EL RINCON VENEZOLANO

Discussion in 'Orquídeas (general)' started by MARILYS VIVAS, Apr 10, 2008.

  1. hola belinda de nada pa eso estamos pa ayudarno unos del otro... espero se mejore esa nena...

    saludos...





    señor victor muy hermosas sus plantas me encanto ese den y la maxima muy bellas... felicidades

    saludos...
     

  2. hola marylis que bueno verte por aca, esta muy buena esa información... cuidate saludos... :beso: :beso:
     
  3. eddy cards

    eddy cards

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    muy bonita tu aspacia. te felicito. como cuanto te duro la flor ?
     
  4. eddy cards

    eddy cards

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    felicitaciones señor victor, me gusto las orquideas, muy bonita la cattleya maxima . creo que esa cattleya es de peru. eso creo. felicitaciones.
     
  5. Turrusta

    Turrusta Aprendiendo de todos...

    Hola victororq

    Felicidades por tus floraciones... Me encanta la Cattleya maxima...

    Un abrazo
     
  6. Belinda Albarràn

    Belinda Albarràn dendrita

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    Eddycard la flor de la aspacia aun las tiene le duran como tres semans cuadno le salen cada flor. hay moemntos en que tiene unas dos o tres al mismo tiempo.
     
  7. eddy cards

    eddy cards

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    algo de historia.


    la flor nacional de Venezuela sea una orquídea: la Flor de Mayo (Cattleya mossiae Hook.), endémica de la Cordillera de la Costa. Antes la orquídea nacional era la Flor de Nácar (Catasetum pileatum Rchb.f.), pero fue desplazada por haberse encontrado también en países vecinos, como Brasil y Colombia. Como gesto oficial de buena voluntad y para su consuelo, ahora ilustra los billetes de Bs. 500.

    Muchas orquídeas han aparecido también en series de estampillas, tanto en Venezuela como en otros países del mundo. Su popularidad es tal, que se pueden observar frecuentemente en los jardines, solares y patios de las casas de Venezuela y, últimamente, hasta en los balcones, ventanas y terrazas de apartamentos de las grandes ciudades.

    El número de especies incluidas en la familia de las orquídeas ha cambiado notablemente desde la primera compilación publicada por el sabio Carl von Linné (o Linneo, como mejor lo conocemos) en 1742, en su obra Species Orchidum et Affinium Plantarum (Especies de orquídeas y plantas afines), donde el famoso botánico censa 38 "species veras & distinctas", hasta llegar a los recuentos más recientes, que revelan entre 20.000 y 25.000 especies.

    En Venezuela se han reportado unas 1.300 orquídeas, y esta familia generalmente ocupa el primer lugar en cuanto a diversidad vegetal en la mayoría de los ecosistemas. Por ejemplo, en la Flora de la Guayana venezolana, una de las más recientes compilaciones (todavía en proceso de publicación) de la flora de nuestro país, las orquídeas están representadas por más de 700 especies, algo así como el 7% de todas las especies botánicas de la región. Otras familias que se le aproximan en diversidad, son la familia del café (Rubiaceae), las gramíneas (Poaceae) y las leguminosas (Fabaceae), con 530, 420 y 319 especies respectivamente. En todo el país, los expertos en la materia estiman que el número de orquídeas probablemente no exceda las 1.500 especies.

