Hola a todos. MANU, me encanta tu cuento... pero más me encanta que seas tú... si eres. Y la historia de la bomba japonesa no es mía... yo sólo he escrito dos cuentos, uno a medias y otro que creo haber perdido, así que tendré que ponerme algún dia a escribir otro... Éste me encanta: EDUARDO GALEANO Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. -El mundo es eso -reveló- Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuego iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. beso vega
hola finisimo grendel mira y que sera lo que paso en la casa de la muchacha bien bonita finisimo vega sin duda que tu ere uno de esos fueguitos grande bueno me tengo que pone al dia y inprimi un onton de cuentos besotes para chagal evita mamaana benemi y un para grendel y jose l vienvenido manu asta pronto
Besotes para tod@s Estos días ni puedo entrar a leeros,pero ya me pondré al día Subo uno La Mata de Albahaca Era una mujer que tenía tres hijas. Y tenían en el jardín una mata de albahaca y cada día salía una de las hermanas a regarla. Un día salió a regar la mata de albahaca la hija mayor. Y cuando estaba regándola, pasó por allí el hijo del rey y le dijo: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y como no supo responder se fue el hijo del rey para su palacio. Y al día siguiente pasó otra vez el hijo del rey por la casa y salió la hermana segunda a regar la albahaca, y él la hizo la misma pregunta: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Tampoco supo responder y el hijo del rey se fue para su palacio. El tercer día, cuando volvió el hijo del rey a pasar por la casa, la hermana menor pasó a regar la albahaca, y él le hizo las misma pregunta que a las otras: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y ella le respondió: --Señorito aventurero, ¿cuántas estrellas tiene el cielo?. Y como el hijo del rey no supo responder a esta pregunta, se fue a su palacio muy avergonzado. Y entonces el hijo del rey como estaba muy avergonzado de ver que no habia podido responder a la pregunta de la hermana menor, se metió a encajero y salió a vender encajes a todas partes. Y llegó a la casa en donde vivían las tres hermanas y salieron a ver que vendía. Y la hermana menor escogió por fin una puntilla y le dijo al encajero: --¿Cuánto quiere usted por esta puntilla? Y él le dijo: --Por esta puntilla un beso. Y ella le dio el beso y se quedó con la puntilla. Y otro día volvió el hijo del rey como antes a la casa de las tres hermanas. Y salió la hermana mayor a regar la albahaca y él la preguntó otra vez: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y ella no supo que responder y él se fue para su palacio. Y al día siguiente volvió y salió la hermana segunda a regar la albahaca, y el hijo del rey la preguntó como antes: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y ella no supo que responder como la primera vez. Y vino otro día el hijo del rey y salió la hermana menor a reger la albahaca, y la preguntó como antes: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y ella le respondió como la primera vez: --Señorito aventurero.¿Cuántas estrellas tiene el cielo?. Y a eso preguntó él: --Y el beso del encajero.¿estuvo malo o estuvo bueno.? Y como ella no supo responder se metió en la cama avergonzada. Pero pocos días después se puso malo el hijo del rey y no había médico que lo pudiera curar. Y fue la hermana menor y se vistió de médico. Fue al palacio del rey de médico superior, mucho superior, y le dijo al rey: --Yo vengo señor rey, a curar a su hijo. Y la dejaron entrar y consultó con los otros médicos y dijo: --Pa que sane el principe hay que meterle un nabo en el culo. Conque bueno, que le metieron el nabo en el culo y el hijo se puso bueno. Y cuando ya estaba bueno, salió el hijo del rey otra vez a paseo y pasó por la casa de las tres hermanas otra vez. Y salió como de costumbre la hermana mayor a regar la albahaca, y él la preguntó de nuevo: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y ella, como antes, no supo reponder. Y otro dia salió la hermana segunda a regar la albahaca, y la hizo el hijo del rey la misma pregunta de siempre: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y tampoco supo responder. Y al tercer día, cuando pasó el hijo del rey por la casa, salió la hermana menor a regar la albahaca y él le preguntó como lo había hecho antes: --Señorita que riega la albahaca, ¿cuantas hojas tiene la mata?. Y ella le respondió como antes: --Señorito aventurero.¿Cuántas estrellas tiene el cielo?. Y entonces el hijo del rey creyó que iba a salirse con la suya como antes y la preguntó: --Y el beso del encajero.¿estuvo malo o estuvo bueno.? Pero se engaño el hijo del rey, porque apenas había preguntado eso de antes, cuando ella le preguntó: --Y el nabo por el culo.¿estaba blando o estaba duro?. Y entonces el hijo del rey comprendió que ella había sido la que le había metido el nabo por el culo. Y como estaba muy enamorado de ella y ella también estaba enamorada de él, enseguida se casaron.
