Texto 19 – VOCABULARIO “Maceta grande rama grande, maceta chica rama chica” Wu Hsiao Feng Como principiante muchas veces nos pasa que hacemos una consulta sobre un plantín con el que estamos empezando y quien nos contesta puede creer que conocemos los términos del hobbie y nos dá una respuesta del tipo “…si querés hacer un shohin tipo moyogi para mejorar el nebari te conviene hacer una poda y el tachiagari te va a quedar mejor proporcionado si le haces un jin con esta rama …”. Japonés básico, de eso se trata este capítulo. Tamaños Shito: bonsái no mayor a 5 cm de altura Mame: bonsái de 5 a 15 cm de altura Shohin: bonsái de 15 a 21 cm de altura Komono: bonsái de 21 a 40 cm de altura Chumono: bonsái de 40 a 80 cm de altura Omono: bonsái de más de 80 cm de altura Estilos Bankan: Estilo con el tronco retorcido. Bunjinji: Estilo que simula la caligrafía oriental Chokkan: Estilo vertical formal de tronco recto Fukinagashi: Estilo Azotado por el viento Han Kengai: Estilo Semi-cascada Hokidachi: Estilo de escoba Ishitzuki: Estilo de raíces dentro de la roca Kengai: Estilo Cascada Moyogi: Estilo vertical informal Neagari: Estilo Raíces expuestas Sekijoju: Estilo raíces sobre roca. Shakan: Estilo de tronco inclinado Tanuki: Estilo de adición de un árbol vivo a un tronco muerto Yose-ue: Estilo bosque Partes Ichi-no-eda: Primera rama o rama más baja. Jin: Parte descortezada del ápice o rama Nebari: Base del árbol con raíces expuestas. Saba-miki: Tronco vaciado o partido. Shari: Parte de tronco descortezada Tachiagari: Tramo del tronco entre las raíces y la primer rama. Otros Hibai: Maceta de entrenamiento Suiseki: Piedras que sugieren algo por su forma Wabi Sabi: La belleza de lo natural y la intervención del hombre en equilibrio por el paso del tiempo. Yamadori: Arbol recolectado de la naturaleza. Podríamos seguir hasta aprender el idioma completo, pero para conocer los términos más usados en el ambiente es suficiente. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
te felicito por el tiempo que empleas en enseñarnos y orientarnos en este mundo del bonsai a todos los que empezamos en este bello arte. felicidades y un cordial saludo
Texto 20 – SEMILLAS "La belleza no está en la forma exterior, sino en el significado que ella expresa". Suzuki Daisetsu En las etapas iniciales del aficionado a bonsái una de las cosas más comunes es querer aumentar la cantidad de especies en la colección y para iniciar el trabajo con una especie nueva es recomendable empezar con algo chico de bajo costo para practicar y aprender sobre el riego, el sustrato que prefiere la especie, si le gusta mucho el sol y si sufre muchas enfermedades. Este material barato a veces es difícil de conseguir y una manera es prepararlo uno mismo a partir de semillas. La mayoría de las semillas maduran en otoño pero recién se ponen a germinar en primavera y para que no pierda su poder germinativo el almacenamiento apropiado en la heladera toma importancia. Para todas las semillas lo mejor es guardarlas envueltas en papel dentro de un tupper en la heladera ahí donde van las verduras, esos 5°C aprox que mantienen a la acelga sin que el frio la queme es también ideal para nuestras semillas; en general el cajoncito del living cerca de la estufa es el peor lugar. Ya dijimos que perfectamente se puede empezar un bonsái desde semilla y si la idea es aprender los cuidados básicos de la especie es muy válido y si se tiene tiempo, para especies como el ombú o el palo borracho, incluso el olmo creciendo en el suelo luego de un par de años se tiene buen material para trabajar. También dijimos que se venden semillas especiales para bonsái y que tal cosa es mentira, no existen semillas especiales para bonsái. Y como las semillas tienen un tiempo de vida útil es difícil encontrar semillas en el comercio, entonces lo mejor es ir a buscarlas por uno mismo, semillas que además nos servirán para intercambiar con otros aficionados. Para recolectar semillas hay que tener presente siempre la especie, hay semillas que son tóxicas como las de la cica; semillas que son urticantes, como las del brachychiton; semillas con una viabilidad de tan solo algunos días, como las de los olmos y semillas que nunca germinaran si no vienen de una hembra fecundada: hay especies de plantas en las que el sexo esta en individuos por separado. Todos sabemos que en general las flores tienen una parte masculina y otra femenina en un mismo conjunto y que la intervención de los insectos promueve la polinización, pero también hay especies de plantas como el ginkgo donde el árbol es macho o hembra y para que las semillas de la hembra sean viables tiene que haber un macho cerca para polinizar. Si las semillas son grandes como las cicas o si necesitan estratificación como el ginkgo, se abre la semilla al medio y si hay un brotecito en el interior, ese es el embrión fecundado, si no hay nada, nada germinará de ahí por más tratamiento que se haga. Otra manera con semillas de rápida germinación como el caso del ombú es hacer una prueba de viabilidad: se ponen a germinar algunas semillas del montón y si germinan el resto también