El amor por las mascotas

Si supieses los días que hace que pienso en tus palabras. Acabé por pensar que vivías muuuuuuuuuuuuuy lejos.

No, la verdad es que estoy intrigada con la canción de DON Atahualpa Yupanqui, que me encanta. Yo también he buscado como loca en internet pero no he encontrado nada.

Esperamos la letra porfa

 

lejos si que vivo Nuit, pero no te preocupes que yo como sea pongo la letra de esa canción en este hilo

Quiero dejarles una frase que me parece muy bonita y que mi veterinario siempre me manda en una tarjetita cuando fallece alguna de mis mascotas: "La vida de un amigo siempre es muy corta". Que gran verdad

 

La frase es corta pero me ha taladrado el corazón...

Mi veterinario me dice: Ojalá tengas una vida muy larga para poder querer a más animalitos...

Cosas de veterinarios... sabios...

 

Qué gran verdad, sí señor

Yo he tenido muchos animalitos. Mi primera perra estuvo conmigo casi trece años, cosa rara en un dogo alemán. Me regaló mucho más del tiempo que a ella le correspondía...todavía la echo de menos ahora descansa rodeada de una preciosa dehesa.

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Me ha encantado, Didiana, Nuit, que habléis de los lugares en los que habéis enterrado a los que, como dice la frase de Tatiana, han tenido una vida que siempre nos parecerá muy corta. A veces voy también al sitio donde enterré a la primera mascota (un periquito), y me siento allí un rato, a estar en paz nada más. Para mí es un lugar mágico. Los peces del acuario que van muriendo jamás los tiro a la basura. Tienen su destino en alguna de las macetas grandes, donde los deposito con el cariño que merecen sus pequeñas vidas.

Para seguir con Japón, he buscado la portada de un libro que a punto estuve de comprar sólo por el gato. Después he sabido que el autor es un gran clásico del XIX:

 

Didi, lo siento...

No sé si te gustan las plantas. Yo les planté iris germánica...


Jose-ramón

aquí puedes leer el libro. Es muy cortito. No me lo he leído, pero pinta bien. Confieso que siempre me leo el final, je je, ... manías. A ver si este finde tengo tiempo.


http://www.elboomeran.com/upload/ficheros/obras/soy_un_gato_final.pdf

 

Gracias por el libro. Lo he comenzado y la verdad es que está muy bien.

He buscado un poema clásico sobre los tres nombres del gato. Es de T.S. Elliot, de su libro "Poemario de los Gatos habilidosos" (1939), y en él reflexiona sobre el misterio de los gatos:

Poner nombre a los gatos

Poner nombre a un gato es una cuestión delicada, no es tan sólo uno de esos juegos para un día de asueto; a lo mejor piensan que estoy loco como una cabra, cuando afirmo que un gato debe tener TRES NOMBRES.

El primero será aquel que la familia emplea a diario, como Pedro, Augusto, Alonso, Jaime, como Víctor o Jonás, Jorge o Bill Bailey, todos ellos sensatos nombres cotidianos.

Si creen que suenan mejor, existen nombres más fantasiosos, algunos para los caballeros, otros para las damas, como Platón, Admeto, Electra, Deméter, sensatos nombres cotidianos también estos.

Pero yo sostengo que un gato debe tener un nombre exclusivamente de él, un nombre peculiar y más digno, de otro modo, ¿cómo podría mantener erguida su cola, o atusarse sus bigotes, o pavonearse ante las damas?

Nombres de esa clase yo puedo sugerirles muchos Munkustrap, Quaxo, o Coricopat, Bombalurina, o incluso Jellylorum, nombres que nunca pertenecen a más de un gato.

Pero además de esos nombres todavía queda otro, un nombre que jamás lograremos adivinar; un nombre que ningún humano podrá descubrir, pero que EL GATO CONOCE, aunque nunca lo confesará.

Cuando sorprendan a un gato muy absorto meditando, la causa, les advierto, es siempre la misma: su mente está entregada a la contemplación del pensamiento, del pensamiento de su nombre: su inefable, efable, efinefable, profundo e inescrutable Nombre único

 

Preciosa la lectura. Acabo de descubrir en el párrafo que cito, que tengo alma de gato...

 

Pues no ha salido la cita ummm

Bueno, es el último párrafo.

 

De otro maestro, Vicente Aleixandre.

