Nuestras anécdotas

¡¡¡Olé por Claudia, superó la prueba de la cuñada malévola!!!

 

El tema es que, un día, estaba en casa de mi abuela. Y yo, como soy súúúper lenta comiendo, y, encima no me gusta el arroz que prepara mi abuela,se hartó y dijo:
-¡Eres más lenta que una hormiga paralítica!
Y,claro, todo el mundo se imaginó una hormiga con silla de ruedas,vendada de las antenas a la última pata, con las piernas rotas...Y no pudieron contener la risa.Y, encima la cara de mi abuela tan y tan seria, que no sabía si reír, llorar, o morirse de vergüenza, y mi tía roja hasta las orejas y con las lagrimillas en los ojos de tanto reír.

 

Ah que botana !!!

 

Mi niña tenia 8 años y e nino 3 y siempre lo tenia que bañar de sorpresa para que no hiciera show y al sacarle la playera rapidamente le decia ¡¡¡a bañar todo mundo!!! a lo que una vez me señalo con su dedito gordo a su hermana y dijo " ahora que se bañe primero toda monda"

 

Nuestra casa de veraneo durante veintiocho años ha sido un barco. Un velero que primero fue de diez metros y luego el definitivo, de trece. Habíamos decidido que no queríamos casa, ni chalet, que lo nuestro era el barco encima del mar, casita flotante.

Mis hijas tenían seis y tres años, y pasábamos el mes de julio (sólo saliendo a la mar los fines de semana cuando mi marido se quedaba sin ir a trabajar) y agosto (que el barco era como la de un caracol, a cuestas todo el dia, Ibiza, Menorca, Formentera..). Llegamos a puerto y mis hijas (y nosotros también, debo confesar), practicábamos el pelotarismo, cosa con la cual mis suegros bastante mayores no estaban para nada de acuerdo.
En el puerto, mis hijas iban por el pantalán más bien en pelotitas, con su chaleco puesto y su gambanero, cuando de repente, llegan las dos corriendo y a grito pelado: MAMA, MAMA, SACA LAS BRAGAS, QUE LLEGA LA ABUELA!!!

Creo que ahí perdimos mi marido y yo treinta puntos.

 

soie ahora al hablar de pescado me ha venido una historia que me contó un amig hace años,resulta qe sus padres fueron a Paris a un viaje romantico, en el restaurante comieron marisco alli le llaman "coquillage" son ostras, al mejas, gambas ect.en fin de todo y claro se come con los dedos,cuando terminaron el camarero les trajo un bol para cada uno con agua caliente y una rodajita de limon,(era pa limpiarse las manos) ellos como no entendian el idioma pensaron que era un digestivo antes del postre

saludos

 

muy bueno lo de las bragas

 

¡¡¡Dios mío moscosqui, con tus hijas te podrías haber forrado en un circo!!!

 

Ahora que se acercan las navidades os contaré una anécdota prestada, de unos amigos míos de Bilbao. Allí se celebran los Reyes, como siempre, o Santa Claus, importado de USA, pero hay un localismo llamado "Olentzero" (se pronuncia más o menos como Olenchero), que coincide en las fechas con Santa Claus. Así, muchos padres celebran el Olentzero el 24/25 de diciembre, y los Reyes Mago el 5/6 de enero.
Resulta que mis ammigos habían comprado todos los regalos del Olentzero y de los Reyes Magos, y el 25 amaneció su hija la primera (como suele suceder esos días), y tras descubrir los regalos del Olentzero en el salón, entró en el dormitorio de sus padres a gatas (cosa que nunca hacía), y así descubrió el resto de los regalos reservados para Reyes que tenían debajo de la cama... Se quedó atónita (y los padres más aún ) y dijo "Este Olentzero me mata"... Y los padres tuvieron que comprar más reyes... Pero todo un palo... Ese año creo que cenaron pollo en fin de año... Contándolo nos partíamos todos el bazo, pero el momento de la cama tuvo que ser épico...

Horra, horra, gure Olentzero...

Por cierto, ¿por qué el icono de comer contiene el número 69? ...

 

Vaya, José L. me había quedado sin leer este y al buscar el hilo para contar una anécdota de la que me he acordado esta mañana, veo la del Olentzero.

En cuanto al nº 69 me recuerda al chiste de ese que se casa con una china y en la noche de bodas, ella muy complaciente le dice "pídeme lo que quielas, mi amol, que estoy dispuesta a complacelte en todo" y él le dice "pues me haría mucha ilusión un 69" y ella "¿¡Pollo con bambú y setas!?"