lo hará y las almacenaremos hasta el momento más oportuno para que el clima no nos arruine el semillero. La semilla es un cúmulo de nutrientes rodeando un embrión esperando las condiciones aptas para germinar, pero antes de eso algunas especies le dan tarea a sus semillas. Mientras que las más sencillas solo requieren humedad, muchas otras semillas rodeadas de un fruto comestible necesitan ser digeridas antes de poder germinar, esto es para que la especie se extienda en el territorio a través de aves y animales, pasa con la aceituna, con el tala y un montón de otras semillas de “hueso duro”. Otras especies cuyos plantines son sensibles al frio, obligan a la semilla a no germinar hasta luego de haber sentido frio, la semilla madura en otoño, siente el frio de invierno y germina después que hayan pasado las heladas que hubieran matado al plantin. La variedad y combinación de tratamientos necesarios para mejorar el rinde o lograr la germinación de las semillas hace que cuando llega este material a nuestras manos tengamos que investigar cuáles son los tratamientos pre-germinativos que necesita. Veamos de qué se tratan cada uno de estos tratamientos Remojo: dejar la semilla en remojo a temperatura ambiente es el pre-tratamiento más sencillo y no requiere más que un vaso de agua potable para que la semilla se hinche como primera muestra de iniciar su proceso germinativo. Algunas especies de zonas cálidas prefieren que el remojo sea a temperatura y esto se hace preparando agua a unos 60°C, casi como para mate y dejar las semillas ahí y que se vaya enfriando naturalmente. El remojo puede variar en duración entre 24 y 48 hs, y en general las semillas viables, que son las que van a germinar, terminan hundiéndose luego de la hidratación; si la semilla flota entonces hay un bicho adentro, o la flor no fue polinizada, o la planta paso un calor muy fuerte y la semilla de deshidrató antes de madurar, esto último pasa mucho con los acer buergerianum y hay que verificar que haya una lentejita dentro de la cabeza de la semilla: de un montón de semillas se revisan 10 y si se verifica que 8 son buenas entonces aproximadamente el 80% de las restantes también lo serán; si la viabilidad es menor al 50% entonces hay que buscar otro árbol de donde recolectar. Hay pocos casos de semillas viables flotantes y son especies que viven sobre ríos; en nuestra zona el ceibo hace eso y las semillas buenas son las que flotan así el rio las lleva y dispersa la especie. Una especie nuestra que mejora el rinde de germinación con un remojo a temperatura es el espinillo. Estratificación: es el un proceso que replica el paso del invierno. Para una estratificación seca las semillas se dejan envueltas en papel en la parte baja de la heladera, ahí donde van las verduras y el proceso por lo general demora entre 2 y 3 meses, es lo mismo que el método de almacenamiento. Luego de eso las semillas se remojan y se llevan a maceta; asi se aumenta el rinde de las semillas de liquidámbar. La estratificación húmeda es lo mismo, pero dejando las semillas revueltas con turba, o musgo, o papel, o tiras de tela o directamente minileca manteniendo una alta humedad pero de manera que no quede agua dentro de la bolsa o tupper en la que vamos a almacenar nuestras semillas. Hay que contar que la estratificación termine justo en el momento apropiado para un buen clima de germinación, si empezamos el proceso en abril, estarán listas en julio, cuando más frio hace y a menos que tengamos un vivero, alguna helada matara nuestros plantines. Si empezamos la estratificación en agosto las semillas estarán listas en noviembre y el calor puede sofocar a los delicados germinados. Si la germinación de las semillas que recolectamos necesita de una estratificación previa y no la hacemos, sembrando las semillas y las manteniéndolas húmedas lograremos muy pocos o ningún germinado. La bolsa donde se haga el proceso hay que revisarla y renovar el aire semanalmente, viendo que no aparezcan hongos y cuando se acerca la fecha es muy posible que encontremos germinados aún en la heladera, eso es aviso de llevar las restantes a una maceta. Todos los arces y los pinos necesitan estratificación húmeda. Escarificación: cuando una semilla pasa por el tracto digestivo de un animal los jugos gástricos atacan la cobertura de la semilla, la atraviesan y matan al embrión; pero si la cobertura es suficientemente dura, solo queda debilitada de manera que la humedad pueda ingresar e iniciar la germinación una vez que sale del cuerpo del animal. Por eso los talas y lugustrinas crecen en el campo debajo de los alambrados que visitan las aves. Pero como es muy difícil hacerle tragar al canario de la abuela las semillas recolectadas, se hace una herida sobre la cobertura de la semilla, con un cuchillo o con una lima, tratando de no dañar demasiado lo que serán los cotiledones y evitando tocar el embrión que se adivina por el lugar donde sale la raíz. Las semillas de granado y las acacias en general requieren escarificación. Luego que nuestra semilla fue tratada, hay que llevarla a la maceta, una maceta chica con sustrato