Poemas, cuentos y leyendas

Tema en 'Temas de interés (no de plantas)' comenzado por mai^a, 27/2/08.

  1. Anveri

    Anveri Fanática de nativas -aves

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    :happy:
    Me estoy apurando, para terminar mis deberes domésticos, que me encantan, y sentarme a leer.

    Gracias.

    :beso:
     
  2. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Que te apures para sentarte a leer, te lo entiendo...lo de los deberes domésticos que te encanten...ahi no se.:icon_rolleyes: ..queres venir a casa, que tengo algunos deberes atrasados???:11risotada: :11risotada:
     
  3. mai^a

    mai^a My Garden

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Entiendo que no te agrade anveri como escritor!.
    Para nosotros acá marcó una época, perteneció
    la una generación que transformó el país la Generación del´80,
    donde el país marcó su rumbo
    y se sentaron las bases de la organización!

    Lo mismo que Sarmiento era muy combativo con
    la pluma, a mi me encanta el "Facundo", con toda
    su connotación de "Civilización o barbarie"
    tan mal visto el gaucho, considerado como producto
    de la sociedad bárbara, y de ahí se desprende
    como contracara nuestro querido Martín Fierro
    de José Hernandéz que se abocó a defender al
    gaucho en sus versor!
     
  4. mai^a

    mai^a My Garden

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    El recuerdo de este querido gaucho!:razz: :razz: :razz:

    Y guarden estas palabras
    que les digo al terminar.
    En mi obra he de continuar
    hasta dárselas concluida,
    si el ingenio o si la vida
    no me llegan a faltar.

    Y si la vida me falta,
    tenganló todos por cierto,
    que el gaucho, hasta en el desierto,
    sentirá en tal ocasión
    tristeza en el corazón
    al saber que yo estoy muerto.

    Pues son mis dichas desdichas
    las de todos mis hermanos,
    ellos guardarán ufanos
    en su corazón mi historia,
    me tendrán en su memoria
    para siempre mis paisanos.

    Es la memoria un gran don,
    calidá muy meritoria.
    Y aquellos que en esta historia
    sospechen que les doy palo
    sepan que olvidar lo malo
    también es tener memoria.

    Mas naides se crea ofendido
    pues a ninguno incomodo,
    y si canto de este modo
    por encontrarlo oportuno
    NO ES PARA MAL DE NINGUNO
    SINO PARA BIEN DE TODOS.
     
  5. mai^a

    mai^a My Garden

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Que lindas fotografías clau!
    pensé que no las había!, que lindo verlo
     
  6. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Si Maia habia! ,no muchas ,pero encontré!!:happy:
     
  7. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Nombre del Poema: Acaso...

    Antonio Machado

    Como atento no más a mi quimera
    no reparaba en torno mío, un día
    me sorprendió la fértil primavera
    que en todo el ancho campo sonreía.
    Brotaban verdes hojas
    de las hinchadas yemas del ramaje,
    y flores amarillas, blancas, rojas,
    alegraban la mancha del paisaje.
    Y era una lluvia de saetas de oro,
    el sol sobre las frondas juveniles;
    del amplio río en el caudal sonoro
    se miraban los álamos gentiles.
    Tras de tanto camino es la primera
    vez que miro brotar la primavera,
    dije, y después, declamatoriamente:
    ?¡Cuán tarde ya para la dicha mía!?
    Y luego, al caminar, como quien siente
    alas de otra ilusión: ?Y todavía
    ¡yo alcanzaré mi juventud un día!
     
  8. Anveri

    Anveri Fanática de nativas -aves

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    :happy:
    He estado toda la tarde leyendo, pero he terminado.
    Sí la nota es regular, bueno, echémosle la culpa al cansancio :11risotada: :11risotada: :11risotada:


    Sinceramente pienso que el trabajar, es como acercarse un poquito al GRAN HACEDOR.
    Igual me atraso y dejo algunas cosillas a medias.

    Podrían poner algún extracto de "Civilización o barbarie" de Sarmiento, algo para saber.
    Ya sé que en el siglo XIX escribían mucho, y no me va a pasar como Juvenilia que no terminaba nunca :11risotada: :11risotada: :11risotada:

    Con respecto a Miguel Cané, lo único que no me gustó es cuando llama a la mujer de pueblo con el apelativo de chinita.
    La chinita era la mujer en la cual se entretenían los jóvenes de sociedad y nunca pensaban en ella, para contraer el vínculo matrimonial.
    Sé que no debo juzgar con ojos del presente. Hoy día, la vida es buena para la mujer, se ha avanzado mucho y gracias a la educación.

