Nuestras anécdotas

Bien bien Grendel, tienes un dedo famoso?

El pobre era el jefe de mi marido, no te digo más.jajajajajajaja

saludos

 

Tanto hospital me ha recordado a cuando me operaron de las amígdalas este febrero... Yo nunca me pongo nerviosa con los médicos, ni los hospitales, ni nada de eso, pero mi madre sí y me estresa muchísimo, así que al final el día antes no pude dormir nada. Por fín llegamos al hospital, yo toda tranquila, deseando que me pusieran la anestesia para poder dormir a pierna suelta, y mi madre y un amigo mio nerviosísimos: ¿y cómo estás, estás nerviosa? ¿y cuándo vienen a buscarte?... Al final vinieron antes, y yo todavía no me había puesto la bata (supertransparente) ni nada. Paso al baño a cambiarme y cuando llamo a mi madre para que me ayude, la veo ligando con mi otorrino, y ella ni caso, y el celador esperando, y yo medio desnuda, y mi amigo mirando todo con una cara... Por fin me llevan a quirófano, yo feliz, me operan (todo genial), y después me llevan a despertarme... "No, no quiero! Dejadme dormir... que esta noche no he dormido nada." Y el anestesista, creo, muerto de risa... "Venga, que te tienes que despertar, que pareces una niña". Y yo a lo mio... "que no, que no quiero... que me dejeis dormir!"

Y para que veais la diferencia, a mi hermano le operaron de la rodilla una semana antes, y cuando le pregunto qué tal, me dice: "Bien, pero después de la operación me dejaron en una sala para despertarme de la anestesia, y yo como me estaba meando, me hacia el despierto para que me subieran antes a la habitación." - ¿Y cómo es eso de hacerse el despierto?

 

Estaria soñando.

 

Algo que me pasó el año pasado:

Fuimos mi mujer y yo a Paris en el coche cama. Compramos el billete de ida y vuelta desde Madrid, pero nos montamos en Vitoria, así que nos perdimos la “recepción”, aunque al llegar nos dieron unas chocolatinas de regalo... Un detalle... Como era ya muy tarde, cenamos, y a la cama.
Pasada la medianoche, alguien me despertó aporreando la puerta, pero no hice caso. Ya se cansará, pensé, e intenté seguir durmiendo. Pero no se cansaba, así que terminé preguntando que qué pasaba, y una voz dijo “¡Aduana!”.
Ya había leído alguna vez que en viajes de tren te hacen pasar la Aduana, pero no sabía bien en qué consistía. Pensaba que tendríamos que bajar para los pasaportes, o qué sé yo. El caso es que como estaba en calzoncillos , abrí la maleta y me puse el pijama, haciendo esperar mientras lo encontraba y me vestía a quien me había despertado, que pensaba que sería el revisor.
Cuando abro la puerta (mi mujer ni se inmutó), me encuentro que había dos gendarmes a la puerta con cara de mala leche , uno se mete en el camarote con una especie de pitbull negro que empieza a olisquear, y se vuelve frenético con la chaqueta de mi mujer. Imagináos, en un pasillo de menos de dos metros por poco más de cincuenta centímetros, un gendarme, un perro dando vueltas y yo... Supuse que al ser de cuero le estimularía su instinto cazador, pero el gendarme la coge y se la pasa al de fuera mientras el perro sigue buscando.
Al fin sale el perro, y el gendarme me pregunta:

- ¿Shocolat?

Y yo con cara de bobo, sin entender lo que dice.

Cuando comprendí lo que decía, pensé que me explicaba que el perro se había puesto nervioso porque había olido a chocolate.
- ¡Ah, chocolate! ¡bien! -le dije, y me dispuse a salir del camarote para recoger la chaqueta.

- ¡Shocolat, shocolat! - me gritó, perdiendo la paciencia y diciéndome con gestos que se lo diera.

Al fin comprendí. ¡Quería el chocolate! Como por aquel entonces había a veces problemas para pasar comida en la aduana, supuse que me pedía las tabletas de chocolate que nos habían dado en la recepción. Aún medio dormido, me preguntaba a mí mismo indignado que por qué no nos las habríamos comido, y que por qué nos las daban si luego venían a quitárnoslas ... Así que le pregunté a mi mujer que dónde lo había guardado, pero no contestó más que un gruñido y se dio media vuelta.
Me acordé de dónde las había guardado, las busqué y se las di.

El gendarme, en la puerta, cogió las tabletas, las miró, me miró a mi, las volvió a mirar, me volvió a mirar con cara de no dar crédito a lo que veía , y me gritó:

-¡No esto shocolat!, ¡otro shocolat! - con gestos bruscos e impacientes de fumar...

¡Claro! Estaban buscando droga....

-¡Ah, no! – le dije.

Me debió ver tal cara de gilipollas que me creyó y nos dejó en paz...