drenante ubicada en lugar iluminado pero sin sol directo es lo ideal. Un detalle importante es la profundidad a la que quedarán en el sustrato: como regla general, la semilla va a una profundidad de 1 o 2 veces su propio tamaño; las semillas de ombú se desparraman y se les tira un poquito de sustrato arriba y las bellotas del roble del vecino quedarán acostadas a uno o dos centímetros de la superficie. En todo caso hay que mantener la humedad y para eso un film de plástico de cocina bastará y lo retiraremos cuando los germinados empiecen a despertar. Las plántulas son tan delicadas que pueden perderse por el ataque de hongos que forman parte del sustrato y que normalmente no afectan a una planta ya establecida. Así se pueden perder semilleros completos y se conoce como “damping-off” o “mal del semillero”, las plantitas van bárbaro hasta que de repente se pudre la base del tallo, se dobla y se muere. Por esto es recomendable usar fungicidas de amplio espectro sobre el sustrato antes de sembrar y sobre las plántulas una vez que levantan cabeza. También hay que tener cuidado de todo tipo de insectos. En los plantines no hay mucho por hacer entrenándolos como bonsái desde tan pequeños, y cualquier trasplante o poda solo los matara o retrasará su desarrollo, hay que dejarlos crecer libremente y al año siguiente podremos alambrar el tronquito para ir dando algo de curvas a la silueta. Pero si el germinado tiene solo cuatro hojas verdaderas y además aun mantiene los cotiledones es posible hacer una eliminación de la raíz pivotante, esa larga que deja anclado el plantín al suelo, de manera que queden solo las primeras raíces que salen hacia los costados. Así ya estamos formando desde un principio un nebari radial y plano; después nada más que agua, sol y los fertilizantes que requiera la especie. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
Texto 21 – ESQUEJES "Hacer bonsái consiste en aprovechar el aspecto de naturalidad y vejez de cada árbol, combinando el movimiento con el equilibrio y la armonía con la variedad." Kurihara Masayuki Las podas de los árboles de los vecinos del barrio son una invitación a buscar formas interesantes, y............................................. pero en general no esquejan salvo mucha experiencia y cuidados especiales. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
gracias ya tengo una idea mas firme de como hacer esquejes,yo los hacia todos parejos palo tierno y palo grueso saludos
Texto 22 – ACODOS “Hay que dejar espacio entre las ramas del árbol, para que los pájaros vuelen a través de él” John Yoshio Naka Para esa especie difícil de esquejar o para enraizar esa rama del olmo del patio de la abuela sin correr los riesgos de un esqueje deshidratándose existe la alternativa del acodo aéreo que con un mínimo de práctica pasará a ser la estrategia preferida para obtener material de trabajo. Explicado sencillamente, el funcionamiento del árbol es el siguiente: las raíces mandan agua y nutrientes en bruto a las hojas; las hojas los transforman y los envían de nuevo a las raíces para formar más raíces que podrán sostener más hojas nuevas. Por otro lado, una rama está compuesta por varias capas, de afuera hacia adentro son: la corteza, que protege del ingreso de enfermedades; el cambium compuesto por el floema que baja nutrientes elaborados desde las hojas hasta las raíces y por el xilema que sube nutrientes en bruto desde las raíces a las hojas. La albura viene después y es más dura y tiene poca actividad pero por la cual siguen subiendo nutrientes desde las raíces y en el centro el duramen, que no cumple ninguna actividad fisiológica y que sirve de soporte estructural del árbol. Así, la savia tiene dos direcciones, hacia arriba y hacia abajo a través de las dos capas que componen el cambium. Si el camino del cambium se ve interrumpido, algo de nutrientes pueden seguir subiendo hasta las hojas a través de la albura pero el resultado de la transformación en las hojas “se acumulará” sobre la parte superior de la interrupción y si le damos humedad, oxígeno y oscuridad, podrán crecer nuevas raíces usando estos nutrientes diseñados para la formación de raíces. De esta manera un acodo aéreo funciona igual que un esqueje, con la ventaja de seguir recibiendo nutrientes y agua en cantidad como para sostener el follaje al mismo tiempo que se forman nuevas raíces. La condición necesaria será entonces que el follaje esté maduro y trabajando, es decir que el momento ideal para esta técnica es a partir de mediados de primavera, ya con hojas maduras en la rama a acodar y hasta fines de verano, de manera que haya tiempo para desarrollar raíces antes del invierno. En caso de hacerlo a mediados de otoño, el acodo permanecerá en la planta madre hasta después del primer flujo fuerte de primavera para que el nuevo movimiento de savia termine de formar un buen cepellón de raíces que sustente al acodo una vez separado de la planta madre. La técnica se realiza extrayendo un anillo de corteza justo debajo de donde deseamos que aparezcan las nuevas raíces. Conviene primero limpiar un poco el lugar para evitar pudriciones