    Y ahora lo que extraje

    Juvenila_ Miguel Cané
    30
    ….
    Un resto de altivez intelectual, una reacción, violenta dentro de
    mi mismo me hizo considerar una repugnante apostasía de mis ideas y
    una burla indigna de la religión aceptar aquello. Así, cuando el
    sacerdote se inclinó sobre mí, le miré bien en los ojos y le dije quedo:
    "Paso, padre".


    Bastante comprensivo el padre

    Canción de Navidad-Charles Dickens

    II- El primero de los tres Espíritus
    Continuación


    -¡Sí! -dijo la niña, rebosando alegría-. A casa, para que estés con nosotros siempre, siempre. Papá es mucho más cariñoso que nunca y nuestra casa se parece al cielo.
    … las ágiles ruedas despedían la escarcha y la nieve que llenaban las obscuras hojas de las siemprevivas.


    Juvenila-Miguel Cané
    31

    Los han oído por primera vez en un momento especial, la impresión se ha
    confundido con todas las que entonces se grabaron en el alma, y por
    una afinidad íntima y secreta, una sola fibra que se entremezcla en un
    rincón de la memoria, despierta a todas aquellas con que está ligada.


    Muy hermoso lo que dice en torno a la música

    Canción de Navidad-Charles Dickens
    II- El primero de los tres Espíritus
    continuación

    Entraron todos uno tras otro; unos tímidos; otros atrevidos. Unos graciosos, otros incultos; unos activos, otros torpes; entraron todos, de un modo o de otro. y se formaron veinte parejas, cogidas de la mano y formando un corro. La mitad se adelanta y luego retrocede; éstos se balancean cadenciosamente, aquéllos acompañan el movimiento; después todos empiezan a dar vueltas en redondo varias veces, agrupándose, estrechándose, persiguiéndose unos a otros; la pareja de ancianos nunca está en su sitio…


    Es como ver una imagen de película, donde el baile es de carácter social


    Juvenilia. _Miguel Cané
    32

    Usábamos el pelo largo y descuidado; teníamos, en fin, esa figura desgarbada del muchachón de quince años, que empieza a salir de la infancia sin, llegar a la virilidad.


    Siglo XIX, quien lo diría.
    Pensaba que Miguel Cané pertenecía a la aristocracia. No sabía que su madre hizo muchos sacrificios para educarlo.


    Canción de Navidad-Charles Dickens
    Continuación
    II- El primero de los tres Espíritus

    -He ahí la justicia del mundo -dijo Scrooge-. No hay en él nada tan abrumador como la pobreza, y nada se juzga en él con tanta severidad como la persecución de la riqueza.

    ¡Oh! la habilidad de entrelazar las palabras exactas, y eso que es traducción.

    Se mantiene esta constante en torno a la pobreza.
    Odio la pobreza pero tampoco no quiero ser rica. Tampoco no tengo cómo :11risotada: :11risotada: :11risotada:


    Juvenila-Miguel Cané
    33
    …la proximidad de una criatura idealmente bella, que estaba en el palco, sus ojos dulces como un pedazo de cielo, su voz tímida y armoniosa, aquel color diáfano, transparente, sombreado a cada instante por un tenue vuelo de púrpura, esa emanación exquisita de la pureza, de la inocencia y de la gracia, que subyuga en todas las edades, todo en un encanto misterioso se apoderó de mi por completo.


    …pasarán veinte más y no perderé ese recuerdo suave y melancólico

    Canción de Navidad-Charles Dickens
    II- El primero de los tres Espíritus
    Continuación
    …Pero sí fuerais libre hoy, mañana, al otro día, ¿puedo creer que elegiríais una muchacha pobre... vos, que en íntima confianza con ella sólo consideraríais la ganancia,…


    y cuando pensó que una criatura como aquélla, tan graciosa y tan llena de promesas, podía haberle llamado padre, convirtiendo en alegría el hosco invierno de su vida, se le nublaron los ojos de lágrimas.


    Es muy triste

    Y, Juvenilia-Miguel Cané
    34
    …sin embargo, ¡cuántas cosas dejaba allí dentro! ¡Dejaba mi
    infancia entera con las profundas ignorancias de la vida, con los
    exquisitos entusiasmos de esa edad sin igual, en la que las alegrías
    explosivas, el movimiento nervioso, los pequeños éxitos reemplazan la
    felicidad, que más tarde se sueña en vano!


