El césped y Dios Dios: San Francisco, tú que conoces tan bien la naturaleza y los jardines, ¿puedes explicarme qué pasa en la tierra? ¿Qué ha ocurrido con los dientes de león, las violetas, los cardos y otras maravillas que creé en la noche de los tiempos? Mi proyecto jardinero funcionaba perfectamente, las plantas crecían por doquier, sin temor a la sequía ni a la falta de cuidados. El perfume de las flores atraía a las mariposas, las abejas y las aves. Esperaba encontrar un inmenso parterre de colores pero lo único que veo son rectángulos verdes, todos parecidos... San Francisco: Señor, se trata de una nueva tribu: los "suburbanitas". A tus flores las llaman malas hierbas, y dedican no pocos esfuerzos y medios para sustituirlas por césped. Dios: ¿Por hierba? Pero es bastante engorrosa, tan tierna... y desaparecen las abejas, las aves, las mariposas... ¿Están seguros de querer tanta hierba? San Francisco: Eso parece, Señor. Utilizan no pocos recursos para sembrarla y mantenerla. Cada primavera la abonan, y matan todo lo que pueda hacerle competencia. Dios: Las lluvias primaverales y el calor harán crecer la hierba rápidamente. Los "Suburbanitas" estarán encantados. San Francisco: Pues parece que no, Señor. En cuanto crece un poco la cortan, incluso dos veces por semana. Dios: ¿La cortan? ¿Para hacer con ella pacas como se hace con el heno? San Francisco: Realmente no es así, Señor. La meten en bolsas. Dios: ¿Ah, sí? ¿Entonces es con fines productivos? ¿Venden la hierba cortada? San Francisco: Señor, más bien es lo contrario: pagan por quitársela de encima. Dios: Me gustaría entenderlo. ¿Fertilizan el césped para que crezca, y cuando ha crecido lo cortan y pagan para que se lo lleven? San Francisco: Sí, Señor. Dios: Por lo menos, en verano se sentirán aliviados cuando cesan las lluvias y llega el calor, que ralentiza el crecimiento de la hierba. Sufrirán menos. San Francisco: Señor, no lo vas a creer. Cuando el césped no crece en verano sacan la manguera y gastan en agua para poder seguir segándolo. Dios: ¡Menuda tontería! Bueno, por lo menos supongo que habrán conservado los árboles, que se visten con su follaje en primavera para proporcionar belleza, sombra y frescor en verano. En otoño las hojas caen y forman un tapiz natural que protege el suelo y proporciona un compost natural cuando se descompone. Es lo que yo llamo el ciclo natural de la vida. San Francisco: Señor, creo que es mejor que te sientes. Los "Suburbanitas" han establecido otro ciclo: cuando caen las hojas se matan para rastrillarlas, lals amontonan y pagan para quitárselas de encima. Dios: Pero entonces, ¿cómo hacen para proteger las raíces de árboles y arbustos en invierno¿ ¿cómo se las arreglan para enriquecer el suelo y mantener frescas las raíces de las plantas en verano? San Francisco: En cuando se han desembarazado de las hojas van a comprar una cosa que llaman "mulch" y lo extienden al pie de los árboles en lugar de las hojas. Dios: ¿Y de dónde sacan ese "mulch"? San Francisco: Talan árboles para triturarlos y utilizar la corteza y las virutas. Dios: ¡Ya basta! No quiero seguir escuchando más tonterías. A ver, Santa Catalina. Tú que eres la responsable de la comisión de Arte, ¿qué película has programado para esta noche? Santa Catalina: "Dumb and Dumber" Señor. Es una historia un poco idiota que va de... Dios: Anda, no te canses. Creo que San Francisco acaba de contármela.
dicksonia, me ha gustado mogollón... Soy una suburbanita rara...quiero que cada día mi césped (que no planté yo), se parezca más al campo que tengo abriendo la puerta de detrás de mi jardín. A veces me encuentro mejor fuera que dentro, o igual de bien, no sé. De todos modos hay algo que agradezco al césped, es poder echarme sobre él y sentir ese frescor tan agradable...hay cosas que no tienen precio ¿o quizás tienen demasiado? En fin, este mundo está un poco loco y yo ya no sé qué hacer, siempre llevando la contraria a la mayoría en todo... besos, bego.
Muy bueno, Dicksonia. Parece que no somos tan "sapiens" como queremos creernos, ¿no? Ji, ji, ji, ji, ji, ...
Excelente la historia Dicksonia!! Es como para darnos un palo en el coco... Este tema me hizo recordar algo que he leído en alguna parte y decía que tenemos obsesión por el césped, cuando aprendemos a caminar nos llevan a un parque para que juguemos en el césped, al crecer, el sueño dorado es una cancha de fútbol... de césped, cuando estamos enamorados caminamos por los parques y nos sentamos en el césped, cuando formamos una familia queremos una casa con jardín.. y césped, en fin, cuando morimos, queremos ser sepultados en un cementerio que sea como un parque... bajo el césped... saludos
Muy buena, dicksonia Yo no tengo cesped. Soy un bicho raro. Pero a mí lo que me parece raro es cuando miro la parcela de mi vecino. Entró una máquina. Allanó. Echó tierra..... Y todo césped, con algún arbusto en medio. Cuando me lo miro ... ¡es que me parece que "canta"!
ya somos 2 loida La verdad es que en un clima mediterraneo es un crimen, segun mi parecer, gastar el agua en el césped.Antes que tener césped prefiero tener gravilla, que almenos no consume. Mis padres tienen gravilla y siempre se ve ordenado y limpio el espacio
Hola a todos. Mi pobre jardin no tiene cesped, tiene las mismas hierbas que los prados de alrededor y no pienso cambiarlas por fino cesped de ninguan clase, lo mismo me puedo tumbar encima de la hierba o del trebol y casi no requiere cuidados, porque es la hierba natural de la zona. Creo que a veces empeñarse en mantener algo que no corresponde al lugar no es nada acertado. Saludos.
¡Ojo! ¡No es mío, ¿eh? Me lo envió hace tiempo una amiga francesa (su jardín cafre canta que no veáis entre los de los vecinos, tan aficionados ellos al césped y a los setos recortados al milímetro) y casi me desencuaderno del ataque de risa. No tengo césped. Por no tener, no tengo ni jardín. Justo un balconcillo superpoblado donde campean vulgaridades pilladas en muros y cunetas. Y me gusta. Pero con césped o sin él, la historieta también me recuerda mis propias contradicciones, que de ésas tengo un carro lleno. Que los dioses nos conserven el sentido del humor a todos. Saludos cordiales
Jajajaja . Me ha encantado, yo soy de la cruzada contra el césped. Pero estoy contigo Dicksonia, también me recuerda a mi carro de contradicciones