por los hongos que pudieran haber y cortar con un cuchillo de filo liso (no tipo serrucho) enterrando el filo hasta la parte dura para asegurarnos de llegar hasta la albura para retirar todo el cambium que es ese tejido carnoso y verde justo debajo de la corteza y que puede tener entre 1 y 5 mm de espesor. El anillo retirado debe tener una altura sobre la rama igual al ancho de la rama o el doble. Si el anillo retirado es muy fino existe la posibilidad de que el cambium al formar el callo por el que saldrán nuevas raíces toque la otra parte y se puentee la interrupción y el acodo no prospere. Después conviene raspar con el filo en el lugar del anillo retirado para asegurarnos que no haya quedado nada de cambium ya que esta es la razón por la que fallan muchos acodos. Finalmente se humedecen un par centímetros sobre el corte superior y se aplican hormonas enraizantes para ayudar al resultado y se pone sustrato sobre la zona. Como siempre, es importante el detalle de trabajar teniendo las herramientas afiladas y limpias y todos los materiales a mano para no demorar innecesariamente a mitad de la operación. Hay dos maneras sencillas de sostener el sustrato para las nuevas raíces. Armando un caramelo: se toma un pedazo bolsa plástica y se envuelve atándola con cinta, alambre o hilo desde un poco más debajo del anillo extraído y hacia arriba, de manera de poder poner una cantidad de sustrato adentro para que las raíces crezcan ahí. Sin que quede muy presionado se cierra el paquete envolviendo el plástico ahora un poco más arriba del anillo y también se ata. Conviene que el plástico sea transparente para poder ir espiando el momento en que salgan suficientes raíces y para que el sol no las lastime se arma una nueva cobertura con un plástico negro y que quede fácil de retirar para hacer los controles. Una vez esto, se riega con la ayuda de una jeringa y para evitar que quede todo encharcado y lleno de agua se pueden hacer algunos agujeritos chicos pinchando con la misma aguja en la parte baja del caramelo. Se hacen revisiones semanales para ver si es necesario volver a regar con la jeringa. Maceta aérea: a una maceta se le agranda el agujero del centro de manera que quede justo el diámetro de la rama a acodar y si fuera necesario se hacen nuevos agujeros de drenaje por el perímetro de la base. Se abre con un corte la maceta por un costado para ponerla en la rama y se ata para que quede firme en su lugar. Luego se llena de sustrato y se riega normalmente como cualquier maceta. Según la especie el acodo demora entre 3 semanas y 4 meses hasta que forma un buen manojo de raíces radiales desde el tronco. Para retirar el acodo cortamos debajo del caramelo o maceta y una vez que despejamos el sustrato y vemos las raíces eliminamos la parte baja formando la base del tronco del nuevo árbol. Esta tarea debe hacerse con cuidado para dañar la menor cantidad de raíces. Una vez que se retira hay que eliminar también un poco de follaje ya que las raíces no serán suficientes para toda la masa de verde y como se la considera una planta en recuperación, hay que cuidarla dejándola en lugar iluminado pero sin sol directo y cuidando de no excedernos con el riego, nada o muy poco de abono hasta que se termine de recuperar y en cuanto los tallos nuevos empiecen a crecer podremos llevar nuestro nuevo arbolito a una situación más soleada si la especie lo requiere. El acodo recién retirado debe quedar afirmado usando tutores o sujetado con alambre a la base de la maceta para evitar movimientos que rompan las nuevas raíces. Tampoco podremos empezar a trabajarlo sino hasta la temporada siguiente ya que no está lo suficientemente fuerte como para resistir podas, trasplantes ni alambrados, hay que dejar que se establezca bien y gane fuerza. Esta técnica nos permitirá bajar la altura de arboles que tengan troncos poco interesantes y muy rectos hasta la ramificación primaria; podemos renovar el nebari completo o quizás separar de un árbol esa parte que tiene buen movimiento y proporciones que ayudan a un diseño. Salvo excepciones, mucha experiencia, dedicación y cuidados especiales no es posible el acodo de pinos, que no deben confundirse con los juníperos que son de otra familia. Una técnica alternativa es el uso de un torniquete de alambre para que lentamente el crecimiento de la rama al engordar provoque una interrupción en el cambium, pero esto es aplicable solo a especies que no toleren la extracción de un anillo de cambium. Otras especies más vigorosas se “tragan” el alambre y puentean la interrupción. Ahora si…vas a andar caminando por las veredas mirando para arriba buscando formas interesantes entre las ramas de los arboles, el problema va a ser no solo obtener el permiso para acodar, primero hay que llegar hasta allá arriba y después regar. Aun sabiendo que es inútil solo pensarlo, me he lastimado los tobillos varias veces caminando por las veredas rotas de tanto mirar para arriba. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
Jaa yo también camino embobado mirando las ramas de los árboles, creo que nos sucede a todos los bonsaiadictos!!!