Al día siguiente, mirando no se qué en la chaqueta, descubrí una colilla. ¿Adivináis de qué? Pues sí... era lo que había olido el perro.
La noche anterior tuvimos una gran fiesta que acabó con reunión en un dormitorio del hotel, y alguien sacó un porro que compartió con mi mujer y cuya collilla acabó no sé por qué en su bolsillo.

Supuse que el gendarme pensaría que nadie puede ser tan tonto sin ser inocente...

 

... Pasando droga por la aduana... ibais de mulas!

Yo hace unos años, fui de viaje Madrid-Miami-San José-Managua y al revés. Todavía no me puedo creer que con todas las aduanas que pasé (y en esos paises) no me abrieron la maleta ni una vez. Y eso que un tercio de la maleta eran diversos regalos culinarios, tanto a la ida como a la vuelta. Sólo me preguntaron al entrar en EEUU desde Costa Rica.

–Lleva algo de comida?

–Nooo

–Está segura?

– Sí, sí segura

–Ni frutas ni nada parecido?

–No, no.

–Está bien, pase.

Y como iba sin gafas voy y me meto por donde estaba la gente con "algo que declarar". Toma ya! Me verían tan despistada que me dijeron "Salga de aquí señorita. Es por el otro lado"

 

Lolalola a saber cómo le explicas a tu marido que su jefe ha visto tus bujías
Jesús Grendel has dado tantos detalles que me está doliendo ¿te lo reconstruyeron bien al final de tanto estudio? Les deberías haber pasado el plato.
Evapatry, ese hermano es una joya. Cuando le tengas que decir algo importante asegúrate de si está despierto o se lo hace no vaya a tener consecuencias graves la cosa.
JoseL. por lo menos te pilló elegantemente "empijamado" ¿No se le ocurrió pensar que tardabas tanto porque estabas tirando el otro schocolat par la fenetre o el wc??

Jaja, Evapatry, ya has dado la receta para pasar "cosas" y que no solo no te hagan caso sino que hasta te echen para no verte

 

Lo de los partos, una ya pierde los papeles y le importa (a mí al menos) un huevo de pato todo. Lo único que quieres, deseas, suspiras, anhelas es que venga alguien y te diga que te abras de piernas y empujes que esto ya está hecho.

Va una, mi hermano pequeño al que le llevo ocho años y casi que lo he subido yo más que mi madre, tenía dos años y cuando veía una palmera, gritaba como loco: Mira, tisillos, tisillos, con una alegría tremenda.
Un dia mi padre se lo llevó de paseo al paseo marítimo (valga la reBundancia), que está llenito, llenito de palmeras. Mi hermano que debía tener cinco o seis años se volvió loco: Mira papá tisillos, cuantos tisillos!!!

Mi padre llegó a casa demudado porque el niño había llamado la atención de media Palma con sus gritos. Nadie sabía en casa porque las palmeras se habían convertido en tisillos y le causaban tanta alegría.

Estábamos un dia viendo la televisión, había anuncios y aparece un cuarto de estar con una ventana al fondo y unas cortinas. A ambos lados de las cortinas unas Kentias. El anuncio y el slogan era: Visillos tergal, terlenka.
Ahí se destapó el misterio de los tisillos.

 

Moscosi, estoy de acuerdo, cuando me decia no empuje, yo empujaba mas, queria que saliera o que me durmieran y que hicieran ellos toda la faena, encima que pagas has de trabajar......
Supongo que a tu hermano desde entonces le llamariais el tisillos, pq se lo habia ganado.....

Jose L.....no tengo palabras, no me esperaba esto de ti.......!!!!!!!!!!!

Evapatry, entre tu hermano y la maleta.......vaya familia!!!!

Os cuento otra mia, un dia voy a un medidc y me hace el historial y cuando me pregunta de que murieron mis padres, le contesto muy finamente, de nada importante. Queria decir que no era de grandes enfermedades, sino muy rapido. Mi madre del corazon y y mi padre de una perotinitis.
El medico se quedo livido.

Saludos
Saludos

 

Ay, por Dios, voy a tener que comprarme un rimel de esos waterproof, ya se me han vuelto a saltar las lágrimas de la risa.

Mis hijos y sobrinos del lado de mi marido llamaban a mi suegro "Pito", porque el pobre tenía bronquitis cronica y pitaba al respirar. El problema era cuando le llamaban en público y él les tenía que contestar....¡¡Pitoooo Pitoooo!!! "¿qué quieres, hijoooo?"

Una compi de la ofi me contó que su hermano de pequeño era muy feo, pero vamos que muy, muy feo. Y la vecina de la puerta de enfrente, sintiéndose obligada a decir algo amable cuando le sacaba su madre en el cochecito, decía con la mejor sonrisa:
¡¡¡Ayyyy, pero qué limpito va siempre este niño y qué bien huele!!!!

