Ficha de Phalaenopsis

Tema en 'Phalaenopsis o Phal (general)' comenzado por alansolanodiaz, 3/11/09.

  1. alansolanodiaz

    alansolanodiaz Alan

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    Re: IDENTIFICA AKI TU PHALAENOPSIS CON PELLIDOS....

    PHALAENOPSIS

    Origen y hábitat

    Phalaenopsis es un género de orquídeas que tiene su hogar original en un área que com- prende desde el sur de China hasta el Noreste de Australia, incluyendo en medio Filipinas, Indonesia, Sumatra, Borneo.

    Generalmente crecen a baja altitud, de forma epífita, pegadas en la parte baja de árboles con pocas hojas y en general cerca de fuentes o cursos de agua. Algunas especies crecen sobre rocas cubiertas de musgo.

    Se trata de plantas de crecimiento llamado monopodial (de un solo pie) es decir que básicamente, a partir de un punto de crecimiento (meristema) apical (en la punta) se generan las hojas nuevas y la planta crece siempre “hacia arriba”. Ocasionalmente si se daña el meristema apical, ya sea por pudrición o por efectos mecánicos, la planta puede producir brotes laterales para reanudar el crecimiento, algunas especies tienen mas predisposición a este comportamiento que otras.

    Las temperaturas en estas selvas de baja altitud están comprendidas entre los 28 y 35°C durante el día y entre los 20 y 24°C por la noche.

    Hoy en día existen miles híbridos de las especies originales, son las que vemos la mayoría de las veces en tiendas de flores y supermercados.

    Como he dicho más arriba, se trata de orquídeas epifitas, es decir que viven pegadas sobre los troncos o ramas de los árboles, los usan de punto de apoyo y anclaje, con sus fuertes y largas raíces se aferran fuertemente a la corteza y pueden resistir a fuertes vientos (lamentablemente no a la moto sierra). No son parásitas, pues no se alimentan del árbol, que solamente les sirve de soporte.

    El estar creciendo “en el aire” tiene sus ventajas: les permite reducir la gran competencia que existe entre las plantas terrestres en la selva tropical, y además recibir considera- blemente más luz que si estuviesen en el suelo. También tiene sus desventajas, pues al estar expuestas totalmente al aire se resecan mas rápido. Por esta razón es que las raíces han desarrollado una estructura que, gracias al tejido esponjoso (velamen) que las recubre, les permite absorber relativamente mucha agua en poco tiempo, e ir dándosela al resto de la planta poco a poco. Por eso, cuando las raíces están secas, presentan un color blancuzco/plateado y cuando las regamos o pulverizamos, al empaparse, el velamen se vuelve translúcido y podemos ver a través del mismo las células con clorofila, es por eso que las raíces se “vuelven verdes”.

    Por suerte para ellas, la humedad relativa allí donde viven las Phalaenopsis es bastante alta, casi constantemente del 100% y además llueve muchísimo, por lo que no necesitan preocuparse demasiado. (ya bastantes otros problemas tienen las pobres).

    Luego de esta corta reseña sobre hábitat, pasemos a lo específico.

    ¿Dónde poner la planta?


    En una casa o piso/apartamento, quizás el mejor sitio sería cerca de la ventana del salón o del cuarto de baño si ésta mira al Este o al Oeste. Las ventanas al Sur (o al Norte en el hemisferio Sur) suelen tener de- masiado sol, aunque en este caso es también posible si tomamos algunas precauciones como el poner una cortina fina (que cerraremos en las horas en las que el sol da mas fuerte), o colocamos otras plantas que proyecten una especie de semi – sombra, solución esta última que, bajo mi punto de vista, es la más estética, además de que nos beneficiaremos del microclima que crearán las plantas.

    La mayoría de los libros dicen que estas plantas necesitan poca luz y esto es, hasta un cierto punto, verdad si comparamos con otros géneros de orquídeas como Cattleya o Vanda que tienen necesidad de mucha más luz para florecer.

    Esto NO quiere decir que las Phalaenopsis no necesiten NADA de luz. Mis plantas viven y florecen muy contentas muy cerca del cristal de la ventana. Lo que hay que cuidar es, sobre todo, que no les dé el sol directo, en especial al mediodía. Un poquito por la mañana temprano (hasta 9:30/10:00 hs) no les hace mal.

    También hay que tener en cuenta que junto al cristal de la ventana hay un 25 % de la luz que hay afuera, y que más adentro, a medio metro de la ventana, es ya solo la mitad de esto, por lo cual, nuestra orquídea si es colocada a más de 1 metro de la ventana no tendrá luz suficiente para poder realizar sus funciones de asimilación de nutrientes (fotosíntesis).