    Como en el caso de todas las plantas, las primeras especies de orquídeas que fueron incluidas en la literatura médico-botánica fueron aquellas que tenían algún uso. En el caso de las orquídeas del continente americano, la primera mencionada en las crónicas fue la vainilla. Ésta, como género botánico, se encuentra en casi todo el mundo, pero no fue reseñada en la literatura hasta que los conquistadores españoles notaron que de ella se extraía una especia, que los aztecas utilizaban para darle sabor a la bebida que llamaban xocolatl. El principio aromático se extrae de los frutos fermentados de varias especies de los trópicos americanos. De ahí que no se hubiera detectado antes del descubrimiento de estas tierras. En cuanto al género botánico Vanilla Miller, no fue descrito formalmente hasta 1752. Esta misma planta es también la primera orquídea que se menciona en Venezuela. Gumilla, en su famosa obra El Orinoco ilustrado y defendido, Madrid, 1745, nos relata: "... todo convida al cultivo, y por todas partes ofrece el país larga correspondencia en ricos y abundantes frutos, entre los cuales no es de menor importancia aquella fruta o especie aromática que vulgarmente se llama vainilla (bainylla en el texto original); ésta, de su propia naturaleza y condición, es silvestre (si bien ya se ha hallado modo fácil y método a propósito para cultivarla); nace de suyo en las mayores espesuras de los bosques y vegas; si halla arrimo, sube, se enreda entre los árboles...; se aferra a los troncos y ramas no menos de que las parras...; pero si la semilla que cae, cuando ya madura se abre la vainilla, tiene la desgracia de nacer donde no haya arrimo, se sigue la misma desdicha de aquellos hombres que, por más que lo merezcan, no hallan quien les dé la mano... No me detengo en apuntar que cuánta utilidad diera sólo el renglón de esta cosecha, en la suposición de que se poblara aquel inmenso territorio". 1

    Gilij, en su Saggio di storia americana (Ensayo de historia americana), Roma, 1780-1784, hablando de la misma planta, señala: "... la vainilla... me pareció, en lo que entendí, una especie de hiedra gruesa, que se enreda en los árboles para sostenerse. Las bayas de esta hiedra americana, cogidas maduras, son la famosísima vainilla". 2

    El siguiente cronista que escribió sobre las orquídeas de Venezuela fue el viajero y comerciante canario José ("Joseph" en el original de su obra) Luis Cisneros, quien publicó en 1764 la Descripción exacta de la Provincia de Venezuela.

    Cisneros escribió quizás uno de los relatos más interesantes sobre las orquídeas de Venezuela. Refiriéndose él (y utilizando nosotros la ortografía original) a "Ias más recónditas montañas de la ciudad de Trugillo...", dice: "Críase en tal parage, encuadernada entre las peñas de sus cumbres, o en los troncos de los palos, una especie de Cebolla, que por el un extremo echa rayces, con que se agarra; y por el otro produce algunas hojas verdes, y gruesas, y en el Pimpollo una vara, de donde sale un botón, que estando en posición de abrir, ba con gran pausa desencuadernando sus hojas, hasta quedar enteramiente abierta, manifestando perfectamente la figura de Mariposa, matizada de amarillo, encarnado, y tal cual rasgo morado; tiene cabeza, con ojos, y toda su perfección: Tiene alas, cola, y dos chiflez, que le nacen en la cabeza, con tal perfección, que, sin admitir género de duda, se conoce claro que es una mariposa".

    Esta descripción, aparte del detalle de que la orquídea mencionada no tiene dos, sino tres "chiflez", es tan precisa, que no queda duda de que el autor se refería al Oncidium papilio Lindl. (recientemente transferida al género Psychopsis Raf.) popularmente conocida como Orquídea mariposa, la cual ha sido reportada modernamente, entre otros lugares, de los alrededores de San Pablo Mendoza, estado Trujillo, a 1.200 metros de altura.

    Venezuela fue privilegiada en el mundo de la Botánica del siglo XVIII, ya que fue la primera región del contiriente americano en recibir la atención de un experto con entrenamiento formal en la materia. Pedro Loefling (Pehr Löfling), discípulo de Linneo, fue contratado por la Corona española para que acompañara la Comisión de Límites que viajó al Orinoco (1755-1761). Loefling partió de Cádiz el 15 de febrero y llegó a Cumaná el 11 de abril de 1754. Hizo varios viajes y preparó colecciones botánicas y zoológicas en los alrededores de Cumaná y Barcelona hasta el 23 de abril de 1755, fecha en que parte por tierra hacia la Guayana, donde permaneció hasta su muerte en San Antonio del Caroní el 22 de febrero de 1756, luego de padecer varios ataques de paludismo. Linneo compiló los trabajos de Loefling basándose principalmente en las cartas que había recibido de su discípulo, y lo publicó en 1758 bajo el título Iter Hispanicum (Viaje a España). En esta obra, en la sección de plantas americanas, se enumeran 11 especies de Epidendrum, es decir, orquídeas, pero, por no tener epítetos específicos, no constituyen descripciones botánicas válidas.

