Hola Pomi, gracias por aceptarme, te cuento que me llamo espíritu del bosque, en realidad son soy una gnomo, yo no soy muy conocida mi esposo si el es david y paseando por aquí paseando por allá, me encontré que tu estabas mas bien sola y me vine a jugar contigo los gnomos somos muy traviesos y nos gusta mucho jugar, cambiar las cosas de lugar, además somos muy sensibles, captamos las ondas positivas y negativas de vosotros. Ahora te voy a contar una historia. Hace muchos, muchos años hubo una vez un niño que solía jugar debajo de un gran pino cercano a su casa. Después de cada lluvia, alrededor del árbol brotaban muchos hongos, alineados en forma de circulo, que servían de asiento a un grupo de pequeños gnomos, tan chiquitos como muñequitos pero capaces de hacer cosas maravillosas. Al poco tiempo de conocerse, el muchacho y los gnomos ya eran grandes amigos. Francisco que así se llamaba el niño, mantenía en secreto esa amistad, porque la gente no suele creer en los gnomos, pero se divertía mucho con ellos. Pero llego el invierno y el padre del muchacho decidió hacer leña ese pino. Francisco le rogó de todas formas que no cortara ese árbol, ya que era la morada de sus extraños amigos, el padre acepto su pedido a condición de que Francisco se ocupara de conseguir la leña para la casa durante todo el invierno. El chico paso ese invierno trabajando muy duro, recorriendo la comarca juntando leña para cumplir la promesa que salvaría al pino, y el padre cumplió la suya, porque así son los padres. Llegada la primavera los gnomos se enteraron del sacrificio realizado por francisco para salvar su viejo árbol y decidieron recompensarlo regalándole una cadena de oro con una gran esmeralda. Esta piedra- le dijeron- tiene poderes mágicos que te darán toda la felicidad; mientras la lleves en el cuello seras amado, conseguiras para ti todo lo que quieras y llegaras a ser inmenamente rico. Para el resto de los hombres solo será una piedra, muy valiosa, pero sin esos poderes. Muy pronto Francisco comprobó la verdad de esas palabras: tenia cuanto deseaba y todo lo que emprendía le salían bien sin ningún esfuerzo, aunque como no ambicionaba riquezas, poco uso le daba a su esmeralda encantada. Pero ese verano hubo una gran sequía y el hambre se apodero de hombres y animales, porque se perdieron todas las cosechas. Francisco intento, solucionar esos males con su piedra encantada, pero todo fue en vano, sus poderes solo actuaban para él, pero no para los demás. Podría salvarse del hambre y la miseria, pero nuca ayudar a sus semejantes. Rápidamente corrió hasta la ciudad más cercana, vendió la piedra por la cual le dieron una fortuna, y volvió a su comarca con una enorme carreta cargada de alimentos, ropas, y hasta grano para los animales. Para que nadie se enterara de que había sido él quien trajera todo eso, lo fue dejando frente a las casas de noche sin que lo vieran. A la mañana siguiente, todos encontraron los grandes paquetes frente a sus puertas y fue como un día de reyes. Hubo alegría y alivio, aunque nadie sabia a quien darle las gracias. Pero francisco estaba preocupado, porque tendría que confesar a sus amigos los gnomos, que se había desprendido de la maravillosa piedra que le regalaran. Lo hizo con un poco de miedo, pensando que se enojarían. Pero los gnomos comprendieron que Francisco no necesitaba una piedra encantada para ser feliz, le bastaba con su propia bondad. Por eso le hicieron otro obsequio para que llevara en su cuello; esta vez le dieron un humilde pañuelo, ajustado con un pequeño anillo, echo con un hueso de caracu. Ese pañuelo –tan parecido al qué usan los scouts- le recordaría siempre que de nada valen las riquezas ni la propia felicidad cuando no se las puede compartir, que lo que se consigue sin esfuerzo carece de verdadero valor y que el amor al prójimo es la mayor alegría que alguien puede gozar, porque no hay felicidad mas linda que dar felicidad. Sobre tus preguntas. Soy chica, ya te lo dije mas arriba. Ni tan cerca ni tan lejos, pero si decidiéramos vernos podríamos hacerlo en el día, pero no podríamos decidirlo de un día para otro
hola mi amiguita del bosque ya se te llamas Lisa que es la compañera de David el gnomo ,que bonita la historia asi pudo proteger alos gnomos el niño y si no podemos decidirlo de un dia para otro el vernos ,ummm podrias ser de mi pais pero en el otro extremo yo estoy en el centro y desde aqui nada hay lejos y nada hay cerca ,me puedes poner una foto de los alrededores de tu ciudad alrededores cercanos a ti claro para no despistarme mucho yo ahora te invito a un chocolate con churros que hace frio o" en tu ciudad no lo hace " no podia faltar el tema del foro que por eso estamos aqui ,unas preciosas flores para ti
chindas amiga mia jejeje pobre gatito y tu sigue cuidando de mi encina yo ire a buscarla yo tengo para ti esta no te asustes no esta tan grande su mami si pero su hijito es mas chiquitin ,bueno uno de los miles que tiene cristy linda como estas muchas gracias siempre tienes unas palabras para mi te dejo esta imajen que seguro sabes de donde es un besito wuapa sur gracias corazon un besito
Pomi. buenos días cariño ayer no pude venir ya sabes mi David es muy bueno para comer y me pase el día cocinando para el, aquí te pongo lo que prepare y te puedes servir Una foto tomada ayer. Me pides fotos de alguna cuidad seca a la mía. Ahora me tengo que volver a la cocina, ya pronto es navidad y aqui se llena de gente en el bosque somos todos una familia. Gracias por el chocolate y churros aqui tambien hace mucho frio.