    Observando las plantas un poquito cada día, nos podemos dar cuenta si están recibiendo demasiada o muy poca luz: en general, un color de las hojas verde muy oscuro y éstas creciendo desmesuradamente junto con pocas o nada de flores, indican que la planta necesita mas luz. Por el contrario, las quemaduras del sol dejan marcas primero amarillas y luego marrón oscuras muy notorias que nos dicen que nuestra Phalaenopsis se esta quemando viva.

    Un buen método, si no estamos seguros de cuánta luz es demasiada, consiste en tocar las hojas regularmente cuando la planta está recibiendo más luz, y si éstas se notan más calientes que nuestra mano, es momento de colocar la planta más a la sombra.Otra posibilidad de disminuir los riesgos de quemaduras solares es la de aumentar la ventilación. Con un buen movimiento de aire a nivel de las hojas lograremos hacer descender la temperatura de la superficie de las mismas y nuestra planta podrá tolerar más luz.

    ¿Qué temperatura le gusta más?

    Las Phalaenopsis son orquídeas de clima cálido y húmedo.

    Durante el día, en invierno y adentro de casa, unos 20/24 °C son ideales. Claro, para quien vive en sitios más cálidos, digamos tropicales, y no tenga que preocuparse por la calefacción, unos grados mas no hacen ningún daño, muy por el contrario, pueden ser beneficiosos.

    Por la noche, las temperaturas no deberían bajar de los 16 °C, y pienso que unos 18 grados C. son casi mejores y evitaremos así la pérdida de botones florales en las plantas que florecen en invierno. (Esto suena quizás un poco complicado pero en realidad son las temperaturas que se encuentran en la mayoría de los apartamentos calefaccionados).En el otoño conviene poner la planta durante unas dos o tres semanas en un sitio un poco más fresco de la casa en donde por la noche la temperatura baje a unos 13/14 °C (por ejemplo una habitación sin calefacción), ya que esto induce a la floración. De nuevo observar, y cuando se vea aparecer la inflorescencia que sale de la parte inferior de la planta como una yema un poco puntiaguda que apunta por lo general hacia arriba, volver a ponerla en sitio mas cálido.

    La humedad relativa ambiente es para la mayoría de las orquídeas (y para nosotros) un punto importante, y valores de un 50 % o 60% son lo mejor, aunque en nuestras casa modernas y con la calefacción no siempre fáciles de alcanzar. Una buena solución a este problema puede ser el colocar otras plantas alrededor de nuestra orquídea, o también poner algunos platos con guijarros o piedrecitas en su interior, que llenaremos con agua y pondremos alrededor de las plantas. El agua, que habrá que reponer al evaporarse ,crea un microclima alrededor de las plantas.

    Riego y fertilización

    El riego es otro punto importante, sobre todo en lo que concierne a la calidad del agua y a la frecuencia del mismo.

    Las Phalaenopsis no poseen pseudobulbos, que son, en otros géneros como Cattleya, útiles como reserva de agua. Las hojas, que son un poco carnosas, tienen una cierta capacidad de retención de agua aunque no tanta como los pseudobulbos. Como regla general, es conveniente regar cuando el substrato está casi seco. Esto sucede normalmente cada 5 ó 7 días, dependiendo de la temperatura y humedad relativa ambiente, pudiendo en verano y con tiempo muy seco, ser necesario regar casi todos los días.

    La observación es aquí de nuevo la respuesta para saber cuándo regar.En cuanto a la calidad del agua, es importante que ésta sea lo más pura posible, es decir de preferencia sin cloro y de poca dureza, (“poca cal”). Se consiguen buenos resultados con agua de lluvia aunque hoy en día, en las ciudades y con la contaminación, la lluvia puede estar bastante sucia.
    Si utilizamos agua del grifo, es conveniente juntarla en un cubo y dejarla reposar unas 24hs con lo que eliminaríamos el cloro. En cuanto a la dureza, en algunos sitios el agua es más blanda que en otros, y es conveniente informarse en la compañía de agua antes de preocuparse.

    Para las orquídeas epífitas en general, tener los “pies” mojados es mala cosa: se les pudrirían las raíces. Por eso cuidar que si hay un plato debajo del tiesto, éste no permanezca lleno de agua después de regar. Una buena solución es poner unos guijarros o piedras que separen al tiesto del agua y siempre dejar drenar bien el tiesto después de regar.

    Respecto del fertilizante, yo las fertilizo una vez por semana con un abono para orquídeas, mi ritmo es de tres riegos con fertilizante y uno con agua sola para evitar depósitos de sales que pueden quemar las raíces y adiós orquídea (si agrego riegos en la semana, éstos son sin abono). Existen distintos tipos de fertilizante, siendo lo mejor probar e informarse. Un fertilizante balanceado para plantas de interior también sirve pero hay que utilizar la mitad o un cuarto de la dosis recomendada en el envase.

