Un poco de poesía

Mil Besos

He encontrado en tu amor,
la fe perdida.
Ahora tiene mi vida una razòn.
No se si fue el embrujo de tus ojos,
que le dijo a tus labios,
robale el corazòn.


Yo se que en los mil besos
que te he dado en tu boca
se me fue el corazòn.
Dicen que es pecado
querer como te quiero;
quizas tengan razòn.


Pero que ha de importarme
todo lo que me digan,
no te he de olvidar.
Que si es pecado amarte
yo he de seguir pecando
nunca lo he de ocultar.


Te he de seguir amando,
te he de seguir besando
hasta volverte loca,
hasta que me devuelvas
el corazon que en besos
yo te deje en la boca....



Maria Victoria

 

JOSÉ ANTONIO GARCÍA PÉREZ

La búsqueda

He cambiado mi ser lobo por el
del último indio perdido
en los horizontes de una
pradera infinita.

Y yo busco
Yo busco en ti la pradera
sobre la que caminar
mis pasos pierdan entera
hasta la noción de andar
Yo busco en ti una locura
del último indio perseguido
su mente no tiene cura
pues siempre está malherido
de amores que se perdieron
y cerraron su horizonte
mientras que a el no le vencieron
ni limitaron su monte
Yo busco en ti niña mía
lo que tu me quieras dar
tu verdad, tu simpatía
tus sueños para soñar
tus encuentros, tus esperas
tus silencios, tus palabras,
tu luz, tu imaginación
lo que eres o puedas ser
lo que en ti yo quiera ver
tu más intima ilusión,
Yo busco en ti vida mía
lo más profundo del ser
lo que aparece en tus ojos
el ser tú, el ser mujer
tus iras y tus enojos
la más profunda pasión
que pueda salir de ti
al darme tu corazón
Busco en ti solo vivir
además busco también
multiplicado por cién
mi querida y dulce niña
que tu corazón y el mío
sean los dos una piña.
Yo busco en ti la alegría
que en la vida, triste espera,
me traduzcas niña mía
lo que hay en la negra esfera
de un momento
y me cambie el sentimiento
de terror y pesimismo
y me saques con talento
con tu luz y tu optimismo
Yo busco en ti la sonrisa
de tu boquita de flor
y ya no me corre prisa
por conocer el amor
porque al verte sonriendo
corrí mi última aventura
en búsqueda del tesoro
Tus labios son una rosa
y tus dientecitos oro
y ya nunca podré ver
un mayor deslumbramiento
que me produzca mi niña
sentimiento
Yo busco en ti muchos sueños
y muchas cosas contigo
despacio, planificando
cada detalle secreto
que sueño, e imaginando
lo que puede o no ser cierto
pero que me deja inerte
y callado y transparente
como si fuera viviendo
los perfiles de tu cuerpo
en mi cuerpo y en mi mente
Yo busco en ti una amapola
que entre los verdes trigales
yergue su hermosura sola
a pesar de los zarzales
Busco en ti la rosa abierta
que de espinas rodeada
me tiende siempre su puerta
para que entre en su morada
Yo busco en ti mis sentidos
lo infinito y lo que es fin
mis sabores mis oidos
y el aroma del jazmin
Yo busco en ti la mirada
y en el fondo de tus ojos
un mar de agua sosegada
repleta de peces rojos
que saltan haciendo chispas
y son llamas de luz viva
y vuelven siempre brincando
como niños, jugueteando
al estanque color lila
que tienes mi niña hermosa
en tu pupila.

Te quiero siempre en mi busqueda
como el indio que no se deja vencer
por los colonizadores de la muerte
y del no dejar vivir la libertad.
Mientras viva trataré de ser libre
a pesar de los pesares
de los condicionamientos
y de las personas
Trata de encontrarme
en ese mundo de libertad
y sueños que creo mi pradera
pues yo vivo en ella y aunque pierda
la guerra con el poder de los
violentos no van a poder
conmigo ni mi propia libertad.
¿Te acuerdas quién no?
Vivo sin vivir en mi
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
Santa Teresa esperaba a su enamorado
que la sacará de la vida real.
Yo no espero nada,
vivo viviendo en mi
y en la vida solo quiero
del amor lo que yo espero
y es vivir la vida amor
contigo siempre dulzor
Vivirla sin más que simple
y afrontar todo momento
de pesar y sufrimiento
fuera de los amargores
de los pesares y cuentos
de los dogmas y las normas
de todo lo que es sufrir
contigo y casi en silencio
mirándonos en el fondo
sintiendo siempre el encuentro
del amor
aunque no sea
producto de una pasión
pero si, en el corazón
sentir contigo el momento
de todo mi sentimiento
y de toda tu emoción.

