Capítulo 0 - Características de las orquídeas. Generalidades de cultivo

Tema en 'Manual de orquídeas' comenzado por Laniñadelmatadero, 9/5/04.

  1. Laniñadelmatadero

    Laniñadelmatadero

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    ORQUIDEAS: GENERALIDADES SOBRE SU CULTIVO

    Miriam Valebella
    Argentina

    Primeramente es conveniente introducir los conceptos de tres importantes períodos en el desarrollo de las plantas:
    1.- Vegetativo: es aquel en que comienza a emitir nuevas raíces, brotes y hojas.
    2.- Floración: desde que comienza a emitir capítulos florales y hasta la maduración total de los mismos.
    3.- Reposo: desde la apertura de las flores y hasta el nuevo período vegetativo (en la generalidad de las especies, pues en otras se invierten los dos últimos).
    Por otra parte se debe considerar si se cultivan especies naturales o híbridos. En el primer caso hay que buscar repetir, lo más ajustadamente posible, las condiciones de cultivo en su hábitat natural. Si son híbridos es importante conocer las especies que se cruzaron para su obtención, porque por lo general, se generan plantas más adaptables a diferentes condiciones dadas las características de los especies intervinientes.

    Requisitos culturales generales
    Temperatura:
    Influye en la fotosíntesis; importante para la floración.
    En función de ella se las clasifica :
    De clima caliente: amplitudes (diurna - nocturna) 24-30ºC----- 18-21ºC
    templado: 18-24ºC----- 13-16ºC
    frío: 16-21ºC----- 8-12ºC
    Estas son temperaturas promedios, porque pueden adaptarse a variaciones más amplias según las especies. Lo eficaz es que se pueda establecer una diferencia diurna-nocturna entre 8 y 12ºC.
    Son especies de clima caliente: Vanda, Phalaenopsis, Renanthera.
    de clima templado: Cattleya y sus afines, Dendrobiun tipo nóbile, Oncidium,
    Miltonia.
    de clima frío: Cymbidium, Paphipedilum, Miltoniopsis,Odomtoglossum.
    Luz:
    Influye en el crecimiento y la floración.
    Se deben diferenciar dos importantes conceptos diferentes: intensidad y fotoperíodo. El primero se refiere a la cantidad de luz que reciben acorde a las necesidades de las distintas especies. Se puede medir con exactitud utilizando un fotómetro pero como resulta bastante molesto recurrir a él cada vez que se quiere determinar la luz que recibe cada planta, vale una regla general (principalmente para las de clima templado): color de hojas “verde lechuga” indica buena iluminación; más claras: indica exceso (hay que sombrear); más oscuras: defecto (retirar un poco de sombreado). Phalaenopsis y microorquídeas requieren menor cantidad que las anteriores; Vanda, Cymbidium y Renanthera necesitan más que todas ellas. Pocas especies, especialmente epífitas, se pueden cultivar expuestas directamente al sol, excepto durante las primeras horas del día o las últimas de la tarde para no producir quemaduras. Son excepciones: Cirtopodium,, Renanthera,, Brassavola, Cattleya walkerana, que se cultivan a pleno o casi pleno sol.
    Fotoperíodo: es el tiempo que l a planta está expuesta al la luz (sea solar o artificial) .
    En general requieren entre 8 a 10 hs. de exposición luminosa. Cada género o grupo de géneros y especies, tienen requerimientos particulares. Vanda, Phalaenopsis, Renanthera entre 12 y 14 hs.
    En los lugares de cultivo se las debe disponer en forma que todas las de un mismo requerimiento puedan recibir igual iluminación, la que deberá corregirse durante las distintas estaciones del año a fin de lograr cumplimentar las necesidades expuestas.
    Ventilación:
    Las plantas deben estar acondicionadas en forma tal que estén ventiladas en todo su derredor. Esto impide, principalmente, el estancamiento de humedad que puede llevar a la proliferación de plagas o enfermedades.
    Asimismo, el aumento de luminosidad determina aumento de temperatura, por lo que es importante una buena aireación. Se deben evitar corrientes de aire, tanto frías como calientes.
    Humedad: (como tenor de humedad ambiente)
    Según las especies (Cattleyas y afines, Oncidiums, Dendrobiums) y el lugar de cultivo (invernadero, aire libre o bajo sombráculos) un promedio entre 60-70% diurna es razonable. Para Phalaenopsis, Vanda, Renanthera y aún Cymbidium, los promedios oscilan entre 75-85%. Por la noche es importante que la humedad descienda a valores entre 40 y 50%. Se debe controlar bien la ventilación porque al descender la temperatura tiende a aumentar la humedad.