    Nicolás José Jacquin (Barón Nikolaus Joseph Jacquin, 1727-1817) visitó las Antillas y las costas de Colombia y Venezuela entre junio de 1755 y enero de 1759, comisionado por el emperador de Austria, Franz 1, para que colectara plantas y animales. Gran parte de las plantas iban a ser cultivadas en los jardines reales de Schoenbrunn, en Viena. Aunque la mayoría de sus orquídeas fueron colectadas en las Antillas y en Colombia cerca de Cartagena, Jacquin describe una especie de Venezuela, Epidendrum violaceum Jacq., en su Selectarum Stirpium Americanarum Historio, (Historia de vegetales selectos de América). Desgraciadamente, es la única orquídea no ilustrada en este folio o en la segunda edición publicada entre 1780 y 1781. En efecto, admite que la vio sólo desde lejos "sobre un cardón altísirno" en un toque en la costa de Coro y, por falta de tiempo y las dificultades para alcanzarla, no pudo colectarla. Acaso se tratara de lo que hoy conocemos como Schomburgkia (o Myrmecophylla) humboldti¡, pero por su "inflorescencia alargada con hermosas flores color violeta claro", según dice Jacquin, podría ser varias cosas.

    El barón Jacquin fue también quien identificó las plantas colectadas en Venezuela por la expedición del profesor Franz Joseph Márter (1753-1827), cuyo objetivo era también el de recolectar plantas exóticas en el continente americano. La expedición había partido de Austria en 1783 hacia Norteamérica, desde donde, el año siguiente, algunos integrantes viajaron hacia las Antillas. Otros regresaron a Viena con un cargamento de plantas para los jardines reales. Entre ellos iba el jardinero Franz Bredemeyer (1758-1839), quien el año siguiente regresaría a América junto con otro jardinero, Joseph Sclult, y se encontraron con Márten en las Antillas. Los tres llegaron a la Guaira en abril de 1786. Se trasladaron a Caracas, donde recogieron numerosas plantas, y luego viajaron a las costas de Paria y al delta del Orinoco, para regresar a Viena con su valioso cargamento de plantas vivas en 1788.

    Entre las plantas recogidas en Caracas por esta expedición, y suntuosamente ilustradas por Jacquin, se destaca una orquídea, identificada como Limodorum utriculatum Sw., que se conoce ahora como Govenia utriculata (Sw.) Lindl., conocida de la Cordillera de la Costa; pero la planta ilustrada por Jacquirí tiene ciertas características no reportadas para esta especie en Venezuela, como son las manchas rojizas del pedúnculo (el eje de la inflorescencia) sobre un fondo amarillo verdoso.

    Mucho ya se ha escrito sobre Alexander von Humboldt y su compañero de campo Aimé Bonpland. Por lo que a nosotros se refiere, sólo cabe destacar que colectaron siete especies de orquídeas durante su estadía en Venezuela entre julio de 1799 y noviembre de 1800. Entre ellas, llama la atención el Cymb¡d¡um violaceum HBK, es decir, la Soberbia del Orinoco, que ahora conocemos científicamente como Cattleya violacea (HBK) Rolfe.

    Este ilustre viajero también hace un recuento de las orquídeas conocidas en su tiempo, y reporta: "Las plantas cultivadas pertenecientes a este espléndido grupo, han aumentado en Europa... Su número conocido en 1848 ha sido estimado en 2.300 especies, mientras en 1843 eran poco más de 1.650, y en 1813 solamente 115". No creo que Humboldt se sorprendería al enterarse de que ahora, 188 años más tarde, tenemos reportadas más de 20.000 especies de orquídeas; de ellas más de un 40% provienen del Neotrópico.