¿En primera persona? O sea, que te pasó a ti... Mmmm... Sin duda hubo relación entre lo que pasó en su morada, y que no quieres contar, y que te devolviera a casa... ¿No ayudó? ¿Envió a las profundidades...? ¿No sería que decidió invitarles a quedarse para siempre con ella, y aceptaron encantados? ¿No sería que cumplieron con honores en la morada...? ¿No será que cada vez que te pierdes en el bosque, te pone en dirección pensando: "Otra vez por aquí el flojo... vete, vete..."?
Bienvenido MANU, muy bueno, ¿eres "cuentista"? y gracias a Vega por sus cuentos y por hacerte venir CHAGALL ¡¡vaya con la albahaca y el nabo!! GRENDEEEEELLL....... mirate por donde andas y con quién que si no ........ ya ves lo que pasa!!!! bueno, mejor dicho, ¡¡ya nos contarás que pasó!! BENEMIIIIIII, otra, que esta la adivinó GRENDEL . Soy malísima para las adivinanzas JOSE L. , CHIPI, EVA PATRY, La rosa y la cucha Había una vez, un perro que era muy rico. No le faltaba nada. Tenía una gran cucha especialmente diseñada por los mejores arquitectos de la zona. Siempre vestía con chalecos y corbatas, comía los mejores manjares, hasta tenía una heladera y una cocina donde guardaba los mejores huesos traídos por sus dueños de Europa. Era muy soberbio, y le molestaba que los niños se le acerquen a su cucha. Siempre caminaba erguido por los alrededores con el hocico parado y sacando pecho, mirando de reojo a los demás perros. Enfrente vivía un perrito en una cucha muy humilde, y todas la mañana, con su gran regadera de plástico, regaba una rosa verde que creció junto a su puerta. Tanke, así se llamaba el perrito, era muy bueno con los niños y todos lo querían mucho en el barrio. Era alegre, juguetón y siempre estaba contento. Al perro millonario de enfrente, que se hacia llamar Mister Perro, no le gustaba que todos los niños siempre estén jugando con Tanke. Mister Perro entonces decidió que quería una rosa igual a la de Tanke. Llamó a sus amigotes y les ofreció mucho dinero a quien lograra traerle una rosa igual que la de Tanque. Los amigotes de Mister Perro estuvieron buscando por varios días, pero no encontraron nada. Entonces Mister Perro mandó a fabricar una rosa verde de plástico muy linda, pero los niños seguían sin acercarse a su cucha, y furioso Mister Perro se comió su rosa de plástico. Así decidió ponerse un antifaz y por la noche, con una tijera cortó la rosa de Tanque y la plantó cerca de su cucha. Por la mañana, Tanque al no ver su rosa verde se puso triste, y cruzó en frente a preguntarle a Mister Perro si había visto quien se llevó su rosa. Grande fue su sorpresa al ver que Mister Perro estaba regando una rosa verde parecida a la de él. Tanke volvió triste a su cucha. Pero a los pocos días la rosa se marchitó y otra rosa verde creció junto a su cucha. Nuevamente los niños jugaban alrededor de la cucha de Tanke. Mister Perro miraba y no comprendía que fue lo que falló. Se puso a llorar y al verlo, Tanque se le acercó y le dijo: “la rosa verde crecerá junto a tu cucha solo si eres un perro bueno, juguetón y alegre”. “Ahora entiendo”, dijo Mister Perro, “de ahora en adelante seré un perro bueno. No me llamaré más Mister Perro, usaré mi verdadero nombre que es Moky, y seré bueno, siempre bueno...”. Y a los pocos días sé veía a Moky regando su linda rosa verde. Hasta luego a tod@s
¿Y el cuento de la buena pipa? ¿Se sigue "contando"? Creo que no... ¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa? Sí. No te digo ni que sí ni que no. Sólo te digo que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa. Pues no. Que no te digo ni que sí ni que no. Sólo te digo que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa. ...