    35
    …en este escaño se sentaba mi madre, me tomaba las
    manos, me acariciaba con sus ojos llenos de lágrimas, me apretaba
    contra si, y al fin, cuando la noche caía y era necesario separarnos,
    me dejaba su alma en un beso ... y diez pesos en la mano,…


    Canción de Navidad-Charles Dickens

    III- El segundo de los tres Espíritus
    Continuación

    No era solamente que los platillos… ni que los olores mezclados del té y del café fuesen muy agradables al olfato, ni que las pasas fuesen abundantes y raras, las almendras exageradamente blancas; las tiras de canela largas y rectas, delicadas las otras especias, las frutas confitadas, envueltas en azúcar fundido, capaces de excitar el apetito y dar envidia a los más fríos espectadores. No era tampoco que los higos se mostrasen húmedos y carnosos, ni que las ciruelas francesas enrojeciesen con alguna acritud en sus cajas adornadas, ni que todo excitase el apetito en su aderezo de Navidad, sino que las parroquianas se apresuraban con tal afán en la esperanzada promesa del día, que se empujaban unas a otras a la puerta, haciendo estallar toscamente los cestos de mimbre, y…
    mientras el tendero y sus dependientes se mostraban tan serviciales y tan fogosos, que se comprendía fácilmente que los corazones que latían detrás de los mandiles no se regocijaban sólo por hacer buenas ventas, sino por el júbilo que les producía la Navidad.


    Qué deliciosa descripción

    CUENTO DE NAVIDAD
    Ray Bradbury


    Cuando en la aduana les obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso máximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta….

    Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas.


    También tuve palmatorias de colores con pequeñas velas de blancas



    Nochebuena
    Amado Nervo


    La luz del cielo baja,
    el Cristo nació ya,
    y en un nido de paja
    cual pajarillo está
    .



    36

    Decían las cosas que en otro tiempo yo había dicho; usaban las
    mismas estratagemas que yo había empleado y se lanzaban a cuerpo
    perdido en las partes de la bolilla que les eran conocidas, evitando con
    una habilidad de pilotos consumados las arcanas secciones no holladas
    por sus ojos infantiles…


    Muchas veces, al final de mi conferencia, notaba en las caras de mis
    discípulos, siempre cultos y atentos conmigo, una ligera expresión de
    cansancio que me contagiaba


    :11risotada: :11risotada: :11risotada: :11risotada: :11risotada:


    Bendigo mis años de colegio, y ya que he trazado estos
    recuerdos, que la última palabra sea de gratitud para mis maestros y
    de cariño para los compañeros que el azar de la vida ha dispersado a
    todos los rumbos.
    FIN



    Canción de Navidad-Charles Dickens
    III- El segundo de los tres Espíritus
    Continuación

    -¿Hay algún aroma peculiar en el líquido de vuestra antorcha con el que rociáis? -preguntó Scrooge.

    -Sí. El mío.

    -¿Ejerce influencia sobre las comidas en este día? -preguntó Scrooge.

    -En todas, sobre todo en las de los pobres. -¿Por qué sobre todo en las de los pobres? preguntó Scrooge.

    -Porque son los que más lo necesitan. -Espíritu -dijo Scrooge, después de reflexionar un momento-. me admira que, de todos los seres que viven en este mundo que habitamos, sólo vos deseéis limitar a estas gentes las ocasiones que se les ofrecen de inocente alegría.

    -¿Yo? -gritó el Espíritu.

    -Sí, porque les priváis de trabajar cada siete días, con frecuencia el único día en que pueden decir verdaderamente que comen. INo es cierto? -díjo Scrooge.

    -¡Yo! -gritó el Espíritu.

    -Hay algunos seres sobre la tierra -replicó el Espíritu- que pretenden conocernos, y que realizan sus acciones de pasión, orgullo, malevolencia, odio, envidia, santurronería y egoísmo en nuestro nombre, y que son tan extraños para nosotros y para todo lo que con nosotros se relaciona, como sí nunca hubieran vivido. Acordaos de ello y cargad la responsabilidad sobre ellos y no sobre nosotros.
    Scrooge prometió lo que el Espíritu le pedía, y siguieron adelante, invisibles como habían sido antes, hacia los suburbios de la ciudad. Era una notable cualidad del Espectro (que Scrooge había observado a la puerta del tahonero) que, a pesar de su talla gigantesca, podía amoldarse a cualquier sitio con comodidad, y que, como un ser sobrenatural, se hallaba en cualquier habitación baja de techo tan cómodamente como podía haber estado en un salón de elevadísimas paredes.