    Numerosos fueron los exploradores y los colectores con inclinación hacia la Botánica, que visitaron Venezuela en el siglo XIX, muchos de ellos inspirados directa o indirectamente por Humboldt. Entre los que se interesaron por las orquídeas, podemos nombrar a Robert H. Schomburgk (1804-1865) quien, luego de permanecer varios días explorando el Cerro Roraima en noviembre de 1838, se dirigió lacia la Sierra Parima por territorio brasileño, entró de nuevo a Venezuela el 31 de enero de 1839, y el 7 de marzo del mismo año volvió a Brasil por el Río Negro. Schomburgk y su grupo de exploradores colectaron varias orquídeas durante su travesía por Venezuela, incluyendo una especie del Cerro Marahuaca que aparentemente no ha vuelto a ser encontrada: la Maxillaria eburnea Lindl. Este es el mismo Schomburgk que más tarde, entre 1841-1843, sería comisionado por el Imperio británico para establecer los límites entre lo que era entonces la Guayana Inglesa y Venezuela y, a pesar de su porte señorial y los finos modales, dio motivo a no tener muchos admiradores en nuestro país.

    El luxemburgués Jean Jules Linden (1817-189:icon_cool:, fundador de la famosa casa comercial Société L'Horticulture Internationale, llega a La Guaira el 27 de diciembre de 1841. Luego de explorar los alrededores de la capital, incluyendo la Silla de Caracas, viaja por los valles de Aragua, la Colonia Tovar, Puerto Cabello y Barquisimeto, de donde se dirige hacia los Andes. Regresa a Caracas en agosto de 1843, y vuelve a Europa el 16 de noviembre del mismo año. Durante su estadía en Venezuela, Linden amasó una impresionante colección de plantas, tanto vivas, como muestras de herbario. Él reportó muchas orquídeas, entre ellas varias de las más espectaculares de nuestro país, como nuevas para la ciencia, y las introdujo en cultivo en Europa. Sin embargo, una de ellas, la espléndida miniatura Masdevallia tovarensis Rchb.f., permaneció sin nombre en su herbario, y no sería reportada para la ciencia hasta 1850, basándose la descripción original en una muestra de otro recolector.

    Eduardo Otto (Karl Friedrich Eduard Otto, 1812-1885) colectó plantas en Venezuela entre 1839 y 1841. De ellas muchas eran orquídeas, tres de las cuales le fueron dedicadas: Epidendrum ottonis Rchb.f (ahora perteneciente al género Nidema Britton & MilIsp.), Oncidium ottonis Rchb.f. ex KraenzI., y Scelochilus ottonis Kl. Pocos años después de regresar a Alemania, Otto fue nombrado curador del Jardín Botánico de Hamburgo, cargo que ocupó hasta su muerte.

    Karl Moritz (Johann Wilhelm Karl Moritz, 1797-1866) llegó a Venezuela en 1835, y aquí residió todo el resto de su vida, exceptuando una visita a Alemania, su país natal, en los años 1837-1840. Vivió desde 1843 en la recién fundada Colonia Tovar, hasta su muerte el 26 de junio de 1866.

    Moritz colectó muchas plantas en la Cordillera de la Costa y en Los Andes, y un número considerable de ellas fueron reportes nuevos para la ciencia. Dos orquídeas le fueron dedicadas por el profesor Reichenbach f. de Hamburgo: Cleistes moritzii (Rchb.f.) Garay & Dunsterv., y Pleurothallis moritzii Rchb.f.

    Otro importante protagonista científico fue Hermann Karsten (Gustav Karl Wilhelm Hermann Karsten, 1817-190:icon_cool:, quien llegó a Puerto Cabello a principios de febrero de 1844 y, excepto una breve visita a Europa en 1847-1848, permaneció en el país hasta 1852, fecha en que se embarcó hacia Colombia. Durante su permanencia, Karsten colectó plantas, fósiles y rocas en los alrededores de Puerto Cabello y la Colonia Tovar. Desde aquí, en compañía de Moritz, saldría en viaje de exploración por Coro, los Llanos, el Oriente del país y Los Andes.

    Karsten publicó una impresionante iconografía sobre nuestra flora, la Auswahl Neuer und Schön Blühender Gewächse Venezuela's (Selección de nuevas plantas venezolanas de hermosa inflorescencia), con once láminas en color, que Eduardo Röhl señala "...entre los más finos libros de la literatura naturalista de Venezuela". Entre estas láminas se ilustran tres orquídeas: Coryanthes albertinae Karst. (Lám. 1), Restrepia elegans Karst. (Lam. 2) y Rhynchopera punctata Karst. (Lam. 7; ahora llamada Pleurothallis punctata R. Br.). Además, describe una cuarta orquídea colectada en los alrededores de Mérida: el Cyrtopod¡um engelii, es decir, una de varias "cebolletas" que ahora relegamos a la sinonimia de Cyrtopod¡um paniculatum (Ruiz & Pav.) Garay.

