Buenas tardes , os pido ayuda en la parte de formación de unos pequeños olivos que me regalaron en unas bodas, han crecido un poco pero se estiran hacia arriba y he leido en algun foro que no hay que dejar crecer las ramas que suben hacia arriba, así como las que se encaran hacia dentro; mi pregunta es: ¿tengo que cortar todas las ramitas que su tendencia sea ir hacia arriba, o sólo alguna, parte de ellas? Como veis en esto no tengo ni idea, con lo cual tal vez hayan subido mucho, o por el contrario deba esperar, tambien preguntaros si es normal que les han crecido estos últimos días las hojas nuevas excesivamente grandes y anchas, eso ¿es normal?, en lo referente a la poda de ramas en el interior, por favor indicarme cuales son las que debo quitar, los tengo en maceta y me gustaría seguir con ellos en ella si es posible, pues no dispongo del espacio suficiente para pasarles a suelo. Espero podais aconsejarme; un saludo.
Hola Seria conveniente que pusieras algunas fotos para ver como estan pero lo que si te puedo decir es que el motivo de que las hojas hayan salido mas grandes puede ser por la falta de sol; las ramas se dejan crecer largas cuando se quiere que engorde el tronco para que haya mucha circulacion de savia aunque no se si este sera el caso. Un saludo
Hola Merlin 1, no sé subir fotos al foro, las que en otro momento subí fue mi hijo quien las hizo, ahora no está, y no puedo ponerlas. El sol les ha dado si bien es verdad que con algo de tamiz por un trozo del toldo, aunque por ratos les daba el sol de plano. No he entendido bien lo de las ramas largas para que el tronco engorde, si las dejo alargan de una vez como unos 10cm, y sin hojas luego hechan pares que se siguen alargando y así sucesibamente. El tronco está más bien delgado en comparación con el alto del arbolito por eso quisiera que fuese más bajito y de tronco robusto; te agradecería tu amabilidad si me indicaras qué debo hacer para conseguirlo pues tienen que estar en maceta por falta de espacio en tierra. Otra cosa: uno de ellos le puse al ser tan pequeñitos y delgados en forma de tronco trenzado, es decir en la misma maceta y desde abajo sus troncos están unidos, ¿cómo he de hacerles para engordar ambos troncos a la vez?,les tengo que poner ahora en otoño algun abono en especial?. Gracias por vuestra ayuda, espero podais ayudarme, saludos.
Hola Cuando queremos que el tronco o nebari engorde, lo que se hace es dejar crecer el arbol todo lo que quiera sin cortar nada; esas son las ramas largas a las que me refiero pues cuantas mas tenga y mas largas sean, mas savia circulara por el tronco para alimentar todo ese follaje y asi engordara mas deprisa. Una vez conseguido el grosor que queremos, se podan esas ramas pues ya no hacen falta para el diseño del arbol ( por eso se llaman ramas de sacrificio ). Cuando se empieza con un arbolito pequeño y fino, primero hay que darle preferencia a las raices y conseguir un buen paquete de ellas; despues nos ocupamos del tronco y lo ultimo es el diseño de las ramas; todo a la vez no se puede hacer y por eso lleva tanto tiempo conseguir un arbolito decente y que se le pueda llamar bonsai. En todo este tiempo, el arbol debe estar en una maceta relativamente grande para favorecer ese crecimiento de raices y en consecuencia del resto del arbol y ademas estar en un sustrato que sea drenante para que no se encharquen las raices y se pudran; una vez conseguido el diseño deseado es cuando se pasa a maceta de bonsai pues no necesitaremos que el crecimiento sea tan rapido y a partir de ese momento el objetivo sera cuidarlo y terminar de formarlo. Tienes que leer mucho sobre poda, trasplante, pinzado, sustratos y abonados, pero cualquier duda que tengas preguntala y te contestare en la medida de mis posibilidades. Un saludo
