Hola a tod@s y en especial a mi cronopia favorita. HE LLEGADO AL INICIO... He llegado al inicio, como quien se extravía bajo la rotación laberíntica de un bosque sin raíces. Y doy vueltas Y vueltas sobre mi propia herida tras la única gasa que macera el silencio y su drenaje, la dársena del tiempo. He llegado al inicio y mi nombre no era más allá de un abismo sin aliento y mi cuerpo sin nombre se llenaba de lámparas y niñas, perdía pie sin reservar la hierba. Y mi arena se oía crepitar hasta el fondo sobre el granizo muerto. He llegado al inicio sin saber hacia dónde desvivirme, sin creer en la muerte de las olas, habitando la ausencia de mí misma Y no encuentro el reloj que repare mi arena.... De "Lámparas de arena" 2000 Rosana Acquaroni
Un Viento de Separados un viento de separados, de besos que no nos dimos doblega el trigo de tu vientre sus azucenas con sol, ven o querré no haber nacido, trae tu agua clara las ramas florecerán Juan Gelman (1930)
MÁQUINA TEMERARIA Máquina temeraria. Yo soy la que comienza a no existir. Mientras ella se preña se atraganta con mis escritos de la tarde. Desordena quiebra despedaza se adueña sabe que yo la escucho desde dentro. De "Lámparas de arena" 2000 Rosana Acquaroni
MAGDALENAS Y GASEOSAS Había una vez un chiquillo que quiso conocer a Dios. Sabía que era un largo viaje hasta donde Dios vivía, así que se hizo la maleta con magdalenas y varias latas de bebida gaseosa y empezó su viaje. Después de haber andado tres manzanas, vio a una anciana que estaba sentada en un banco de un parque viendo las palomas. El chiquillo se sentó al lado de ella y abrió su maleta. Estaba a punto de beber su bebida cuando se dio cuenta que la mujer parecía hambrienta, así que lo ofreció una magdalena. Ella lo aceptó muy agradecida y le sonrió. Su sonrisa era tan maravillosa que él la quiso ver otra vez, así que le ofreció un poco de bebida también. Otra vez ella sonrió. El chiquillo estaba encantado. Estuvieron toda la tarde allí, comiendo y sonriendo, sin decir una palabra. Cuando empezó a anochecer, el chiquillo se dio cuenta de lo cansado que estaba y quiso ir a casa. Se levanto para irse, después de haber andado unos pocos pasos se volvió y corrió hacia la anciana, dándole un gran abrazo. Ella le dio su mejor sonrisa. Cuando el chiquillo llegó a casa su madre se sorprendió de la alegría en su cara. Le preguntó; -¿Porqué estas tan contento hoy?- Él respondió; - He almorzado con Dios.- Antes de que su madre pudiera decir nada añadió; - ¿Sabes qué? ¡Tiene la sonrisa más bonita del mundo! Mientras tanto, la anciana también volvió a su casa radiante de alegría. La mirada de paz dejo anonadado a su hijo. Él preguntó; - Madre, ¿Qué te ha hecho tan feliz, hoy?- Ella respondió- He comido magdalenas en el parque con Dios. Antes de que su hijo pudiera responder, añadió; -¿Sabes? Es mucho más joven de lo que esperaba.- Muchísimas veces desestimamos el poder de una caricia, de una sonrisa, una palabra amable, alguien que te escuche, un complemento o el más pequeño acto de cariño; todos con el potencial de cambiar una vida. ¡No tomes a nadie por descontado y acepta con alegría a todos por igual! Julie A. Manhan
SABRÍAMOS RECORDAR CADA TROZO DEL MUNDO... Sabríamos recordar cada trozo de mundo, cada tropiezo vivido si al abrir la mirada recobráramos de nuevo la luz de cada instante, pues toda inmolación deja su propio surco, su propia oscuridad, y cada imagen tiene su propia lámpara. Lámpara de la niñez, -allí comienza todo- esa luz que se ve con los ojos cerrados las claras azoteas, desierto de palomas, el tamiz lanceolado de las hojas de cobre transparente, un otoño agitando su ramaje, abriéndose paso sobre la mansedad de las aceras. Allí comienza todo, aquello que era nuestro a pesar del dolor, pues desde entonces, sólo he buscado el ser de aquella luz, y la siento crecer dentro de mí como le crecen párpados de trapo al corazón tras el olvido. De "Lámparas de arena" 2000 Rosana Acquaroni
Encontramos la felicidad luchando en el medio de una rabiosa tormenta, no tocando el laúd a la luz de la luna, o recitando poesías en medio de las flores. Ding Ling
Por si no has de volver, quiero decirte algo, tú me has preguntado en muchas ocasiones pq he de quererte tanto. No he encontrado una respuesta, sólo he saber mi sentir Sólo una gran persona ha de escribir cosas como estas
Hola a to2, Veg@, gracias por dejar esa historia de tu amiga Bea, creo que la primer historia que dejaste en este tema era de esa misma autora Y cuando se me ocurra alguna historia la publico especialmente para vos Neus, cuando tenga más tiempo voy a dejar más poesías de Manuel Altolaguirre Karo, muchos Gera, siempre hay un oasis en medio del desierto amalia, lo de entrar menos es porque estoy rindiendo exámenes y no porque me voy del foro Y todo lo que me preguntaste, te lo voy a contestar directamente y sin vueltas te lo prometo. Y gracias por citar ese mensaje mio, pero de verdad te digo que yo no soy digno de tanto cariño Salu2
ESTOY VOLANDO Había una vez un chiquillo que vivía en un orfanato. El chiquillo siempre deseaba volar como un pájaro. Le costo entender porque no pudo volar. Había pájaros en el zoo mucho más grandes que él y ellos podían volar. -¿ Porqué no puedo volar?- pensaba , - ¿Hay algo defectuoso conmigo?- se preguntaba. Había otro chiquillo que era cojo. Siempre había deseado andar y correr como los demás niños y niñas. -¿Por qué no puedo ser como ellos?- pensaba. Un día el huérfano, que quería volar como un pájaro, huyó del orfanato. Llego a un parque donde vio el chiquillo que no podía ni andar ni correr. Estaba jugando en la arena. Se fue corriendo hacía el chiquillo y le preguntó si alguna vez había querido volar como un pájaro. -No,- respondió el chiquillo que no pudo ni andar ni correr, - Pero si que me he preguntado como sería andar y correr como los demás niños.- -¡Qué triste!- dijo el huérfano. -¿Piensas que podríamos ser amigos?- preguntó. -Claro,- dijo el chiquillo. Los dos chiquillos jugaron durante horas. Hicieron castillos de arena e hicieron unos ruidos graciosos con las bocas. Los ruidos los hicieron reír mucho. Entonces vino el padre del chiquillo con una silla de ruedas para llevarse a su hijo. El huérfano que siempre había querido volar se fue corriendo al padre del chiquillo y le susurró algo. - Eso estaría bien.- dijo el hombre. El chiquillo que siempre había querido volar como un pájaro se fue corriendo a su nuevo amigo y le dijo, - Eres mi único amigo, ojalá pudiera hacer algo para que anduvieras y corrieras como los demás niños, pero no puedo. Pero si que hay algo que puedo hacer por ti.- El huérfano se dio la espalda a su nuevo amigo y le pidió subir a su espalda. Entonces empezó a correr por la hierba. Corrió mucho y cada vez más rápido. Hizo que sus piernas trabajaran aún más. Esforzó más y más sus piernas. Pronto el viento soplo en las caras de los dos niños. El padre del niño cojo empezó a llorar al ver a su hermoso hijo mover sus brazos arriba y abajo en el viento, mientras gritaba con todas sus fuerzas -¡Estoy volando, Papa, Estoy Volando!- Roger Dean Kiser
Hola amalia, muuuuy conmovedor ese relato, gracias linda por ser tan linda Yo en permanecer en ella por vos forzado consiento, mas espiaré el momento de partirme y la ocasión. Y de vuestro amor entonces no una amistad cariñosa, sino gratitud forzosa guardará mi corazón. Sí, la amistad verdadera la voluntad solo quiere, y la voluntad prefiere al más preciado valor. Vuestros dispendios me enojan y si hemos de ser amigos, los cielos me son testigos que esa es mi prenda mejor. José Zorrilla Salu2
¡Muchas gracias! Para ti Nuestro encuentro no tuvo principio. Comienza cada día con el amanecer, se renueva en el verano con las flores y canciones, y cada nuevo beso es el primero para mí. Tagore
Hola amalia, De verdad tenemos que comprender a la persona que queremos amar. Si nuestro amor no es más que el deseo de poseer, no es amor. Sí sólo pensamos en nosotros mismos, si sólo conocemos nuestras propias necesidades, y no las aspiraciones y el sufrimiento de la persona que amamos. Uno no puede resistir no amar a otra persona cuando de verdad la comprende Thich Nhat Salu2
AUSENTE ¡Ausente! la mañana en que me vaya más lejos de lo lejos, al Misterio, como siguiendo inevitable raya, tus pies resbalarán al cementerio. ¡Ausente! La mañana en que a la playa del mar de sombra y del callado imperio, como un pájaro lúgubre me vaya, será el blanco panteón tu cautiverio. Se habrá hecho de noche en tus miradas; y sufrirás, y tomarás entonces penitentes blancuras laceradas. ¡Ausente! Y en tus propios sufrimientos ha de cruzar entre un llorar de bronces una jauría de remordimientos. César Vallejo
Ella está tan cerca de mi corazón como está la flor silvestre de la tierra. Ella es tan dulce para mí como lo es el sueño para mi cuerpo cansado. Mi amor por ella es mi vida: Corre como un rio de otoño, crecido y sereno. Mis canciones y mi amor son uno, como el murmullo del arroyo que canta con sus aguas. R. Tagore Salu2
TODA MI TERNURA Vertí toda mi ternura, toda la ternura que uno no puede expresarle a un hombre aún cuando lo quiera mucho , muchísimo. Lo vertí todo en la vasta noche primaveral. De pie sobre el puentecillo miré hacia el otro lado del agua; me fundí con el paisaje, y les ofrecí toda mi ternura al cielo y a las estrellas, y al agua y al pequeño puente. Y ese fue el mejor momento del día. Y sentí que ésta era la mejor manera de transformar en realidades todos los muchos sentimientos profundos y tiernos que uno tiene hacia otro; confiárselos a la naturaleza, dejarlos correr bajo el cielo abierto de primavera y darse cuenta de que no hay ninguna otra manera de dejarlos fluir. Etty Hillesum