    August Fendler (1813-1883) llega a Venezuela en 1853 y se establece en la Colonia Tovar, hasta su partida a mediados de 1858. De acuerdo con las localidades citadas en sus colecciones, Fendler restringió su trabajo investigativo al Distrito Federal y a los estados Aragua y Carabobo, y preparó cuidadosamente 2.630 números de colecciones de plantas con flores, y más de 500 de helechos. Del primer grupo, unas 233 especies han sido reportadas como nuevas para la ciencia; entre ellas, varias no han vuelto a ser colectadas. Las notas de campo acumuladas durante su estadía en la Colonia Tovar se hallan depositadas en el Herbario Gray de la Universidad de Harvard, y en realidad son una lista de especies, y no un registro cronológico de sus experiencias de campo. La única familia, de la cual no se han localizado las notas de campo, son las orquídeas, que probablemente deben estar en la biblioteca de John Lindley. En efecto, éste publicó un listado de 103 orquídeas colectadas por Fendler en Venezuela.

    Karl Ferdinand Appun (1820-1872), expresamente enviado por Humboldt, llegó a La Guaira a principios de 1849, y viajó por Venezuela hasta su paso a la Guayana Inglesa en 1859, desde donde llegó más tarde a las laderas del Roraima en territorio venezolano. En su libro, Unter den Tropen. (En los Trópicos) 3, aunque no profundiza en detalles, sin embargo hace hincapié en la riqueza de nuestra flora de orquídeas.

    Otro explorador, y uno de los que contribuyeron de manera importante al conocimiento de las plantas y la etnobotánica de Venezuela, fue Richard Spruce (1817-1893), quien entró a territorio venezolano desde Brasil el 3 de abril de 1853, navegando por el río Negro. Spruce, después de colectar plantas en los alrededores de San Carlos de Río Negro, exploró la vegetación a lo largo del Casiquiare y el Orinoco y llegó a La Esmeralda; desde aquí regresó a San Carlos, no sin antes explorar los ríos Pacimoni y Yatúa. Emprende luego otra expedición, viajando esta vez por el río Negro y el Guainía, hasta Maroa. Cruza el istmo del Pimichín y llega a Yavita, desde donde baja por el Temi y el Atabapo, y llega a San Fernando en 15 de junio de 1854. Desde este poblado baja por el Orinoco hasta Maipures, donde reside unos días. Aquí se enferma, y luego de un largo y doloroso viaje, sale de Venezuela hacia Brasil por el río Negro el 23 de noviembre de 1854.

    Además del considerable acopio de plantas reunidas en Venezuela (más de 815 números), Spruce hizo también observaciones importantes acerca del uso de las plantas por parte de los indígenas del estado Amazonas. Sin embargo, en sus Notes of a Botanist on the Amazon & Andes (Notas de un Botánico en el Amazonas y los Andes), no es mucho lo que Spruce comenta sobre las orquídeas de Venezuela, a pesar de que él fue el primer colector de nuestra primera flor nacional, la llamada Flor de Nácar (Catasetum pileatum Rchb.f.).

    Otros exploradores de la naturaleza venezolana se inclinaron más hacia las colecciones zoológicas, a escribir crónicas biofantásticas o hacia la pintura, y no se mencionan en esta nota, con excepción de cuatro más notables: el pintor Karl Ferdinand Bellermann (1814-1889), Alfred Roussel Wallace (1823-1913), coautor, con Darwin, de la teoría de la evolución, el ornitólogo y acuarelista Anton Goering (1836-1905) y el explorador francés Jean Chaffanjon (1854-1913).

