En primer lugar, en absoluto por orden de preferencia, propongo esta obra de Xu Bing, titulada Primera clase (2011), (encontrada aquí): Aprecio un amor por la ejecución que me habla del arte oriental. Pero es un poco pronto y me falta información.
Obra de Phaophanit, titulada Campo de rótulos (2001-2003) (encontrada aquí): Creo comprender algunos significados que irradia esta instalación: - Conforme pasan los años y la memoria se cuaja de datos, resulta más difícil disfrutar del paisaje. - Los rótulos son de "mirrored polished stainless steel" (acero inoxidable pulido hasta que espejea), lo que es una metáfora de su función: el rótulo refleja literal y figuradamente la planta a la que se asocia. Puede que también refleje a la persona "asistente". Y el brillo del cielo. - Algunas formas de conocimiento son perfectamente inútiles, o incluso resultan un estorbo. - Cierta naturaleza humana crece entre la demás naturaleza, pero no se integra en ella. - No son lo mismo la naturaleza y nuestro conocimiento de la naturaleza.
EXPOSICIÓN, de Arturo / fito Rodríguez y Fermín Díez de Ulzurrun (leído aquí): "... Intro. Entre el 4 de agosto y el 10 de septiembre de 2017 se presentó en una de las salas del Centro de Arte Huarte [Navarra] una exposición bajo el título de Exposición. Durante estos días la sala permaneció semivacía, solo dos pequeñas mesas con un ordenador ocupaban cada uno de los dos espacios en que se dividía la estancia. Las pantallas de los ordenadores recogían las imágenes de un circuito cerrado de televisión, imágenes suministradas por cámaras de vigilancia instaladas en la sala expresamente para la ocasión. [...] Fondo nº2 Una exposición acontece gracias a una horquilla de fechas que la delimitan en el tiempo, a un evento de inauguración, a una rueda de prensa, a una noticia en los medios. La exposición existe en función de los mecanismos que moviliza… haya o no algo que mostrar. No podemos olvidar el entramado laboral e institucional que conlleva el dispositivo expositivo, sujeto a tensiones de muy distinto orden y a circunstancias siempre cambiantes. La exposición moviliza toda una cadena de servicios (montaje, administración, diseño, prensa especializada, etc.) que conecta ámbitos muy diferentes; pone en circulación una serie de presupuestos económicos públicos y privados y crea un valor simbólico en diferentes niveles de la actividad social, desde la actividad cultural hasta la política. La germinación artificial de espacios para el arte surgidos en el Estado español durante las últimas décadas tuvo su principal efecto en la activación de esta cadena de servicios, así como en la identificación de turismo cultural como turismo de ocio. Pero su principal objetivo ha sido la rentabilidad política. Su efecto en el arte y la cultura ha sido tan escaso como ficticio. Otra de sus consecuencias más perversas ha estado en la multiplicación de bienales, ferias y eventos efímeros. Si bien las infraestructuras museísticas tienen una presencia que las delata y que en términos tácticos provoca una serie de movimientos críticos en sus márgenes, todas estas operaciones espectaculares se constituyen como un verdadero agujero negro que absorbe los recursos de sectores como la promoción de artistas locales o la creación de audiencias. Lo que parece claro es que la exposición, como maquinaria industrial de visibilidad artística se encuentra en el centro de las políticas culturales actuales y que estas políticas han llegado a ser una rama importante de la economía, algo que en los últimos tiempos ha determinado muchas de las actuaciones en infraestructuras y recursos. Tanto a nivel global como en cada territorio autónomo hemos visto cómo la maquinaria de la política cultural se ha venido engrasando en los últimos años con criterios de rentabilidad, bajo el análisis de una situación competitiva y artificiosa y con planificaciones que obedecían a estrategias de partido más que a un verdadero análisis de las circunstancias locales o a un proyecto situado. Por todo ello, si convenimos que la exposición (en su sentido más amplio) se sitúa en el centro de las políticas culturales, un proyecto como Exposición busca, en la medida de sus posibilidades, una disrupción administrativa, una intervención en el funcionamiento mismo del sistema del arte. Al crear un hueco, al evacuar toda posibilidad de “obra de arte” de la sala, al mostrar el espacio expositivo como infraestructura y al incidir en el engranaje de la exposición y no en aquello que se expone, se provoca un cortocircuito en el engranaje burocrático del arte, una suerte de intervención que, aunque pueda resultar inocua, tiene un sentido político, pues llega a tocar las terminaciones nerviosas de la estructura institucional de la cultura. Llegar a tantear el fondo de esta estructura es también una de las funciones del arte de nuestro tiempo. Los ecos de una renovada crítica institucional deberían oírse en esta sala vacía..."
Jardín ilusorio (2009), de Zhan Wang (encontrado aquí): Las piedras artificiales de acero inoxidable de este autor me resultan irresistibles. En ocasiones las ha propuesto flotantes (fotografía encontrada aquí), o levitantes: Pero, en cualquier caso, se trata de piedras ornamentales, o incluso fundacionales, tal y como se han usado durante siglos en el arte chino.
Bill Viola. Un artista poderoso, que retoma el arte conocido pero que nos había quedado inaccesible. Como estos rostros que podrían ser de Velázquez:
Richard Serra: Objetos supermasivos en equilibrio. La pregunta es cómo pudo llegar eso ahí. Es un asunto ciertamente virtuosístico (fotografías encontradas aquí). Y aún es razonable que en un espacio tan vasto pudiera usarse maquinaria muy pesada, pero es que el reto se repite en el interior de una sala de arte con piezas de acero de decenas de toneladas. En este conjunto, a estas inquietantes preguntas se une una indudable poética minimalista que mejora el lugar, ya de por sí mínimo en sus elementos.
De Calder conozco sus móviles en equilibrio y sus esculturas rojas, pero desconocía esta faceta suya del alambre. Sin duda abre un abanico de posibilidades:
After Emma (1977-1982), de Anthony Caro. Caro fue un escultor muy potente. Sus obras tienen muchos atractivos. Esta me recuerda a las esculturas de Picasso.
Hola C V muy interesante este tema y desconocido para mi... Te diré que me costó algo el interpretarlo, dado que fuera de los clásicos nunca he visto nada... dese este punto de vista, he visto arte contemporáneo pero no esto que aquí presentás... El arte contemporáneo tuvo sus comienzos durante el siglo XIX con el impresionismo. Fuente: https://www.caracteristicas.co/arte-contemporaneo-o-moderno/#ixzz6gGSKn6Wc
Hola: Aunque hay una confusión notable al respecto, contemporáneo es el arte que se hace ahora, con independencia de su estética. Sin embargo, de hecho, no todo lo de nuestro tiempo se clasifica como contemporáneo, y hay obras ya un tanto distantes en el tiempo que se incluyen entre lo contemporáneo. Además de lo expuesto, yo tengo mis preferencias hacia el conceptualismo, pero el hilo está abierto a otras estéticas, si bien agradecería que fueran coincidentes con nuestro tiempo, o lo que es igual, contemporáneas. También dejaría la pintura para el hilo ya creado y que hemos denominado Pintura, aunque esto puede tener sus excepciones. En todo caso, hay entera libertad. Gracias.
Las cajas tienen un atractivo irresistible para mí. En el arte contemporáneo son recurrentes. Para mí la caja es a la escultura o la arquitectura lo que el lienzo enmarcado es a la pintura. Casa de vidrio de 1949, de Philip Johnson, en New Canaan, Connecticut, EE. UU. La quintaesencia de la caja, convertida en una casa para vivir: Es tan fuerte el atractivo de este objeto, de esta caja, que los arquitectos obligan a los clientes a aceptar la falta de intimidad y todos los demás inconvenientes que conlleva. En este caso, por cierto, arquitecto y cliente coinciden. Y hoy su atractivo sigue vigente, como lo demuestra este pabellón recientemente construido y de autor desconocido, que se encuentra en algún lugar de Madrid (fotografía encontrada aquí):
Mesa Cenicienta (2005), del grupo Demakersvan. Un objeto bello de ejecución computerizada. Hay referencias al mobiliario clásico en las siluetas, pero más allá de eso, el mueble es un producto de su tiempo.
Una caja que aprovecha las cualidades de un material y pone en relieve unos objetos: Modernismo checo espejado, reflejado infinitamente (2005), de Josiah McElheny (encontrado aquí):