 

En la Piel de tus Deseos

Desnudándome de toda mi necesidad,
vistiéndome en la piel de tus deseos;
hoy me abandono, me entrego por entero
a la dicha sublime de ser feliz en tu felicidad.

Si anhelas con desvelo la pureza del compromiso,
ofrezco algo más noble que un millón de anillos:
este íntimo deseo, puro en su esencia divina,
manantial infinito de todos mis sentidos;
este íntimo deseo de compartir toda la vida,
este íntimo deseo de compartirla... ¡Sólo contigo!

Si acaso un sentimiento sincero esperas,
abandona su búsqueda en las estrellas;
recuéstate plácidamente en tu interior
y hallarás los ecos de cada latido
de este incondicional corazón mío...
¡Que hace tiempo sólo late por tu amor!




Fabiàn Ruiz
Argentina

 

FELIPE EVARISTO GÓMEZ PESCADOR

Mirar y besar

Me gustaría mirarte etérnamente,
sin preocuparme del tiempo,
ni de que llueva, ni de que tenga hambre,
mirarte toda entera, hasta donde
escondes tu magia, la que detrás de ti me lleva.

Mirarte desde tú más bella arruga
hasta el área de piel más suave,
mirarte toda y después besarte,
besarte todo tu ser, como a una paloma ajada,
y no terminar tampoco de besarte
y sentir tu piel en mis manos y en mi piel.

 

Manos

¡Ay tus manos cargadas de rosas! Son más puras
tus manos que las rosas. Y entre las hojas blancas
surgen lo mismo que pedazos de luceros,
que alas de mariposas albas, que sedas cándidas.

¿Se te cayeron de la luna? ¿Juguetearon
en una primavera celeste? ¿Son de alma?
...Tienen esplendor vago de lirios de otro mundo;
deslumbran lo que sueñan, refrescan lo que cantan.

Mi frente se serena, como un cielo de tarde,
cuando tú, como tus manos, entre sus nubes andas;
si las beso, la púrpura de brasa de mi boca
empalidece de sus blancor de piedra de agua.

¡Tus manos entre sueños! Atraviesan, palomas
de fuego blanco, por mis pesadillas malas,
y, a la aurora, me abren, como son luz de ti,
la claridad suave de oriente de plata....


Juan Ramón Jiménez (1881-195

 

FERNANDO GARCÍA ALEIXANDRE

Líame

Con la fibra de la pita
de tu corazón tropical
lías el mío cada día
con nudos de amor y lealtad
y yo no quiero desatarme.

Sigue pues liando,
líame, líame más.

Me lías también con tus ojos
atrapándome con su fulgor
con su mirada ardiente,
amorosa, diciente, mirada
con la luz
de todo tu caribe celestial.

Sigue pues liando,
líame, líame más.

Con tu pelo también lías
trenzando noches de amor
eternas como estrellas milenarias
irradiándome el calor tan necesario
de tu isla tan querida y añorada.

Sigue pues liando,
líame, líame más.

Con la piel que me entregas
de forma amante y generosa
me lías de tal forma
que ya confundo tu piel con la mía
y no quiero más abrigo
que tu piel en mi alegría.

Sigue pues liando,
líame, líame más.


Con tu vida ya la mía
definitivamente has liado
y yo me siento orgulloso, contento
feliz y de tu amor avaricioso,
así que por favor, nunca me deslíes.

Sigue pues liando,
líame, líame más.

 

Sucesivo

Déjame acariciarte lentamente
déjame lentamente comprobarte,
ver que eres de verdad, un continuarte
de ti mismo a ti mismo extensamente.

Onda tras onda irradian de tu frente
y mansamente, apenas sin rizarte,
rompen sus diez espumas al besarte
de tus pies en la playa adolescente.

Así te quiero, fluido y sucesivo,
manantial de tú de ti, agua furtiva,
música para el tacto perezoso.

Así te quiero, en límites pequeños,
aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa,
y tu unidad después, luz de mis sueños....

 

FERNANDO GARCÍA ALEIXANDRE

No necesito promesas

Que no, que no necesito promesas,
no vivo de mañanas ni compromisos
que vivo de almas y suspiros compartidos,
por eso no necesito promesas:
mejor dame abrazos y besos
de los que sepan a vino.

No necesito promesas
ni que me envíes ajenos escritos
pues es mejor mirar tus ojos
cuando trepan por la risa del camino.