    Al lado de este grupo de naturalistas destacados, no podemos dejar de mencionar los colectores profesionales de plantas que, contratados por casas comerciales de Europa y los Estados Unidos, recorrieron nuestro país para reunir semillas y plantas vivas para su introducción en cultivo y, quizás incidentalmente, muestras de herbario para documentar sus colecciones. Linden, ya mencionado, contrató a muchos colectores para que visitaran Venezuela; entre ellos, Nicolás Funck (1816-1896), quien lo acompañó en su primer viaje a nuestro país, y quien volvió luego con otro colector (y hermanastro de Linden), Louis Joseph Schúm, de quien no se tiene información biográfica. Estos dos colectores recorrieron la Cordillera de la Costa, incluyendo el Oriente, y los Andes, entre 1845 y 1852.

    Otro colector, que trabajó por un tiempo para Linden, Hermann Wagener, colectó muchísimas orquídeas en 1849 en los alrededores de Caracas, y luego en los Andes. Varias muestras de éstas, unas cuantas acompañadas por dibujos a lápiz, fueron descritas por el Prof. Reihenbach en Hamburgo, y algunas, como la Bletia wageneri del Ávila, le fue dedicada.

    Otros colectores de la Société L'Horticulture Internationale, de Linden, como Richard Payer y Eric Bungeroth, colectaron orquídeas a lo largo del Orinoco y, guiándose por las informaciones de Spruce, localizaron la Flor de Nácar, que por ellos fue introducida en cultivo. Sirvieron, además, como prototipos de los dos exploradores franceses que Julio Verne coloca en El soberbio Orinoco.

    La casa comercial Sander & Compañía, de Albans, Inglaterra, cobró fama a finales del pasado siglo por las fabulosas orquídeas que introdujo en cultivo desde todas partes del mundo. Entre sus agentes más famosos que trabajaron en Venezuela, podemos nombrar a William Arnold, quien descubrió la Cattleya percivaliana (Rchb.f.) O'Brien, y a Eduard Siedl, quien introdujo en cultivo tanto la Cattleya gaskelliana Rchb.f, como la Cattleya lawrenceana Rchb.f. Las dos primeras son muy semejantes a la Catlleya mossiae Hook., de la cual sólo se diferencian por detalles técnicos, pero todas ellas son conocidas entre nosotros como Flor de Mayo.

    No debe dejar de mencionarse la circunstancia de que, a causa de la rivalidad entre las diferentes empresas comerciales, estos agentes a menudo arrasaban con todo lo que podían enviar a sus patrocinadores, y luego destruían el resto de las plantas, para asegurar el monopolio del comercio de ciertas especies. Es realmente sorprendente cómo algunas orquídeas, en particular las diferentes Cattleyas y la Masdevallia tovarensis Rchb.f, lograron sobrevivir a la vandálica acción de estos colectores- pero otras ya no se consiguen. Pittier, en El estado actual de nuestros conocimientos acerca de la flora de Venezuela, Caracas, 1931, da una lista más extensa de estos "piratas" de la naturaleza.

    Tampoco debemos dejar a un lado los varios venezolanos que se preocuparon por nuestra flora en el siglo XIX. Entre ellos destaca José María Vargas (1786-1877), quien intercambio información, e inclusive muestras de herbario, sobre las plantas de Venezuela, con los botánicos más célebres de su época, en particular el profesor suizo Augustin Pyramus De Candolle (1778-1841), quien le dedicó el género Vargasia y, en la publicación original lo llama "... Caracasani rerum naturalium sagacis observatoris" ( ... sagaz observador caraqueño de la naturaleza). Vargas compiló un cuaderno sobre orquídeas, que valdría la pena localizar entre sus documentos, y en su correspondencia se encuentran cartas en las que muestra su experticia identificando orquídeas ("La bella flor orquídea, que U. ha tenido la bondad de enviarme, había sido antes objeto de mi estudio... [es] una Maxillaria"). 4

    Agustín (Agostino) Codazzi (1793-1859), militar, geógrafo y estratega, encargado junto con Rafael María Baralt y Ramón Díaz, de preparar un primer recuento de nuestra geografía e historia, así como Renato (René) de Grossourdy (1836-1867), médico francés que residió en Venezuela por varios años realizando un estudio detallado de las plantas medicinales, y especialmente Adolfo Ernst (1832-1899), todos ellos hicieron su aporte al conocúniento de las orquídeas nacionales.

    Codazzi, en su Resumen de la geografía de Venezuela, originalmente publicado en 1841, vuelve a tratar de "La vainilla... planta de fruto aromático, trepadora, busca los terrenos incultos y húmedos cubiertos de árboles grandes. Se encuentra en los bosques de todas las provincias, pero con más abundancia en los de Guayana, Caracas, Carabobo, Barquisimeto y Trujillo. La vainilla podría exportarse en gran cantidad, pero poco la benefician". Es increíble que Codazzi haya repetido lo que Gumilla había dicho 100 años antes y que, más de 150 años más tarde en Venezuela no se haya establecido una industria de la vainilla, aunque sólo fuese para abastecer el consumo interno de esta tan aromática y cotizada especia.

    Por su parte, Renato de Grossourdy, en El médico botánico criollo (publicado en París en 1864 con asistencia de los gobiernos de Cuba, Puerto Rico y Venezuela, y con el subtítulo "Flora médica y útil de las Antillas y de la parte correspondiente del continente americano") comenta que "Ias flores de las orquídeas son muy interesantes, tanto por su hermosura, que proviene de sus caprichosas y maravillosas formas, como por los bellos colores que las adornan y por su tamaño". Su tratamiento de la familia, en las páginas 256-261 del primer volumen, y 43-52 del segundo, incluye 17 géneros, pero sin especificar el número de especies o cuáles de ellas había observado en Venezuela, a pesar de que vivió varios años en el país.

    En cuanto a Adolfo Ernst, muchas fueron sus publicaciones sobre la naturaleza venezolana, y en particular llama la atención su trabajo Estudios sobre la flora y fauna de Venezuela, Caracas, 1877. En esta obra enumera 412 nombres de orquídeas, pero no reconoce sino 187 especies en 61 géneros. De acuerdo con su recopilación, sólo las leguminosas, con 66 géneros y 198 especies, superan la diversidad de las orquídeas.

    El siglo XX trae cambios muy drásticos en nuestra naturaleza. El petróleo, por un lado, nos libera de la agricultura como principal fuente de ingresos para la nación, salvando así miles de hectáreas de bosques, que de otra manera se hubieran destruido para el cultivo del café, del cacao y de otros frutales. Pero no nos salva de la miseria. Muchos venezolanos, empujados por ésta, y tal vez por no tener otra opción, cortan y queman los bosques para hacer sus conucos, y miles de plantas de orquídeas perecen por los fuegos fuera de control. Otros, por miserables, las sobrecolectan para llenar la demanda interna y externa de plantas de orquídeas para cultivo, que ha seguido la tendencia de la que ya nos había hablado Humboldt en 1848. Pero el siglo también trajo aportes positivos, como el trabajo de algunos colectores, científicos y aficionados a las orquídeas, que contribuyeron en forma decisiva a nuestro mejor conocimiento de estas joyas de la naturaleza. Entre ellos se destacan Galfrid C. K. Dunsterville (1905-198:icon_cool: y Julián A. Steyermark (1909-198:icon_cool:, quienes descubrieron un sinnúmero de especies de orquídeas nuevas para la ciencia. El mismo Dunsterville, Ernesto Foldats y Leslie Garay publicaron una extensa bibliografía sobre el tema (cabe mencionar que tanto Foldats, como Garay, todavía se mantienen activos en el campo de la orquideología). Por último, no podemos olvidar a Luis Enrique Yanes (1884-1981), personaje que dio tanto impulso a la afición por el cultivo de las orquídeas en Venezuela.

    ¡Y no es que las hayamos descubierto todas! Nuevas especies continúan apareciendo, sobre todo en regiones que no han sido bien exploradas, como los Andes y la Guayana.

    Siendo las orquídeas importantes, no sólo por su valor estético, sino también desde el punto de vista económico, como uno de nuestros recursos naturales más valiosos, es necesario combinar la exploración botánica del territorio nacional con el desarrollo de efectivos programas para su conservación y el manejo adecuado. Solo así nos aseguraremos de que las crónicas sobre las orquídeas de Venezuela se sigan escribiendo en el siglo XXI. Ojalá futuras generaciones de venezolanos puedan decir: "Podemos admirar estas joyas de la naturaleza gracias al eficiente trabajo conservacionista de nuestros antepasados", y no: "La extinción de las orquídeas se la debemos a sus inútiles labores conversacionistas".