hola mensajero que rico estaba todo muchisimas gracias no te falto nada hasta el cafe que nos lo dejo mi gran amiga Chindas yo te traigo una copa de cava para hacer la digestion mejor https://img386.***/img386/456/cava4va.gif chin chin bueno no se que ciudad es las fotos que as puesto y espero que no me despistes demasiado
hola otra vez se me olvidaba preguntarte ,algun plato tipio de tu ciudad, el campo de futbol mejor una foto ,o algun monumento emblematico de tu ciudad jejeje esque como vamos con retraso tenemos que recuperar el tiempo jejejeje
La amistad es el tesoro más valioso de una persona. Erase una vez un bonito pueblo en medio de un frondoso y colorido bosque habitado por unos alegres animales. Cada año, con la caída de las primeras nieves y la llegada de las estrellas de luz, se reunían en torno al Gran Árbol para preparar la Navidad y conocer una de las noticias más esperadas de la temporada. Todas las actividades que realizaban en aquella Época tenían como objetivo la convivencia, el fomento de la amistad y la diversión. El concurso de cocina, organizado por la Señora Ardilla, hacía las delicias de los más comilones, pues los platos presentados eran degustados al finalizar la competición. Los más pequeños participaban en la tradicional Carrera de Hielo, que tenía lugar en el lago helado y acudían cada tarde a los ensayos de la Señorita Ciervo, que era la encargada del coro que alegraba con sus villancicos todos los rincones del bosque. Y, por supuesto, estaba lo mejor noche de todas: la Nochebuena, en la que se representaba una obra de teatro que tenía como tema central la amistad. El Señor Búho, como director de la escuela de teatro, seleccionaba una pieza de entre todas las que enviaban los animales aspirantes a ser los elegidos para llenar de paz los corazones de los habitantes del bosque, pero ese año: - Bienvenidos todos a la reunión preparatoria de la Navidad, dijo el Señor Búho posado en la rama más robusta del Gran Árbol. Este año, la elección de la obra ha estado muy reñida porque todas las propuestas eran de gran calidad, pero había que elegir un ganador. Así que sin más demora demos un aplauso al Sr. Conejo, autor de la obra ganadora “Salvemos el bosque”. - Gracias, gracias, es un honor para mí, exclamaba Conejo entre aplausos. - Bien, pues ya sabéis que mañana a las diez daremos comienzo a las pruebas de selección. Rogamos puntualidad a los interesados, concluyó el Sr. Búho. Al día siguiente, a la hora convenida, comenzó la selección. Al ser un musical, las pruebas se centraron en las habilidades de canto y baile, pues eran requisitos imprescindibles. La obra contaba la trama de un guardabosque que debía salvar la flora de un malvado leñador, obsesionado con cortar un Árbol milenario y arrasar todo lo que se pusiera en su camino. En su lucha por preservar el entorno natural, el guardabosque contaba la inestimable ayuda de un girasol y de un lirio que ponían su astucia al servicio de la noble causa. Tras varias horas, los papeles quedaron repartidos de la siguiente manera: el Sr. Oso haría de guardabosques, Castor sería el vil leñador, la Sra. Pata representaría al girasol, y la Sra. Lince, al lirio. Al principio todo marchaba estupendamente, los actores estaban contentos con sus papeles y trabajaban duro para perfeccionar sus actuaciones, hasta que hizo su aparición el peor de los fantasmas: la envidia. - Sr. Conejo, creo que Castor tendría que tener un poco más de protagonismo. El leñador está lleno de matices y podríamos crear unos espectaculares efectos especiales que dejarían al público boquiabierto, dijo el Sr. Búho en uno de los ensayos. -Sí, puede que tengas razón y deba retocar el texto para darle más peso a Castor. Podemos