Las promesas son o suelen ser
jinetes a lomos del viento
y el viento, todos lo sabemos
siempre sopla según su albedrío,
por eso no quiero promesas
me dicen más tus dedos pequeños
cuando en la tarde se enlazan a los míos.

No, no necesito promesas
mientras sienta dentro lo que siento,
mientras tu nombre sea música,
mientras me llene tu silencio,
mientras mi piel busque la tuya,
mientras hagas conmigo el camino.

Por eso no quiero promesas
pues nunca fue el tiempo adivino
si no tan solo triste escribiente
de mil locuras y desatinos,
de amores tristes y espléndidos
o tan solo de aquello que canta
a veces, muy quedo, bajito
mi corazón cuando no está contigo.

 

Desde nunca te quiero y para siempre,
desde todo y quizá y para siempre,
desde el rotundo rayo que sube por la acequia de las horas
al látigo crecido en mis pupilas ponientes,
veloz mi voz, mi viento:
vértigo de desembocadura
y el más ingrato delta para acabar el viaje.

Hasta la nada espero,
hasta lo lejos de la memoria inútil y el cráter sin crepúsculo,
hasta la duda embriagada de rótulos celestes,
en la fiebre y la luna imantada de agosto.


Amalia Iglesias

 

JUAN GUZMÁN CRUCHAGA

Compañera

Tu voz, viajera de muchos siglos,
llegó apoyándose en un sueño.
En ningún país la reconocían.
No cabía en ningún recuerdo.
No sigas. Quédate. Eres mía.
Lo sé desde el alba del tiempo.

Tus ojos perseguidos
todavía tiemblan de miedo.
Oscuras jaurías de angustia
los acosaban.
Cierra. Hay viento.
Descansa. Es la dicha tranquila.
El reposo. El silencio y el fuego.

Iban tus manos entre mis libros,
entre mis flores y mis versos
naturalmente, sin asombro.
Tampoco había asombro en ellos.

Las rosas que ahora te miran
son nietas de las que te vieron.
Descansa. Quédate. Eres mía.
Lo sé desde el alba del tiempo.

 

¿QUE QUIERO DE TI?


Dejaria
Una sonrisa que te salga del alma que sueñes conmigo
que me robes la calma
quiero estar siempre contigo
que me arranques un beso
y que me quites el habla
quiero regalarte mi vida
para si vivir como en un cuento
y que me ames aún después de muerto pero aún quiero más que eso quiero beber de tu piel
sin perder la miel
del sabor de un beso
quiero comer en tu boca
y regalarte mi vida
aun cuando se encuentre marchita quiero dedicarte cada segundo que vivo aquí en este mundo y entregarte mis respiros
aunque sea el último suspiro..

 

BRILLO

Brillan tus ojos cuando hablas
Oigo tu voz muy cerca mío.
Siento el latido de tu corazón,
impaciente aunque no sea mío.


Zoe

 

Solo tú


Solo tú
sin verte, ni tocarte
Sin conocerte, fuiste tu
Quien llegaste a mi vida
Como una dulce brisa de verano.

Solo tú
Quien cautivó mis sentidos
Se apoderó de mi ser y alma
Quien motiva mi vida.
Solo tú
Que con una misma palabra
Me has hecho soñar y aterrizar
Llorar y reir
Desear y penar
Mover y estremecer todo mi ser...



Marisol Becerril
México

 

Hola a todos : hace bastante que no entro en este hermoso lugar. Cuantas cosas tan lindas han compartido.!

RIMA VII

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en la rama
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

¡Ay! -pensé-, ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “Levántate y anda”!
Gustavo A. Bécquer

 

CANCIONES DE AUSENCIA

Aquí dijiste:
"Son hermosos
los ojos húmedos de los caballos".
Aquí: " Me encanta el viento".
Desando yo tus pasos, revivo las palabras.
Y te amo en la baldosa que pisaste,
en la mesa de pino
que aún guarda la caricia de tu mano,
en el estropeado cigarrillo
olvidado en el fondo de mi bolso.
Recorro cada calle que anduviste
y sé
que amaste este abedul y esta ventana.
Aquí dijiste:
"Así soy yo,
como esa música
triste y alegre a un mismo tiempo".
Y te amo
en el olor que tiene mi cuerpo de tu cuerpo,
en la feliz canción
que vuelve y vuelve y vuelve a mi tristeza.
En el día aterido
que tú estás respirando no sé donde.
En el polvo, en el aire,
en esa nube
que tú no mirarás,
en mi mirada
que te calcó y fijó en mi más triste fondo,
en tus besos sellados en mis labios,
y en mis manos vacías,
pues eres hoy vacío
y en el vacío te amo.


Piedad Bonnett Velez