    Gustavo A. Romero-Sonzállez. Curador del Herbario de Orquídeas de Oakes Ames de la Universidad de Harvard, EE.UU.

    Notas
    1. Página 366 del primer volumen de la segunda edición, publicada en 1745; página 250 de la reimpresión publicada en 1993 en un solo volumen por la Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas.
    2. Página 176 del primer volumen de la edición original publicada en Roma entre 1780 y 1784; página 168 del mismo volumen de la Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1965.
    3. El primer volumen, En los Trópicos, traducido al castellano, fue publicado en Caracas, Ed. UCV, en 1961.
    4. Ésta y otras cartas, en las que Vargas menciona diferentes orquídeas, aparecen en las páginas 127-129 de la edición facsimilar de la Biografia del doctor José Maria Vargas, Ediciones del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela, 1986.
     
  8. tuteca

    tuteca tutequiando por'ahi!

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    Eddy!!! Bravo!!! qué buena la info!!! :52aleluya: Me encantó!!! :happy:
     
  9. Cesar Paolino

    Cesar Paolino Cultivador

    Hola amigos,el saludo.
    Victor muy buenas las fotos y las plantas muy bonitas.-
    Por esta zona tenemos bastantes Cuculata con flores grandes.-

    Tengo algunas plantas con flor, aquí está una de las últimas.-

    C.Mst.Mahler "Fred Tompkins X (BLC.Chinese Bronce X BLC.Oconee.

    [​IMG]
     
  10. Cesar Paolino

    Cesar Paolino Cultivador

    Perdón me faltaron estas dos secuencias de la misma planta.-

    [​IMG]


    [​IMG]

    Ultima foto de esta Makei en una corteza de palmera.Y una LLanera invitada.-
     
  11. Cesar Paolino

    Cesar Paolino Cultivador

    Como que me falta velocidad :twisted: :twisted: voy a provar
    otra vez.Por favor disculpen!!!!:mrgreen: :mrgreen:

    [​IMG]
     
  12. Cesar :64palmadas: :64palmadas: :64palmadas: :64palmadas: :64palmadas: :64palmadas: MaravillosasPreciosas la secuencia de fotos y un broche de oro la floración ESPECTACULAR :adorando: :adorando: :adorando: Te super felicito, que plantas bellas que tienes!!!! hermosas y muy sanas, hasta el ave es hermosa!!!:bravo: :bravo: :bravo: :bravo: :bravo:
    tienes el cruce de la Makei???
    sinceramente te felicito, recibe mi afecto Marìa del Carmen
     
  13. Gein

    Gein Gein

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    Alicante
    Eddy, bravo por tan rica información, está increíble!:5-okey:
    Cesar, la Cattleya está de vicio montada en coco, se ve espectacular y la Mirla al lado le dan un toque de belleza aún más natural, ese pájaro canta como ninguno de los que conozco.
    La Aspasia lunata está muy bonita! y la Brasavola cucullata también, felicidades!
    Yo estoy muy contento porque tengo un Trichocentrum hybrido natural por primera vez florecido y es una belleza, cuando tenga todos los botones abiertos os pongo fotos, saludos!:happy:
     
  14. edelcar

    edelcar

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    maturin-venezuela
    Hola Amigo Cesar!! bellisimas, espectaculares !! me encantaron son realmente muy lindas lo felicito!!"" muy buena secuencia de fotos""
    saludos
    Ma del Carmen!! y Gein !!!! gracias por sus comentarios y visitarnos
     
  15. Hola mis queridos compañeros- Ya ando por aca nuevamente visitándolos y saludándolos. Estuve un poco ausente , en gira de trabajo por la selva y las comunidades indígenas del Caribe de Nicaragua pero ya estoy por aquí para felicitarlos por todas esas bellas floraciones que a diario nos regalan.


    Saludos Gein, qué grato verte en el rincón!!!

    Un abrazo inmenso a todos y todas, sin excepción.