    Busqué el significado de Tahonero, viene de Tahona.
    Molino de harina cuya rueda se mueve con caballería.
    No la conocía.



    La señora Cratchit calentó la salsa (ya preparada en una cacerolita) ; master Pedro mojó las patatas con vigor increíble; la señorita Belinda endulzó la salsa de manzanas; Marta quitó el polvo a la vajilla; Bob sentó a Tíny Tim a su lado en una esquina de la mesa; los dos pequeños Cratchit pusieron sillas para todos, sin olvidarse de ellos mismos, y montando la guardia en sus puestos. se metieron la cuchara en la boca


    Es muy dulce la imagen.

    …todos quedaron satisfechos, particularmente los Cratchit más pequeños, que tenían salsa hasta en las cejas.

    :11risotada: :11risotada: :11risotada:

    Lo que viene es terrible, por tanto no hago comentario. Es un misterio la VIDA

    -Es preciso, en efecto, que sea el día de Navidad -dijo ella-, para beber a la salud de un hombre tan odioso, tan avaro, tan duro, tan insensible, como el señor Scrooge.. Ya le conoces, Roberto. Nadie le conoce mejor que tú, pobrecillo.

    Nada había de aristocrático en aquella familia. Sus individuos no eran hermosos, no estaban bien vestidos, sus zapatos hallábanse muy lejos de ser impermeables, sus ropas eran escasas,


    EL NACIMIENTO DEL SEÑOR JESÚS

    De una Virgen hermosa
    Celos tiene el sol,
    Porque vio en sus brazos
    Otro Sol mayor.


    Lope de Vega (1562-1635).


    Canción de Navidad-Charles Dickens

    IV- El último de los tres Espíritus


    -Vais a mostrarme las sombras de las cosas que no han sucedido, pero que sucederán en el tiempo venidero ---continuó Scrooge-, ¿no es así, Espíritu?

    -¿Cuándo ha muerto? -inquirió otro.

    -Creo que anoche.

    -¡Cómo! ¿Pues qué le ha ocurrido?- preguntó un tercero, tomando una gran porción de tabaco de una enorme tabaquera-. Yo creí que no iba a morir nunca.

    -Sólo Díos lo sabe -dijo el primero bostezando.

    -¿Qué ha hecho de su dinero?


    Supongo que los lobos no se muerden unos a otros.



    -¿A qué llamáis derrochar una camisa? -preguntó Joe.

    --Quiero decir que, seguramente, le habrían amortajado con ella -replicó la mujer, riendo-. Alguien fue lo bastante imbécil para hacerlo, pero yo se la quité otra vez.

    No termina mal, ¿veis? Durante su vida ahuyentó a todos de su lado para proporcionarnos ganancias después de muerto. ¡Ja, ja, ja !


    Una luz pálida, que llegaba del exterior, caía directamente sobre el lecho, en el cual yacía e1 cuerpo de aquel hombre despojado, robado, abandonado por todo el mundo, sin nadie que le velara y sin nadie que llorara por él.


    -¡Oh, fría, fría, rígida, espantosa muerte! ¡Levanta aquí tu altar y vístelo con todos los terrores de que dispones, pues estás en tu dominio!


    -¿Y a quién se transmitirá nuestra deuda? -No lo sé. Pero antes de ese tiempo tendremos ya el dinero: y aunque no lo tuviéramos, sería tener muy mala suerte encontrar en su sucesor un acreedor tan implacable como él. ¡Esta noche podemos dormir…


    La vida tiene mucho de ironía

    Después que pensó que podía cambiar de vida.
    Estuvo en la iglesia, recorrió las calles y contempló a la gente que iba presurosa de un lado a otro, dio a los niños palmaditas en la cabeza, interrogó a los mendigos, miró curiosamente las cocinas de las casas y luego miró hacia las ventanas. y notó que todo le producía placer. Nunca imaginó que un paseo -una cosa insignificante- pudiera hacerle tan feliz. Por la tarde dirigió sus pasos a casa de su sobrino.


    Y para terminar el cuento, Scrooge cambió por las imágenes que le señaló el espectro.

