Capítulo 4. Abonos o fertilizantes. Abonado del rosal, técnicas y trucos

Este tema es para recopilar entre todos para el manual del rosal, todo lo q sepamos de abonos, técnicas y trucos.

a la hora de plantar, una vez plantados (estaciones) ....

 

Laury(Canarias) nos contaba,

Técnicas de cultivo

Es una operación importantísima, de la que dependerá durante muchos años la buena vegetación del rosal y la calidad de su floración.

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¿Cúando se plantan los rosales?

Desde finales de octubre a finales de abril, exceptuando los días en que la tierra esté helada si la presentación del rosal es a raíz desnuda. Si lo adquirimos en tiesto la plantación se puede realizar durante todo el año.

2
¿Dónde pueden plantarse?

Exposición aireada y muy soleada. Hay que evitar totalmente situación sombreada o exposición norte. Tierra sana, profunda y bien drenada. Admite cualquier suelo, a excepción de los demasiados calizos.

3
¿Cómo preparar la tierra?

Cavar un hoyo de 50 x 60 cm., unas 3 semanas antes de la plantación, e incorporar estiércol descompuesto o algún abono comercial adecuado en las dosis que indique el fabricante.
Es importante enterrar el estiércol o abono por debajo de los 40 cm con el fin de no quemar las raíces.

En aquel terreno en el que haya habido plantado árboles, arbustos o rosales, es indispensable cambiar la tierra, eliminando la capa superior (unos 20 cm.) y añadiendo una buena tierra de jardín, y remover posteriormente en una profundidad de unos 40 cm.

Si no es posible encontrar una buena tierra, puede desinfectarse la anterior con algún producto adecuado. La tierra debe desinfectarse en septiembre-octubre si la plantación se realiza en marzo. (Sacado de la pág. siguiente)http://www.lospenotes.com/mi_jardin/actualidad.asp

Me han parecido también interesantes estas págs: http://www.elbuenjardinero.com/rosas/jardin/escoger.html
http://www.elbuenjardinero.com/rosas/index.html

 

Mientras recopilo información, os dejo este link a Infojardín:

http://www.infojardin.com/rosales/Abonado.htm

Allí se explica brevemente el uso de los abonos orgánicos y químicos.

Más, próximamente.

 

ABONAR LOS ROSALES


INTRODUCCIÓN

Resulta que nos hemos enamorado, todos aquí, de unas plantas verdaderamente hambrientas, que requieren aportaciones regulares de nutrientes para crecer a la velocidad que lo hacen y poder florecer más de 8 meses al año.

La mayoría de los rosales son, además, malos competidores, de manera que en una batalla por el abono casi siempre saldrán perdiendo frente a la 'voracidad' de otras plantas. Este es el motivo por el que, sembrados en tierra de jardín, se recomienda alejarlos por lo menos un metro de otras especies. Los británicos, que son los grandes cultivadores de rosas en ‘mixed borders’ o arriates mixtos, saben elegir y situar a una distancia decuada las herbáceas y las vivaces con que combinan los rosales, y los propios rosales entre sí, de manera que no se establezca una competencia entre ellos.


Rosal inglés en arriate mixto. Foto de www.mooseyscountrygarden.com

En los próximos ‘capítulos’, todos extraídos de diferentes fuentes de Internet, aprenderemos unas nociones básicas sobre los nutrientes de las plantas, las presentaciones de fertilizantes, la lectura de sus etiquetas y los factores a tener en cuenta para elegir unos y otros.

Luego ya nos iremos a dos casos prácticos: el abonado para la plantación de rosales y el abonado de plantas establecidas. Para que todo esto no caiga en saco roto, tendremos dos calendarios anuales de abonados, uno para los más vagos y otro para los rosa-amantes más concienzudos.

Finalmente, repasaremos los productos disponibles en el mercado, tanto en formas inorgánicas comerciales como en recursos orgánicos insospechados.

¿Listos para alimentar esas rosas?

 

LOS ELEMENTOS BÁSICOS
(es un peñazo, pero hay que saberlo)

Sabemos que las plantas necesitan oxígeno, hidrógeno y carbono del aire, y que del suelo extraen agua y ciertas sustancias químicas simples: los nutrientes vegetales.

Todos los suelos poseen en mayor o menor medida nutrientes vegetales provenientes de la parte mineral del suelo y del humus generado por el reciclaje de materias vegetales y animales caídas sobre la superficie (hojas, raíces muertas, etc.).

En las superficies cultivadas por el hombre, el equilibrio natural se altera, y las plantas buscan consumir sus nutrientes a una velocidad que el proceso de reciclaje natural de los elementos esenciales del suelo noi puede satisfacer.

Además, los nutrientes aún no consumidos pueden perderse por el lavado que ejercen sobre la tierra el agua de riego y el agua de lluvia; e incluso en otras tareas habituales del jardín, como las podas, el barrido de hojas o el corte de pasto.


Rosales en arriate mixto. Foto de Celalba

Por este motivo debemos abonar, es decir, aportar al suelo a través del abono los nutrientes esenciales: el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K).

- El nitrógeno es el responsable del crecimiento, de producir ramas altas y fuertes y hojas sanas y lustrosas. Su presencia debe reforzarse en el período inicial de crecimiento, y bajarse en el de floración. Su deficiencia provoca un crecimiento pobre, ramas larguiruchas y débiles, follaje verde pálido o amarillento y rosas pequeñas. Fuentes natrurales: la alfalfa, la harina de semilla de algodón, la harina de las habas de soja, el nitrato de soda.

- El fósforo es el responsable de la multiplicación celular, estimula el crecimiento de las raíces y la producción de tejidos con más resistencia a la sequía o al frío. Su presencia debe reforzarse en el período de floración. Su carencia hace que las hojas carezcan de clorofila y ralentiza el crecimiento. Fuentes naturales: Guano de murciélago.

- El potasio contribuye a la maduración de la planta, mejora la cantidad y color de las rosas y refuerza la salud general, por lo que aporta algo a su resistencia al mildiu, roya y ataques de insectos. Su deficiencia se hace notar en la tonalidad apagada de las rosas y, alguna vez, en las hojas curvadas hacia abajo, con bordes marrones. Fuente: sulfato de potasio.

Pero muchos fertilizantes no sólo contienen esos elementos primarios -en distintas proporciones-, sino también micronutrientes y nutrientes secundarios solubles al agua y por lo tanto capaces de alcanzar inmediatamente la raíz. Algunos ejemplos:

-Magnesio: Aumenta la producción de rosas. Se puede añadir en forma de sulfato de magnesio, aunque los fertilizantes especiales para rosas ya lo contienen.
-Calcio
-Sulfuro
-Boro
-Clorina
-Cobre
-Hierro

Los abonos que contienen los tres niveles de nutrientes (primarios, secundarios y micro) suelen ser las mejores opciones.

ESAS TERRIBLES ETIQUETAS...
Todos los fertilizantes comerciales deben especificar en sus etiquetas los principios que contienen, su proporción y su fuente. Si usan tres números separados por guiones, como 8-10-8, están denotando los porcentajes de, por este orden, nitrógeno, fósforo y potasio presentes en la mezcla.

Por ejemplo: un envase rotulado '16-4-8' contiene 16% de nitrógeno, 4% de fósforo y 8% de potasio. El 72% restante es generalmente material de relleno inerte que ayuda a repartir el fertilizante de manera más uniforme sobre el suelo.

 

TIPOS DE FERTILIZANTES

Existen fertilizantes de diferentes tipos: orgánicos e inorgánicos, puros y compuestos, líquidos y sólidos. Ninguno es mejor que otro: simplemente cumplen distintas funciones en función de la fertilidad del suelo y su nivel de salinidad, la cantidad de agua disponible, las condiciones climatológicas y las particularidades de la planta: tamaño, época de floración y resistencia.

¿Químico u orgánico?
Los nutrientes primarios que necesitan las rosas pueden provenir de fuentes orgánicas (derivados del mundo animal o vegetal) o de fuente sintéticas o inorgánicas.

Para muchos autores, las compañías productoras de fertilizantes químicos se están haciendo ‘de oro’ lanzando productos (como los abonos líquidos) que nos obligan a aplicarlos cada semana o cada 15 días, una rutina para la cual mucha gente no tiene tiempo. Su lado positivo: que logran una respuesta casi inmediata de la planta y que son la solución para los híbridos modernos, que requieren abono continuo.

Los fertilizantes naturales no sólo son de larga duración (por su liberación lenta) y más baratos, sino que minimizan los escapes de dióxido de carbón con los que, desde nuestras casas, contribuimos (aunque sea en pequeña medida) al efecto invernadero.

Además de alimentar a las rosas, los abonos naturales contribuyen a mejorar la calidad del suelo, porque beneficia la existencia de microorganismos que hacen al suelo más rico, y da alimento a las lombrices de tierra, que son nuestros aliados naturales a la hora de tener un suelo más poroso por el que circule mejor el agua.

Ahora bien: mientras unos jardineros prefieren ser escrupulosamente orgánicos en la alimentación de sus rosas, otros optan por no jugársela a la hora de manipular fuentes naturales de nitrógeno, potasio, fósforo y magnesio. Entonces acuden a los numerosos productos específicos que ofrece el mercado para el abono de rosales, y que ya combinan los elementos esenciales para su crecimiento.

Ambos tipos son importantes y tienen funciones diferentes:

-Los orgánicos pueden ser de origen animal o vegetal. La mayoría son de acción lenta, pues liberan nitrógeno orgánico que será transformado en inorgánico por las bacterias del suelo antes de ser absorbido por las raíces. Como estos organismos no actúan en suelos fríos, ácidos o empapados, su efectividad y rapidez de acción dependerá del terreno.

Estos fertilizantes tienen menos efectos indeseados que los inorgánicos (daños a las hojas, etc) y efectúan un suministro continuo de alimento a las plantas por mucho tiempo.

Ejemplos: Estiércol de vaca o caballo; guano de aves marinas o murciélago; alfalfa, aceite de pescado, harina de huesos, etc.

-Los inorgánicos: pueden ser minerales naturales extraídos de la tierra o bien elaborados por el hombre (fertilizantes sintéticos o artificiales). Ambos se descomponen antes de ser absorbidos.

Los abonos inorgánicos pueden ser de acción rápida, de liberación lenta o una combinación de ambos. Vienen en diversas presentaciones: secos, líquidos o para ser aplicados a través de las hojas.


Rosa Duftzauber. Foto de Mayos

¿Liberación lenta o rápida?
Los fertilizantes pueden contener una de las distintas formas de nitrógeno, que los hará actuar de una forma inmediata o más lenta. Los de acción rápida brindan una respuesta rápida, pero se agotan también antes. Los tipos de nitrógeno de liberación lenta tardan más en ser absorbidos por las plantas pero impulsan un crecimiento sostenido en un período de tiempo más largo.
Hay fertilizantes que contienen una combinación de ambos tipos de nitrógeno, de acción rápida y liberación lenta, lo que brinda una respuesta inmediata y continúa alimentando las rosas por hasta tres meses.


Rosal Iceberg. Foto de Elpajarito

¿Sólidos o líquidos?
Cada presentación de los abonos químicos - en polvo, granulados, en gel, en pastillas y en bastones- tiene caractrísitcas diferentes. Los secos y líquidos deben disolverse de todas formas en agua, aunque de distintas maneras:

1. Los abonos sintéticos secos, en polvo o gránulos, se aplican al suelo directamente, mezclándolos con la tierra, pero siempre precedidos y seguidos por el riego para que los nutrientes puedan alcanzrar las raíces. Es decir, se aplican a suelo húmedo y se humedecen otra vez tras su aplicación.

2. Los abonos sintéticos líquidos actúan rápidamente, por lo que el suelo debe estar lo suficientemente calentado para aceptarlo. Por su naturaleza, los abonos líquidos se usan más frecuentemente que los otros. Lo normal será aplicarlos mensualmente en la solución recomendada por el fabricante, o a media potencia (diluido en el doble de agua) cada semana. Dosis excesivas pueden dañar las plantas.

Siempre hay que aplicarlo sobre plantas bien regadas y no sobre tierra seca (esto es válido también para fungicidas y otros tratamientos contra plagas o enfermedades, que deben darse siempre sobre plantas que hayan sido bien regadas el día anterior).


Rosa Blue Moon. Foto de Guapuru17

3. Los abonos sintéticos foliares, en cambio, se aplican directamente a las hojas.

4. Los bastones deben 'clavarse' en el suelo, a unos centímetros de la planta.

¿Y los abonos foliares?
Los cultivadores de rosas para exhibición y concurso son muy partidarios del uso de los abonos foliares. Se pueden conseguir solos o mezclados con pesticidas. Al pulverizarse sobre las hojas, sus nutrientes penetran en pocas horas en la circulación de la savia, incluso si la planta se encuentra en suelos pobres. La técnica funciona y tiene muchos seguidores, y por lo menos usada con moderación no hace daño alguno. De hecho algún abono foliar basado en algas marinas parece que ayuda a prevenir la mancha negra y hace a la planta más resistente.

Los abonos foliares resultan, pues, útiles para aportar micronutrientes, pero no constituyen el abono principal de la planta, que debe aplicarse para ser absorbido por las raíces. Los foliares deben usarse en dosis bajas para no quemar la planta. Tampoco se deben aplicar en épocas de excesivo calor, bajo sol intenso ni bajo la lluvia o cuando se espera lluvia.

 

QUÉ BUSCAR EN UN FERTILIZANTE

Ddao que tenemos que discriminar entre los numerosos productos disponibles en el mercado, seguiremos los siguientes criterios:

1. Si se trata de un abono químico, que sea especial para rosas. Esto asegura una adecuada formulación con el balance correcto de nitrógeno, fóforo y potasio. Para algunos momentos de la vida de la planta, se puede optar por abonos con más peso de alguno de los elementos, como mas nitrógeno para el crecimiento (fuera de época de floración), fósforo para estimular la floración y potasio para el desarrollo de las raíces.´La mayoría de las fórmulas para rosas suelen tener más fósforo que nitrógeno o potasio, por lo que la indicación numérica bien puede ser del tipo 5-8-6.

2. Si se usa un fertilizante general, hay que vigilar que no tenga dasiado nitrógeno. Este haría que la planta crezca rápido, pero retardaría la floración y podría cuasar un exceso de brotes nuevos que enseguida atraerían a trips y áfidos.

3. Como primera opción, escoger siempre un abono derivado principalmente de materias orgánicas. De esta manera nos aseguramos no sólo la alimebtaciónd el rosal, sino también la mejora del suelo. Si nutrimos el suelo y estimulamos su flora y fauna, el suelo nos lo agradecerá con más slaud para las rosas. Algunos fetilizantes inorgánicos pueden retardar e incluso matar la flora y fauna del suelo, haciendo a los rosales más dependientes de las fuentes de nutrición inorgánicas.


Rosa Golden Celebration. Foto de Hawai

4. Si preferimos un abono inorgánico, hay que optar entonces por las fórmulas de liberación lenta. Las rápidas, como dijimos, aportan sus nutrientes con gran velocidad, pero tienden a 'estresar' a los organismos del suelo, que tanto hacen para lograr la extracción de los nutrientes de las partes orgánicas e inorgánicas del suelo. La alimentación química de las rosas prácticamente es 'desecho' para estos beneficiosos microorganismos. Usar mucha química puede acabar incluso con la fertilidad del suelo, y provocará una dependencia creciente -una adicción- de las rosas a esos compuestos. No queremos rosas 'yonkies'

5. Hay que preferir fertilizantes que mejoren los suelos. El quelpo de la Patagonia y el ácido húmico son dos ingredientes muy valorados. Nuevamente, los fertilizantes orgánicos (humus, estiércol, compost, turba, alfalfa, cáscaras de cacahuetes, harina de huesos y harina de pescado) superan en esto a los inorgánicos.

6. Conocer el suelo ayuda a saber qué correctores son necesarios para llegar a niveles adecuados de hiero, calcio, potasio, cobre, magnesio y otros minerales. Sin necesidad de volvernos químicos expertos, sí hay que saber que el ph adecuado para las rosas oscila entre 6.5 y 7.5. Esto no quiere decir que no crezcan con un ph de 6 o de 8, pero serán más débiles, más susceptibles a enfermedades.

 

¡A ABONAR!
PREPARAR EL SUELO PARA PLANTAR ROSAS

La preferencia de las rosas por los suelos ricos obliga a añadir materia orgánica (compost, turba, musgo o estiércol) al suelo donde se plantarán los rosales, no sólo para aportar nutrientes, sino también para mejorar su drenaje. Este enriquecimiento previo del suelo debe hacerse como mínimo un mes antes de plantar. Es un trabajo extra, pero la recompensa son plantas más sanas que vivirán mejor por muchos años.

1. La primera tarea será escoger un lugar adecuado para las rosas. Tiene que ser un área con la mayor cantidad posible de sol –unas 6 horas es ideal- y buena circulación de aire, pero no viento inmisericorde. Otra buena opción es una zona que reciba sol directo por la mañana, es decir, al Este, especialmente si se trata de rosas de colores fuertes que podrían acusar el exceso de sol vespertino.

Hay zonas con menos cantidad de luz para las que se pueden encontrar variedades adecuadas. Pero resulta completamente desaconsejable plantar en puntos donde las rosas tengan que competir por el agua y los nutrientes con las raíces de árboles o arbustos cercanos.

Otra mala idea: sembrar rosas junto a tejados inclinados y desagües, que pueden acarrearles chorros de agua de lluvia o avalnachas de nieve.

Las zonas de mal drenaje también deben ser descartadas a menos que se inicie la tarea de mejorarlo, con abonos orgánicos(compost, estiércol) que 'airean' su estructura y dando al suelo la inclinación necesaria.


Jardín de David Austin Roses.

2. Preparar el suelo para las rosas comienza por ararlo a una profundidad de unos 40 cm, retirar piedras, restos de plantas y raíces, y añadir compost, estiércol, turba o musgo para mejorarlo. Esta operación puede realizarse en otoño, de manera que en noviembre o diciembre, cuando ya se puede plantar a raíz desnuda, el abono orgánico haya comenzado a descomponerse con la ayuda de la lluvia o el agua de riego.

Si arar todo el arriate no es posible, por la existencia de otras plantas, se pueden preparar los agujeros de plantación individualmente, de la misma manera: se abren agujeros de 45 x 45 cm, y la tierra extraída se mezcla a partes iguales con el abono elegido. Si la tierra natural del lugar está muy agotada (por ejemplo, porque allí había otras plantas), se puede sustituir por sustrato.

Si no se dispone de tanto tiempo, puede optarse por compost muy maduro bien mezclado con la tierra del lugar o sustrato comercial.

3. ‘Baños’ previos: Antes de plantar, algunas personas dejan los rosales a raíz desnuda sumergidos en un cubo con agua. Otras prefieren un cubo con mezcla pastosa de agua y tierra. Este baño no debe durar más de 24 horas.

También es aconsejable recortar algo las raíces si tienen puntas en mal estado o débiles.

Si las rosas vienen en contenedor, pueden plantarse en cualquier momento del año excepto verano y excepto en tiempo de heladas. Por supuesto, no hace falta quitarle sla tierra del contenedor con que vienen; sólo hay que remover la planta cuidadosamente, conservando el cepellón.


Fuente: www.urbanext.uiuc.edu/roses

4. Qué hacer con las raíces: Una vez colocados los rosales a raíz desnuda en sus huecos, las raíces deben quedar bien extendidas en forma de abanico. Un truco para lograrlo es preparar en el fondo del agujero una ‘montañita’ algo puntiaguda de tierra sobre la que se asentará la raíz. Esta montañita no será de tierra común del lugar, sino mitad tierra y mitad compost o turba de musgo.


Fuente: www.rose.org

5. Finalmente, se puede añadir Agrosil de Compo, un estimulador de raíces que es útil para todo tipo de plantas ornamentales, árboles, arbustos y césped. Está compuesto de 1% de nitrógeno, 20% de P2O5 y 36% de óxido de silicio coloidal. Sus funciones son desarrollar al máximo las raíces tanto en longitud como en grosor y mejorar la resistencia de las plantas a enfermedades y sequía. El producto tiene una acción prolongada, actúa de 6 a 9 meses como mínimo.

Un puñado de producto equivale a 50 gr. En macetas pequeñas, inferiores a 20 cm, se utilizan 25 gr. En macetas medianas, 50 gr. Y en macetas grandes o jardineras, de 50 a 100 gr. Para cultivos en suelo utilizar de 80 a 100 gr. (dos puñados) por árbol o arbusto.

6. Atención al punto de injerto: Antes de apretar la tierra para llenar el agujero de plantación, debe comprobarse la altura a la que ha quedado el punto de injerto, ese nudo gordo que aparece en los ejemplares injertados justamente sobre las raíces. Este debe quedar enterrad por un mínimo de 3 cm de tierra.


Fuente: www.ext.colostate.edu y www.valentine.gr

7. Agua, agua sobre todo: El siguiente paso es regar muy bien, sin formar charcos. Mantener la humedad del rosal recién plantado será primordial en las siguientes semanas. Una forma de hacrlo es construir alrededor del rosal un alcorque, es decir, una especie de pequeña ‘poza’ para que se absorba mejor el agua.


Fuente: www.valentine.gr

Un truco para regiones extremadamente frías y secas consiste en cubrir las ramas desnudas del rosal recién plantado con sustrato. Este método consiste en enterrar completamente los tallos del rosal para evitar que se resequen mientras se establece el sistema radicular, y funciona también como protección contra el frío. La cubierta se dejará unas cuatro a seis semanas, y se lavará cuidadosamente con el agua de la manguera para retirarla.


Fuente: www.ext.colostate.edu y www.rose.org

¿Y después?
Las rosas a raíz desnuda recién plantadas pueden comenzarse a abonar unas seis u ocho semanas más tarde. Se usará un abono balanceado en gránulos, aplicando un puñado en la base de cada rosal. Es importante que los rosales sean regados el día antes del abono, para que la tierra no esté seca.

Más en:
http://www.infojardin.com/rosales/Plantacion_a_raiz_desnuda.htm
http://www.infojardin.com/rosales/Plantacion_rosal_comprado_maceta.htm
http://www.elbuenjardinero.com/rosas/jardin/plantar.html
http://www.es.bayeradvanced.com/garden/gardening/roses/bare-root.cfm
http://www.rose.org/site/epage/13766_429.htm
http://www.goldennursery.com/image/roseplanting.jpg
http://www.greenarrownurseries.com/gallery/album132/J_P_Rose_Planting_Guide
www.ext.colostate.edu/pubs/garden/07404.html
www.fryers-roses.co.uk/Roses/planting.html
www.nhrosesociety.org/page8.html

 

Próximas entregas:

Plantas establecidas: el primer fertilizante del año.
Abonar las rosas según su tipo.
Dos métodos básicos de abonado.
Calendario mínimo de abonos.
Calendario completo de abonos.
Productos naturales del mercado.
Productos inorgánicos del mercado.

 

¡A ABONAR!
PLANTAS ESTABLECIDAS: EL PRIMER FERTILIZANTE DEL AÑO

Para aplicar el primer fertilizante del año a los rosales, combinaremos los siguientes pasos:

1. Abono orgánico tras la poda: Inmediatamente después de la poda, a finales de enero (febrero en las regiones más frías), pondremos en arriates y macetas una capa de compost, estiércol maduro, guano o humus de lombriz. Este producto tiene que elegirse de acuerdo con las recomendaciones de la agrotienda o el vivero, que saben cuál es el más adecuado para el tipo de suelo de nuestra región. Recordemos que el poder de los abonos orgánicos radica más en la mejora de las condiciones del suelo (aireación, permeabilidad, capacidad de aprovechar nutrientes, favorecimiento de la vida bacteriana) que en la de aportar cantidades de alimento.

El riego o la lluvia los ayudarán a biodegradarse y estarán liberando sus nutrientes a tiempo para el comienzo del crecimiento primaveral, es decir, justo cuando las raíces de los rosales están en condiciones de empezar a absorber los nutrientes.

2. Abono químico en marzo: Seguidamente, justo cuando la planta comienza a mostrar nuevo crecimiento, es decir, en marzo, aplicaremos un abono químico en polvo o gránulos que combine liberación lenta con liberación rápida. Tiene que ser específico para rosales o plantas de flor, y es mejor aún si entre sus componentes hay guano. Su composición puede ser equilibrada (20-20-20) o, en todo caso, con los números finales más altos que el primero.

Si sólo se dispone de un abono de liberación lenta, tipo Osmocote, Ferticote o Agroblen, se aplicará tras la poda invernal, para que esté presente cuando empiece el calentamiento del suelo.

Si se desea abonar y proteger a la vez, pueden usarse gránulos sistémicos para proteger las rosas recién plantadas de los insectos, como Bayer Advanced™ 2-in-1 Systemic Rose and Flower Care Ready-To-Use Granules.


Foto: http://www.cs.unc.edu

Y DESPUÉS...
Orgánico o químico, los dos métodos cumplirán su función:

1. El método orgánico: Para lograr un ciclo continuo de descomposición y liberación de los nutrientes, los abonos orgánicos deberían repetirse cada 4 semanas desde primavera. El abono elegido se aplica al suelo y se entierra superficialmente.

Este método está especialmente indicado para enriquecer la estructura de los suelos más pobres. En cambio, el abuso de los abonos orgánicos en regiones de suelos ya muy ricos en humus (con un 5% de materia orgánica, por ejemplo) puede provocar una exagerada retención de agua, podredumbre de raíces y, por la presencia de nitrógeno, exceso de vegetación.

2. El método químico: Tras la primera aplicación de primavera, el fertilizante especial para rosales se reaplica al concluir la primera floración (mayo o junio), excepto en rosales no reflorecientes. Luego se puede seguir con aplicaciones mensuales de cualquier abono completo para rosas que incluya nutrientes primarios, secundarios y micro. Suspender en octubre (ver 'Calendario mínimo de abonos')

3. El método concienzudo: Una primera aplicación de abono orgánico tras la poda y una de abono químico en el momento de 'despertar' los rosales son seguidas por la aplicación alternada de ambos tipos de productos ( ver 'Calendario completo de abonos').

 

CALENDARIO MÍNIMO DE ABONOS (Hemisferio Norte)


Enero (regiones templadas) o febrero (regiones más frías): Después de la poda invernal, aplicación de fertilizante orgánico para dar tiempo a que se descomponga y esté activo en marzo-abril.

Marzo o ante los primeros brotes de hojas: Primera aplicación de un fertilizante químico en polvo o gránulos.

Junio: Reaplicar el fertilizante en polvo o gránulos. Es la última vez para rosales no reflorecientes (ver 'Abonar las rosas según su tipo').

Septiembre: Reaplicar el fertilizante de liberación lenta en gránulos a las variedades reflorecientes. Hay quienes afirman que los rosales necesitan 'endurecerse' para el invierno y que esta aplicación tardía de fertilizante provocaría brotes susceptibles de helarse. En cambio, los defensores de la aplicación otoñal dicen que promueve la última floración y que, como las ramas nacidas en otoño de todas formas se van a podar, no hay que preocuparse por lo 'fuertes' que sean.

La solución intermedia sería hacer esta última aplicación cuando la planta entre en período ‘durmiente’. De esta manera no provocaría nuevos brotes, pero los nutrientes sí estarían disponibles cuando la planta ‘despierte’en primavera. Este último abono puede ser, preferentemente, alto en potasio (el último número), pues contribuiría a la resistencia invernal de la planta.


Foto: http://garden.garden.org

CALENDARIO INTENSIVO (Hemisferio Norte)
Propone la pacífica coexistencia de abonos orgánicos y químicos.

Enero o febrero: Después de la poda invernal, aplicación de fertilizante orgánico para dar tiempo a que se descomponga y esté activo en marzo-abril. Si no, ya se puede enterrar junto a cada rosal un abono de liberación lenta en gránulos. Si los rosales están acolchados, el abono lógicamente se pone DEBAJO de la capa protectora.

Marzo: Con todo a punto para el gran brote primaveral, aplicar un fertlizante balanceado (puede ser uno universal, de tipo 20-20-20) preferiblemente en forma de polvo. Si se aplica uno que combine liberación lenta con rápida, mejor.

Abril: Si ya ha comenzado la primera floración o está a punto, se alternarán un abono orgánico y uno químico cada 15 días. Por ejemplo, a mediados de mes, aplicar aceite de pescado: una cucharada disuelta en un galón de agua. A final de mes, un fertilizante especialmente formulado para rosas, con el segundo y tercer número (fósforo y potasio) más altos que el primero.

Al final del mes, añadir también quelatos de hierro (para mantener el follaje verde oscuro) y zinc (para mejorar el color de la floración). Si el abono químico elegido ya los contiene, no es necesario.

Hay quien alterna el abono orgánico y el químico semanalmente en abril, mayo, junio, septiembre y octubre, pero personalmente lo veo excesivo. La única justificación para una abono semanal es que sólo se estén empleando abonos líquidos en macetas.

Mayo: Igual que abril. Al terminar la primera floración, es importante que no queden restos de rosas marchitas para asegurar una correcta y abundante segunda floración.

Junio: Igual que abril y mayo.

Julio: Quitar los restos de rosas marchitas de la segunda floración. Mediados de mes, una sola aplicación de un abono cualquiera.

Agosto: Nada de abono. Pero obtendremos una mejor floración otoñal (naturalmente, en las variedades reflorecientes) si nos acordamos de hacer la poda veraniega de 1/4 o 1/3 de la altura.

Septiembre: Igual que abril.

Octubre: Igual que abril.

Noviembre: Preparar la tierra para nuevas plantaciones a raíz desnuda. En los rosales establecidos, renovar el acolchado para todo el invierno. Debajo de él, colocar media taza de gránulos o harina de alfalfa (1/4 para minis) y 1/4 de taza de fosfato de magnesia potásica o superfosfato. No olvidar regar una vez a la semana si no llueve.

Diciembre: Nada de abono. A descansar.


Foto: www.winterwood-farm.com

NOTA: El problema que le veo personalmente a este método 'concienzudo' es que la mayoría de los abonos orgánicos ideales para la aplicación mensual en rosales, como el aceite de pescado o la harina de huesos o de sangre, no son de venta común en las agrotiendas. De momento sólo he localizado dos productos de Asocoa que los contienen.

Algunos cultivadores sugieren que el primer aporte del año sean unos simples gránulos de alfalfa, seguido a los 15 días por el aceite de pescado, pero en Galicia al menos parece que la alfalfa ha desaparecido de las tiendas de piensos y sólo la venden en forma de comida de conejos (que no nos sirve para este propósito) o por pedidos específicos... de mil kilos para arriba.


ABONAR LAS ROSAS SEGÚN SU TIPO

Las rosas de una única floración, como gálicas, albas y las llamadas 'species' o variedades botánicas, son un caso especial. Si están plantadas en buen suelo, pueden permanecer mucho tiempo sin abono adicional y producir perfectamente.

Aún así, se las puede ayudar aplicándole un único abono primaveral (marzo) en forma de fertilizante de liberación lenta, de tipo equilibrado (10-10-10 o 12-12-12), regando después. Para el momento en que los principios activos del fertilizante lleguen a la raíz, el rosal estará empezando su única floración, y se beneficiará enormemente del abono añadido.


Rosa centifolia 'Chapeau de Napoleon'. Foto de Hawai.

Después de esa floración, cuando la planta entre en el período de 'reservar' energías para el próximo despliegue, otro poco de fertilizante no le hará mal, pero hay que evitar abonarlas después de mediados de julio.

Las rosas remontantes y de floración continua, en cambio, gastan muchísimos recursos en producir su floración. Los híbridos de té, floribundas, borbonianas, perpetuas híbridas, arbustivas y trepadoras que repiten deben recibir una abundante alimentación. En este caso, seguiremos cualquiera de los dos calendarios propuestos.

 

LOS PRODUCTOS DEL MERCADO: ABONOS ORGÁNICOS

Los productos orgánicos tienen una tarea primera: mejorar la estructura del suelo, es decir, aumentar la capacidad que posee el suelo de absorber los distintos elementos nutritivos que aportaremos posteriormente en suficientes cantidades con los abonos minerales o inorgánicos.

Sus beneficios son:
• Hacen más ligeros los suelos arcillosos y más compactos los arenosos.
• Mejoran la permeabilidad del suelo, ya que influyen en el drenaje y aireación.
• Favorecen la aireación y oxigenación del suelo, por lo que hay mayor actividad radicular y mayor actividad de los microorganismos aerobios
• Constituyen una fuente de energía para los microorganismos, por lo que se multiplican rápidamente.
• Disminuyen la erosión del suelo, tanto de agua como de viento.
• Aumentan la retención de agua en el suelo.
• Aumentan el poder tampón del suelo, y en consecuencia reducen las oscilaciones de pH de éste.

Ya hemos dicho que los abonos orgánicos son aquellos que provienen de fuentes vivas y que sus nutrientes no están inmeditamanete disponibles para la planta: los microorganismos del suelo deben intervenir a través de su acción bacteriana para convertir los nutrientes en formas aprovechables para las plantas.

Algunos de los más recomendados son:

1. ESTIÉRCOLES DESCOMPUESTOS: El estiércol descompuesto de vacuno o caballo es el mejor tipo. Otros tipos son más fuertes y deben ser utilizados con cautela y en pequeñas cantidades, pero siempre descompuestos o digeridos (como el humus).

Los estiércoles son excelentes acondicionadores del suelo, y también muy buenos acolchados. Además de ser fuentes orgánicas de nitrógeno (2-1-2), los estiércoles descompuestos son agentes 'quelantes' que hacen que los metales lleguen a las plantas.


Foto: http://pasture.ecn.purdue.edu

2. COMPOST: Barato donde los haya, este fertilizante casi siempre hecho en casa con los restos vegetales sanos del jardín y la cocina, pilas de tierra, acelerador del compostado y enorme paciencia, no tiene igual en el jardín.

El compost es la forma descompuesta y madura de la materia orgánica. Añadido a nuevos arriates en la plantación, o superficialmente a los arbustos ya existentes, aumenta la actividad de bacterias y hongos beneficiosos en los alrededores de la raíz. Son estos organismos los que destruyen a sus congéneres causantes de enfermedades supervivientes del invierno. Por eso, además de mejorar el suelo y la retención de agua, aumenta la salud de la planta.

Dos o tres palas de compost aplicadas en primavera en la base de cada rosal son ya un alimento completo para iniciar la temporada. Y para prorrogar los efectos beneficiosos que se le atribuyen en el combate de hongos y bacterias, hay quien incluso prepara el llamado 'té de compost': compost diluido en agua y rociado por las hojas con una regadera para prevenir la mancha negra y el mildiu.


Foto: www.compostando.com

Para plantas en contenedor, en las que el riego suele arrastrar los nutrientes fuera de la maceta, el complemento perfecto a un primer abonado con compost es la aplicación mensual del aceite de pescado, altamente rico en nitrógeno.

El compost también es muy útil para el enraizamiento de esquejes o para el transplante de plantas bien establecidas.

Atención, ojito: El uso del compost no debe confundirse con el uso de materiales orgánicos frescos. Este debe ser evitado porque el crecimiento de las plantas y la descomposición de los materiales requieren nitrógeno. Como resultado, el crecimiento de las plantas se reduce debido a la competencia por nitrógeno. El proceso de compostado rápido mejora las características físicas, químicas y biológicas de los materiales orgánicos frescos, los hace más estables, homogéneos, manejables, más porosos, y mejoran sus características de retención de humedad y aireación.

Cómo hacer compost
http://www.infoagro.com/abonos/compostaje.asp
http://personal.iddeo.es/plantas/preguntas_compostaje.htm

3. ALFALFA: Este alimento habitual del ganado es muy recomendado por cultivadores norteamericanos. No es exactamente un fertilizante, pero contribuye a la absorción de algunos nutrientes y, cuando se deseintegra, libera un alcohol, el triacontanol, que estimula los brotes basales: nuevo crecimiento que emana del nudo de injerto y 'renueva' los tallos de la planta.

En gránulos o harina contiene un 3% de nitrógeno, que estimula el crecimiento, y un poco de fósforo, que estimula la formación de raíces y la floración. También contienen potasio, que hace a las plantas más vigorosas, mejora la floración y aumenta la resistencia a enfermedades.

Además aporta algo de calcio, magnesio y sulfuro, todos beneficiosos para los rosales. Su fórmula sería un 3-l-2.


Foto:www.willowfarms.com

La alfalfa, en gránulos o en harina, puede colorcarse debajo del acolchado invernal, sin que toque los tallos. Otra de sus funciones, como acolchado, es la de prevenir la aparición de hierbajos.

La alfalfa que hay que comprar debe estar libre de otros aditivos como el azúcarr, por lo que no vale poner comida de conejos como abono... Si se pone en forma de paja, tiene el inconveniente de que se 'apelmaza' y no deja pasar el agua que debería llegar a los rosales. Así que la mejor forma de empleo es en gránulos, cubitos o harina. Estéticamente los gránulos no son nada bonitos, por lo que se pueden esparcir al pie de cada arbusto (a razón de unas 2 tazas por planta) y luego cubrirlos con compost o estiércol maduro. No se debe poner la alfalfa en contacto con las raíces en el hueco de plantación, por riesgo de quemaduras; se usa sólo en superficie.

De acuerdo con el cultivador norteamericano Paul Barden, el uso de la alfalfa asegura 'un marcado aumento del crecimiento, la floración y el vigor general del rosal'. De hecho, el recomienda el uso indiscriminado del 'té de alfalfa', cuya aplicación puede hacerse en cualquier época sin temor a estimular un crecimiento en épocas inapropiadas, como sucede con otros fertilizantes.

Té de alfalfa:
2 tazas de harina o gránulos de alfalfa
2,5 galones de agua
Mezclar y dejar reposar tapado durante 2-3 días. La solución resultante puede oler a mil demonios, pero el olor desaparecerá tras su aplicación.
Modo de aplicación: Medio galón a las minis y un galón al resto de rosales cada 6-8 semanas.

Con esta sencilla receta, millones de bacterias de la harina fermentada activarán los microorganismos del suelo, que convertirán los nutirentes en alimento accesible a la planta.

4. HARINA DE HUESOS: Otro gran favorito para la primera dosis de abono es la harina de huesos, especialmente recomendada si los suelos son muy ricos en hierro, porque les aporta calcio. Como además es una fuente de larga duración de fósforo, parece que la harina puede prevenir enfermedades fúngicas como la mancha negra. Su fórmula sería un 2-12-2.


Foto: www.northlandgardens.com

Los nutrientes contenidos en esta harina se liberan muy lentamente por lo que resulta sumamente segura, especialmente en la plantación y el enmacetado de nuevas plantas.

5. HARINA DE SANGRE: Excelente fuente de nitrógeno orgánico de liberación rápida, se usa como abonado de superficie. Es completamente soluble y se puede mezclar con agua para convertirla en fertilizante líquido. Su fórmula sería un 12-2-1, lo que la hace propicia para estimular el crecimiento vegetal.

6. HARINA DE SEMILLA DE ALGODÓN: Es quizás la mejor fuente de nitrógeno orgánico junto a la harina de sangre. Su fórmula 7-2-2 estimula el crecimiento inicial de la planta y contribuye a acidificar suelos alcalinos.

7. EMULSIÓN O ACEITE DE PESCADO : La emulsión de pescado parece ser la 'fórmula mágica' de muchos cultivadores norteamericanos. Sus resultados son rápidos. Es rico en nitrógeno (8-12-2) y más aún en fósforo, por lo que se le atribuyen efectos muy beneficiosos sobre el crecimiento de las raíces y el tamaño de las flores. Parece especialmente indicado para los 'minis'. Su inconveniente es el olor, pero dicen que desaparece rápidamente.

8. HARINA DE PESCADO : Con iguales efectos que el aceite, rica en nitrógeno y fósforo (8-12-2), los expertos recomiendan enterrarla en agujeros de unos 30 cm de profundidad para que no huela.


Foto: http://personal.cobleskill.edu

9. QUELPO Y ALGAS MARINASLa harina de quelpo, con contenido muy alto en potasio (1-0-8 ), estimula la floración. Los productos líquidos con algas marinas (4-2-3) tienen propiedades revitalizantes para el follaje. Parecen trabajar en una mezcla ideal con aplicaciones alternativas de emulsión o aceite de pescado.

 

LOS PRODUCTOS DEL MERCADO: ABONOS QUÍMICOS

ASOCOA ABONO ALGAS BIO: Materia orgánica bioestimulante y reforzante para todo tipo de plantas de interior y exterior. Procede en un 100% de algas marinas, y es un 1-15-3, pero aporta además ácido algínico 26%, manitol 8%, laminaria 6%, fucoidin 10%, magnesio 0,9%, microelementos y vitaminas. 750 gr, 8 euros.

ASOCOA ABONO FLORACIÓN LÍQUIDO: Activa la floración, colorido y olor, por vía radicular y foliar, de todo tipo de plantas de flor. Contiene macroelementos, microelementos, aminoácidos, vitaminas y algas. 1 lt, 15 euros.

ASOCOA ABONO FLORES: Fertilizante líquido por vía radicular y foliar, preparado para todo tipo de plantas de flor, de interior y terraza, en especial para orquídeas, azaleas, rosas, aromáticas, cannabis y plantas medicinales. Es un 5-10-7, y añade 0,7% de algas, vitamina B1, manganeso, boro, cobre, hierro y zinc.

Contiene macroelementos, oligoelementos, vitaminas y algas, por lo que produce un mayor verdor en las hojas, colorido y olor en las flores y robustez en las plantas. Su fórmula permite una rápida disolución de las sales minerales en el agua de riego para que la planta incorpore directamente todos los nutrientes a través de las raíces y hojas. 600 cl, 5,40 euros.

ASOCOA HUMUS LÚQIDO BIO: Materia orgánica líquida natural 100%, procedente de residuos vegetales que aporta humus al suelo. Puede incorporarse solo o también con el abono líquido usual. Además de incorporar materia orgánica a la tierra duplica la efectividad del abono.

ASOCOA FERTLIZANTE COMPUESTO TRIVALENT BIO: Abono completo totalmente natural, indicado para todo tipo de plantas de interior y exterior. Se trata de una mezcla de materias orgánicas de origen natural, con 8-6-8, 2% magnesio, boro, cobre, hierro, manganeso, molibdeno y zinc. 750 gr, 7,50 euros.

ASOCOA ABONO AMINO EXPRESS BIO: Abono de rápido efecto para todo tipo de plantas de interior y exterior. Más aroma en las flores, sabor en los frutos, adelanto de la maduración, y una recuperación total del estrés de las plantas. 300 cc, 10 euros.

BAYER ADVANCED TRIPLE ACTION ROSE FOOD: Combina nitrógeno de liberación lenta y rápida, por lo que actúa en el momento de la aplicación y en los tres siguientes meses. Contiene la cantidad necesaria de fósforo y potasio para raíces saludable y flores grandes y coloridas.

BAYER ADVANCED 2-IN-1 SYSTEMIC ROSE AND FLOWER CARE READY-TO-USE GRANULES: Fertiliza y protege de insectos en una sola aplicación, que alimenta y protege por seis semanas.

BAYER ADVANCED ALL-IN-ONE POTTING MIX: Es un sustrato para plantar nuevas rosas en macetas. Combina un fertilizante de larga duración con protección contra insectos y control de humedad.

COMPO NITROPHOSKA ROSALES: Abono granulado idóneo para rosales y arbustos de flor. Es un 13-9-16, con un 4% de magnesio. Su elevado peso de nitrógeno fortalece el crecimiento y el número de hojas. El potasio acentúa la coloración de las flores y aumenta la resistencia a las enfermedades.

Forma de aplicación: En la plantación, de otoño a fin de invierno: aplicar un puñado y medio de abono por pie, favorece el crecimiento general de la planta. Al principio de la primavera, en rosales ya plantados, después de la poda: esparcir al pie de los rosales uno o dos puñados dependiendo del tamaño del rosal. En ejemplares en hilera aplicar un puñado por metro. Rastrillar ligeramente y regar.

COMPO ABONO JARDÍN PREMIUM: Es un abono universal de alta calidad, idóneo para todo tipo de plantas del jardín: ornamentales, coníferas, plantas verdes, rosales, arbustos, setos, etc. Contiene ENTEC® que asegura la estabilidad del nitrógeno en el suelo, en forma absorbible por la planta. Su composción es 14-7-17, con 2% de magnesio, 11% de SO3 y microelementos.

Forma de apliación: Dos puñados por metro cuadrado, en marzo, junio y septiembre.

COMPO GUANO ABONO ROSALES: Para rosales, arbustos florales, enredaderas y plantas trepadoras. Es un 11-5-11 con 3% magnesio. Otorga un vigoroso desarrollo y exuberante floración a los rosales y vigor a los tallos. Refuerza la resistencia a enfermedades y parásitos. Proporciona fertilidad al suelo.

COMPO ABONO CON GUANO LÍQUIDO: Abono de origen natural (guano) que contiene compuestos orgánicos para plantas de interior y terraza. Estimula el crecimiento y la floración y multiplica la vida bacteriana del suelo. Es un 4-5-6, con microelementos.

Continuará...

 

CEALBA ME HAS DEJADO
UN 10,
LO SIENTO, NO HE PODIDO EVITAR ESCRIBIR ESTAS PALABRAS, AUNKE NO SEA LO IDEAL PARA EL TEMA., PERO ES KE ESTA INFORMACIÓN ESTÁ , BUENO IDEAL.LA COPIO TODAAAAAAAA
GRACIAS POR EL TRABAJO..

 

Información sacada de http://www.ecoaldea.com/horticultura/lunas.htm

Influencia de la luna en la jardinería

-Luna llena: Es el período más propicio para cosechar, sacar el estiércol de los corrales, voltear el compost, cortar caña, o sembrar plantas de fruto.

-Luna menguante: No sólo es el mejor momento para continuar las actividades iniciadas en luna llena, sino que también es el momento más propicio para sembrar raíces y tubérculos, tales como rábanos, remolachas o patatas.

-Luna nueva: No es una etapa muy propicia para actividades que no sean el desherbado de adventicias.

-Luna creciente: Es la responsable de la estimulación de las plantas de gran crecimiento vegetativo, abonos verdes, lechugas..., además de ser muy propicia para la fertilidad, por lo que resulta el mejor momento para sembrar todas las plantas que crecen en altura y dan frutos, como tomates, guisantes, judías... Como regla general, es recomendable realizar la siembra de todas las plantas en luna creciente, (preferentemente dos o tres días antes de luna llena) a excepción de aquellas que puedan subir a flor prematuramente, como es el caso de las lechugas, que deberán sembrarse en fase de luna menguante.

-En vísperas de cualquier solsticio, ya sea el de verano (21 ó 22 de junio) o el de invierno (21 ó 22 de diciembre), las especies que se planten van a resultar muy sensibles a la subida a flor.

ESTIÉRCOL
-Siempre se removerá en luna llena o en cuarto menguante para conseguir que quede con una textura mantecosa, desmenuzado, húmedo e incluso con un olor agradable. Si se remueve en luna nueva o en cuarto creciente, conseguimos el efecto contrario.

Los trabajos del campo, tales como labrar, plantar, trasplantar, abonar, etc., suelen ser más efectivos si los realizamos en luna descentende.

Cuando deseemos abonar las tierra lo haremos preferiblemente en luna creciente y a ser posible en luna descendente y en sigo de tierra evitando signos de fuego. Si añadimos algas y fosfatos naturales lo haremos así mismo en luna creciente. Los abonos minerales mejor efectuarlos en luna menguante y por las mañanas. Si añadimos estiécol de vaca lo haremos en luna menguante.

Estado de la luna, hoy:
http://endrino.cnice.mecd.es/~jhem0027/ocio/laluna/laluna.html