Hola Te pongo algo de informacion para que vayas viendo algunas tecnicas necesarias para hacer bonsais Mensaje oculto: pincha aqui TECNICAS DE ENGORDE Muy buenas. Hoy voy a divagar un poquito sobre como hacer “engordar” un árbol. En muchos post leo la intención del propietario de un árbol recién adquirido o conseguido de hacerlo engordar, o por el contrario, más de uno le aconseja que lo pase al suelo o a maceta de entrenamiento con ese objetivo. Una serie de reflexiones que me hago yo, y que no necesariamente ha de hacerse nadie más. En mi opinión, en la mayor parte de las ocasiones, deberíamos de adaptar nuestro diseño al tamaño actual del árbol siempre y cuando este tenga unas características adecuadas. Siempre será más rápido reestructurar un árbol de 20 cm. de altura, que intentar conseguir un árbol de 50 cm. a partir de este. Si vamos a un vivero a adquirir material, y compramos un plantón con un tronco de 1 cm., pero pretendemos que nuestro futuro árbol, tenga 5 cm. de diámetro de tronco, nos quedan unos añitos por delante para conseguirlo, así que quizás fuese más interesante buscar un material de mayor porte, o sencillamente, cambiar nuestro objetivo de tamaño de árbol o especie. Respecto a la extracción campestre, esta reflexión también valdría. Pero en esto no me meto, que cada santo aguante su vela. Bien, a pesar de esto, puede que seamos obstinados, o que la planta que tenemos no tenga otra opción que pasar por la “granja de engorde”. ¿Que alternativas tenemos y como lo hacemos?. Como ya he comentado en alguna ocasión, en mi caso no dispongo de terreno donde hacer crecer las plantas, así que me apaño a base de macetas de entrenamiento. No obstante, alguna experiencia en plantaciones en suelo tengo, y la verdad es que en esencia, hacer crecer un árbol en suelo o en maceta, no difiere mucho en cuanto a conceptos, simplemente tener en cuenta las características de un sistema u otro en el cultivo, y asunto arreglado. Por la diferencia conseguida entre suelo y maceta, y el engorro que me supone pedir prestado un terreno y desplazarme hasta él, me sale más a cuenta realizar el proceso en maceta, por comodidad, y una vez que le pillas el truco, no hay mucha diferencia e incluso es más controlable la maceta que el suelo. Primer concepto que para mí es fundamental. Cualquier técnica de engorde rápido, no está orientada a conseguir un “bonsai” rápidamente, sino a conseguir lo más rápido posible, un buen cepellón, nebari y tronco de calibre aceptable y correcta conicidad. De eso a conseguir un buen árbol hay un mundo. ¿Que quiere esto decir?. Que por hacer crecer mucho y rápido una planta, no vamos a conseguir necesariamente un “bonsai” más rápido. Esto viene a cuento de que muchas veces deberíamos de valorar cual es la mejor opción, remodelar lo que tenemos con vista a tres, cuatro, cinco años, o meternos en un proceso que puede durar varios lustros, partiendo de un plantón y teniendo como objetivo un pedazo de ejemplar. Segundo concepto, y aquí parafraseo a un fabricante de neumáticos. “La potencia sin control no sirve de nada” (o algo así era). Con esto no discrepo para nada de que si dejamos crecer a su aire una planta, esta crece y engorda muchísimo más rápido. Esto es de cajón de madera de árbol. Pero la verdad, los resultados conseguidos dejando crecer todo lo que nace, no suelen ser ni estéticos, ni viables a corto plazo. Tercer concepto. Lo único que para mí resultará valido de una planta engordada en suelo o maceta, será el cepellón, el cual incluye el nebari, y el tronco. Con un poco de suerte, podremos aprovechar el nacimiento de alguna de las ramas. Pero intentar engordar tronco y ramificar al mismo tiempo, suele ralentizar el proceso, y los resultados no acostumbran a ser muy buenos. Aquí como en todo, dependerá también de la especie con la que estamos trabajando, ya que no es lo mismo hacerlo con una caducifolia, o con una planta que tenga un buen comportamiento respecto a podas y nuevas brotaciones, que hacerlo con una conífera o con una planta que tenga dificultades para rebrotar después de una poda. ¿Por donde empezamos?. Lo primero, decidir donde vamos ha realizar el proceso, campo o maceta. CAMPO Si tenemos a nuestra disposición un terreno donde plantar, resultaría conveniente acondicionarlo un poquito. Puede parecer una perogrullada, pero que la tierra este suelta y no apelmazada, sea fértil, y la zona disponga de insolación y ventilación suficiente hará que todo sea más fácil. Si alguno de estos factores no se dan, intentaremos corregirlos. Así que a tirar de azada, limpiar de malas hierbas el terreno, y enriquecerlo mediante compost, abonos o lo que estimemos necesario. Si para conseguir insolación es necesario derruir el muro del vecino, o talar algún árbol, pues tu mismo. La delimitación de la zona donde se va a plantar, creando una especie de bancal, ayudará tanto en el mantenimiento, como con el riego, y el control de las malas hierbas. Hay quien utiliza tablones de madera, las viejas traviesas de madera de ferrocarril por ejemplo, además de ser estéticamente bonitas, aguantan viento y marea, y no son especialmente difíciles de conseguir. Eso sí, pesan como un muerto. Una opción más fácil, y muy utilizada es delimitar zonas individuales para cada planta mediante ladrillos o la llamada “bovedilla”, utilizada en construcción. La delimitación de la zona donde crecerá cada árbol, no afecta en exceso al crecimiento de la planta, y nos facilitará el riego, y sobre todo, la extracción periódica del árbol para retocar el cepellón, impidiendo que las raíces se extiendan por cualquier sitio, y evitando que se crucen o enreden con las de árboles adyacentes. MACETA Si decidimos utilizar una maceta, esta ha de ser proporcional al calibre del tronco del árbol. No por plantar un esqueje en una bañera, este va a crecer más y más rápido. Una de las tendencias que tenemos al plantar en maceta de entrenamiento es intentar que esta sea lo más grande posible, quizás con la idea de que cuanto más tierra tenga alrededor, más se parece a plantar en suelo. Pues creo que no. El cultivo en suelo y en maceta, se parece como un huevo a una castaña, y por mi experiencia, maceta grande si, pero lo justo, nada de exageraciones. Como maceta de entrenamiento, buscaremos algo amplio, pero no necesariamente profundo, pues no nos interesa que las raíces crezcan hacia abajo, sino que cuanto antes se acostumbren a hacerlo en horizontal mejor para nuestros objetivos. Aquí el surtido es amplio y podemos echar a volar nuestra imaginación. Desde cajas de poli estireno expandido, de las usadas para el transporte del pescado, a cajones de madera, a macetas de plástico o cerámica. Si nos da por bricolear y hacerlas de madera, tener en cuenta el peso del conjunto para hacerlas lo suficientemente resistentes, y que la humedad las terminará dañando, así que seria conveniente darles un tratamiento protector. Y no olvidar tampoco, ni abundantes agujeros de drenaje, ni unas asas de transporte. Un ejemplo de cajón de madera más profundo de lo habitual, puesto que es para un enraizado en roca. Si utilizamos macetas de plástico, las medidas comercializadas habitualmente son, para mi gusto, excesivamente altas, yo las recortaría en altura. Buena opción, los barreños utilizados para el hogar. La utilización de un color u otro dependerá de vuestras condiciones climatológicas. Simplemente apuntar que las oscuras se calentaran más que las claras. Ese calor que puede ser muy bueno para estimular el crecimiento de las raíces, puede suponer en algunos casos una demanda en el riego que no podamos atender, o el bloqueo de las funciones radiculáres por exceso de temperatura. Si no recuerdo mal, por encima de 32º C en el sustrato, las raíces comienzan a tener dificultades para realizar sus funciones. Las de cerámica o barro o gres son las que más me gustan. Yo las utilizo sin esmaltar ni pintar, y busco aquellas que no sean muy altas, no las típicas de plantar geranios. Como macetas de entrenamiento se pueden utilizar macetas de bonsai grandes que no usemos, ya que mantienen unas buenas proporciones, o las macetas ya diseñadas para estos menesteres que nos ofrecen los fabricantes especializados. Son chulas, útiles, bien diseñadas, pero leches, hay alternativas más baratas. Eso ya dependerá del presupuesto de cada uno. Yo sigo utilizando barreños de plástico según me venga bien. A medida que el árbol vaya cogiendo calibre, es muy probable que tengamos que ir aumentando el tamaño de la maceta, para poder proporcionarle todo el sustrato que necesita. El proceso durante la fase de engorde será ir aumentando de maceta según crece el árbol, para después, en la fase de refinado, ir reduciendo el tamaño hasta conseguir meterlo en la maceta definitiva. Respecto al sustrato. Si plantamos en un terreno, pues lo dicho, lo podemos enriquecer como queramos, e incluso añadir algún tipo de grava o elemento que permita una mayor esponjosidad. Pero casi no, que eso ya seria mucho curro. En maceta. Pues también dependerá un poquito del tamaño de la misma, pero cuanto más grueso sea el grano, mejor. Yo utilizo granulometrías de hasta 15 mm. de diámetro. Aquí debemos de tener muy en cuenta nuestras condiciones climatológicas. Lo ideal de la muerte chachi piruli seria un grano muy grueso, y una mezcla muy drenante, cuanta menos retención de agua (dentro de un limite claro) mejor. El grano grueso unido a la poca retención de agua, hará que circule mucho aire entre los granos, favoreciendo el crecimiento de las raíces, y a su vez nos obligaran a regar mucho, puesto que el sustrato se secara antes. ¿Cómo podemos buscar el compromiso entre un riego no esclavizante y un sustrato “engordante”?. Aquí todo dependerá de que utilicemos cada uno como sustrato. La arcilla nos proporcionará retención de agua y retención de nutrientes, cuanta más utilicemos, más retendremos. La arcilla pura se degradará antes, y la verdad, no es muy aconsejable. Si utilizamos calibres muy gruesos (8-15 mm.), probablemente aguanten sin una excesiva degradación entre trasplante y trasplante, no seria la primera vez que la he utilizado a pelo en esos calibres. Si es de menos calibre, probablemente tengamos algún problema de drenaje pasado el tiempo. En esta foto se puede apreciar el calibre de grano utilizado en una maceta de entrenamiento, y como podéis ver, el osmocote utilizado como abono. Después comentaré algo sobre el osmocote. Los elementos drenantes, como puede ser la grava, la volcánica, la arcilla expandida, pomez, etc. conseguirán un sustrato más drenante y estable a la degradación. Pero ojo, cada elemento tiene sus características de adsorción y absorción, y seria un error pensar que no retienen agua ni nutrientes, pues lo hacen, cada cual a su manera. Dependiendo de que se utilice, tendremos que variar o adaptar la forma de regar. Por poner un ejemplo, una grava tiene una porosidad prácticamente nula, todo el agua que es capaz de “retener” lo hace porque el agua queda adherida a sus paredes, no la absorbe en su interior, por lo que su capacidad de retención es mínima. En cambio, el pomez, dependiendo de cómo se riegue, puede absorber mucha o poco agua. Su capacidad de retención de agua es enorme, pero como digo, depende de cómo se riegue. Si realizamos un riego somero, hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje, retendrá poco agua, pues a pesar de su gran capacidad de absorción, es muy lenta haciéndolo. En cambio si regamos varias veces seguidas, será capaz de absorber mucho agua. Esa lentitud a la hora de absorber, es proporcional a la hora de cederla, y puede mantener el sustrato con una humedad constante durante mucho tiempo, pero manteniendo los espacios entre granos libres de agua, es decir, sin encharcarnos el sustrato. Tampoco seria la primera vez que veo un árbol plantado en pomez 100%. Si se conocen las características de cada sustrato, casi todo vale. Por último, tendríamos los elementos orgánicos, que podríamos añadir a la mezcla, sean mantillos, turbas, etc. Estos elementos tienen una alta capacidad de retención de agua, se lo chupan todo. A mí personalmente, no me gusta nada usarlos, por esa tendencia que tienen a hincharse y deshincharse, según su nivel de humedad, sin embargo reconozco que en algunas condiciones, pueden ser una ayuda a la hora de retener la humedad que no vamos a ser capaces de proporcionar mediante los riegos. Otro posible problema que pueden ocasionar es su degradación y/o acumulación en el fondo del sustrato, dificultando la evacuación del exceso de agua. Ya que hablo de materia orgánica, un apunte respecto a las turbas. Hay muchos tipos de turbas, algunas veces mal llamadas turbas. En algunos casos algunos fabricantes llaman turba a corteza de árbol y desechos vegetales en mayor o menor grado de descomposición. Eso no es turba. Realmente la turba esta formada por acumulaciones de musgo esfagno en las turberas. Dicho musgo estratificado durante muchos años en zonas húmedas produce lo que deberían de vendernos como turba. Dependiendo de la altura de donde se extraiga, será un tipo de turba u otro, con unas características de descomposición y ph, determinadas, que también depende del agua de que se alimente la turbera. Y ahondando en el tema, la turba natural no dispone de nutrientes, o si los tiene son muy escasos. La mayor parte de los nutrientes que contiene son aportados por el fabricante de forma artificial, y su duración estimada es de entre tres y cuatro meses. Un simple comentario al hilo. ABONADO Bueno, ya tenemos mas o menos definido el sustrato, hablemos del abonado. Respecto al abonado, la verdad es que la práctica que hemos de aplicar no difiere en exceso de lo que haríamos con cualquier otro árbol. Gran cantidad de nitrógeno, pero sin olvidarnos tampoco del fósforo y del potasio. En definitiva, un abono que contenga todo lo necesario para un crecimiento correcto de la planta. Si nos pasamos con el nitrógeno, o descuidamos el resto de elementos, nos podemos encontrar con crecimientos importantes, pero con dificultades de lignificación, es decir tallos largos, pero herbáceos, poco resistentes a cualquier agente externo. El abonado de otoño, tan importante en este caso o más, que el resto de las estaciones. De este abonado, puede depender la brotación del año siguiente, y puede comprometer el proceso. Aquí que cada cual utilice lo que más cómodo le resulte, a poco que se busque por los comercios, podemos encontrar tanto abonos inorgánicos, como orgánicos, como ambos los dos mezclados, tanto de forma liquida como sólida. Y hablando de inorgánicos sólidos, este año he experimentado con el osmocote. Como todo experimento, sirve para darse cuenta de lo que sí y de lo que no. En este caso, ha sido que no, que aplicado sobre la superficie del sustrato, tiene muy poquito efecto positivo. He llegado a la conclusión de que si no está distribuido junto a las raíces su efecto es muy leve a la hora de aportar nutrientes. Mucho más efectivo si se mezcla con el sustrato. ¿Problema?.Que no sabes cuando se ha agotado, puesto que no lo ves. Bueno, de todo se aprende. Seguiremos investigando. Los abonos orgánicos tradicionalmente utilizados para los árboles son tan validos y efectivos para esto como para lo otro, pero el abono pata negra igual es un poco demasiado gasto para lo que intentamos conseguir en esta fase del proceso. Introduzco de nuevo el tema de la granulometría y el sustrato con esto del abonado. Decía anteriormente que en función de lo que usemos como sustrato, podemos requerir una mayor o menor necesidad de riego. Si hemos optado por un sustrato con poca capacidad de retención de agua esto nos obligará a riegos mas frecuentes y abundantes. Este riego abundante, utilizando abonos de disolución lenta, hará que continuamente estemos aportando nutrientes debido a la disolución casi continua del abono. Eso sí, la maceta ha de estar prácticamente cubierta de abono, y el consumo del mismo será muy alto. Si utilizamos abonos líquidos, podremos aumentar la frecuencia de los mismos, ya que al regar tanto, estaremos lixiviando el sustrato, y el peligro de una acumulación excesiva de sales en el mismo, disminuye. En el caso de que nos decantemos por un sustrato más absorbente, la aplicación de abonos disminuirá en consecuencia. Vale, pues vamos al turrón. Comentaba antes los objetivos a conseguir en esta fase, y hablaba del cepellón y nebari. Importantísimo conseguir un cepellón abundante, bien distribuido y lo más plano posible. Cuando cultivemos en suelo, una buena práctica es alternar el suelo y la maceta en sucesivos trasplantes. Un par de años engordando en suelo, y otro par en maceta, para conseguir una mayor cantidad de raíces ciliares, y un mejor equilibrio y de nuevo al suelo. Si dejamos mucho tiempo el árbol en el suelo, conseguiremos raíces muy gruesas y largas, pero poco aprovechables posteriormente en su paso a maceta. Es necesario un control de las raíces, equilibrándolas para que todas tengan un vigor similar. Para conseguir esto, podaremos muy cortas las mas gruesas, menos las menos vigorosas, y en algunos casos, nada las más débiles. Nuestro objetivo ha de ser raíces fuertes cerca del tronco, pero que comiencen a ramificarse lo antes posible. Las raíces gruesas que parten del tronco y llegan al extremo de la maceta, no son, o no deberían de ser válidas. Esta ramificación de las raíces, además de su efecto estético, tienen una funcionalidad muy importante de cara a años sucesivos. Dicen que el aspecto de la copa es el espejo de las raíces, y aunque esto no ha de tomarse a rajatabla, si que es cierto que influyen y mucho. Un cepellón abundantemente ramificado, ordenado, sin raíces cruzadas y sano, se ve reflejado de igual modo en la ramificación. Este trabajo oculto, nos facilitará posteriormente la labor de ramificación de la parte aérea del árbol. ¿Que dejamos crecer y como?. Digamos que en este sentido, podríamos hablar de dos métodos fundamentales a la hora de engordar un plantón. Uno, dejar que crezca todo lo que sale del tronco, para provocar un rápido engrosamiento (potencia sin control), y otro, dejar crecer y podar de forma selectiva. Apunto dos líneas de trabajo, lo cual no implica que no se puedan mezclar, alternar, o incluso que pueda haber otras distintas, pero me tengo que centrar un poquito, que veo que esto se esta empezando a alargar. Método 1: “dejo que todo crezca”. Cuanta más ramificación tenga un árbol, mayor engrosamiento. El calibre del tronco engordará más cuantas más ramas dependan de él y tenga que alimentar. Eso que en un principio puede parecer una ventaja, disponer de muchas ramas que “tiren” del tronco, se puede convertir en un inconveniente. Las ramas nacerán allí donde ellas quieran, y en muchos casos, la dominancia apical de ciertas especies, harán que la mayor parte del vigor del árbol se vaya a la parte superior del mismo, produciendo una mayor brotación en zonas altas, perjudicando a las bajas. El tronco engordara mucho y rápido, pero lo hará de forma cilíndrica, sin conicidad. Esa falta de conicidad la tendremos que solucionar posteriormente mediante una poda drástica, a la que puede que no responda correctamente, o que simplemente, nos deje una cicatriz o varias de difícil solución. En el caso que pongo a continuación, he dejado que el líder crezca a su bola, pero he alambrado una rama adyacente como futuro líder. Se puede apreciar las diferencias de grosor entre ambas, puesto que el actual líder se ha dejado sin pinzar. Cuando se corte esa rama, la cicatriz será grande, pero no exagerada, y además tendremos una rama vigorosa y más delgada que la sustituirá creando conicidad y cerrando la herida. Hay muchas formas de hacer las cosas, y muchas veces improvisamos sobre la marcha. También nos puede ocurrir, que en determinadas zonas del tronco, tengamos una acumulación de ramas que produzcan un engrosamiento de dicha zona. Esas ramas dejadas crecer libremente, producen engrosamientos de tronco muy antiestéticas, además de que posteriormente, muchas de esas ramas, si no todas tendrán que desaparecer, dejando cicatrices. Por último, y no menos importante. Normalmente un árbol siempre tiene una rama líder, que será la que más vigor y crecimiento tenga, y ese crecimiento generalmente será recto y vertical, formando un tronco recto y sin curvas. Si nuestra intención es realizar un vertical formal, ese tipo de crecimiento nos puede interesar, e incluso lo potenciaremos, pero si nuestro objetivo es un tronco con curvas atractivas, debemos intentar evitar dicho crecimiento por todos los medios. Aquí se podría argumentar, que para qué sirve el alambre. Pues si, siempre podríamos alambrar la rama líder de forma que adquiera las curvas que deseamos. Pero por mucho que alambremos, lo que no conseguiremos con el alambre es conicidad, dicha rama continuara creciendo cilíndrica como el palo de una escoba, con curvas, pero con un calibre similar en toda su longitud. Método 2. El famoso crecer y cortar. Como ya he comentado, en la fase de engorde me centro en raíces y tronco. Damos por hecho que las raíces las vamos formando a medida que vamos trasplantando. ¿Cómo formar el tronco?. Para formar un tronco con curvas atractivas (incluso sin curvas), y al mismo tiempo conseguir una conicidad aceptable, un método bueno (puede que no el más rápido) es cambiar de líder varias veces en una temporada o varias. Si dejamos crecer la rama guía bastante, hacemos que esta se fortalezca y acumule gran cantidad de reservas, Si en plena temporada de crecimiento cortamos muy corto por encima de una yema, dicha yema al brotar lo hará con gran fortaleza, cerrando rápidamente la herida, y convirtiéndose en la nueva rama líder. Comenzamos a crear líneas de movimiento en el tronco. Además de esto, hemos eliminado una rama que demandaba una gran cantidad de energía por parte de las raíces, y al desaparecer esta rama, estimulamos que yemas latentes que se encuentran en troncos y ramas, se vean favorecidas para brotar. Esta brotación de yemas latentes debemos de aprovecharla en nuestro beneficio para crear lo que se llaman “ramas de sacrificio”. Digo lo de cortar por encima de una yema, porque hay muchas