Jose L. A mi sí que me contaban ese cuento, pero con otro nombre. De todas formas el argumento era el mismo
¿Y el cuento de la princesa tontita? Había una vez una princesita un poco tonta, que vivía en un palacio enooorme de un lejano país, y que una día que estaba jugando en los jardines del palacio, se le ocurrió mirar lo que había más allá del seto, y como no era muy lista, y los árboles eran muy altos y le tapaban el palacio, se perdió... Total, que andando y andando intentando volver a casa, llegó hasta un estanque con nenúfares y todo, y cogiendo las flores, se topó con una rana. - ¡Uy, qué asco! -exclamó la princesita.... ¡Un sapo! (es que como no era muy lista, no sabía distinguir entre sapor y ranas). -No soy un sapo, -contestó la rana- soy una rana. -Pues me da igual, -respondió la princesita- me das igual de asco. -Pero en realidad no soy una rana. Soy un príncipe encantado, y si me das un besito me desencantarás... -¡Un besito! -gritó la princesita- ¡Qué horror! ¡Qué asco! ¿Pero cómo te voy a dar yo a tí un besito, con lo asquerosa que eres? -Si tienes un corazón noble, podrás hacer ese pequeño sacrificio y devolverme mi aspecto. -dijo la rana- Y luego te recompensaré. La princesita, que al fin y al cabo estaba perdida y no sabía qué hacer, se quedó meditando (bueno, no lo hacía muy bien, pero por lo menos se quedó callada un rato) y al final dijo: -Está bien, pero sécate la cara con este pañuelito. Y se lo tiró. Y una vez seca, le dió un besito. ¡Brrroum! De repente, donde antes estaba la rana, la princesita pudo ver maravillada cómo apareció un joven alto (1,90), rubio, ojos verdes, cuadrado... increíblemente atractivo (vamos, un tío macizo) que le explicó sonriente (¡clíng! brillo estrellado): -Una bruja malvada me encantó, convirtiéndome en una rana para evitar que heredase mi reino, y sólo con el beso de una princesa inocente podría recuperar mi aspecto. Muchas gracias, princesita. Pero en el encantamiento iba implícito que a quien me desencantara, yo podría concder tres deseos, así que pídeme lo qe quieras, pero con una condición. -¿Cuál? -preguntó la princesita. -Que tienen que ser deseos diferentes, porque según el encantamiento, como repitas el deseo, entonces tú te quedarás encantada. Y la princesita, como no se le ocurría nada, pidió tres veces lo mismo... Y no quedó encantada, no... Quedó encantadísima... Y colorín, colorado, este chiste se ha acabado...
Hola a tod@s Benemi cortitos pero lindos cuéntos y fábulas Me gustan las adivinanzas Manu Biénvenido,siémpre el humilde paga mayor précio Grendel Ves lo que pasa por contarlo en primera persona ? Dime bajito lo que hiciste con la tal María Jose l Y tan encantada que quedo la pobre Vega La gran variedad és lo que forma el mundo del ser humano MamaAnna El bueno y humilde enseñó al al malo y soberbio Mama me hizo grácia lo del nabo,dudé en subirlo,pero..... Its Estás muy ocupada y no pones cuéntos Chipi Ya veo que los ojos los tienes mejor Eva patry hecho en falta tus cuéntos Espero no heberme dejado a nádie,si és así disculpadme Os acordais del cuénto de parapapulez? Éste és el cuénto de parapapulez, que tiene las bragas azules y el culo al revés Quieres que te lo cuénte otra vez?