hacer un juego de luces y sombras cada vez que aparezca y realzar su papel. Ante estas palabras Castor se puso muy contento, pues estaba muy ilusionado con la obra, pero Oso no lo vio con los mismos ojos. Si a Castor le daban más protagonismo, eso significaba que él dejaría de ser el protagonista absoluto, y eso no le gustó nada. El ensayo del día siguiente fue un caos. En lugar de avanzar, daban pasos hacia atrás. Oso no colaboraba y Castor, que se había dado cuenta de lo que estaba pasando, estuvo muy arisco. Por si fuera poco, el vestuario también había sido fuente de conflictos entre las chicas. La Sra. Pata consideraba que el vestido de la Sra. Lince era más llamativo y que debían haberlo echado a suertes. La tensión en el escenario se podía cortar y desastre no se hizo esperar, y durante el ensayo de la escena final, que reunía a todos los actores en el escenario para interpretar el número final comenzaron a empujarse unos a otros con tal brío que parte del decorado se rompió. - Orden, orden, pero bueno ¿qué pasa? preguntó Conejo encolerizado. Habéis echado a perder el trabajo de varios días y de todos los que han colaborado en la puesta en escena. Quedan sólo dos días para Nochebuena, pero si tuviéramos más tiempo os echaría a todos de la obra. Se acabó el ensayo por hoy. Conejo estaba rabioso, no entendía nada. Pero ¿cómo podían pelearse por una cosa así? Al día siguiente los habitantes se despertaron siendo testigos de un acontecimiento terrible: la nieve había desaparecido y las estrellas de luz se habían apagado. ¿Cómo era posible? Asustados, los animales se congregaron alrededor del Gran Árbol, en busca del sabio consejo del Sr. Búho. - Queridos habitantes del bosque, el espíritu de la Navidad se ha ido, sentenció Búho. - ¿Y cómo podemos hacer que vuelva? preguntó asustada la Sra. Ardilla. - Nos vamos a quedar sin Navidad, se oyó decir a un lobezno. - Hoy es un día muy triste. La envidia ha desatado unas reacciones negativas en cadena. La nieve se ha derretido, las estrellas han dejado de lucir y la obra de teatro peligra. Oso estaba escuchando tras un arbusto y tenía miedo a salir porque sabía que era el desencadenante de la situación, pero había que ser valiente y afrontar las consecuencias de los propios actos, así que se decidió a salir. - Lo siento mucho. Si hay algún culpable, ése soy yo. Me cegó la envidia. ¿Qué puedo hacer para enmendar mi error? - No, no tienes por qué cargar con las culpas tú sólo, yo también he contribuido con mi mal comportamiento. Si sirve de algo yo también lo siento, se lamentó Castor. - Si te hace ilusión, te cambio el vestido, me importa más tu amistad que un trozo de tela, exclamó la Sra. Lince dándole un abrazo a la Sra. Pata. - Mirad, ¡está nevando! gritó con entusiasmo una voz. - Sí y parece que en el cielo brillan de nuevo las estrellas. ¡El espíritu de la Navidad ha vuelto!, se oyó. Ese año, la Navidad se vivió con mucha intensidad en el bosque, al fin y al cabo estuvieron a punto de perderla para siempre. Habían aprendido la lección y ahora sabían que la envidia cegaba y tenía unos efectos muy negativos que no se podían controlar. Así que para que no se les olvidara nunca construyeron una gran placa de madera que colgaron del Gran Árbol. En ella se podía leer la siguiente inscripción: "El tesoro más valioso que posees es la amistad, cuídalo todos los días y crecerá". Ala, que hoy vamos a comer comida navideña, seguimos a si terminaremos rodando. Esto se como aqui para noche buena. Postre. 162319 Muy buena pista.
Pomi , aquí algunos regalo, espero estés bien, que ya van días que no te pasas por aquí. Os dejo este para que te abrigues. Para que no paséis fríos por las noches. Y por que se que esto os gusta mucho.