Experiencias en el huerto, mosca blanca y éxitos

Desde hace un tiempo quería compartir esta experiencia con ustedes, que me han ayudado tanto, directa o indirectamente, en estos 6 meses que cumplo hoy en el foro...
En Febrero decidí poner un huertito en una terraza de mi apartamento, y buscando información, encontré Infojardín, y sembré tomates, judías verdes, rábanos, calabacines, berenjenas, pepinillos y plantas aromáticas...
Con mucho esfuerzo y cariño, para Abril, el huertito se veía así:



Pero, luego, una epidemia fulminante de mosca blanca, , arrasó con el huertito y todo se murió en 15 días, a pesar de todos mis esfuerzos. Solo sobrevivió una planta de tomate... Aprovecho aquí para agradecer de nuevo y enviar todo mi cariño a los que me apoyaron en ese momento: Jesús, Julio, Plaguero... (besitos, besitos)

Entonces, para subirme el ánimo, compré unas florecitas para poner allí y ... "como veían que resistían, fueron a buscar un camarada..."

Y poco a poco transformé la terraza en un jardín de flores y de colores, y así se ve ahora:


Un homenaje al tomate sobreviviente:


Así que realmente no hay mal que por bien no venga.

Si alguien está ahora triste porque ocurrió alguna desgracia con sus plantitas o su jardín, espero que este mensaje le sirva de apoyo.

Muchos cariños a todos, gracias por estar allí...
Un begsito especial
Franca

 

Qué bonito está tu jardín Franca, me gusta mucho. Y que pinta tienen esos tomates....mmmmmmmmm qué ricos!

 

Felicidades Franca que lindo jardin! y me has dado animos para rejuvenecer mi terraza! gracias ! Que Diosito te colme de bendiciones y que sigas asi de positiva.
Un abrazo
Miriam

 

Hola vecina, por fin te animaste a poner las fotos, pues te felicito!, tenes una terraza ajardinada muy linda, el cuidado, la organizacion, el buen gusto y la dedicacion estan dando sus frutos.

y un viva! para el tomate sobreviviente!

 

¡Enhorabuena!

 

enhorabuena Franca,

y tu experiencia es muy buena para animarnos a los demas cuando pasemos por algo parecido,

besos

 

Felicidades por tu cumpleaños ''foril''.

Me gusta mucho mas tu jardin que el antiguo huerto.

 

Gracias a tod@s por sus palabras
AnaB., lo mismo dice toda mi familia
Gracias por las bendiciones, Miriam.
En esa terraza es donde estan las orquídeas que puse en el otro mensaje, solo que en la foto no se ve...
Es la terraza del cuarto de mis chiquitos, así que además me parece maravilloso que cuando se despierten, vean un poco de naturaleza...

Otro día pongo las fotos de las otras terracitas (tengo 3 más, jijijiji)

Cariños caraqueños,
Franca

 

Jo no voy a buscar mi login pero que sepas que soy Mareyo y que me parece preciosa tu terraza. Un besote Franca.

 

ENHORABUENA TOCAYA !!!!!!!!



Vaya jardín bonito que tienes.

Pienco como Ana B.

Un Besote

 

¡¡¡por fin!!!!!!!

muchos begvegsitos,
vega


La Flor

Había una vez una flor pequeñita que lloraba porque quería crecer y el viento la decía: -"No te mojes con tus lágrimas, disfruta de tu niñez, déjame acariciarte y calmar tu desazón"-

La flor, quedó sorprendida y dejó de llorar, con la brisa del viento se empezó a mecer.
Apreciaba ahora, e n toda su piel, el frescor cariñoso, el agradable vaivén que le proporcionaba el viento y observó a sus compañeras. Unas se reían, otras estaban como antes ella, pero ninguna de las plantas del jardín había hecho caso al viento y no se movían.

En su felicidad, sintió nostalgia porque nadie la acompañaba.
Cuando caía el rocío de la mañana, la rosa lo recibía abriendo todos sus pétalos y las gotas penetraban suavemente en ella como las plumas.
Así siguió algunos días, hasta convertirse en una rosa hermosa.

Un día, a media mañana, cuando el sol estaba en lo alto, saludando a todos los seres vivos, sintió que algo fuerte y firme la agarraba y un cuchillo cortó su tallo:
-"Es la flor mas bonita de mi jardín"-, pensó el jardinero, -"Hoy decorará el salón de mi amada"-

La rosa, bañada en su sangre, quedó desvanecida y con imperceptibles suspiros se lamentaba.
De pronto, sintió alivio, era el frescor del agua de un jarrón y se vio rodeada de cuatro paredes y muebles antiguos y se dio cuenta de que su vida estaba a punto de acabar, pero quería vivir esos días que le quedaban apreciando el ambiente de esa vieja casa y apagó su aroma un rato, para apreciar más los aromas nuevos que hasta ella llegaban. Olía a cera y a café...!Si!... recordaba un día, cuando aún era un capullo, que hicieron un desayuno en el jardín y fue toda una experiencia.

