Texto 11 – PODA Y PINZADO "Nosotros dibujamos con alambre y tijeras. El alambre es nuestro lápiz, y la tijera es nuestra goma de borrar." Josep Berch Si se empieza con material de vivero siempre es necesaria una poda fuerte. Las podas drásticas son necesarias una sola vez en la vida de un bonsái. Solo esas ramas que están de más deben ser removidas. Hacé los cortes sobre las yemas, a un lado de otra rama de manera que en algún momento ese corte sea disimulado por el nuevo crecimiento. Recortá los brotes y ramas que van hacia adentro del follaje. Sobre todo recordá no podar demasiado, y si hay una rama débil que es necesaria para el diseño, es mejor no podarla y dejar que gane fuerza antes de perderla. No podes tu planta como si fuera una planta de jardín común o un cerco vivo, el objetivo es hacer que su aspecto sea el de un árbol añoso y viejo, no una bolita de jardín. La poda de ramas favorece la formación de nuevos brotes pero acá cada especie tendrá algo distinto que decir. En general los caducos se pueden podar sin mayor problema siempre que se haga en el momento de más fuerza y vitalidad de la planta, esto es en la primavera del árbol, que no coincide necesariamente con el almanaque, más bien está relacionado con el momento en que la planta empieza a hinchar y abrir brotes luego de la parada invernal. En algunos casos de árboles de hoja perenne o siempre verde, la parada llega hasta bien entada la primavera e incluso veremos que plantas tropicales deberán ser podadas casi a principios de verano. Las coníferas preferirán una poda en el momento más frio del año, aunque en este caso siempre habrá que dejar un ápice o brote que sirva de tira savias y que asegure la vida de la planta o la rama que se recorta. Esto habrá que revisarlo según la especie y la guía de un conocedor de la variedad será de mucha ayuda. Las raíces también deben ser podadas o simplemente recortadas y acomodadas en cada trasplante, dejando las más finas que son las encargadas de hacer el trabajo de llevar los nutrientes desde el sustrato hasta el follaje, mientras que las raíces gruesas que solo tienen la función de anclaje y soporte del árbol al suelo deben ser recortadas más fuerte. En nuestro caso, el anclaje debe ser bien representado por lo que llamamos un nebari amplio, con la primeras raíces gruesas recorriendo algo de la superficie antes de perderse en el interior de la maceta; mientras tanto, oculto bajo el sustrato podemos ayudarnos de alambres para inmovilizar la planta hasta que las raíces colonicen el espacio y tengan anclaje propio. En algún caso la inclinación o tamaño de la planta exigirá que ese alambre quede permanentemente, por lo que si queda a la vista buscaremos disimularlo con alguna roca o una plantita o musgo que lo tape un poco. En la poda de raíces también buscaremos deshacernos de aquellas que se crucen o que tengan mal aspecto, siempre tratando de mantener el equilibrio entre la parte aérea y las raíces. Si sacamos muchas raíces, no debe quedar mucho verde arriba, ya que las hojas transpirarán agua sin tener raíces para reponerla y poco a poco la planta muere. Cuando el sustrato está completamente colonizado por las raíces, estas empiezan a tapar el drenaje, y debe hacerse un recorte de raíces en un trasplante de mantenimiento. Esto no es necesario hacerlo todos los años a menos que la especie tenga un crecimiento muy vigoroso. Siempre los cortes deben ser limpios, especialmente si el diámetro de la rama o raíz es de un grosor considerable, de esta manera la formación del callo y cicatrización será mejor y más rápida, por eso es importante el uso de herramientas si no específicas, por lo menos bien cuidadas y con el filo necesario. Idealmente las heridas deber ser cóncavas para una cicatrización que quede bien disimulada y más rápida aun. Es muy importante el uso de selladores para que la herida no sea una ventana de ingreso de hongos y pudrición. Un buen sellador debe ser flexible para permitir la buena formación del callo de cicatrización e impermeable para evitar el ingreso de humedad o la desecación de la zona que puede hacer avanzar la parte muerta. En un árbol de vereda la zona muerta luego de un apoda sin usar selladores avanzará unos centímetros y eso no afecta en nada, pero en una miniatura un par de centímetros pueden llegar a significar la pérdida de toda una rama arruinando el diseño logrado. Un buen sellador además se disimulará con la planta y tendrá algunos productos como fungicidas y hormonas que ayudarán a lograr los mejores resultados en el menor tiempo posible. Una vez que el perfil y diseño básico se han logrado, el mantenimiento de esa figura es por podas suaves y pinzados, que es la manera de controlar los nuevos brotes que crecen fuertes “despeinando” el perfil y esas yemas que nacen del tronco, sacándolos antes que dejen una marca grande si se las poda tarde. Estas operaciones se pueden hacer un par de veces en el año, a principios de primavera y a fines del verano. El pinzado es una técnica que se aplica cuando la estructura se ha desarrollado y la idea es mantener “pulida” la silueta del diseño, a veces el recorte será tan chico que se podrá hacer con la presión de las uñas, cosa que se prefiere en los juníperos, para evitar las puntas quemadas por una poda suave hecha con tijera. Para estas plantas y coníferas en general hay que dejar un brote tira savia al final de la rama pinzada para que no se seque. Una de las ideas equivocadas respecto de esto es que se debe hacer a diario, cosa que no es así. Acordate que el exceso de atención o “exceso de cariño” ha matado más plantas que los pelotazos de los chicos jugando en el jardín. Para caducas y tropicales también está el defoliado, que poco tiene que ver con la figura o perfil del diseño, más bien está relacionado con la orientación de fuerza hacia una zona en especial de la planta o para lograr el achique de hojas. Si una parte de la planta está débil puede usarse el defoliado de la parte fuerte de la planta para que por unos días la parte débil reciba más cantidad de nutrientes. Y si nuestra planta ya está en un grado avanzado de formación de ramas, el defoliado junto con el pinzado ayudarán a lograr una ramificación más fina y si se hace a mediados o fines de primavera, lograremos también un gran número de hojas nuevas, y como la superficie de fotosíntesis que necesita la planta es la misma, las hojas serán más chicas y eso mejorará el aspecto y proporciones de la composición entera. Algo importante a considerar es que cada especie tiene sus detalles que las diferencia por la manera y momento de hacer estas operaciones, y que la planta debe estar sana y fuerte para recuperarse sin problemas. Todas estas operaciones son bien agradecidas por las plantas siempre que hayan tenido un ciclo de crecimiento anterior vigoroso y sin problemas o enfermedades, de ahí también la necesidad de conseguir material de trabajo en lugares dedicados a ello. Luego de estas operaciones hay que cuidar que la planta no quede a pleno sol. Que quede en un lugar iluminado pero sin sol directo, y no descuidar el riego. Estas tareas nunca se harán en simultáneo o dentro de la misma temporada, al menos hasta que conozcamos bien nuestra planta y su respuesta a cada una de estas operaciones. Cada una de las ramas de esta joven planta seguramente serán rectas y sin movimiento, vamos a darles un aspecto de ramas envejecidas, pesadas y añosas: llega la hora de alambrar www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com Rep. ARGENTINA: ENVÍOS AL INTERIOR: – fertilizantes – selladores – bonsái y pre-bonsái - alambres - hormonas – sustratos – macetas – líquido jin
Hola Bonsaitigre gracias por molestarte en poner esta documentacion que nos sirve a todos, a unos para aprender y a otros para recordar lo aprendido. Un saludo
Texto 12 – ALAMBRADO "El bonsái expresa la cultura propia del lugar donde es realizado. Su evolución es tarea de todos, debemos buscar el alma de los árboles y dejar de lado la perfección extrema" José Pons Ferrer El alambrado es una de las tareas más importantes para el modelado de tu bonsái. Casi todas las plantas bien trabajadas necesitaron alguna vez ser modeladas ya sea por alambres o por tensores mientras fueron “entrenadas” como bonsái. Esta técnica básica nos permite manipular el movimiento de cada rama y simular ese aspecto añoso que queremos lograr. Con la ayuda de alambres, tensores o tutores, podemos dar a un tronco o rama recta ese movimiento y posición de una rama vieja, haciendo más realista la miniaturización de un árbol que aparente muchos años. Por ejemplo, en el estilo vertical las ramas bajas deben ser posicionadas horizontalmente o incluso con el ápice algo por debajo de altura de nacimiento en el tronco para crear la ilusión de madurez, como si fueran ramas grandes que por su propio peso han ido inclinándose a través del tiempo. También se pueden mover pequeñas ramas con hojas para ubicar ese follaje en lugares que quedan vacíos y desordenan la silueta del diseño. Si no fuera por los alambres, habría que hacer las podas observando la posición de los nuevos brotes que cuando se transformen en ramas queden en la posición que nos interesa, lo que hace que el entrenamiento demore mucho más tiempo. Al igual que con la tijera, conviene estar seguro de cada movimiento, si bien con el alambre hay una posibilidad de arrepentirse mientras que con la tijera cada corte es definitivo, no vale andar cambiando a cada rato de posición una rama alambrada, ya que las fisuras y heridas que se producen al torcer una rama se van a sanar mientras que no sean muchas, de otra forma se corre el riesgo de perder la rama. Por esta misma razón, el alambrado será hecho en el momento en que la planta está moviendo savia permitiendo una buena y rápida recuperación de las lesiones por el trabajo realizado, idealmente es en la primavera del árbol, justo antes de brotar. Además, si la planta no tiene hojas podremos ver bien la estructura y el resultado de lo que estamos haciendo. Para estas tareas se usan alambres de cobre y de aluminio, en parte por su maleabilidad y en parte porque no se oxidan afectando la corteza de la planta. El cobre tiene además la ventaja que se disimula muy bien con la corteza de la planta. Un alambre de fardo no puede usarse porque el oxido escamoso del hierro común podría lastimar las ramas incluso hasta matarlas. Pero si el alambre de hierro estuviera forrado en plástico puede servir; que quede lindo es otra cosa, ni qué decir si la cobertura es de colores estridentes, pero perfectamente se puede usar para el anclaje y para posicionar ramas. Así como no hay semillas de bonsái, no hay alambre de bonsái. Sirve cualquier alambre de cobre que tenga aproximadamente 1/3 del diámetro de la rama que se quiere posicionar. Si es de aluminio, deberá ser un poco más grueso y nada más. El árbol no sabe si el alambre viene de una bobina de motor, de un transformador quemado o si es alambre de cobre especial para bonsái. A veces pasa que el alambre ha ganado cierta dureza que lo hace difícil de manejar, o se pone quebradizo en el caso del aluminio; dejándolo un rato sobre la llama de la cocina, sin que se funda y dejando que se enfríe solo al aire, recuperará toda la maleabilidad para poder trabajarlo cómodamente. La misma solución es por si el alambre viene con alguna pintura o barniz aislante, aunque no es necesario salvo por una cuestión estética. Para facilitar el alambrado, muchas veces es recomendable dejar a la planta pasar un poco de sed, entonces como el tejido queda con poca agua, las ramas se ponen más flexibles. Otro truco es practicar antes con una rama de la misma especie conseguida en otro árbol o de una rama que vamos a podar, para ver qué tan flexible es esa madera. Para las ramas finitas nos podemos ayudar con una lapicera para no romper las ramitas más chicas. En el caso de especies de madera muy flexible y que cicatricen rápido es posible reposicionar ramas de mayor calibre, y para evitar astillados y el ingreso de enfermedades por la heridas se hace un “enrafiado” de la rama. Esta técnica permite trabajar sobre ramas gruesas, usando alambres, tensores e incluso palancas para aprovechar al máximo esa flexibilidad, cubriendo la rama con rafia natural o de plástico o incluso con cintas de goma de cámara de neumáticos para proteger y contener la corteza antes de poner el alambre o el tensor. El alambrado siempre va de abajo hacia arriba, trabajando con ambas manos para no forzar cada giro sobre la rama, desde el tronco hasta la punta de las ramas. A veces se puede hacer un pase doble de alambre que luego nos servirá en la bifurcación de una rama, pero lo importante es que el alambre quede anclado desde unas vueltas antes de la primera curva o reposicionamiento que vayamos a hacer, o enterrándolo un poco en el sustrato o anclándolo con un agujerito en el costado de la maceta para que no quede suelto, de otra manera no se podrá lograr un buen resultado. El alambre no debe quedar apretado sobre la corteza, o cuando el árbol empiece a crecer, se clavará dejando marcas a veces difíciles de disimular. Por esto también hay que prestar especial atención en las especies de crecimiento muy vigoroso. Siempre hay que estar atento a los mensajes de la planta, esos cricks que se escuchan advierten sobre una quebradura y no deberíamos llegar a ese punto, pero si sucede hay que detenerse. Mientras se alambra hay que cuidar de no pasar por arriba de yemas o brotes nuevos, ni dejar atrapadas hojas o ramitas en el camino. El paso del alambre también tiene mucho que decir en el resultado del reposicionamiento; si cada vuelta de alambre sobre la rama pasa muy cerca o muy lejos de la vuelta anterior, la nueva posición no podrá ser fijada y se correrá el riesgo de estrangulamientos o quebraduras. En el paso ideal, el alambre debe tener un angulo de 45°sobre la rama alambrada. Tampoco es para usar un transportador, pero sirve de referencia de lo que funciona bien. Si el alambre se clava, lastima y deja marcas muy fuertes sobre la corteza; una manera de disimularlo es alambrar en el sentido contrario que la vez anterior y dejar que el alambre se clave nuevamente, así la suma de marcas disimulará el rastro helicoidal del alambre anterior. El alambre permanecerá en la planta solo el tiempo necesario hasta que la rama fije esa posición, según la especie será algunos meses o algunos años, pero la idea de que un bonsái debe tener siempre alambres no es correcta. En otros casos, si el crecimiento es muy fuerte, es posible que haya que hacer un re-alambrado, retirando el alambre viejo para evitar marcas muy fuertes. Casi siempre el alambre se puede recuperar desenrollándolo con cuidado, pero alguna fisura interna que no se haya sanado del todo puede terminar de quebrarse, por eso se recomienda cortar el alambre para poder retirarlo. Como siempre, cada una de estas tareas debe ser realizada sobre una planta sana, si no la recuperación puede ser o muy lenta, o terminar en un problema mayor, perdiendo ramas y arruinando lo que se haya avanzado hasta ese momento. Si durante el trabajo una rama se rompe, hay buenas posibilidades de no perderla haciendo un encintado sobre la herida a modo de injerto; pero si la rama rota quedó separada de la planta, es preferible hacer un corte sobre la yema anterior para que crezca de nuevo. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com Rep. ARGENTINA: ENVÍOS AL INTERIOR: – fertilizantes – selladores cicatrizantes – bonsái y pre-bonsái - hormonas – sustratos – macetas – líquido jin - alambres
Texto 13 – RIEGO “El verdadero bonsaika no disfruta el árbol modelado por él, disfruta su realización” John Yoshio Naka El riego pareciera ser una de las actividades más sencillas de realizar, pero es una de las causas más comunes por la cual un bonsái tiene problemas, **********************de la colección y aprendiendo a escucharlas cuando piden agua. En próximo capítulo mostraremos algunos detalles para aprender a escuchar cuando piden comida. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com ENVÍOS AL INTERIOR: – fertilizantes – selladores cicatrizantes – bonsái y pre-bonsái - hormonas – sustratos – macetas – líquido jin - alambres
Gracias BonsaiTigre por esta información que vas posteando! :Thumbsup: Es muy útil para todo el mundo, pero especialmente para los novatos como yo, que a veces hay tanta información esparcida por Internet, que se hace difícil encontrar buenas fuentes!! Un saludo!!
Texto 14 – FERTILIZADO “Escucha el árbol, él te dirá dónde quiere ir” John Yoshio Naka En la naturaleza, los árboles extienden sus raíces para conseguir más nutrientes, pero un bonsái al estar en una maceta necesita un buen régimen de fertilizado para renovar el contenido de elementos que mantendrán a nuestra planta saludable. Hasta ahora hemos hablado de usar un sustrato que tenga en su composición alguna parte de materia orgánica no sólo para poder regular la retención de humedad, también para aportar nutrientes. Pero si el riego es profuso y el sustrato drenante y además el sustrato es poco por la misma estética del bonsái, entonces la cantidad de nutrientes presentes en ese sustrato se irán agotando por el aprovechamiento de parte de la planta y por lavado de los riegos a través del tiempo. Dado que el trasplante anual es posible en pocos casos, hay que reponer estos nutrientes por otra vía: un régimen de fertilizado acorde a las necesidades de la planta. Hoy en día hay gran cantidad de fertilizantes en el mercado y cada uno ofrece distintas características, entonces la clave es encontrar cuál es el mejor. La verdad es que el mejor es aquél que se adapta a las posibilidades de cada uno, a las necesidades de cada planta, a la etapa de desarrollo, momento en el ciclo de crecimiento y al resultado que buscamos. De nuevo, acá no hay una única alternativa que sea infalible, cada uno deberá buscar lo que mejor se acomode a su caso particular. Cuando uno va a comprar un fertilizante la primer pregunta es de qué tipo? Los tipos se refieren a si son orgánicos o inorgánicos también llamados químicos. La diferencia es principalmente lo completo o específico que puede llegar a ser el fertilizado. En un abono orgánico preparado a base de distintos materiales de origen vegetal o animal encontraremos que además de los elementos más importantes hay otros nutrientes en menor cantidad que también son importantes. En cambio, en un fertilizante químico encontraremos proporciones perfectamente conocidas de una cantidad limitada de elementos. Un fertilizante orgánico puede ser más ventajoso en términos de mejoramiento estructural y microbiológico del suelo y también podríamos hablar de tiempos de disponibilidad y comparar velocidades de liberación, pero vamos de a poco. Básicamente una planta se alimenta de luz, agua y dióxido de carbono, pero para completar las actividades de desarrollo se necesitan otros elementos. Los elementos que se consideran de importancia son trece, seis de los cuales - por la cantidad necesaria – son los llamados “macronutrientes”, mientras que el resto de los que se requiere menos cantidad son llamados “micronutrientes”. Los macronutrientes más importante son Nitrógeno (N); Fósforo (P); y Potasio (K). Las cantidades de cada uno de estos tres elementos son indicadas en cualquier producto por los números que hacen al “grado” del fertilizante. Así un fertilizante 6-15-3 tiene 6% de Nitrógeno; 15% de Fósforo asimilable y 3% de Potasio soluble. También está el “grado equivalente” que es parecido y se refiere a lo mismo pero los porcentajes de P y K indican las cantidades de estos elementos en sus formas oxidadas. Esta información nos ayuda a saber cuál es el efecto del fertilizante elegido sobre la planta, ya que cada uno de estos tres elementos tiene un papel más o menos específico. En líneas muy generales, el Nitrógeno (N) es importante para lograr un crecimiento fuerte de la parte aérea de una planta. El Fosforo (P) promueve la formación de las raíces y beneficia la floración y el Potasio (K) tiene preponderancia en el funcionamiento general de la planta, permitiendo un desarrollo libre de enfermedades. De manera que si nuestra planta está en formación y queremos que crezca rápido y fuerte, usaremos un fertilizante alto en Nitrógeno. Si se trata de un esqueje establecido hace poco tiempo, preferiremos un alto contenido de Fósforo para afianzar las raíces. La recomendación general es usar fertilizantes equilibrados, con un poco de cada cosa y alternando productos orgánicos e inorgánicos, armando un régimen de fertilizado regular especialmente durante la época de crecimiento. Acá hay algunas visiones distintas, mientras formás tu propia idea, digamos que el fertilizado debe ser cada 15 días y a una dosis a la mitad de lo que indica el fabricante, recordemos que el fabricante hace su recomendación para fertilizar el suelo o una maceta grande, no una maceta con un cuarto o menos del sustrato que se usa normalmente para una planta; salvo que sea un producto especial para bonsái. En un principio, muchos se vuelcan al uso exclusivo de un tipo de fertilizante; se podría por ejemplo abonar sólo con productos orgánicos, pero en determinados momentos se requiere disponibilidad de cantidades mayores de algún elemento, como el Nitrógeno en primavera si queremos acelerar el desarrollo del follaje; esa mayor cantidad y disponibilidad se logra con productos químicos que bien utilizados resuelven el problema. En cambio, el uso exclusivo y prolongado de fertilizantes químicos puede salinizar el sustrato afectando el desarrollo de raíces y de la planta en general. Algo importante es tener presente el momento, ya que si aplico N para el crecimiento fuerte en Otoño – Invierno, estaré malgastando plata, ya que la planta se prepara para detener el crecimiento de verde y dedicarse a fortalecer las raíces, por lo que en realidad para esa época del año conviene buscar algo alto en P. También se habla de no fertilizar durante el invierno, especialmente para el caso de la caducas; pero en invierno las plantas no están paradas, uno desde afuera ve una baja en la actividad pero las raíces continúan fortaleciéndose y preparándose para la temporada que viene y si tienen recursos suficientes, la primavera será una explosión y no un tímido reinicio. Más fertilizante no es más crecimiento; como todo exceso, el resultado puede ser fatal. Especialmente usando productos químicos, que si son utilizados en forma desmedida pueden quemar las raíces. Si una aplicación incorrecta llega a suceder, se puede hacer un trasplante y lavado de raíces o un lavado de sustrato con un largo y profuso riego. Recordar que esta planta que ha sufrido un problema u otra que tenga una enfermedad o esté débil no debe ser fertilizada. Que si corresponde abonar a una planta recién trasplantada es correcto o no también es discutible, ya que las raíces nuevas no tienen problemas con los fertilizantes siempre que sean usados en las dosis apropiadas. Una planta en recuperación necesita luz (no sol directo) y agua y nada más. Cuando está recuperada podrá comer fuerte, mientras tanto la mantenemos a dieta. En este tema hay muchos otros aspectos que revisar, el uso de aminoácidos, hormonas, vitaminas, enmiendas, mejoradores de suelo, índice de acidez y salino, fertilización foliar, productos sólidos o líquidos, etc. Muchos investigamos cuál es la manera más efectiva y rápida de alimentar a nuestras plantas, he visto fertilizar con leche, miel, cáscara de huevo molida e incluso con cerveza. Pero si queremos plantas fuertes, saludables y con ese tono de verde increíble sólo una cosa es segura: hay que darles de comer. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
Buenas. Gracias por este aporte Bonsaitigre entre otras cosas porque el libro del autor yo ni idea de cómo bajarlo.... ¿Se puede aumentar el aporte de Nitrógeno de alguna forma? Me refiero a abonos como el Hanagokoro que es bajo en este elemento, si se puede añadir algún otro abono para subir la cantidad de N. Gracias
Mucho tiempo para lograr un buen ejemplar pero cuando lo logras es una satifaccion que no puedes contolar.Es un texto muy alentador muchas gracias
Texto 15 – TRASPLANTE "Si sabemos estar tranquilos y a gusto con los árboles, estos se formarán de modo natural y llegarán a tener un profundo encanto." Isamu Murata El trasplante es una tarea que debe realizarse para mantener la salud de nuestra planta ya que estando en un espacio ****************y no por antojo y siempre que la planta haya tenido un temporada anterior con buen crecimiento y se encuentre saludable al momento del trasplante. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
En cosa de fertilizantes sigo aprendiendo, experimentando y cometiendo errores... pero no se me abria ocurrido ponerme a chelear con mis plantas jajajajaj. Ya tengo pretexto para traerme un 30 al patio jajaja. Gracias por los articulos, la verdad que son de agradecerse.
Texto 16 – ACLAREO Y RAMIFICACION “Al contemplar un árbol, lo podemos admirar por su belleza, pero si llegamos a sentirlo nos produce un bienestar difícil de describir." José Pons Ferrer Cuando la estructura primaria está definida y se tiene más o menos logrado el diseño y forma de la copa de nuestra obra, es el momento de empezar a densificar la cantidad de ramas y para eso hay que avanzar de manera sostenida para lograr el resultado en el menor tiempo posible sin afectar la salud de la planta. Es el momento entonces de podas y pinzados para lograr afinar la ramificación y que estas nuevas ramas sean resultado de brotes que aparecen sobre ramas de años anteriores, lo que llamamos brotar para atrás o brotar de madera vieja. Al momento de la primavera, la planta manda un primer caudal de energía para abrir las yemas, gastando reservas para desarrollar muchas hojas que fortalezcan la planta luego del letargo de invierno. Dejando crecer libremente ese primer despertar hasta fines de primavera cuando casi todas las hojas están maduras y se encuentran elaborando nutrientes para empezar a hacer engordar el tronco y las ramas, tendremos a la planta rebosante de fuerza y energía. Si en ese momento hacemos una poda algo más fuerte que un pinzado, lo que llamamos un aclareo, no drástica pero abriendo el follaje lo suficiente para que la luz y el aire fresco ingresen a la copa de la planta, la planta sentirá esa falta de paneles solares que son las hojas y reaccionará con toda la fuerza emitiendo tantas ramas como pueda y activará esas yemas latentes que están durmiendo sobre la corteza de ramas de años anteriores, densificando la copa. Estas yemas harán ramas cuyos nudos estarán más cerca entre ellos, evitando el estiramiento de las ramas y prometiendo una ramificación más densa para la temporada que viene. Si dejemos crecer y desarrollar las ramas de este segundo golpe de energía, tendremos en invierno la visión de una mayor cantidad de brotes maduros que deberemos elegir, alambrar, posicionar y pinzar para ordenar y aprovechar esta ramificación con vistas a la nueva primavera que se acerca. Si en la primavera siguiente podamos justo cuando la planta está despertando, habrá algunos brotes de madera vieja, pero la respuesta no será tan enérgica ya que parte de lo que se almacenó durante la temporada de verde se usó para fortalecer las raíces. En cambio si la poda de ramificación la hacemos a fines de primavera la planta no engrosará tanto sus ramas, pero podremos tener una mejor ramificación fina que además tendrá impacto sobre las hojas, cuyo número al multiplicarse disminuirá su tamaño. Parte del resultado estará dado por el tipo de sustrato que en esta etapa de ramificación fina debe ser de una granulometría tal que promueva la formación de raíces finas. Esto se logra usando sustratos que además de ser necesariamente drenantes deben tener un grano fino, para evitar que grandes espacios entre las partículas permitan el engrosamiento de las raíces. El abonado también debe ser acorde ya que si utilizamos un producto que aporte mucho nitrógeno se formarán entrenudos más largos, cosa contraria a lo que se busca en esta etapa del desarrollo de nuestro bonsái. Por esto será preferible en esta etapa la aplicación de productos equilibrados, de liberación lenta y bajos en nitrógeno. Este tipo de trabajos requiere que el árbol esté sano y fuerte, por eso la importancia de un buen régimen de fertilizado durante toda la temporada anterior y una buena ubicación, para que el sol sea el suficiente y la planta no haga esfuerzos buscando más luz estirando las ramas y agrandando las hojas. Incluso hay especies tan fuertes como el ombú o la ligustrina que estando bien alimentadas soportan esta práctica dos veces durante la temporada de crecimiento. Manejando dosificadamente esta técnica por sectores, podremos elegir qué rama dejar crecer libremente para que mejore su calibre y llene un espacio vacío y qué parte ir densificando en ramas y follaje. Seguramente esto mantendrá a nuestra planta casi impresentable durante un tiempo o incluso algunas temporadas, pero el resultado será un buen premio a la dedicación. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
Texto 17 – PLAGAS "En bonsái no hay fronteras. La paloma de la paz vuela tanto al palacio, como a la casa más humilde, tanto al joven como al mayor, tanto al rico como al pobre. Así es el espíritu del bonsái". John Yoshio Naka Llega la primavera y en nuestro jardín todo es comenzar de nuevo************** a los cambios y si todos los días hay algo nuevo nunca puede llegar a hacerlo. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
Texto 18 – CUIDADOS ESTACIONALES “Si no sabes qué hacer con tu árbol, cuídalo y deja pasar el tiempo, hasta que sepas qué hacer” Anónimo El esfuerzo que nos requerirá el cuidado de cada planta dependerá de lo adaptada que esté a nuestro clima o de las posibilidades y experiencia que tengamos con la especie. Por eso la recomendación antes de adquirir una planta de una especie que no conocemos es empezar practicando con plantines o arbolitos comprados a bajo precio e ir conociendo antes de avanzar con un árbol con potencial o un bonsái de precio más alto. A esta altura, no es necesario decir de lo importante que es para las plantas que sientan el paso de las distintas estaciones. El frio, la lluvia, el sol y la humedad son parte de la naturaleza de los árboles y nuestros bonsái por más que se vean delicados, son plantas que se mantendrán fuertes en la medida que estén siempre afuera y que nuestro cuidado en maceta reproduzca las condiciones a las que pertenece. Por eso algunas especies necesitan mucha humedad para lucir bien mientras que otras prefieren pasar algo de sed aun en pleno verano; así también es importante el movimiento de aire del exterior y la exposición a lo que para nosotros son las inclemencias del tiempo y que para las plantas es su espacio natural. El paso de las estaciones le marcan al árbol el ritmo al que debe desarrollarse y sin ese compás pueden llegar a debilitarse hasta morir. Y si bien hemos hablado mucho de la importancia de las distintas actividades y tareas en el momento oportuno, y aunque una guía infalible para todas las especies no es posible, veamos qué actividades pueden realizarse en general según la estación que nos toca. Otoño: El ciclo de crecimiento está por terminar y nuestras plantas empiezan a sentir el cambio desde el calor casi constante hacia temperaturas más templadas y agradables al principio, luego definitivamente frías. Especialmente en Buenos Aires donde la humedad y las lluvias no tienen una estación definida, nuestro otoño es un nuevo paso por los climas primaverales y no es raro ver gran cantidad de brotes y en algún caso hasta flores. Este clima es ideal también para la proliferación de plagas así que el fumigado preventivo mensual de productos insecticidas y anti fúngicos a mitad de la dosis recomendada nos sigue acompañando igual que durante las temporadas anteriores. Luego la menor cantidad de horas de luz hacen que las hojas lentamente frenen su actividad pero continúan enviando nutrientes a las raíces, revelándose entonces la presencia de otros compuestos de tonos amarillos rojos y naranja justo antes de desprenderse. El ritmo de crecimiento se va deteniendo y el riego disminuye también, al mismo tiempo los nutrientes van almacenándose en las raíces fortaleciéndolas para la siguiente temporada; por eso el fertilizado puede continuar aunque es preferible bajar la dosis y empezar a usar productos altos en fósforo para un buen rebrote en primavera. En este momento muchas de las semillas ya han madurado y está listas para ser recolectadas y almacenadas envueltas en papel en la parte baja de la heladera. También es buen momento de trabajar sobre la madera muerta, limpiándola y protegiéndola para la próxima temporada. Invierno: El árbol aparentemente está sin actividad, pero bajo el sustrato, los nutrientes están almacenados en las raíces y las preparan para la siguiente temporada; por esto el riego si bien es mucho menor ya que no hay traspiración de agua a través de las hojas y tampoco hay evaporación desde la maceta, las raíces siguen necesitando un mínimo de humedad. El fertilizante que se use estará a disposición de las raíces para que lo aprovechen justo cuando lo requieran, por eso es bueno continuar con el fertilizado. No hay mucho para hacer, y es buena idea aprovechar el tiempo leyendo, buscando materiales y herramientas y observando las plantas sin follaje para ir pensando en los diseños y ubicación de las ramas para que cuando llegue el momento tener un boceto o plan de trabajo más claro. Es ideal aprovechar los bajos precios de los viveros para ir a buscar esas especies que nos interesan o solo ubicarlas para ir a retirarlas cuando sea mejor tiempo y se pueda ver la salud de la planta. Cuidado con las plantas tropicales que las heladas pueden arruinarlas; si no se cuenta con un vivero o espacio cubierto pero abierto - como un quincho -, se puede poner una malla que ataje la escarcha para que no se quemen las hojas y proteger la planta un poco. Ya que las caducas están sin actividad en la parte aérea, es bueno hacer tratamientos de invierno para eliminar ácaros y otros insectos, Para esto hay muchos productos en el mercado y una buena aplicación en la dosis que corresponde nos librará de muchos problemas en la temporada que viene. Ahora faltan 3 meses para la primavera y es hora de iniciar estratificaciones y tratamientos pre-germinativos de las semillas que están almacenadas desde el otoño en la heladera. Primavera: la primavera empieza para nosotros no cuando lo indica el calendario, si no cuando la planta muestra los primeros signos de despertar, cuando las yemas se hinchan. Toda esta energía y vigor permiten realizar casi todas las tareas que en otro momento podrían afectar la salud de la planta. Es ideal para las podas y trasplantes. El alambrado y la creación de madera muerta en nuestros bonsáis completan el cuadro de tareas que hacen de esta estación la más entretenida. La cantidad de arboles en la colección aumenta, no solo por los semilleros que hay que empezar a armar a principios de Septiembre, también es oportunidad de esquejes, acodos a mediados de Octubre, recuperaciones, compras en viveros y hasta intercambio con otros aficionados. Con los semilleros hay que tener cuidado por las ultimas heladas que pueden llegar a matar los plantines y después en Noviembre podemos separarlos a macetas más grandes. Los ejemplares deben ser cuidados ya que el cambio definitivo de clima es anunciado con temporales de mucho viento que nos pueden tirar una maceta y es buena idea atarlas a la base que las sostiene. El fertilizado pasa ahora de alto en fosforo a alto en nitrógeno, especialmente si nuestra planta está en desarrollo. Si la planta está fuerte, hacia finales de la primavera con las hojas y ramas nuevas maduras podemos hacer aclareo y ramificación, aprovechando también de revisar que el alambre no se clave en las especies más vigorosas y limpiar macetas para que las plantas se luzcan ahora que recibiremos visitas y amigos en las fiestas de fin de año. El calor y la temperatura también son ayuda para los insectos y un régimen mensual de fumigación contra hongos e insectos nos evitará sorpresas. Las tropicales agradecerán ser trasplantadas también pero a finales de primavera. Verano: ya han pasado los nuevos brotes y las flores, ahora el placer está en la cantidad de frutos madurando en esas plantas bien abonadas y el follaje con el tono justo de cada especie. Nuestro trabajo de tratamientos preventivos y riegos oportunos nos dejan ver el jardín lleno de vida: nuestra macetas seguramente han juntado algunos yuyos y en Febrero muchas plantas se ven nuevamente despeinadas con el crecimiento y se pueden hacer podas suaves, y pinzados. Seguiremos con el régimen de abonado y fumigado, revisando y buscando caracoles, hormigas y los ácaros que no serán problema si los mantenemos a raya. Llegan las vacaciones y lo mejor es contar con un sistema de riego automático o alguien que nos pueda regar las plantas; el dejarlas adentro cubiertas de agua solo las matará. Los calores arrecian y será necesario regar hasta dos veces por día en las semanas más sofocantes. Luego las temperaturas se van haciendo más agradables y acercándose nuevamente el otoño volveremos a ubicar los arboles de la calle de donde tomaremos nuevas semillas para hacer plantines para practicar, para regalar y para sentir el ritmo de la naturaleza y sus estaciones a través de nuestras plantas. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com