No cabe duda que el hueso ha sido un distintivo del perro. Podríamos hablar de que es un sinónimo del can, son inseparables, indisolubles. Pero, ¿hasta qué punto es saludable el hueso para mi perro? El hueso, ya sea natural o artificial representa diversión para el perro, desde que es cachorro hasta que llega a la etapa adulta. El can puede pasar horas y horas masticándolo sin aburrirse. Además, ayuda a la higiene de tu perro, ya que limpia los dientes y mejora el aliento. Para los cachorros, que comienzan a cambiar de dentadura, es muy importante que mastiquen algo, para que aflojen los dientes “de leche” y den entrada a los permanentes. De igual forma, calma la sensación incómoda de las encías. Sin embargo, la diversión puede terminar en una desgracia, ya que por ninguna razón debes de darle el hueso a tu perro como forma de alimentación, por dos razones. Primero, puede causarle estreñimiento a la hora de defecar, y la segunda y más importante, es que a la hora de triturar el hueso, el corte puede tener puntas y al momento de tragar puede causarle una herida en el intestino y perforarlo. Sin embargo, recuerda que siempre debe tener algo con qué masticar tu perro, ya que es algo instintivo e inevitable y no se lo puedes negar. Es como que si a nosotros nos privaran de jugar con carritos o muñequitas, dependiendo el género. Lo más recomendable, es darle de masticar productos hechos de carnaza, para que no destruya el nuevo sillón o tus zapatos preferidos. No le des cosas viejas porque si se adapta, no podrá distinguir entre lo nuevo y lo viejo y puede convertirse en desastre.