Alguien entró en la habitación y la flor pensó: -¡Oh! Es una muchacha tan linda que pudiera llamarla competencia!-
La joven se dirigió hacia la flor y con cálidas palabras le dijo: -"Eres preciosa y me apena que te hallan cortado, pero me alegra tenerte de regalo. Yo no soy del todo feliz, porque vivo aquí sin conocer otros lugares y me gustaría tanto viajar....!"- y la muchacha, lloró.

La flor quería ahora enseñarle lo que le dijo el viento pero no podía hablar, o mejor dicho, no la entendían los humanos y pensó: -"Puedo resistirme a morir. Algún tiempo duraré mas que otra planta en este florero y así le demostraré que aunque esté herida de muerte, en esta casa puedo vivir y apreciando toda la vida, ser feliz. ¿Sabrán entenderlo los humanos?-

Se relajó y entonces absorbió el aire impulsándolo por todo su cuerpo y vibró de la energía que ella sola se había proporcionado. Volvió con su mente al pasado y se vio cuando era una rosa empezando por primera vez a abrir sus pétalos, a sentir el aire y el calor en su delicada piel. Se acordaba de cuando se dio cuenta que era la única flor escarlata entre todas, que la miraban ambiciosas y empezaba a reírse con esa sonrisa tímida propia de los adolescentes. Pensó en que no tenía que hacer nada, era bonita porque sí y nada mas, y el rosal la protegía poniendo muy cerca de ella sus mas temibles espinas para que nadie la tocara.

¿Qué haría ahora el rosal sólo? Ella era su primera y única rosa y estaba orgulloso, todo lo hacía por ella y no deseaba más. La recordaría en su soledad y pensaría como la flor, en la separación. Los dos sabían que pasaría, pero no lo querían creer y se burlaban del jardín entero, ¡qué rabia no poder estar allí ahora para que nadie se riese!

Pero ahora estaba allí sobre la mesa del mantel bordado cerca de las cortinas de terciopelo suave, aunque no mas que sus pétalos. Se envolvió en su propio aroma, era como mejor estaba, así suavemente absorbiendo el agua, refrescándose.

Estaba casi dormida, cuando se abrió la puerta de la habitación con un leve chirrido que la hizo estremecer. Entró de nuevo la muchacha, con un precioso vestido de seda, del color de ella, escarlata, y la tomó en sus manos colocándola en el pelo. Sintió la presión de la horquilla en su tallo enfermo, pero lo la importaba, era nueva la sensación de perderse entre el cabello que tiernamente la arropaba y que a veces se entrelazaba con sus pétalos.

Recorrió muchos pasillos viendo diversos ambientes, habitaciones amplias y pequeñas; nunca antes había tenido tales experiencias y pronto salió al exterior, el viento la meció un momento como saludo.
Era feliz, volvió a oler el campo y se metieron en otra casa, que por su olor reconoció, era la casa del jardinero. Había muchas personas y todas se pararon cuando ellas entraron.
Después hubo sonrisas, carcajadas, sonidos de cristales al chocar las copas.... le gustaba el ambiente, era fuerte para ella pero, el mismo tiempo, excitante, si no fuera por ese maldito humo que algunos humanos se empeñaban en producir, todo hubiera sido perfecto, pero eso la ahogaba un poco.
Le atraía ese líquido que las personas se empeñaban en beber con las copas que chocaban. Era amarillo brillante con pequeñas burbujas de aire que revoloteaban en su interior.
¡Cuánto la hubiera gustado probar un poquito!... a lo mejor era mejor que el agua!
Delicadamente se fue escurriendo del pelo hasta resbalar y caer en el suelo justo sobre un charquito del líquido que se había derramado al servir y bebió deprisa porque tenía sed, ¡tanto tiempo seca¡ Ahora se daba cuenta y sentía como las gotitas la iban invadiendo.... !Verdaderamente era delicioso!----- y se metió en una especie de somnoliencia dulce y agradable.

Alguien vino con un trapo para secar el champán derramado y vio que el suelo estaba seco, pero la rosa caída le llamó la atención.....-"Parece mas brillante"-, pensó aquel ser humano y la puso otra vez en el cabello de su dueña: -"Se te cayó, pero ahora está bien sujeta".
Estaba llena de vida, todo su cuerpo ardía, un poco ahogada por el ambiente, pero pronto se dio cuenta de que salían y entre nubes, mareada, queriendo reír, se vio en su jardín...!Que feliz era, podía saludar a todos¡

La buena suerte la favoreció y junto al rosal la muchacha se sentó, para hablar con un caballero que con su cabeza se empeñaba en no dejarle ver nada. Con mucho esfuerzo se escurrió un poquito, aunque para ellos, se clavó mas la horquilla que la arañaba y vio al rosal. Tenía un nudo en la garganta, lo venció y habló: -"Estoy aquí"- Las espinas se giraron y con cariño la dieron la bienvenida.
Sabía que la querían, que nada había cambiado, pero sentía un no se qué diferente, como un camino entroncado...-"Que pasa?- Soy tu hija rosal. Me dices hola con amor, con algo de temor y con distancia?"- Las demás flores miraban serias y calladas.