hola,dicen que el bonsai es un pasatiempo tranquilo me ropi el dedo yendo a recolectar abono para mis arboles jajaja,ni en la caza ni en la pesca me habia pasado nada
Texto 23 – YAMADORI “El que aprende y aprende y no practica lo que sabe, es como el que ara y ara y no siembra” Platón Si bien este tema es polémico respecto de si debe o no hacerse, al final la gran mayoría de los aficionados lo que más quiere hacer es ir de “cacería” al campo por ejemplares que pueden servir para prácticas y con un poco de suerte encontrar material con potencial. Veamos algunas ideas para que esa cacería termine en una buena recuperación y no en la pérdida de una planta de valor. Yamadori significa “tomar de la montaña”, muchas veces se dice “recuperar” como si la planta estuviese en peligro y esto será cierto cuando se trate de un terreno que van a limpiar para construcciones o rutas. Pero está claro que un árbol centenario, todo retorcido y colgando de una roca en la montaña está a su gusto si ha permanecido ahí por tantos años y el ir a recuperarlo será someterlo a un estrés que puede costarle la vida a un maravilloso sobreviviente de la naturaleza por el único gusto de tenerlo como parte de nuestra colección. Por esto es importante conocer las técnicas de recuperación para que una obra de arte natural no termine en intento fallido como parte del proceso de aprendizaje. Si encontramos un tala hermoso y no conocemos las técnicas para garantizar que sobreviva luego de las operaciones de extracción y traslado, es preferible sacar uno mucho más joven e ir practicando todo lo que no sabemos; el tala seguro nos va a esperar un año más. A la hora de buscar material de trabajo yamadori, la naturaleza no solo nos ofrecerá plantines para practicar. También veremos formas increíblemente originales por causa de accidentes naturales, animales que se alimentaron, insectos que la habitaron y mil cosas más que no pueden lograrse solo con tiempo de cultivo. Por el contrario, en nuestros jardines evitamos cualquier cosa que afecte el “normal” desarrollo mientras que en la naturaleza las especies son sometidas a constantes desafíos de superviviencia que dejan marcas que dan carácter y belleza a los ejemplares. Si ya contamos con el conocimiento necesario para el cuidado posterior, una de las primeras cosas a considerar para extraer una planta de la naturaleza es si el momento es el indicado según la especie. Una caduca deberá ser levantada del suelo entre fines de invierno y principio de primavera y una especie siempre verde preferirá una primavera avanzada; por otro lado el ficus que la abuela quiere sacar del patio y que nos prometió reservar para que lo trabajemos podremos sacarlo recién a principios de verano. Eso también es yamadori; y el arbolito que creció en el baldio de la cuadra y el container del vecino con plantas sacadas haciendo lugar para la pileta nueva. Estamos frente al lugar que vamos a recorrer; somos varios aficionados y todos queremos el mejor que podamos encontrar. La búsqueda se inica por el perfil aéreo, un tronco añoso con movimiento y conicidad a través de las ramas; luego hay que adivinar una estructura primaria, si hay muchas ramas seguro hay un buen diseño escondido ahí. Pero como un bonsái se empieza a admirar desde la base hay que ver si el posible nebari es prometedor: con un rastrillo de mano separamos los yuyos de la base y levantamos un poco de sustrato para ver si las raíces están dispuestas de manera que sean propicias con lo que definimos adelantadamente como el frente según lo que hayamos visto en la parte de arriba. Si encontramos todo, ésa es una planta con buen potencial para trabajar como bonsái: le hacemos una marca aérea con una cinta de color y seguimos buscando para quedarnos con el mejor ejemplar que podamos encontrar al terminar de revisar la zona. No vale sacar un arbolito y luego dejarlo abandonado por otro mejor. Si el terreno y la especie permiten raíces superficiales como el caso de las ligustrinas, moreras, talas, ombúes y celtis en los nutritivos suelos pampeanos, la extracción es bastante sencilla: se hace una zanja alrededor de la planta asegurándonos de no dañar lo que en el futuro puede ser el nebari a exibir y luego con la pala cortamos las raíces de la parte baja, sacando un buen terrón de raíces. Es ideal si hubieran pasado unos días desde la última lluvia para que ese terrón no se desarme ya que de otro modo puede soltarse entero rompiendo y descubriendo todas las raíces mas finas y esto puede complicar la recuperación. Pero si la especie desarrolla sus raíces en la profundidad como es el caso de los espinillos o si el suelo es rocoso, extraer la planta será un poco más complicado. En