Desperación por ver como abandonan perros en la carretera impunemente

Hay una manera de que esto termine, desde mi punto de vista: educación. Pero como parece una batalla perdida de antemano sí que hay determinadas prácticas que deberían acabar de una vez, empezando por el lucrativo negocio de la venta de animales. Quien quiera un animal... quien lo quiera de verdad, que tenga que buscarlo. No que se lo encuentre haciendo monerías en un escaparate como un peluche envuelto como regalo de navidad para los niños.
En Suecia hay una normativa super estricta y las personas que quieren tener un perro tienen que pedir unos permisos estatales y seguir toda una serie de trámites que permiten detectar rápidamente a los irresponsables y desaprensivos. No se venden en tiendas. Y parece ser que es uno de los países con menos índice de abandonos del mundo. Incluso adoptan perros españoles de nuestras protectoras saturadas. Por cierto, hace dos semanas visité una protectora para adoptar un gata y me quedé horrorizada de la cantidad de animales que había... de todas las razas, edades y tamaños. Eso sí que es un escaparate... el de la vergüenza.