ITSASSSSSSNE ¡¡ que esa siiiii la sabía !!! El cuento de hoy se lo dedico a CHIPI para que convenza a su hermano a poner el tubo de la chimenea Es un clásico que me encanta. LOS TRES CERDITOS En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo siempre andaba persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa. El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar. El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él. El mayor trabajaba en su casa de ladrillo. - Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande. El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó. El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí. Casi sin aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor. Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó. Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito. FIN Hasta luego y a tod@s
EL ADIVINO Fábula de Esopo Un adivino instalado en la plaza del mercado andaba sacando dinero de la gente que le pedía que le dijera la buenaventura. Llegó de pronto uno anunciándole que habían robado en su casa y que se habían llevado los ladrones todo lo que tenía dentro. El adivino, fuera de si, dió un grito y salió corriendo. Los del mercado se burlaban y le decian: —¿Tú que te dedicas a preveer el futuro de otros, no has podido adivinar lo que te ha de pasar a tí mismo? ¡Menudo charlatan! Nos hemos dejado engañar por una tonta esperanza...
Cuento pelmazo Salí de mi casa un día camino de Santa Fe, y en el camino encontré un cartel que así decía SALI DE MI CASA UN DIA
Gracias CHIPI Holaaaaaaaaaaaaaaaa ¿hay alguieeeeeeennnnnnnn massssss? Vaya banquetes Había en una aldea lejana dos animalitos que vivían en sus casitas, una frente a otra. Uno de ellos se llamaba don Cigüeño Zanquilargo. Su vecino, don Zorillo Chungoncete, era un zorro que siempre estaba urdiendo bromas para divertirse a costa de los demás. - Cómo me arreglaré para burlarme de don Cigüeño? -cavilaba el zorro. Estuvo pensando y pensando, y finalmente halló la solución. - Don Cigüeño -dijo un día al pescador, acercándose hasta él-, somos vecinos, pero apenas nos hablamos más de lo indispensable. No le parece que no está bien? Por mi parte, deseo que entablemos una gran amistad, y como prueba del mejor deseo que me guía, le invito a usted a comer en mi casa. Me parece una idea excelente, señor vecino. Cuente conmigo. Le parece bien mañana? - Estupendo, don Cigüeño! Mañana le espero a usted sentado a la mesa. - Así, cuando, al día siguiente, se presentó el invitado don Cigüeño, encontró sobre la mesa dos grandes platos de natillas. - Oh, natillas! Con lo que a mí me gustan las natillas... ! -exclamó, haciéndosele el pico agua. - Pues, adelante -dijo riendo el zorro-. Empecemos a comer! Y comía y comía. Pero no así el infeliz don Cigüeño, que picaba en el plato, pero no conseguía retener en su largo pico la golosina. Don Cigüeño Zanquilargo picaba y picaba, ansioso del dulce festín; pero inútilmente. Aquel largo pico no lograba coger la más pequeña porción del apetitoso manjar. Las carcajadas de don Zorillo se oían desde la calle. Por fin, don Cigüeño se marchó de la casa de su vecino, conteniendo su mal humor. Y, entretanto, la risa del burlón zorro sonaba más y mejor. Transcurrieron dos o tres días, y una tarde que el burlón zorro se paseaba por la alameda, vio llegar a don Cigüeño, que le dijo: - Señor don Zorrillo: tengo preparadas dos raciones de natillas que están diciendo: "Comedme". Quiere venir y las saborearemos tranquilamente? - Natillas...? Son mi bocado predilecto! -aprobó el zorro-. Vayamos allá, amigo don Cigüeño. Precisamente hoy no he logrado encontrar caza y estoy en ayunas desde ayer. - Hemos llegado a mi casa -dijo a este punto don Cigüeño-. Pase usted y sentémonos a la mesa. Penetró don Zorrillo en la casa, pero bien pronto desapareció de su rostro el gesto de contento, al echar una mirada sobre la mesa. Allí había, sobre el limpio mantel, dos altas jarras de estrecho cuello, conteniendo la sabrosa comida. - Siéntese el señor don Zorrillo y empecemos a comer -ofreció el amo de la casa, al tiempo que introducía el pico por el estrecho cuello de una de las jarras y comenzaba así a saborear su contenido. El zorro daba vueltas alrededor de la otra jarra. No podía meter el hocico por la estrecha abertura, y sufría viendo las natillas tan próximas a su lengua y, al mismo tiempo, tan lejos de ella. Y empezó a lamer el cristal de la jarra, ya que no podía hacer mejor cosa, preguntando después a don Cigüeño: - No tiene usted, señor vecino, alguna otra cosa que darme para postre de este convite? - Sí -contestó el otro, terminando de comerse las dos raciones. A continuación abrió un cajón de la mesa, y, sacando un paquete, se lo entregó a don Zorrillo. Al abrirlo éste, vio que dentro de él había solamente un cartel que decía: Donde las dan, las toman. Escarmentó desde entonces y ya nunca volvió a burlarse de los demás. FIN
Esta fábula la leí en un libro de texto, en los Salesianos. La recuerdo muy bien.Va por ti, chipi. En la rama de un árbol, bien ufano y contento, con un queso en el pico, estaba el señor cuervo. Del olor atraído, un zorro muy maestro, le dijo estas palabras, a poco más o menos: ¡Buenos días tengáis, señor cuervo, mi dueño! ¡Vaya que estáis donoso! ¡mono, lindo, en extremo! Yo no gasto lisonjas, yo digo lo que siento, que a si tu bella traza corresponde el gorjeo, juro a la diosa Ceres, siendo testigo el cielo, que tú serás el Fénix de sus vastos imperios. Al oir un discurso tan dulce y halagüeño, de vanidad llevado quiso cantar el cuervo. Abrió su negro pico, y dejó caer el queso Y el muy astuto zorro, después de haberlo preso, le dijo: Señor bobo; pues sin otro alimento os quedáis tan hinchado y repleto. Digerid las lisonjas, mientras yo como el queso Quien oye a aduladores, nunca espere otro premio. ¿Os ha gustado?
COMO SE ABRIÓ EL SENDERO------------------------ Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pasto. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas. Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque Después fue el turno de un carnero, líder de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí. Mas tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salian, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa. Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro. Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del transito, porque el trayecto era el peor posible. Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reia, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya esta abierto, sin preguntarse nunca si aquella es la mejor elección. buen dia --------------------------------------------------------------------------------
EL TRAJINERO Y EL JUMENTO Midiéndole las costillas, de muy bárbara manera, dijo el trajinero al burro: ¡Cruzarás esa vereda, mal tu agrado!! No la cruzo, ¡aunque a varazos me muelas¡¡ No consiento terquedades¡¡ Ni yo cometo torpezas. ¿quieres que vaya al escollo que conozco? Mal lo piensas. No hay ninguno de mi raza, tan cerrado de mollera, que no esquive los peligros. Sitios que daños nos cuestan, ¿pasarlos segunda vez? ¡cá! primero nos desuellan. Quien reincide en el vicio y en el riesgo no escarmienta, tome lecciones del burro, que es maestro en la prudencia.
Cierto día un sacerdote católico invitó a comer en su casa a un amigo suyo, que era musulmán, e Imán de la mezquita del barrio. El sacerdote cristiano, sabedor de que su amigo era de buen comer, pensó en gastarle una broma; y se le ocurrió que le pondría para comer, cochinillo al horno y otros manjares derivados del cerdo; jamon y toda clase de embutidos. Y para rematar la faena le puso para beber de los vinos más generosos y afamados. Huelga decir que el pobre musulmán no probó bocado mientras veia al sacerdote cristiano comiendo y bebiendo hasta hartarse. Y éste, en un momento dado, en plan burlón, mientras comía a dos carrillos, va y le pregunta: ¿Por qué no comes, Mustafá? El musulmán le respondió que su religión le prohibía comer de todo aquello que le habia servido su amigo. A lo que el sacerdote cristiano respondió burlonamente: Pues no sabes lo que te pierdes¡¡ Terminaron la comida, se despidieron, y quedaron para el día siguiente, ir a comer a casa del sacerdote musulmán. Éste recibió a su invitado presentandole en primer lugar a sus cuatro esposas. Al ver la sorpresa de su invitado, el musulmán va y le pregunta: Pero ¡cómo! ¿es que tú no tienes ninguna esposa? Le respondió el cristiano que eso era imposible porque su religión se lo prohibía. Y entonces,al oir ésto, el musulmán con la malicia bailándole en los ojillos, le contestó: Pues no sabes bien lo que te pierdes.
hola buenas finisimo los tres cuento argantonio pero este me gusto mas el del padre fino tambien el tuyo josefina asta pronto
Hola a todas/os. Voy a dejaros mi aportacion... LO QUE CADA UNO POSEE Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios. En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado. Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza. Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve con un papel, donde dice: "Cada uno da lo que posee." Así que, no se entristezca con la actitud de algunas personas; no pierda su serenidad. La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón. Domine sus reacciones emotivas. Sea dueño de si mismo. No arroje leña en el fuego de su aborrecimiento. No pierda su calma. Piense antes de hablar y no ceda a su impulsividad. "Guardar resentimientos es como tomar veneno".
ADIVINANZA???? Lo que no consiguen fuerza ni destreza para mí es muy fácil, toda una simpleza Pocos me respetan, pero no hay derecho, pues sin mí estarían sin cama ni techo.
¿la casa? ADIVINA ADIVINANZA para BENEMI ¿qué hay en la pagina 28 post nº 409? Si que va a ser verdad que tenemos gustos parecidos Mañana pongo cuento y leo los vuestros a tod@s
Me cachisssss!!!!!!!! Oye que solo me pasa contigo que fuerte Voy rauda y veloz a cambiarlo por dios que vergoña Por cierto... piensa, piensa que no es la casa, pero es algo que la abre... no te doy mas pistas