Cebolla. - Por su contenido en vitaminas A, B, y C, sustancias antibióticas, ácidos fosfórico y acético, sales minerales…, la cebolla es un alimento imprescindible. - Se recomienda su consumo contra la fatiga, la celulitis, dolencias reumáticas, dolencias cardiovasculares, artritis, arteriosclerosis, gripe, infecciones respiratorias, diarrea, infecciones genito urinarias, cálculos renales, anemia, tensión ocular, y contra las bacterias y parásitos intestinales. - En uso externo sirve para curar abscesos, forúnculos, picaduras de insectos o verrugas. - La cebolla es un excelente depurador del organismo. Además es un excelente anticancerígeno y en especial inhibe el cáncer de estómago. También resulta muy eficaz para prevenir el catarro, el asma, la bronquitis... Procura tomarla cruda porque es más efectiva. - La cebolla ( sobre todo cruda) ejerce un efecto beneficioso sobre la circulación sanguínea, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y además ayuda a bajar el nivel de colesterol en sangre. Esto se debe a una sustancia llamada allicina que se encuentra en grandes cantidades tanto en la cebolla como en el ajo. La allicina es un fluidificante del plasma que evita el agrupamiento del colesterol malo y otras sustancias tóxicas en los vasos sanguíneos y, por consiguiente, el padecimiento de la temida arterioesclerosis. De esta forma, se protege el corazón, pues impide la formación de ateromas (depósitos de colesterol y sales de calcio) permitiendo que su ritmo de bombeo sea el adecuado. - Obliga al páncreas a segregar insulina sustancia sin la cual aparece la diabetes.