Bueno, la anécdota:
Hace muuuuuchos años mi hermana pequeña empezó a oir mal. Entonces mi madre la llevó al otorrino para que la viera y yo las acompañé. Llegamos a la sala de espera y había varias personas entre ellas una curiosa pareja sentada esperando, él era muy bajito y delgadito y ella una mujerona muy grandota y gorda. Ahí todos sentaditos muy formales y en esto que el hombre empieza a balancear los pies que le colgaban de la silla... p'alante p'atrás, p'alante p'atrás, p'alante p'atrás... y en esto su tremenda esposa sin previo aviso PLAF le pega un manotazo en las piernas y le grita ¡¡PARA YA!! Silencio sepulcral, todos violentísimos enfrascados en nustras revistas. Menos mal que mi hermana me hizo la pregunta muy bajito, al oído: "¿es un niñoooo?" Acabé fingiendo un ataque de tos.

Para rematar, pasamos por fin a la consulta y el médico con voz cariñosa le dice a mi preciosa hermanita "Hola guapa, ¿cómo te llamas?" y mi hermana con sus grandes ojos castaños muy abiertos y su linda sonrisa levantó la manita y sacó 4 dedos.
Como una tapia la pobre; al final resultó ser solo un tapón.

 

A ver si se anima otra vez este hilo tan divertido. Os contaré una historia verídica y muy reciente:


28 de diciembre de 2007.

Estábamos ya preparando los regalos para el día de reyes, por no dejarlo todo para última hora, y mi madre fue a una tienda de móviles y aparatejos similares a preguntar por algo para mi hermana. Esta fue, más o menos, la conversación:

-Buenos días
-Buenos días, señora. ¿Qué desea?
-Pues mi hija pide para reyes un GPS, y quería saber los precios, para tener una idea.
-Tengo éste, que lleva incluídos los mapas de Europa, y éste otro, que solamente lleva los de España y Portugal.
-Pues ... creo que con el que lleva los de España tiene suficiente. Es que es para ir en bicicleta.
(En esta parte de la conversación, mi madre ya estaba medio alucinando, y el señor de la tienda la miraba un poquito raro).
-¿Para ir en bicicleta? (el hombre pensaría que mi hermana estaba un poco chiflada)
-Sí (mi madre se extrañaba pensando para qué carajo quería mi hermana un GPS si sólo utilizaba la bici para ir por el pueblo).
-Bueno, pues los precios son ... tal.
-Muchas gracias. Lo comentaré con mis otras hijas.

Mi madre vuelve para casa y nos cuenta que ya ha ido a mirar el GPS.

Nosotras le decimos que no era un GPS, sino ¡un MP3!

Ya ves a la pobre colorada como un pimiento, pensando que el de la tienda creería que le estaba gastando una broma, o que alguien le había gastado a ella la broma y la había mandado a preguntar por algo tan curioso. Como era el día de los inocentes...

Cuando se le pasó el corte, volvió a la tienda de móviles, pero como todas las iniciales de cosas "modernas" le suenan igual, buscó la forma de acordarse del dichoso MP3, y fue todo el camino repitiendo "Mariquita Pérez 3", "Mariquita Pérez 3", "Mariquita Pérez 3", ... para que no le pasara otra vez igual.

Suerte que el de la tienda era el dueño y era todo un profesional, que si no ... seguro que se le escapaba la risa por debajo de la naricilla...


Igual contado aquí no es tan gracioso, pero en el momento... nos desternillábamos de la risa.

 

Me acuerdo de un día que una vecina nos llamó a una amiga y amí,que se encontraba mal que tenía un dolor en la cintura, estaba doblada la pobre.Pues coge mi amiga y llama a urgencias y le preguntan que le pasa a la señora en cuestión.Dice tiene un dolor muy malo que la tiene doblada, ok.
dirección? hacia la pierna.No mujer, que endonde vive, todavía me río.

 

Sí natura, contado aquí es la monda, me he partido de risa

Milagritos me recuedda a cuando mis hijos eran pequeños y me decían con voz lastimera "mamááááá, me duele aquííííí" y yo les decía "pues vete allííííí"

 

Cuando mis hijos eran pequeños, ibamos por la vereda de un vivero, y habia un gato muerto, entonces le digo a mi hija (6 años) no digamos nada, para que mi hijo(2 años) no se diera cuenta de la fea imágen del pobre gato, cuando pasamos por al lado, mi hijo dice... mamá se rompió el gato, nos quedamos heladas frente a lo que nos dijo. El no se acuerda, pero nos reimos con mi hija cuando nos acordamos


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