    ¡Atención!! nunca regar una Phalaenopsis con agua muy fría , le daría un shock que en el mejor de los casos sólo retrasaría su crecimiento y en el peor la mataría. Siempre usar agua a temperatura ambiente.Cuidar también que no les quede agua en el centro de las hojas, pues podría pudrirse la futura hoja y si esto sucede será muy difícil recuperar la planta y lograr que ésta vuelva a crecer.

    Trasplante y substrato

    Las Phalaenopsis por ser orquídeas epifitas necesitan un substrato que reúna las siguien- tes características:

    a) que retenga la humedad

    b) que posea buena aireación

    c) que sea de estructura estable y que no se deteriore rápidamente

    d) que tenga excelente drenaje

    Normalmente con una mezcla de trozos de corteza de pino, con agregado de perlita o musgo sphagnum u otro material que retenga la humedad, más un poco de trozos de carbón vegetal (NO el de la barbacoa) es suficiente. Las mezclas que se comercializan como “substrato para orquídeas” suelen funcionar también.

    En definitiva hay muchísimas posibilidades y existen también factores climáticos que influyen en la utilización de uno u otro substrato. Por ejemplo, en lugares en donde el clima sea muy húmedo o las plantas estén al exterior y expuestas a la lluvia, el substrato debe ser muy aireado y retener menos humedad. Por el contrario en zonas más secas es mejor tener un substrato que retenga más la humedad.

    Por regla general el trasplante se debe realizar cada dos años (o cada año dependiendo del estado del substrato). La mejor época para hacerlo es justo después de la floración.

    Se debe quitar la planta del tiesto con cuidado y limpiarla lo mejor posible de todo el substrato antiguo. Si hubiese raíces muertas (se las reconoce pues suelen estar “desinfladas” y ser de color marrón) hay que cortarlas utilizando unas tijeras que habremos pasado antes por la llama de una hornalla con el fin de esterilizarlas (importante esto evita la transmisión de virus).

    Una vez limpia la planta está lista para que la coloquemos en su nuevo tiesto que debe ser, en el caso de Phalaenopsis, casi del mismo tamaño que el anterior o ligeramente más grande. Antes de ubicar la planta, pondremos en el tiesto unos trozos de telgopor (estiropor) o de tiestos de terracota o unas piedrecitas que harán de material de drenaje. Luego se coloca la planta y se va rellenando el tiesto con el substrato nuevo que debe estar ligeramente húmedo.

    Se dan golpecitos a los lados de la maceta para que se rellenen los espacios y se continúa llenando tratando de que no queden bolsas de aire.

    Una vez completado este proceso colocamos la planta en un sitio en el que esté a la sombra y no la regamos durante aproximadamente una semana y media. Si es necesario porque hace mucho calor, se pueden pulverizar las hojas para evitar que se deshidrate.

    Pasado este período de recuperación podemos devolver nuestra Phalaenopsis a su sitio original, cuidarla como siempre y reanudar los riegos.

    Algunos trucos y respuestas


    Algunas Phalaenopsis dejan prolongar su floración si, cuando se han caído todas las flores, se corta la vara floral por encima de una de las yemas latentes. Si hay suerte esta vuelve a brotar. Entonces es mejor elegir una de las yemas de la mitad superior de la vara pues hay mas probabilidades de obtener flores. Las yemas de más abajo pueden producir pequeñas plantitas llamadas “keikis", que una vez que desarrollan raíces se pueden plantar pero recordar: si hay muchos keikis no hay flores.
    La causa mas común de falta de flores es la falta de luz y, en algunos casos, la falta del período de noches frescas en otoño del que hablé antes.

    Atención: cuidar que no haya manzanas, tomates, nueces u otras frutas que despiden etileno al fermentar cerca de plantas con inflorescencias, pues éste provocaría la caída de los botones florales.

    Otras causas de caída de botones florales pueden ser una insuficiente humedad relativa ambiente o, como he mencionado anteriormente, unas temperaturas nocturnas demasiado bajas.

    Personalmente, prefiero no cortar las inflorescencias después de que las flores se hayan caído sino dejar que la planta decida por si misma si quiere reflorecer de esa inflorescencia o si la misma se seca totalmente. Esto es muy importante a tener en cuenta con los modernos híbridos de colores brillantes y flores relativamente pequeñas y de textura cerosa, pues derivan en general de especies que reflorecen constantemente de las viejas inflorescencias como son Phalaenopsis violacea o P. amboinensis.