Perrita con ansiedad por la comida

Re: Ansiedad por la comida

tu perra domina el paseo por lo tanto hace lo que quiere como quiere, si tu quieres controlar sus acciones (por ejemplo que ella te sige en vez de tirar para olfatear y buscar comida) debes controlar su nariz, de otra forma....no creo que tengas mucho exito, la tecnica de premios se transforma en un soborno

 

Re: Ansiedad por la comida

Gracias a todos.

Os cuento como son los paseos, sobreto el de la mañana, q es el más largo, los demás son con correa corta.

A ella no la puedo dejar suelta, se me escapa, corre y corre y ya no regresa, una vez, en la playa, la tuvimos que ir a buscar a la playa del pueblo de al lado, se echó a correr, como un lince, y pensaba que no la veria jamás.

A mi me dá mucha pena, pk me gusta q los perros vayan libres y que corran y se desahoguen, pero no puedo, asi que, por la mañana, como hay poca gente, le dejo toda la correa suelta.

Ella siempre va tras de mi, nunca va delante, va rezagada, olisqueando y buscando de todo.

Con al correa suelta (y eso es lo curioso) la controlo bastante bien (es raro, pero es asi) creo q pk se siente libre y hace lo que le apetece.

El mayor problema lo tengo cuando hya mucha gente por la calle y la llevo corta, entonces me disloca el brazo de lo que tira, ansiedad pura y dura, y siempre buscando comida, me lame el suelo y todo, lame la carretera, la acera etc.

A ver si con estos datos me sabeis dar más pautas

Mil gracias a todos

 

Re: Ansiedad por la comida

Nosotros compaginamos la mano dura con la distracción. Nuestra perra tiene un olfato privilegiado, es capaz de encontrar restos de comida minúsculos. A ello se suma el que hay costumbre en la zona de sacar los restos de comida y dejarlos expuestos en la calle para regocijo de perros ajenos.
Es curioso que los que lo hacen no tienen perro.
Por la seguridad de tu perro, cuanto antes le reconduzcas es mejor. Huesos, excrementos, restos de comida, dulces, meriendas de niños "de morro fino", chucherías, los restos de la comida del camionero de paso...
El menú es amplísimo. No debemos olvidar las delicias de los enfermos y malvados aderezadas con herbicidas y raticidas.
La mano dura en nuestro caso consiste en darle la orden de sentarse y decirla NO, firme y tajante. Retirarle el alimento, dejarlo en el suelo y con ella sentada, acariciarla y hablarle suavemente. Inmediatamente la distracción. "Te cambio la comida por juego". A este trueque no se niega ningún perro que haya conocido. Lo que mas le guste. Un poco de juego que le distraiga de la comida que se queda en el suelo atrás.
Y aún así, habiendo logrado resultados parcialmente buenos con el tiempo, no podemos bajar nunca la guardia. Siempre hay algo que su olfato detecta, algo tan suculento, que la hace variar de rumbo y acercarse a probarlo.
Lo último, algo difícil de tratar, son los restos de jamón que el vendedor que viene al mercadillo del pueblo tira al suelo. Cortezas de jamón curado y grasa rancia, un manjar perruno. Poco a poco...