[

CENTER]A mi perro​

Oh, sí, lo sé, buen "Sirio", cuando me miras con tus grandes ojos profundos.
Yo bajo a donde tú estás, o asciendo a donde tú estás
y en tu reino me mezclo contigo, buen "Sirio", buen perro mío, y me salvo contigo.
Aquí en tu reino de serenidad y silencio, donde la voz humana nunca se oye,
converso en el oscurecer y entro profundamente en tu mediodía.
Tú me has conducido a tu habitación, donde existe el tiempo que nunca se pone.
Un presente continuo preside nuestro diálogo, en el que el hablar es el tuyo tan sólo.
Yo callo y mudo te contemplo, y me yergo y te miro. Oh, cuán profundos ojos conocedores.
Pero no puedo decirte nada, aunque tú me comprendes... Oh, yo te escucho.
Allí oigo tu ronco decir y saber desde el mismo centro infinito de tu presente.
Tus largas orejas suavísimas, tu cuerpo de soberanía y de fuerza,
tu ruda pezuña peluda que toca la materia del mundo,
el arco de tu aparición y esos hondos ojos apaciguados
donde la Creación jamás irrumpió como una sorpresa.
Allí, en tu cueva, en tu averno donde todo es cenit, te entendí, aunque no pude hablarte.
Todo era fiesta en mi corazón, que saltaba en tu derredor, mientras tú eras tu mirar entendiéndome.
Desde mi sucederse y mi consumirse te veo, un instante parado a tu vera,
pretendiendo quedarme y reconocerme.
Pero yo pasé, transcurrí y tú, oh gran perro mío, persistes.
Residido en tu luz, inmóvil en tu seguridad, no pudiste más que entenderme.
Y yo salí de tu cueva y descendí a mi alvéolo viajador, y, al volver la cabeza, en la linde
vi, no sé, algo como unos ojos misericordes.



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Hola

Descubrí porqué no encontraba la letra de la canción .... y es porque no era del maestro Atahualpa Yupanqui, sino del maestro Horacio Guaraní. Jugarretas de la mente

MILONGA AL AMIGO FIEL

En mi largo andar y andar
un perro supe tener,
tan humano que a mi ver
solo le faltaba hablar.
Además en mi rodar
un cariño tuve yo,
pero pronto se cansó
de mi sentida pobreza
y se fue con su belleza
pero mi perro quedó.

Tuve un amigo, a quien dí
lo mejor de mi amistad,
le entregué sin falsedad
lo mejor que vive en mi.
Pero pronto comprendí
la crueldad conque pagó
pues cobarde se llevó
mi perro en su cobardía.

El no ha vuelto todavía,
pero mi perro volvió.

Muchos amigos vinieron
otros amores también,
y por mi mal o mi bien
como vinieron se fueron.
Muchas penas me trajeron
y mi ser ensombreció,
mas la suerte tuve yo
de ver que todos pasaron
y solito me dejaron
pero mi perro quedó.

Ahora si como dicen, mientras más conozco a los humanos, más quiero a mi perro.

Les dejo también la historia de fidelidad y amistad de estos 2 perros en medio de la inmensa tragedia en Japón. Nos dan grandes y honrosas lecciones de vida los animales.

http://www.care2.com/greenliving/dog-refuses-to-leave-friend-injured-in-tsunami.html

Copian esta dirección en una ventana del internet y los lleva a la historia, con fotos.

Besos.

 

Angela Tatiana

He escuchado en youtube la milonga. Preciosa. Siempre nos quedará nuestro perro...

En cuanto al vídeo, aunque no hablo japonés, lo he entendido TODO.
Y los lagrimones que me caían...

 

Es verdad, una imagen vale más que mil palabras, se superan las barreras idiomáticas ante estas situaciones

Besos.

 

Uff, las historias de los animales que esperan eternamente a alguien que no volverá son, creo, de las más emocionantes y a poco que medites en ellas te cambian tu forma de ser.

Gran poema de Alexandre y también él de Horacio Guaraní, al que no conocía.

Hubo un relato breve que me impactó cuando fue leído en voz alta en una clase durante mi adolescencia. Todavía recuerdo el silencio sepulcral que había. Muchos lo conoceréis, pero si queréis recordarlo (y apenaros, aviso), aquí lo tenéis:

http://www.vicentellop.com/TEXTOS/alasclarin/adioscordera.pdf

 

Yo también había leído Adiós, cordera, pero no me acordaba...
Y lo he leído casi sin respirar.
Vaya genio, Clarín.

He seleccionado un par de párrafos:

"Allá iba, como la otra, como la vaca abuela. Se lo llevaba el mundo. Carne de vaca para los glotones, para los indianos: carne de su alma, carne de cañón para las locuras del mundo, para las ambiciones ajenas."
Entre confusiones de dolor y de ideas, pensaba así la pobre hermana viendo el tren perderse a lo lejos, silbando triste, con silbidos que repercutían los castaños, las vegas y los peñascos . . ."

Vaya historia preciosa, preciosa y triste, triste.