    No volvió a tener trato con los aparecidos, pero en adelante tuvo mucho más con los amigos y con la familia, y siempre se dijo que, si algún hombre poseía la sabiduría de celebrar respetuosamente la fiesta de Navidad, ese hombre era Scrooge.

    Muchas gracias por permitirme leer algo que no tenía dentro de mis espectativas.

    Nunca había leído a Dickens

    :beso:
     
  9. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Que análisis Anvery!!! :happy:
    Y no me des las gracias! ...yo te las doy a vos, porque es una alegría que te haya gustado!!
     
  10. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Tabaré




    LIBRO SEGUNDO

    CANTO PRIMERO

    I

    ¿Quién ata las pasadas sensaciones

    En haces de quimeras

    Que, al roce de un recuerdo no buscado

    Juntas en el cerebro se despiertan,

    Y nadando en un medio indefinible

    Con nuestras almas piensan?

    Las notas ignoradas que en la noche

    Hasta nosotros llegan

    ¿Por quién son recogidas, ajustadas

    A un ritmo misterioso, a una cadencia,

    Para formar ese himno prolongado

    Con que las sombras ruega:

    Esa flotante ebullición sonora

    Que en el aire semeja

    De mil voces distintas y lejanas

    Los ayes, las palabras o las quejas

    Que a extinguirse temblando a nuestro lado

    Como heridas se acercan?

    ¿Quién llora con la luna en los sepulcros,

    Y ríe en las estrellas.

    Y respira en las auras otoñales,

    Y anima la hoja seca,

    Y es Perfume en la flor. iota en la lluvia

    Y en la Pupila idea?

    Acaso en los espacios infinitos

    Que el hombre no penetra,

    La vida y la armonía se difunden

    En cuyas formas entran,

    Corno elemento indispensable y justo,

    Los ignorados llantos de la tierra.

    Los ayes de las razas extinguidas,

    Su soledad eterna,

    Los destinos obscuros, lo, suspiros,

    Las lágrimas secretas.

    Los latidos que el mundo no comprende

    Y en la eterna armonía se condensan.

    vosotros, los que améis losimposibles,

    Los que vivís la vida de la idea,

    Los que sabéis de ignotas muchedumbres

    Que los espacios infinitos pueblan;

    Los que escucháis quejidos y palabras

    Donde el silencio reina

    Y algo más que la idea del invierno

    Os sugiere el rodar de la hoja seca.

    Escuchad el acorde arrebatado

    Al rumor misterioso de la selva,

    La voz de aquella noche sin aurora

    Que difunde, su sombra en mi leyenda.

    II

    La corriente del tiempo,

    En brazos del pasado,

    Como el cadáver de otros tantos hijos,

    Ha dejado los años tras los años.

    Al tramontar las lomas Del Uruguay, el astro

    Deja envuelto en la sombra de las islas

    A un villorrio español, que fue fundado

    En la desierta margen donde el río

    San Salvador, hermoso tributario

    Del Uruguay, derrama en éste

    Su caudal, entre sauces y guayabos.

    El pueblo aquel, sentado en el desierto

    Como un aventurero temerario,

    ¿Es algo más que una visión de gloria?

    ¿Brotó del suelo o descendió de lo alto?

    Sus cimientos han sido varias veces

    Con sangre de dos razas amasados;

    Sus techos convertidos en hogueras,

    Varias veces al campo iluminaron;

    Y ya, más de una vez en la colina

    Quedaron sus escombros solitarios,

    Como los negros miembros de un gigante

    Por la zarpa del tigre hecho pedazos.

    Desde el fondo del bosque, los charrúas

    Observan los bastiones castellanos,

    Las rudas estancadas

    De troncos de algarrobos y quebrachos

    Antemura sin fosos ni poternas,

    Remedo de baluarte que, hacia el campo

    Defiende el caserío

    Cuyos techos se asoman al barranco.

    Techos pajizos de bambú, con hebras

    de la raíz del ñapindá amarrados;

    Muros de tierra negros

    Entre despojos de bateles náufragos,

    Que rodean la casa construida

    Por Juan de Ortiz, el viejo adelantado,

    Con sillares de piedra

    Que el tiempo y los incendios respetaron;

    Tal es la población conquistadora

    En que aun tremola el pabellón hispano,

    Sereno corno siempre

    El desierto sin nombre desafiando,

    En una tierra, madriguera hermosa

    Del indio más bizarro

    De los que aullaron y aguzaron flechas

    En el salvaje mundo americano:

    Como el cachorro oculto bajo el cuerpo

    Del tigre provocado,

    Así se esconde la uruguaya tierra

    De su indómito rey bajo los arcos.