    Riego:
    Depende del período en que se encuentre la planta. Durante el vegetativo los requerimientos son mayores, por lo que se debe regar más asiduamente (preferentemente por la mañana temprano en zonas de climas templado o cálido). Hacerlo profusamente dejando escurrir y secar casi completamente antes de volver a regar (las terrestres y Phalaenpsis deben conservar siempre cierto grado de humedad en el medio de cultivo).
    Durante el período de floración disminuir gradualmente la periodicidad de los riegos, hasta hacerlos muy aislados durante el reposo.
    Las plantas que se cultivan en potes, máxime si son de plástico, suelen secarse en la superficie pero mantienen humedad en su interior por lo que es conveniente verificar este hecho introduciendo un lápiz o un palito para constatar el grado de humedad retenida.
    Agua:
    De lluvia es ideal aunque, bien visto, cualquiera es aceptable, excepto las salobres o calcáreas.
    Nutrición:
    En su estado natural, viven con poquísimos requerimientos que obtienen de detritus animales y vegetales solubilizados por el agua de lluvia. Llevadas a cautiverio, deben ser alimentadas con discreción, casi homeopáticamente, pues puede significarles más dañino el exceso que la carencia de nutrientes.
    Toda planta, cualquiera sea, requiere 3 elementos primordiales para su desarrollo pleno: Nitrógeno (N), Fósforo (F) y Potasio (K).
    El N es necesario para un buen crecimiento vegetativo.
    El P estimula la floración.
    El K fortalece la planta en cuanto al establecimiento de fuertes raíces, vigor general y número de flores.
    Estos elementos se formulan en los marbetes de los productos comerciales siempre en un mismo orden : N-P-K.
    Cuando se lee una fórmula 30-10-10 significa que los elementos se encuentra en el producto en esas proporciones. Particularmente esta formulación o sus equivalentes, son indicadas para ser administradas durante el período vegetativo.
    10-30-20 o sus equivalentes, son apropiadas para el período de floración. Cuando la planta comienza a desarrollar capítulos florales se debe suspender su aplicación.
    En cuanto a 20-20-20 o sus equivalentes son recomendables para nutrición general y en especial para “seedling” (plantas que aún no han llegado a su fase adulta).
    En especies epífitas deben administrarse nutrientes hidrosolubles de aplicación foliar en forma de fina “lluvia” empapando bien toda la planta. Es aconsejable efectuarlo temprano, en la mañana, para permitir que la planta se seque durante el día.
    En especies terrestres deben administrarse líquidos o sólidos, de preferencia de liberación lenta.
    No se debe nutrir cuando están en flor, durante el periodo de reposo, cuando presentan enfermedades o recién divididas o transplantadas.
    Los productos comerciales ya vienen formulados para las distintas necesidades, adicionados con micro y oligoelementos necesarios. Respetar las indicaciones de los marbetes!!
    Es aconsejable usar la mitad o ¾ partes de las dosis indicadas, abonando sólo 2 o 3 veces durante cada uno de los periodos que lo requieren, a intervalos regulares.
    Las plantas cultivadas sobre árboles no necesitan abono adicional.
    Plagas y enfermedades:
    El mejor remedio: orquideario bien iluminado, ventilado y limpio.
    No soy adicta al empleo de insecticidas en forma preventiva y en todo caso prefiero emplear preparados caseros, naturales, bajo conceptos de cultivos orgánicos. Si se detectan plagas lo más aconsejable es consultar con un técnico en la materia y hacer uso de aquellos productos que afecten en el menor grado posible a la planta, al ambiente y la naturaleza.
    En cuanto a las enfermedades resultantes de hongos y bacterias, es bueno efectuar prevención especialmente en época invernal, pues una vez instalados es más difícil erradicarlos, necesitando también del auxilio de un profesional competente. Como preventivo puede aplicarse un funguicida sistémico o de contacto. En lo particular prefiero estos últimos por su menor grado de toxicidad. Rotar las distintas marcas es aconsejable para evitar el acostumbramiento. Esta prevención, cuando se cultiva en lugares que imposibilita el control de agua de lluvia sobre las plantas, es indispensable en Phalaenopsis desde fines de otoño hasta principios de primavera para evitar pudrición del cuello, con compromiso de toda la planta.
