Bonsái de hojas mini

Tema en 'Técnicas: ¿Cómo conseguir hojas más pequeñas en bonsáis?' comenzado por iraimaz, 19/1/07.

  1. BERNABE ROMERO

    BERNABE ROMERO

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    Re: bonsai de hojas mini

    iraimaz, eres tu la de la foto?;)
     
  2. Re: bonsai de hojas mini

    Bernabe Romero eres tu el de la foto?
     
  3. MoNaLiSa

    MoNaLiSa Bonsái-adicta

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    Re: bonsai de hojas mini

    iraimaz, soy yo la de la foto? :meparto:
     
  4. Re: bonsai de hojas mini

    YO daba por hecho que si.... eres literalmente una mona lisa... con lo cual tumbada ni se te apreciaria en la foto.... y bernabe.... jopetes no puedo vacilar con un nombre tan... "nombre"

    Jajajajaja, vamos que si, que todos somos los de la foto....

    Gio, que tal Da VInci? Irá este año a Arco o se volvera a pelear con Medicis por quien paga el vuelo? :meparto:
     
  5. Re: bonsai de hojas mini

    pues yo, por si hay alguna duda NO SOY EL DE LA FOTO :55burla: :meparto: , aunque creo que representa lo "mejor de mi" :5-okey:

    Salu2
     
  6. didieler

    didieler cave felis

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    Re: bonsai de hojas mini

    ¿Y los que somos pobres y no tenemos fotos?
    ¿no somos nada?
    ¿somos algo?
    ¿que somos?
     
  7. Re: bonsai de hojas mini

    tal vez todos no somos nada mas que el sueño de una mariposa

    ale, a comerse un rato la cabecita :11risotada:


    Salu2
     
  8. didieler

    didieler cave felis

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    Re: bonsai de hojas mini

    He decidido que voy a buscar una buena foto mía y la pongo...
    vais a flipar...je,je,je.
     
  9. Re: bonsai de hojas mini

    asi asi caña.....
    shogun, no hace falta coemrse la cabeza para ver que tanto la mariposa como el señor estornudo tenian una vida lo suficientemente aburrida o poco llena, como para pensar cosas de ese tipo antes que vivir la vida en si
    (ale chupate esa)


    jajajajajaja que rulen las fotossssssss
     
  10. Re: bonsai de hojas mini

    pues si su vida era como dices, no quiero pensar como es la nuestra, que debatimos sobre la de ellos....o nos preocupamos por cosas tan "trascendentes" como el tamaño de la hoja de nuestros arboles :meparto:

    ¿quien es mas loco, el loco, o el loco que sigue al loco? :55burla:

    eso, eso, a ver las fotos :eyey:
     
  11. RoccoMP

    RoccoMP

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    Re: bonsai de hojas mini

    Tzu Tzu.... ese es el del anuncio de compresas? A qué huelen las nubes, no?

    SaluZ
     
  12. Re: bonsai de hojas mini

    creo haora que el bonsai de hojas mas pequeñas puede ser el ligustro
     
  13. Oberon

    Oberon JUANMA

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    Re: bonsai de hojas mini

    Cada loco con su tema...
     
  14. Re: bonsai de hojas mini

    DIDIELER Y TU FOTO????

    OBERON, ERES TU EL DE LA FOTO?????:meparto:


    ara entiendo todo.....:55burla:
     
  15. Oberon

    Oberon JUANMA

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    Re: bonsai de hojas mini

    Cada loco con su tema... (toma off-topic):

    La mariposa de Chiang Tzu

    Marco A. Rodriguez

    “Sueño de la Mariposa” se llamaba la fábula y estaba dedicada a Chiang Tzu: “Juan Pérez soñó que era un mariposa. Al despertar ignoraba si era Juan Pérez que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa que estaba soñando que era Juan Pérez”.

    No sé si la historia es real. Puede ser un guiño, un sueño de alguien —de algo— tal vez desconocido. A veces reviso Internet para asegurarme de que no es el revoloteo de mi propia fantasía lo que provoca una tormenta culposa.

    Todo sucedió hace un año —hace dos mil años—. Un hombre soñó que escribió un cuento en que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Juan Pérez que había escrito un cuento en que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa que estaba soñando que era Juan Pérez, que ganaba un concurso de cuentos.

    Para asegurarse, se cambió de nombre. Ya no se llamaría más Chiang Tzu, sino que sería Carlos Dumont. Encubriría su identidad como un ciervo escondido entre las hojas secas del bosque, y participó en un Concurso de Cuentos (a fines de 2004 en Argentina) y lo ganó. El trabajo premiado fue publicado en el número siguiente de la revista organizadora del certamen.

    “Sueño de la Mariposa” se llamaba la fábula y estaba dedicada a Chiang Tzu: “Juan Pérez soñó que era un mariposa. Al despertar ignoraba si era Juan Pérez que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa que estaba soñando que era Juan Pérez”.

    Entre los lectores hubo una, Dora Ulrico, que dio cuenta de la ignominia. El cuento pertenecía a Chiang Tzu y había sido escrito 300 años antes de Cristo. Carlos Dumont era tan solo un aparecido que soñaba fama a costa de la fantasía de otro. Algunos creen que Dumont, como Pierre Menard, como Homero, como Borges, jamás existió.

    Pero la absurda realidad que se había desatado, obligó a los miembros del jurado a reunirse horas más tarde para acusar de hereje a los que antes fueron bendecidos. Ya repuestos de pundonor, atribuyeron tan lamentable traspié al agotamiento físico (sic).

    Y maldijeron a Chiang Tzu, que se había comportado como un Ciervo Escondido en las palabras de Dumont. “Parece un sueño —dijo alguien— …y no precisamente de una mariposa”. Todos ya estaban al tanto del verdadero veredicto, referido por Borges en su libro Cuentos breves y extraordinarios (que habla de cuentos de otros).

    “El sueño de Chiang Tzu” —por si alguien todavía no lo ha imaginado— es el siguiente: “Chiang Tzu soñó que era un mariposa y no sabía al despertar si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser un hombre”.

    Lo insólito es cómo se acrecienta el desaire del vuelo. El autor acusado de plagio hizo sus descargos en una misiva (nada breve, por lo demás). En ella —verdaderamente—hace las veces de un leñador que escondió algo en un sueño y alguien que le arrebató la materia de su sueño y del rey Cheng que sirvió de juez.

    Es la anécdota de un ciervo escondido: Alguien sueña que caza al animal y cuenta el sueño. Otro lo escucha y encuentra al animal siguiendo los datos del sueño. Un rey, entonces, tiene que dirimir de quién es la presa y se
    pregunta si el querer repartir al animal no es todavía otro sueño más.

    Pues bien, Carlos Dumont hace un elogio (un encomio será mejor decir) del chino Chiang Tzu, lo que —dos mil años después— provoca suspicacias. Más todavía cuando repite —palabra por palabra y línea por línea— la ambición de P. Menard: producir unas páginas que coincidieran —palabra por palabra y línea por línea— con las de Miguel de Cervantes.

    El sincronismo entre literatura y tiempo histórico sería, pues, subterfugio para justificar lo escandaloso. La literatura es una idea inconcebible. Las siguientes digresiones son muestras de alguien que ha perdido su botín: “…la metáfora adecuada para llamar la atención sobre el hombre actual, cuya crisis de la identidad se extiende también a sus sueños: ¿es el hombre quien sueña o es la tecnología quien sueña por él?”

    ¡Qué remate más burdo! Lo único rescatable es la apostilla final (la palabra persona viene del étimo máscara.) de alguien que confiesa que ha mentido: “Carlos Dumont no existe; su nombre es sólo producto de mi mente”. Al no existir el aleteo de la mariposa, no existe tempestad. Así, no sé si yo —autor desconocido— soy el conspirador de otra patraña.
    ¿Habrá diferencia entre los sueños de Dumont y los del resto de los mortales?

    Termina su historia: “Esperando benevolencia y comprensión, los saluda sinceramente. Dora Ulrich”. Su rebeldía pudo más que su descaro. Recordemos que Ulrica —¿son deformaciones (torpes ficciones) el apellido Ulrico y su variante sajona Ulrich?— es el verdadero sueño de Borges, la mariposa del amor que se posó en Javier Otárola, en El libro de
    arena (“como la arena se iba el tiempo”).

    Borges no existe. Lo que llamamos Borges es otro sueño de Chiang Tzu.