    El indio ruge, al escuchar la planta

    Del extranjero blanco,

    Con rugidos de rabia y de deseo,

    Siempre en acecho, cauteloso, huraño.

    Brilla el ojo del indio en la espesura;

    Suena por todos lados

    Su alarido feroz; brotan rabiosos

    De entre las flores sus agudos dardos.

    ¿Dónde se esconden? Donde esconde el viento

    Sus gritos ignorados.

    Donde esconde la muerte las lumbreras

    Que enciende sobre el haz de los pantanos.

    Allí donde tan sólo se ve un grupo

    De chircas o de cardos,

    Hay rostros, escondidos en la sombra,

    Siempre despiertos, sangre olfateando.

    Allá en el matorral algo se mueve...

    ¿Quién trepa en el barranco?

    ¿Sentís un grito en la lejana orilla?

    Es la muerte... si vais, veréis su rastro.

    ¿Qué hay más allá? Lo ignoto, lo imprevisto,

    Quizá lo sobrehumano;

    Algo más que la muerte, más oscuro...

    ¿Quién se llega hasta él? ¿Quién va a retarlo?

    España va, la cruz de su bandera,

    Su incomparable hidalgo;

    La noble raza madre en cuyo pecho

    Si un mundo se estrelló, se hizo pedazos,

    El pueblo altivo que, en la edad sin nombre,

    Era el cerebro acaso

    Del continente muerto,

    Ya sumergido en el abismo Atlántico.

    Que, no teniendo en sí, para el cadáver

    De aquel coloso espacio.

    Dejó asomar, sobre la vasta tumba

    Miembro insepulto, el mundo americano,

    Sólo España ¿quién más? sólo ella pudo,

    Con pasmo temerario.

    Luchar con lo fatal desconocido;

    Despertar el abismo y provocarlo;

    Llegarse a herir el lomo del desierto

    Dormido en el regazo

    De la infinita soledad su madre,

    Y en él cavar el pabellón cristiano,

    Y resistir la convulsión suprema

    Del monstruo aquél al revolverse airado,

    Sin que el pavor le acongojara el alma,

    Ni el resistir le desarmara el brazo.

    III

    En las torcidas calles del villorio

    La guarnición se ve diseminada:

    Quién aguza en la piedra

    El hierro de su lanza,

    Quién enluce un mohoso

    Capacete, o remalla

    Alguna vieja cota, o busca en vano

    Sobre la gola encaje a la celada;

    Quién las piezas ajusta

    De sus gastadas armas,

    Espaldares o antiguas escarcelas

    De coseletes varios arrancadas;

    Mientras allá, a la sombra

    Tendido en una acacia,

    Algún soldado arrulla sus recuerdos

    Con un cantar querido de la patria.

    El brazo desfallece,

    Sin que por ello desfallezca el alma

    De los rudos guerreros españoles

    Que para dar la postrimer lanzada,

    Persiguen y no encuentran

    El corazón de la invencible raza

    Que prolonga el honor de su agonía

    Más allá de su vista legendaria

    En el cobrizo Pecho de algún indio

    Postrado en la batalla,

    Las escamas grabadas y arabescos

    Se hallaron de las cotas Y corazas.

    De los blancos guerreros que el charrúa,

    Con fuerza extraordinaria,

    Estrujaba en el nudo de sus brazos

    Que la Muerte tan sólo desataba;

    Y en los dientes de muchos,

    O en sus manos crispadas

    Trozos sangrientos de enemiga carne

    Con vestigios de vida palpitaban

    Pero jamás un ruego,

    Nunca una Sola lágrima

    Plegó los labios ni anublo los ojos

    Del sueño de las selvas uruguayas.

    IV

    Sapicán, el cacique mas anciano,

    Ya cayó en la batalla

    Después que Por Garay en la llanura

    Vio deshechas sus tribus más bizarras.

    Sopló la Muerte y apagó en sus ojos,

    Sedientos de venganza

    El último fulgor. Pero aun la muerta

    Bel indio en las pupilas amenaza,

    Cuando las tribus, con clamor inmenso,

    Del combate separan

    Su cadáver, envuelto en los vapores

    De la caliente sangre que derrama.