Bueno ahí va uno GOTITA DE AGUA Este era un pobre campesino cuya única riqueza consistía en un pequeño campo sembrado de maíz. Trabajaba todo el día en él, arrancando la hierba y enderezando las matas. El campesino estaba triste porque, por falta de agua, las milpas estaban marchitas y temía que se secaran. Un día, mientras veía el cielo con tristeza, desde una buena nube dos gotas de agua lo miraron y una de ellas le dijo a la otra: -El campesino está muy triste porque sus milpas se mueren de sed. Quiero hacerle algún bien. -Sí - contestó la otra-, pero piensa que eres sólo una gota y no conseguirás humedecer siquiera una mata de maíz. -Bien -replicó la primera-, aun cuando soy pequeña haré lo que pueda. Y al decirlo se desprendió de la nube. Aún no había llegado a la tierra, cuando otra gotita dijo: -Yo iré también. -Y yo, y yo - gritaron muchas gotas. A poco, miles de gotitas caían sobre las milpas en ruidoso aguacero. Las milpas, agradecidas, se enderezaron enseguida y el campesino obtuvo una cosecha abundante de maíz. Todo porque una pequeña gota de agua se decidió a hacerlo lo que podía.
Jose L., Chagall, los dichos y los cuentos pululan por el planeta como cuando jugábamos de pequeños al teléfono roto: ¿Quieres que te cuente el cuento de Juan Peranzules con las bragas azules y el culo al reves? No digo que digas que si ni que no, digo que si quieres que te cuente..... Así me lo contaba mi abuela.
como este otro: " - ¿Quieres que te cuente un cuento? - ¿Qué cuento? - el de Juan Sarmiento, que se fué a cagar, y se lo llevó el viento" El burrito descontento Érase que se era un día de invierno muy crudo. En el campo nevaba copiosamente, y dentro de una casa de labor, en su establo, había un Burrito que miraba a través del cristal de la ventana. Junto a él tenía el pesebre cubierto de paja seca. - Paja seca! - se decía el Burrito, despreciándola. Vaya una cosa que me pone mi amo! Ay, cuándo se acabará el invierno y llegará la primavera, para poder comer hierba fresca y jugosa de la que crece por todas partes, en prado y junto al camino! Así suspirando el Burrito de nuestro cuento, fue llegando la primavera, y con la ansiada estación creció hermosa hierba verde en gran abundancia. El Burrito se puso muy contento; pero, sin embargo, le duró muy poco tiempo esta alegría. El campesino segó la hierba y luego la cargó a lomos del Burrito y la llevó a casa. Y luego volvió y la cargó nuevamente. Y otra vez. Y otra. De manera que al Burrito ya no le agradaba la primavera, a pesar de lo alegre que era y de su hierva verde. Ay, cuándo llegará el verano, para no tener que cargar tanta hierba del prado! Vino el verano; mas no por hacer mucho calor mejoró la suerte del animal. Porque su amo le sacaba al campo y le cargaba con mieses y con todos los productos cosechados en sus huertos. El Burrito descontento sudaba la gota gorda, porque tenía que trabajar bajo los ardores del Sol. - Ay, qué ganas tengo de que llegue el otoño! Así dejaré de cargar haces de paja, y tampoco tendré que llevar sacos de trigo al molino para que allí hagan harina. Así se lamentaba el descontento, y ésta era la única esperanza que le quedaba, porque ni en primavera ni en verano había mejorado su situación. Pasó el tiempo... Llegó el otoño. Pero, qué ocurrió? El criado sacaba del establo al Burrito cada día y le ponía la albarda. - Arre, arre! En la huerta nos están esperando muchos cestos de fruta para llevar a la bodega. El Burrito iba y venía de casa a la huerta y de la huerta a la casa, y en tanto que caminaba en silencio, reflexionaba que no había mejorado su condición con el cambio de estaciones. El Burrito se veía cargado con manzanas, con patatas, con mil suministros para la casa. Aquella tarde le habían cargado con un gran acopio de leña, y el animal, caminando hacia la casa, iba razonando a su manera: - Si nada me gustó la primavera, menos aún me agrado el verano, y el otoño tampoco me parece cosa buena, Oh, que ganas tengo de que llegue el invierno! Ya sé que entonces no tendré la jugosa hierba que con tanto afán deseaba. Pero, al menos, podré descasar cuanto me apetezca. Bienvenido sea el invierno! Tendré en el pesebre solamente paja seca, pero la comeré con el mayor contento. Y cuando por fin, llegó el invierno, el Burrito fue muy feliz. Vivía descansado en su cómodo establo, y, acordándose de las anteriores penalidades, comía con buena gana la paja que le ponían en el pesebre. Ya no tenía las ambiciones que entristecieron su vida anterior. Ahora contemplaba desde su caliente establo el caer de los copos de nieve, y al Burrito descontento (que ya no lo era) se le ocurrió este pensamiento, que todos nosotros debemos recordar siempre, y así iremos caminando satisfechos por los senderos de la vida: Contentarnos con nuestra suerte es el secreto de la felicidad. FIN Hasta luego
Me has traido a la memoria una vieja forma de contar al jugar al escondite (la conozco por mi padre, porque yo nunca la oí salvo a él) se cantaba mientras se daban palmas contra las piernas (una palmada en cada verso, excepto al final): A San Juan de Matute que se cagó en el monte dos arrobas o más, a amagar y no dar, dar sin duelo dar sin consuelo, un ratito sin reir y un ratito sin llorar, un ratito mirando al cielo (se decía mirando al cielo) que se me ha muerto mi abuelo, un ratito mirando a la tierra (se decía mirando a la tierra) que se me ha muerto mi abuela. Chitas, chitas, a esconder (a partir de aquí se dan más rápidas las palmadas) que la madre va a coger, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez, que el que no se haya escondido, tiempo y lugar a tenido para esconderse.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡BUENA SEMANA !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! EL EREMITA ARROGANTE -------------------- Era un eremita de muy avanzada edad. Sus cabellos eran blancos como la espuma y su rostro aparecía surcado con las profundas arrugas de más de un siglo de vida. Pero su mente continuaba siendo sagaz y despierta y su cuerpo flexible como un lirio. Sometiéndose a toda clase de disciplinas y austeridades, habla obtenido un asombroso dominio sobre sus facultades y desarrollado portentosos poderes psíquicos. Pero, a pesar de ello, no había logrado debilitar su arrogante ego. La muerte no perdona a nadie, y cierto día, Yama, el Señor de la Muerte, envió a uno de sus emisarios para que atrapase al eremita y lo condujese a su reino. El eremita, con su desarrollado poder clarividente, intuyó las intenciones del emisario de la muerte y, experto en el arte de la ubicuidad, proyectó treinta y nueve formas idénticas a la suya. Cuando llegó el emisario de la muerte, contempló, estupefacto, cuarenta cuerpos iguales y, no pudo apresar al astuto eremita y llevárselo consigo. Fracasado el emisario de la muerte, regresó junto a Yama y le expuso lo acontecido. Yama, el poderoso Señor de la Muerte, se quedó pensativo durante unos instantes. Acercó sus labios al oído del emisario y le dio algunas instrucciones de gran precisión. Una sonrisa asomó en el rostro habitualmente circunspecto del emisario, que se puso seguidamente en marcha hacia donde habitaba el ermitaño. De nuevo, el eremita, con su tercer ojo altamente desarrollado y perceptivo, intuyó que se aproximaba el emisario de la muerte. Enanos instantes, reprodujo el truco al que ya había recurrido anteriormente y recrees treinta y nueve formas idénticas a la suya. El emisario de la muerte se encontró con cuarenta formas iguales. Siguiendo las intrusiones de Yama, exclamó: - Muy bien, pero que muy bien. ! ¡Qué gran proeza! Y tras un breve silencio, agregó: - Pero, indudablemente, hay un pequeño fallo. Entonces el eremita, herido en su orgullo, se apresuró a preguntar: -¿Cual? Y el emisario de la muerte pudo atrapar el cuerpo real del ermitaño y conducirlo sin demora a las tenebrosas esferas de la muerte. Su arrogancia le había perdido. ---------------------------------------------------------------
Allá te va: Las apariencias engañan, eso hay que tenerlo en cuenta; pero si ves cuerda y caña. !Debajo esta una artimaña¡.