este caso lo que conviene es hacer una suerte de acodo un poco más abajo del nivel del suelo para que la planta desarrolle raíces radiales y sin recortar nada en la parte aérea, dejarla marcada en un mapa hasta el año que viene, esa es la mejor manera de lograr una recuperación exitosa con esas condiciones. Una vez extraida la planta equilibramos eliminando algo de la parte aérea que no sea de utilidad para el diseño, sin recortar muy justo ya que es mejor que quede algo de más por si la idea se modifica un poco y se sellan con cicatrizante todas las heridas. Se mete el terrón en una bolsa, se rocia un poco de agua de ser necesario y se ajusta todo de manera que no se desarme durante el viaje. Si la plana va a quedar un rato esperando a iniciar el viaje a casa y hace calor, conviene rociar la masa verde con agua y cubrirla con un plástico o al menos dejarla a la sombra para que no se deshidrate por demás. Al llegar a casa el tratamiento dependerá de las especie, si es caduca se podrán lavar las raíces con agua a presión y cambiar por completo el sustrato usando algo de grano medio como reemplazo, si es una conífera habrá que dejar algo del sustrato original mezclado con el nuevo para no perder muchas micorrizas y tampoco se podrán recortar muy fuerte las raíces. También podemos hacer alguna herida superficial poniendo algo de hormonas para lograr alguna raíz nueva mejor ubicada y recortar un poco lo que sobre. La maceta será amplia y la planta deberá quedar bien firme, atándola al fondo o usando tutores para inmovilizarla. Así, se irá a un lugar iluminado pero sin sol directo, con cuidado de no excederse con el riego y poco o nada de abono hasta que demuestre haberse recuperado y recién después ira paulatinamente a su ubicación definitiva; quizás el angulo de plantado tampoco sea ideal, pero primero que se recupere, que gane fuerzas nuevamente y el próximo año podremos empezar a entrenar nuestro yamadori; mientras tanto, lo dejaremos que se establezca con tranquilidad y sin tocarlo. Hay productos comerciales que ofrecen ayuda ante el shock sufrido por la planta y si bien son buenos, son solo eso, una ayuda, no garantizan el resultado y la supervivencia de la planta será por una suma de condiciones relacionadas con el cambio de situación de la planta y el cuidado correcto que le brindemos en la época del año que corresponda. Entonces salimos al campo, pedimos permiso y explicamos al encargado o dueño qué es lo que queremos hacer y si ofrecemos una tarta o un vino como amable agradecimiento podremos hacer nuestra excursión con tranquilidad y repertirla en otro momento. El campo está lleno de arbolitos y queremos el mejor o los dos mejores, dejemos el resto para nuestros compañeros y para la naturaleza y devolvamos el favor al ambiente llevando entre las herramientas y los refrescos algunos plantines de especies autóctonas y no invasivas para dejar en el lugar donde sacamos nuestro yamadori. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
Texto 24 – OBSERVACIONES UTILES El bonsai es para hoy; disfrute la experiencia; o todavía mejor ¡experimente el disfrute! Dan Barton Creo que en un tiempo relativamente corto es posible alcanzar un nivel de desarrollo al menos interesante en una planta. La clave es dar los pasos correctos y para eso es importante evitar errores que retrasen nuestro trabajo sobre el arbolito. Estos son parte de los errores más comunes y algunas observaciones útiles que nacieron de la experiencia de gente que, sin un talento especial o un conocimiento muy profundo, ha logrado llegar a resultados interesantes. - Adquirir buen material de trabajo y tomar los pasos correctos en el desarrollo es fundamental. He tenido la oportunidad de ver muchas plantas con pocos años de trabajo luciéndose muy bien en exposiciones y también he visto otras plantas que han estado en entrenamiento durante muchos años sin llegar a ser algo “avanzado”; es muy largo el trabajo si se parte de un plantin o de una planta con mpoco que ofrecer para un buen diseño. - No trasplantar inmediatamente a una maceta pequeña. Poner un esqueje enraizado o una pequeña planta directamente a una maceta de bonsái asegura sólo una cosa: crecimiento lento. Creo que este error nace en la idea de que un bonsái siempre fue cultivado en esa maceta pequeña y que crece lento pero un bonsái “en entrenamiento” no crece lento y tampoco lo hace en esa maceta. El desarrollo del tronco y las ramas necesita un crecimiento vigoroso; para eso una maceta de buen tamaño o el cultivo directamente en el suelo es lo mejor. - No aplicar técnicas de refinamiento en plantas que no lo requieren. No tiene sentido defoliar buscando la reducción de hojas cuando aun no se tiene armada la ramificación; la reducción de hojas es una técnica sencilla, pero no por eso es aplicable a un plantón de vivero. - Evitar malas prácticas de cultivo. El riego, el régimen de abonado, la ubicación de la planta y su respuesta a nuestro clima son de gran impacto en la manera en que se desarrolla la planta. - Manos inquietas. Uno observa y estudia su planta a diario y es muy común, incluso para aficionados más experimentados, encontrar pequeños detalles cada vez. El principiante muchas veces cae en el error de querer corregir esos detalles apenas los encuentra. Un día alambra una rama y la inclina, al día siguiente vió que el ángulo no era el mejor y la inclina un poco más, al otro día decide que la ubicación original era mejor, entonces vuelve a corregir; al día siguiente la rama se seca. Siento que muchas veces el exceso de cuidado mata más plantas que el no saber tratarlas. - Tener muchas plantas. Esto resuelve además el problema de las manos inquietas ya que es difícil ocuparse de muchas plantas a menos que tenga mucho tiempo libre para tratarlas. Si se mueren (ojalá que no) o se arruinan dos plantas de un total de diez en el jardín, aun quedan ocho que se beneficiarán de lo aprendido. Si de dos plantas se arruinan las dos, hay que empezar todo de nuevo perdiendo tiempo en el proceso. Incluso si uno quiere una colección de cinco plantas de calidad, hay muy pocas posibilidades que las cinco plantas con las que se empezó lleguen a serlo porque en el camino encontraremos que algunas no son tan buen material de trabajo. Por poner un caso extremo, si trabajáramos un total de cincuenta plantas con el paso del tiempo tendríamos unas cinco plantas de las que nos sentiríamos muy orgullosos y más de una en condiciones de participar en una muestra, pero no las cincuenta originales. - Comenzar con plantas fáciles. Aquellas plantas que crecen y se desarrollan vigorosamente permiten ir aprendiendo a un buen ritmo sin llegar a la frustración por errores básicos o por lo menos los superan de manera más sencilla. No es fácil aprender bonsái con especies exóticas. - Comprar alguna planta con cierto avance, también se aprende a partir del trabajo de otros. Además es muy útil ir haciendo y aprendiendo algunas técnicas avanzadas para cuando necesites refinar tus propios trabajos. - Aprender a comprar plantas grandes. Vas a encontrar que la mejor y más rápida manera de lograr un bonsái con un buen tronco es empezando con árboles que ya tienen un buen tronco. Buscá plantas que tengan potencial pero si incluso no hay algo interesante, de todas maneras se ahorrará tiempo y además un buen tronco siempre se ve mejor en cualquier etapa de desarrollo. Algo que buscar es el movimiento y la conicidad del tronco, el resto crecerá luego. - Fertilizar. Probablemente este sea el descuido más fácil de evitar. Probá distintos fertilizantes según sean tus posibilidades, tanto por la disponibilidad, el precio, forma de aplicación y los resultados hasta que encuentres lo que mejor se ajusta a vos y a tus plantas. - Leer todo lo que puedas encontrar respecto del estilo, técnica y posibilidades de aplicación en la especie que estás trabajando. La mejor manera de aprender es haciendo, pero siempre antes de hacer es bueno leer y consultar, así se tiene una idea de la técnica y del resultado esperable. Es muy importante saber de antemano si lo que se quiere practicar se ajusta a las posibilidades y a la estética de la planta. - Buscá un grupo, un taller o lugares donde aprender a través de la práctica con la guía de un aficionado más experimentado. Se puede aprender mucho a través del trabajo de otros, y casi siempre los aficionados están abiertos a entregar algún comentario y a compartir el conocimiento. - Respecto del diseño, la mayoría de nosotros con nuestros primeros intentos piensa en algo artístico y difícil. Mientras algunos aficionados tienen aptitudes artísticas, muchos otros no. Tu bonsái es resultado de tu trabajo; otros lo criticarán y lo juzgarán. Con esto en mente es más sencillo afrontar la tarea de trabajar un árbol, sería más fácil olvidarse del diseño artístico, pero eso es peor aun. - Dejá que el árbol haga la mayor parte del trabajo. Asumiendo que el material es de buen tamaño y tiene potencial, casi siempre el diseño surge mientras se observa el árbol. No se puede imponer un estilo e intentar transformar un árbol en algo que no quiere ser. La cualidad personal más importante es la perseverancia; si te vas a rendir cuando se rompa una rama entonces nunca vas a hacer un buen bonsái. Si trabajás un árbol y no te gusta del todo, buscá otro hasta que encuentres ese que sí te guste. Durante el proceso de formación y mientras uno va logrando hacer aquello que se propuso, se va viendo el progreso de una planta y aprendiendo de ella y aunque esa planta nunca llegue a una exposición eso también es hacer bonsái. www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