 

Uy madre si yo te contara! Mi hermano y yo hemos salido un poco frikis los dos... De pequeños yo era muy fan de La Guerra de las Galaxias y me pasaba los ratos muertos intentado mover las cosas con la mente, como los jedis. Que bueno, dentro de lo malo no estaba tan mal, porque no molestaba, ahí calladita y sin moverme. Pero lo de mi hermano era peor! Él era fan de Indiana Jones, y la que más le gustaba era Indiana Jones y el Templo Maldito. Así que se pasaba las tardes diciendo: "Bodaraaam Sudaraaam, Bodaraaam Sudaraaam, Bodaraaam Sudaraaam..." Y mi madre: "Patricia! Dile a tu hermano que se calle ya, que me tiene frita!!! Toda la tarde igual, que parece un disco rayado! Ya no te voy a dejar ver más esa película eh!..."

 

Vaya, lo que me he reído con este hilo, os han pasado cosas increibles...

Hace un tiempo se me estropeó la cisterna y entonces llamamos al fontanero.
Nuestro fontanero es el mismo desde hace 15 años. Yo no sé su nombre (aunque sí su apellido, porque lo pone en su mono de trabajo, "Fontanería López") y él no sé si sabrá el mío pero sé que me llama "La Asturiana" porque una vez le oí hablar por teléfono con su mujer diciéndole que estaba aquí y que llegaría a casa para la hora de comer.
El señor López vino estando yo sola en casa. Lo conducí hacia el cuarto de baño y le acompañé un rato mientras trabajaba, pero viendo que tenía para largo (no dejaba de sacar piezas de la dichosa cisterna, con lo simples que parecen por fuera, y aquello parecía la caja de pandora, una tuerca por allí, un tubo por allá, un flotador por acá...).
Me fui al estudio a seguir con mis menesteres y al cabo de un buen rato (bastante largo, por cierto, yo ya me imaginaba una montaña de deshechos metálicos y plásticos al lado del retrete, salidos de la cisterna sin fondo) le oí llamándome. Gritaba:
-¡Pequeña!
Yo me quedé quieta unos segundos, asimilando lo que acababa de oír. Que me llame "La Asturiana" es un signo de confianza entrañable, pero eso ya era pasarse. Dudé si hacer caso a su llamada o ignorarle hasta que usase algún término menos fraternal y/o parejil, pero al final mi educación pudo más y allí me presenté. El señor López estaba de espaldas a mí, inclinado sobre la cisterna.
- ¿Ya está? ¿Ya acabaste? -le pregunté.
- ¡Sí, sí!
- Ah, vaya, ¿y era mucha cosa?
Entonces él se dio la vuelta y me sonrió, mientras decía :
- ¡Que sí! En la casa de La Asturiana, si vienes tú con la pieza ya terminas y yo voy a lo de la caldera.
Tardé unos instantes muy largos en comprender que tenía el móvil pegado a la oreja y que la "pequeña" era algún tipo de artilugio que necesitaba para arreglar el wáter, y he de decir que fueron unos instantes muy felices porque además de comprender que había hecho un poquito el ridículo, me di cuenta de que nuestro familiar anonimato no se había derrumbado y que seguíamos manteniendo esa comoda distancia de 15 años de antiguedad.

 

Hace años, en el cine.

Película "Mandingo". Tema; el de siempre, plantación algodonera del sur con señora blanca espectacular pero casquivana y no muy cuidada por su marido.
Plantador de algodón mandingo, esclavo, espectacular y musculoso.

La casquivana despechada por su marido que le tiene ganas al mandingo y lo hace llamar a su habitación. Encuadre: mandingo pecho al aire desde abajo de las escaleras que llevan a la habitación de la mala pécora. Peldañito a peldañito que va subiendo nuestro buen mandingo.

Yo ya no pude más y solté un estruendoso : Le va a arrear un mandingazo!!!!
Carcajada general de todo el cine que estaba pensando lo mismo, pero de forma más discreta a la mía. Yo muerta de verguenza, menos mal que estaba todo a oscuras, por dios!!

 

¿Qué no te esperabas, lo de ir de mulas, o de gilipollas?

 

Lo de hacerle esta pasada el pobre custodio de nuestra moral y buenas costumbres, por favor.....

Saludos

 

Me parece que tu hermano y tu, vaya dos piezas, eh PATRICIAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!(YA TE LLAMO COMO TU MADRE)

Harapos, asturiana guapa, como te tomas esas confianzas con el poble lampista, en un momento tan crucial de su vida, metida la cabeza en tu water?

Moscosi, tu anecdota me ha recordado que una vez estaba en el cine viendo un rollo y en un momento la protagonista, en un impresionante primer plano dice en plan dramático, donde ire, Dios, donde ire?, y del fondo de la sala se oyó una voz que decia, tu a terminar la pelicula y nosotros a cenar.

Saludos