    Murió; pero en la noche, cuando el astro

    No alumbra las barrancas

    Y se duermen las víboras, y agita

    Sólo el ñacurutú sus lentas alas;

    Cuando las sombras salen de los árboles

    Y con los vientos andan.

    Y la nutria nadando cruza el río,

    Y canta el grillo oculto entre las matas,

    El cacique aparece.

    Ya lo han visto las tribus espantadas

    Buscar en vano su arco entre los juncos

    0 su maza de pórfido en las aguas.

    Cuando como jauría

    De lebreles con alas,

    Vientos de tempestad cruzan rabiosos

    Aullando de la selva entre las ramas;

    Cuando las nubes negras

    Se ven amontonadas

    Un momento no más sobre el relámpago

    Que por el fondo de los cielos pasa,

    Y las gotas de lluvia

    En las hojas restallan,

    Y golpean el lomo de los tigres

    Que encandilados y encogidos braman.

    La sombra silenciosa

    Cruza en los aires pálida,

    En medio la tormenta que acaudilla

    Con su antigua actitud siempre gallarda.

    Esa es su frente estrecha,

    Su cabellera lacia,

    Y su saliente pómulo, y sus ojos

    Pequeños, de pupila prolongada.

    Al acecho dispuesta

    Y a devorar distancias;

    A encenderse, a apagarse entre la sombra,

    Y a comprimir relámpagos de rabia.

    El viento que en su torno

    Los centenarios ñandubáis descuaja,

    No mueve ni un cabello del cacique

    Que a través de los árboles resbala,

    y si acaso dispersa

    Los miembros de la sombra alguna ráfaga

    De los vientos del Sur vuelven al punto

    A reunirse y cobrar la forma humana,

    El rayo no lo ofende

    Aunque a liarse a su cabeza vaya,

    O silbando en su cuerpo se retuerza

    Y lo ilumine con su lumbre cárdena.

    El indio sigue mudo,

    Buscando siempre su guerrera maza,

    Y a su paso los tigres se espeluznan

    Y las tribus se esconden espantadas.

    Las plumas erizando,

    Dando graznidos, el fulgor apagan

    De sus redondos ojos las lechuzas

    Que huyen a guarecerse en las barrancas.

    Hasta que, al oír el indio

    La primera canción que anuncia el alba,

    En el aire sutil pierde sus formas,

    Se diluye en la luz, se va o se apaga.

    V

    También Abayubá cayó en la lucha!

    Abayubá a quien llaman

    En vano con sus grandes alaridos

    Las tribus que el cacique acaudillaba.

    Era el joven amado

    Del viejo Sapicán; con sus palabras

    Encendía el valor de los charrúas

    Y con su paso y su actitud gallarda.

    Aun contaba sus fríos

    Por sus manos que, hiriendo con la maza,

    Eran rudas y fuertes como el viento

    Que sopla al Uruguay desde las pampas.

    ¡Cómo cayó! Al sentirse

    Pasado por el hierro de una lanza,

    Trepó por ésta hasta morir, cortando

    Con el diente afilado por la rabia.

    La rienda del caballo en cuya grupa

    El español acaba

    Con el puñal, la destructora brega

    Que la ocupada lanza comenzara.

    VI

    ¿Y Añagualpo, el gigante? ¿Y Yandicona?

    También sus sombras vagan

    En la noche sin lunas, y se envuelven

    En el triste vapor de las montañas.

    ¿Qué fue de Tabobá? También ha muerto

    Buscaba en el combate la venganza

    De Abayubá, cuando del sueño frío

    Sintió en los huesos la corriente helada.

    El fiero Magaluna.

    Ligero como el tigre, se abalanza

    Al cuello del corcel del enemigo

    Al que sus dientes y sus uñas clava:

    Se agita, grita, ruge.

    Mientras el jinete el pecho le traspasa:

    Sólo la muerte lo desprende, y yerto

    El cuerpo sólo se desploma y calla.

    No volverá a tenderse

    El arco de algarrobo que ajustaba

    La mano de Yaci, del joven indio

    Que daba muerte al yacaré en las aguas:

    No encenderá sus fuegos

    En el bosque del Hum ni en sus barrancas

    El valiente Terú; las sombras negras

    Gimen cuando se posan en sus armas.

    Maracopá y Abaroré no existen¡

    ¡Gualconda ya es esclava!

    Ya no reirá la dulce Liropeya,

    La virgen más hermosa de la playa.