Hola Buena base para el que se inicia en este arte, incluso para los que llevamos algun tiempo en esto pues a veces olvidamos lo mas basico y es bueno que alguien nos lo recuerde. Un saludo
Texto 25 – CIERRE “Sólo lo que se hace con tiempo, perdura en el tiempo” Anónimo Mientras estudiaba sentí la necesidad de encontrar un entretenimiento que requiera de toda mi concentración, de manera de dejar por un momento las cosas diarias de lado al final de un día; una especie de terapia. Por casualidad encontré un libro de bonsái, y decidí iniciarme en el hobbie. Desgraciadamente la primera planta con la que practiqué se perdió, y cada vez que mi madre me ve trabajando algún arbolito me recuerda aquél ficus que murió. Pero lejos de desalentarme con ese primer fracaso, logré aprender del error y no he vuelto a perder plantas salvo casos en los que las recibía ya muy y débiles. Los errores, algunos terribles y otros fatales son parte del aprendizaje. No dejes que tus errores detengan el interés en aprender. Los únicos que nunca han cometido un error en la formación de un bonsai son los que nunca formaron un bonsái. Al principio crei que era una afición cara y difícil. Y lo caro depende de cada uno ya que casi todas las herramientas específicas son sustituibles de alguna manera. Y por lo difícil eso tampoco es cierto porque nada es difícil en la medida que uno va conociendo y practicando; y ese ejercicio de aprender es empujado por el placer que nos entregan las plantas y las satisfacciones por los resultados luego de algún trabajo de formación o mantenimiento de nuestro bonsái. En bonsái, uno no debe buscar la perfección, las reglas son en realidad guías, pautas para lograr una estética que se aproxima a la naturaleza. Pero a veces la búsqueda se esa perfección nos aleja de lo natural, de lo creíble; si se respetaran todas las reglas todos los bonsái serían iguales. Además debemos entender que tratándose de seres vivos en constante crecimiento y transformación, la formación de un bonsái nunca termina y el cultivo como bonsái nos hace responsables de esa planta, de ese ser vivo que merece cuidado y respeto. El camino del aprendizaje a veces puede parecernos largo, pero aquellos a los que llamamos maestros también fueron novatos y en alguna medida lo siguen siendo ya que siempre hay cosas por aprender y al final, el mejor maestro termina siendo el que te enseña alguna técnica o nos comparte su experiencia. A la hora de aprender hay muchas fuentes de información y muchas personas, cada una con su propia experiencia y punto de vista que pueden llegar a ser contradictorios y a veces lo que funcionó para uno por práctica o por casualidad no es estrictamente lo esperable ya que la cantidad de factores que afectan un resultado es muy grande. La mejor manera es aprender lo básico y formar esa intuición que luego podemos constatar con la observación y la práctica; pronto uno se dá cuenta de qué técnicas y qué especies podemos cultivar según nuestros conocimientos, experiencia y posibilidades de cuidado. Mientras estés dispuesto a aceptar las observaciones y críticas constructivas de otros aficionados podrás avanzar reconociendo y corrigiendo los defectos de tus plantas y vas a llegar a ser tu propio crítico mientras avanzas en el camino. Quizás al final tu planta nunca sea parte de una exposisón entre otras obras de grandes maestros; pero mientras te guste y te entretenga será tu obra de arte personal. El bonsái no debe quedar solo como una curiosidad de habilidades de cultivo, o como un hobbie placentero, ni siquiera sólo como un arte. Creo que mientras uno progresa se va dando una cierta relación entre nosotros y nuestras plantas, algo raro e inexplicable para mí, pero cuando el otoño llega y los colores cambian, o con la primavera al ver despertar todos los brotes nuevos y cuando esa flor aparece casi de un día para el otro siento que entiendo cada vez más la belleza del bonsái y que disfruto de manera más plena la naturaleza. Espero que hayas disfrutado de estos textos que tienen como intención la de animar a quienes encuentran en el bonsái una belleza misteriosa, para que inicien su propio camino que se irá develando paso a paso. Ojalá hayas podido dar alguno de esos pasos con la ayuda de estos comentarios www.facebook.com/BonsaiTigre bonsaitigre@gmail.com
te felicito por todas esas orientaciones que compartes,ami en lo personal como novato me an servido de mucho saludos