De pronto descubrió un bultito en el tronco, era un diminuto capullo...-"Mi hermana"- dijo con cariño y desilusión en las palabras... -"Era eso"- y renació después la fuerza en su deseo de estar bien, y la observó...-"Quizás sea igual que yo, me alegro, volverá a callar todo el jardín con su presencia, hiciste bien rosal, será como cuando yo estaba"-

La muchacha se levantó y ella se alegró de decir adiós, comprendía que era bueno, el orden volvía y ella sobraba, se sintió útil en el cabello. Agradeció la presión del prendedor que la lastimaba, pero le hacía sentirse segura y estaba bonita delante de todos, además las burbujas le chisporroteaban en el interior de sus pétalos y empezó a reír. El aire la besó y sintió el beso, era como si le dijese no te olvidaré, tú siempre estarás y volverás al campo, a sentirme a tener nuestra intimidad, nuestros juegos sensitivos.
Comprendió entonces que estaba enamorado de ella, no por su color o su textura, sino porque se compenetraban. No le había hecho caso nunca al viento, era sólo que pensaba lo mismo, que tenían iguales ideas y volvió a reír meciendo sus pétalos y de repente, se encontró tirada en el tocador, tenía mucho calor y la ventana estaba cerrada.
Le gustaba el peine de marfil, aquella madera sólida que le recordaba al árbol que tantas y tantas veces le había contado historias para que se durmiese, y cerró los ojos, todo le daba vueltas y le faltaba el agua en su frágil cuerpo. Así, mirando por última vez por el cristal de la ventana, al cielo, se quedó dormida con el arrullo del deseo que la mantenía viva.

El amanecer le hizo abrir los ojos de su último día, estaba todavía roja pero de un color desvaído y sus pétalos abiertos, casi desprendidos de la corola; se sentía muy cansada, cuando una mano la cogió y la arrojó por la ventana. El aire la hizo caer como una pluma planeando suavemente, aliviando su cansancio, limpiando el polvo y sudor de su cuerpo.
Cayó en la fresca hierba que le cedió parte de su cama. Sonriendo contempló el cielo que a su vez la miraba, ya había perdido el tacto y no podía apreciar el exterior. Todos la miraban, dándole el agua de sus lágrimas, en un intento inútil de salvarla.

Y ella languideciendo, metiéndose en sus pensamientos que la calmaban, sólo recordaba los días dorados por el sol cuando su color escarlata brillaba, cuando sentía la admiración ajena. Recordaba al árbol hablándole de los jarrones para poner flores y como se reía....ahora sabía que era verdad y que no era tan malo.
Sintió que la muerte se acercaba y sacudió sus pensamientos para poderlos sentir. Su tallo vibraba como nunca lo había hecho y no lo podía controlar. Al principio, despacito, después más y más fuerte, hasta que las vibraciones se hicieron convulsiones y ella no pensaba, sólo sentía.
Se dejaba llevar, se interesaba por aquel ritmo que parecía musical. Después, sin saber si había pasado mucho o poco tiempo, porque de eso ya había perdido la noción, las vibraciones se fueron haciendo mas lentas y la embriagó un suave sopor. Despacito fue soltanto los últimos alientos de su vida, que aún le quedaban, y se asombró de lo fácil que es convertirse en... NADA!

Pero eso no le llegó a suceder, porque en un campo salvaje, unos dias después nació una margarita que parecía vulgar, pero con la mente de una rosa y esto, la hacía muy especial.

Abrió los ojos siendo chiquitita y la suave brisa la acarició y sonó un par de risas cristalinas. Comenzó a bailar con el viento: no necesitaba llevar vestidos bonitos para reconocerla y riendo continuaron el baile, libres, porque ella parecía vulgar y no provocaba envidias ni deseos y porque el azar había planeado su encuentro y el viento era su compañero.

Alhada

 

OOOOOOOOOOoo que chulo Franca, cuanta florecilla

 

Franca que linda tu terracita con tantas plantas bonitas ,me da alegria leerte pues se nota alegria de vivir.

vega que bonito lo que escribes ,veo que te gusta la poesia.
cariños a todoy todas de
Nieves

 

Hola Franca!
Que lastima lo de tu huerto, pero tienes razon, ahora es una terraza preciosa!
Espero que ese refran funcione igual con mi jardin, que no hay una sola planta en su sitio, pero poco a poco las estoy acomodando.
Vega: que bonito cuento, te deja pensando muchas cosas!

 

Vega, insisto como siempre inspirada.

Mungomx, has vuelto, hacia tiempo que no te veia por aca, como te fue por ciudad de mexico, que hay del estanque? poro que por lo que dices las plantas si no estan muy bien