    Hija del tiempo de los soles largos,

    Que brillan en las ramas

    Cuando el botón del ceibo se revienta

    Como urna de sangre. Por llevaría

    A sus toldos de pieles, muchos indios

    Se hendieron con sus hachas;,

    Venció Yandubayú,

    Pero la virgen En vano llora y al cacique aguarda.

    Murió Yandubayú, ¡también ha muerto?

    Jamás en su piragua

    Vendrá a buscar a Liropeya, nunca

    Se oirá su voz en medio la batalla.

    Los hijos valerosos

    De muchas indias, cuando no contaban

    Haber visto diez veces hojas nuevas.

    Abrir en el penacho de las palmas,

    Han caído en la lucha

    Dando débiles gritos de venganza;

    Sus brazos no eran fuertes y sus flechas

    Eran temidas sólo de las gamas.

    Los viejos que habían visto

    Nacer la primer luna, y en los talas

    En que hoy las uñas el leopardo afila

    Habían visto correr la primer savia,

    También hicieron arcos,

    Y aguzaron las puntas de las lanzas,

    Y fueron al combate lentamente

    Apoyados en ellas o arrastrándolas.

    Y todos han caído

    Unos tras otros en la diestra pampa;

    Y nadie abrió sus párpados; la noche

    Bajo de ellos quedó, la noche larga,

    Triste, sin lunas, la del viento negro,

    En la que nunca aclara.

    Ya no se mueven los caciques indios,

    No encienden fuegos; para siempre callan.

    VII

    Héroes sin redención y sin historia,

    Sin tumbas y sin lágrimas!

    ¡Estirpe lentamente sumergida

    En la infinita soledad arcana!

    ¡Lumbre espirante que apagó la aurora,

    Sombra desnuda muerta entre las zarzas

    Ni las manchas siquiera

    De vuestra sangre nuestra tierra guarda,

    Y aun viven los jaguares amarillos!

    ¡Y aun sus cachorros maman!

    ¡Y aun brotan las espinas que mordieron

    La piel cobriza de la extinta raza!

    Héroes sin redención y sin historia,

    Sin tumbas y sin lágrimas;

    Indómitos luchasteis... ¿Qué habéis sido?

    ¿Héroes o tigres? ¿Pensamiento o rabia?

    Como el pájaro canta en una ruina,

    El trovador levanta

    La trémula elegía indescifrable

    Que a través de los árboles resbala,

    Cuando os siente pasar en las tinieblas

    Y tocar con las alas

    Su cabeza, que entrega a los embates

    Del viento secular de las montañas.

    Sombras desnudas que pasáis de noche

    En pálidas bandadas

    Goteando sangre que, al tocar el suelo,

    Como salvaje imprecación estalla:

    Yo os saludo al pasar. ¿Fuisteis acaso

    Mártires de una patria,

    Monstruoso engendro a quien feroz la gloria

    Para besarlo, el corazón arranca?

    Sois del abismo en que la mente se hunde

    Confusa resonancia;

    Un grito articulado en el vacío

    Que muere sin nacer, que a nadie llama;

    Pero algo sois. El trovador cristiano

    Arroja, húmedo en lágrimas

    Un ramo de laurel a vuestro abismo...

    Por si mártires fuisteis de una patria!

    Continua

     
  11. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas


    Que el nuevo Año traiga Paz y Felicidad!!!

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  12. mai^a

    mai^a My Garden

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Que alegría chic@s-!! Gracias por estar siempre
    por compartir día a día momentos tan maravillosos
    para mí son parte de mis afectos!!

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    Que este año que entra sea el MEJOR!
    Que se cumplan todos sus anhelos...

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  13. Anveri

    Anveri Fanática de nativas -aves

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    :happy:

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    En Navidad regalé un libro a mi marido y encontré lo siguiente, que viene muy bien a lo que se ha escrito en estas páginas.

    “- No hay historias sin sentido. Y yo soy uno de esos hombres que saben encontrarlo allá donde los demás no lo ven. Después de lo cual la historia se convierte en el libro de los vivos, como una trompeta brillante que hace resurgir de su sepulcro a los que son polvo hace siglos…Solo que se necesita tiempo, hay que considerar los acontecimientos, vincularlos, descubrir los nexos, incluso los menos visible. … “

    Libro: Baudolino.
    Autor: Humberto Eco

    :beso:
     
  14. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Maia!:beso: :beso: Toda la Felicidad para vos también!! Que todos tus deseos se cumplan!!
     
  15. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Muchas Felicidades Anveri!:beso: