Sin proponérmelo, de manera espontánea asocié la anterior respuesta a Eclesiastés 1:15. Ese versículo a lo largo del tiempo ha sido traducido de distintas maneras, pero, la que mayor impronta dejó en el mundo cristiano es la de San Jerónimo en la Vulgata. Dicen que en la versión de San Jerónimo influyó Cicerón.