido sin duda la vistosidad de sus flores y su ubicuidad. Ya su nombre advierte de cuál ha sido su uso tradicional.
    La vulneraria (Anthyllis vulneraria) es una leguminosa emparentada con el trébol, el cornezuelo y el meliloto. Aparece postrada pero también erecta o inclinada, tiene las hojas compuestas y bellas flores de colores varios, agrupadas en glomérulos esféricos muy densos. Crece en diversos ambientes de toda Europa, según la variedad, y florece en primavera.

    Efecto vulnerario
    Con fines medicinales se cosechan las sumidades floridas. Contienen cierta cantidad de mucílagos, saponinas, flavonoides y taninos. La tradición popular le atribuye, en efecto, propiedades vulnerarias, por su capacidad para limpiar, sanar y cicatrizar heridas y llagas. Se considera astringente y hemostática local, además de ligeramente antiséptica, antiemética y depurativa a nivel renal. Su nombre en inglés –kidney vetch– alude a esta función curativa sobre los riñones.
    En los herbolarios se aconseja sobre todo por vía externa para curar heridas y llagas, incluso sobre heridas abiertas para frenar la hemorragia y facilitar la cicatrización.

    Bálsamo digestivo
    En el centro y el norte de Europa, la vulneraria se utiliza en curas de primavera, para depurar, y se combina con plantas amargas y diuréticas como el diente de león, la cola de caballo y la centaura menor.
    Por sus mucílagos es útil para suavizar el tracto digestivo y las vías respiratorias. Se ha indicado en la tos irritativa y en el dolor de garganta, combinada con violeta, llantén, amapola y liquen de Islandia: se hierve una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua dos minutos, se deja reposar diez, se cuela y se añade un poco de miel o zumo de limón.
    Se ha utilizado contra los vómitos junto a plantas digestivas como la menta, el regaliz y la melisa, para aliviar otros trastornos digestivos y prevenir los cálculos en la vesícula.
    Ayuda asimismo a curar llagas de las mucosas que recubren el estómago y el duodeno, lo que se conoce como úlceras gástricas y gastroduodenales. Para ello se combina con regaliz, milenrama y menta a partes iguales. Se hierve una cucharada de la mezcla por vaso de agua, se echa sobre la planta, se deja reposar diez minutos y se toma una taza tras las comidas.

    Decocción casera de uso externo
    Esta decocción de vulneraria ayuda a curar llagas y heridas gracias a su efecto antiséptico y cicatrizante.
    Se mezclan a partes iguales vulneraria, marrubio blanco, llantén menor y milenrama. Se hierven 3 cucharadas soperas rasas por medio litro de agua 2 minutos, se deja reposar 10 y se filtra. Una vez tibia, se riega la zona afectada o se empapan unas gasas y se aplican sin apretar. Se repite dos veces al día, hasta que sane.

    Presentación
    La planta seca para infusión y más raramente la tintura o el extracto líquido.