    Respetar siempre las dosis indicadas en los marbetes y de preferencia, reducirlas un poco.
    NO MEZCLAR INSECTICIDAS CON FUNGUICIDAS Y ESTOS CON ABONOS O FERTILIZANTES a menos que se conozca muy bien la compatibilidad entre los mismos. No utilizar productos vencidos.
    La aplicación de unos y otros debe efectuarse después de 10-12 hs. de efectuado un buen riego.
    En qué cultivar:
    Epífitas:
    1. sobre árboles vivos: fijar bien atando con rafia fina o material similar, sin ajustar demasiado como para lesionar la planta pero manteniéndola bien firme.
    2. en potes: con mezclas de trozos de cortezas picadas, carbón vegetal, cerámicos trozados, etc (Se puede usar musgo esfagnum pero retiene mucha humedad); colocar alrededor de 1/3 de material de drenaje en el fondo de los recipientes.
    3. placas o trozos de maderas duras y rugosas, estacionadas , que no descascaren una vez secas y que no segreguen residuos resinosos o esencias volátiles.
    Transplante:
    Hay disparidad de criterios en cuanto a la época óptima de efectuarlos. En mi experiencia, es conveniente realizarlo cuando las plantas inician un nuevo período vegetativo ( excepto si están afectadas por plagas o enfermedades donde es necesario removerlas inmediatamente y proveerlas de nuevo material de cultivo).
    Si están plantadas sobre placas o troncos no se deben transplantar. Si ya excedieron los límites de los mismos efectuar una división de 3-4 pseudobulbos delanteros que se llevarán a cultivo, incluso a potes si se cree conveniente. También se pueden aproximar a nuevos troncos o placas para permitir que se vayan extendiendo sobre ellos y efectuar la división recién cuando haya 3-4 pseudobulbos bien ennraizados en el nuevo medio. Desinfectar siempre los cortes.
    Si están plantadas en potes: remover la planta teniendo cuidado de producir el menor daño (es aconsejable sumergir el pote en agua algunos minutos para ablandar las raíces y despegarlas más fácilmente). Limpiar bien la planta bajo agua para desprender el material viejo. Si es necesario, cepillarlas con cepillo de cerdas suaves. Cortar TODAS las raíces muertas, rotas o descompuestas hasta que aparezca tejido sano. Si es necesario CORTARLAS TODAS. Es más saludable para la planta quedar sin raíces que con raíces deterioradas donde puedan introducirse hongos bacterias. Desinfectar los cortes. Dejar orear antes de plantar. Elegir potes de tamaño adecuado que le permita vegetar en él 2 o 3 años (no más grandes, pues al cabo de ese tiempo generalmente ya hay que replantarlas). La planta debe reptar sobre la superficie del sustrato que debe llegar 1,5 a 2cm. por debajo del borde del pote (el sustrato debe humedecerse antes de plantar). Fijar bien, ayudándose con tutores si fuera necesario, en forma tal que se evite todo lo posible su movimiento pues, acorde a una máxima orquideófila : planta que se mueve es planta muerta. Regar luego profusamente cuidando de no mojar el follaje. Colocar en lugar menos luminoso y cálido que el del cultivo normal al resguardo de corrientes de aire y NO VOLVER A REGAR durante 15-20 días para inducir a la planta a emitir nuevas raíces y fijarse rápidamente. ( si fuere necesario pulverizar el entorno para evitar deshidratación).
    Terrestres: Los procedimientos de limpieza y desinfección son iguales a los de epífitas. Luego plantar como las plantas comunes, limitando el riego, colocándolas en lugares frescos, menos iluminados, llevándolas gradualmente a cultivo normal.
    Todos estos procedimientos deben efectuarse a la sombra, manteniendo el lugar lo más limpio posible y libre de corrientes fuertes de aire fríos o cálidos.
    Un consejo: escoger para cultivar inicialmente aquellas cuyos requerimientos puedan ser satisfechos por el clima del lugar donde residimos.
    Sólo la práctica, el cultivo continuado y la observación constante nos hace, por fin, buenos conocedores de las necesidades de nuestras plantas. Además.... ellas hablan!!! Sólo hay que aprender a escucharlas.