especies que reaccionan mucho mejor si sustituyes una rama por una yema que si lo haces por una ramita ya existente. Alguna explicación tendrá, pero muchas veces te confias dejando una pequeña rama ya existente, y no crece con vigor, mientras que dejando una yema, está crece como una loca. Si no tenemos una yema y dejamos una rama, y vemos que no reacciona, podamos esta también muy cortito, y seguro que tira con fuerza. Una rama de sacrificio no es mas que aquella rama que utilizamos para nuestros propósitos, y que sabemos con certeza que va a terminar siendo cortada. La podemos utilizar para engordar más una zona determinada del tronco, para frenar posibles retiradas de savia, o las que más nos interesan en estos momentos, para engordar la zona mas baja del tronco. El primer objetivo que debemos intentar conseguir para formar el tronco, es tener la mayor cantidad de ramas lo mas abajo posible en el tronco. Mas valen muchas y delgadas que pocas y gruesas. Una situación ideal seria la que muestro en este esquema, una corona de ramas en todo el perímetro, con un único líder central. Esta acumulación de ramas hará que la zona baja del tronco engorde muchísimo, debido a la gran circulación de savia que se produce, creándonos una conicidad muy buena si la comparamos con un crecimiento sin dichas ramas de sacrificio. Un ejemplo real de ramas de sacrificio. Se puede apreciar también las marcas dejadas por un alambre de sujeción que se me despistó, produciendo un feo abultamiento. Otra técnica que también se utiliza, pero que en mi caso, por despiste, ha producido un bulto que ahora tengo que corregir. Como veis, cualquier pequeña rama que nazca en esa zona, la dejo crecer, aunque algunas lo hacen con mas vigor que otras. Cuando toque poda, equilibraremos el tema, y si las más débiles no tiran, a frenar las más vigorosas y a potenciar las débiles. ¿Porque muchas ramas de sacrificio mejor que pocas?. Una simple cuestión de previsión y matemáticas. Si tenemos dos o tres ramas de sacrificio, y las dejamos crecer libremente, engordaran mucho y provocaran el engrosamiento en la base que buscamos. Si tenemos pocas, lo normal es dejarlas crecer sin control para que haya mucha circulación de savia, y no las cortamos para no frenar el crecimiento. Esto producirá ramas cilíndricas y gruesas, pero no nos importa puesto que las vamos a cortar. Pues no importa, pero si importa. El día que las cortemos, dejaran una cicatriz muy grande que costará mucho cerrar. Además, si disponemos de pocas ramas, tenemos concentrado el engrosamiento en pocos puntos, quedando zonas del tronco con menos afluencia de savia, lo que produce crecimientos desiguales. Si por el contrario disponemos de muchas ramas de sacrificio, no será necesario dejar que engorden tanto (incluso no lo harán por si mismas), pudiendo incluso podarlas de vez en cuando para evitar que se disparen o se lleven toda la fuerza del árbol. Cuando toque podarlas, las cicatrices serán menores, y habremos conseguido el mismo objetivo o mejor. Otra de las ventajas que tiene, es que la poda de estas ramas se puede hacer de forma programada, más efectivamente que si tenemos pocas. Iremos haciendo desaparecer las ramas en temporadas sucesivas, y las que van quedando, además de continuar con su labor de engorde, ayudaran a que las cicatrices cierren más rápidamente. ¿Cómo provocar el nacimiento de ramas de sacrificio?. Mediante la poda. Desde el primer momento y como ya he dicho anteriormente, dejaremos crecer y cortaremos muy cortito para estimular el nacimiento de nuevos brotes. Dependiendo del material del que partamos, esa “provocación” puede ser el cambio de líder del tronco, o si ya disponemos de alguna rama bien situada, podando también esta, para provocar la aparición de yemas en sus proximidades. Uno de los procesos que se puede seguir seria mas o menos el que reflejo en estos gráficos. Puede ser aplicable tanto a pequeños esquejes como a plantones ya más grandes. Pero como he comentado antes, mucho de lo que hagamos o podamos hacer, dependerá de la especie con la que estemos trabajando. Dependiendo de la planta, sustrato, clima, etc., la secuencia puede durar uno o dos años, o seis, no hay tiempos fijos para esto, paciencia, ya he dicho que esto es una forma de conseguir calibres más rápidamente, pero tampoco podemos pedir