No recuerdo haber visto nunca un crecimiento tan deforme en un árbol. Alguna otra vez he propuesto una foto de este caso, pero hasta ahora no había dado con el punto de vista y la luz adecuadas que permitieran apreciarlo con toda claridad. El lugar es la ladera norte de un promontorio calizo (un cueto, como se dicen en esta geografía), a orillas del Cantábrico:
Recuerdo haber visto una rama puntual de un árbol con una curvatura semejante, pero nunca nada tan bestia!