milagros. Esquema nº 1 El primer paso seria cortar lo mas bajo que podamos la planta con la que queremos trabajar, aprovechando la primera o segunda yema, al objeto de conseguir una primera curva lo mas cerca posible de la base y provocar el nacimiento de nuevas ramas por debajo de este corte. Si buscamos un estilo sin curvas en el tronco, en el momento en que el nuevo líder comience a lignificar, lo alambraremos hacia arriba para que continúe el tronco lo mas recto posible. Todo lo que nazca cerca del nebari, lo dejaremos. Esquema nº 2 Lo normal es que las yemas dejadas broten con vigor, y además aparezcan nuevas yemas, que puede que se abran o simplemente engorden, dependerá un poquito del vigor de la planta y de la época. Cuando esa nueva brotación comience a lignificar, y tengamos la seguridad de que hay yemas formadas que nos aseguren una nueva brotación, volvemos a cortar, el líder para crear otra curva, y las ramas bajas, para aumentar el número de ramas de sacrificio. Esto es muy posible que podamos hacerlo a finales de primavera, comienzo de verano. Hay que estar atentos a como se comporta la planta y a nuestro clima, pues una poda justo antes de que comience a hacer mucho calor, puede no ser buena debido al paro que se produce en verano en zonas muy calurosas y malograr la brotación. En climas menos rigurosos, el paro veraniego no se suele producir, así que hay menos riesgos. Esquema nº 3 En este tercer paso, ya deberíamos de tener alguna curva en el tronco, así como varias ramas de sacrificio y probablemente yemas que podamos aprovechar. Si todavía hay tiempo, realizaremos esta poda esta temporada. Si vemos que está muy avanzada la temporada, esperaremos a primavera para realizarla. Esquema nº 4 Si todo va sobre ruedas, deberíamos de tener algo más o menos como en el esquema. Una serie de ramas de sacrificio, multitud de yemas, y un único líder, que lo más probable es que haya ramificado algo, al igual que las ramas de sacrificio. Esquema nº 5 Ahora seria el momento de realizar una poda de la rama guía, y de todas aquellas ramas de sacrificio, excesivamente vigorosas, al objeto de equilibrarlas y potenciar las más débiles, las cuales no cortaremos o lo haremos muy poquito, justo despuntar. Seguramente también tengamos muchas yemas a lo largo del tronco, algunas útiles y otras que deberemos de eliminar. Esquema nº 6 En este paso, ya deberíamos de tener varias ramas de sacrificio, que harán que la base de nuestro tronco engorde rápidamente, e incluso debemos de ir eliminando yemas que no nazcan en buenos lugares para evitar que crezcan y produzcan cicatrices posteriores. Es muy probable que en zonas cercanas, o incluso de las mismas cicatrices producidas por los cambios de líder, tengamos nueva brotación, que saldrá justo en los exteriores de las curvas producidas por el cambio de líder. Aquí hay gente que deja que esas ramas engorden también, formando la ramificación principal a medida que se engorda el tronco. Otros las dejan crecer para que engorden y posteriormente utilizan solo la base de las ramas. Y otros lo que hacen es pinzarlas periódicamente, para evitar que engorden en exceso quitando vigor a la zona baja del árbol, y evitando de este modo ramas excesivamente gruesas y cilíndricas. A partir de aquí hay muchos librillos a aplicar. En mi caso lo que acostumbro a hacer (no siempre), es alambrar la base de las ramas hacia abajo cuando están recién lignificadas, lo cual provoca una curva natural en el nacimiento de la rama. Si es una planta con mucho vigor, no dejo que crezca mucho para evitar calibres desproporcionados con el tronco, pero si es de poco vigor, dejo que crezca, e incluso alambro de forma que las puntas de las ramas crezcan hacia arriba. Conviene recordar que si orientamos el apice de una rama hacia abajo, frenamos su crecimiento, pero si lo hacemos hacia arriba, lo potenciamos. Con esto también podemos jugar. Al final del proceso de engorde, lo que deberíamos de intentar conseguir, es un tronco con un buen nebari, una conicidad acusada, y una proporción calibre / altura, ideal. A mí la proporción 1/6 tan reflejada en libros y normas, personalmente me parece muy exagerada. Para mi gusto, en algunas especies quedan árboles demasiado pesados, y cambiar esas proporciones a 1/8 ó 1/10, incluso 1/12, no me parece mal. Pero bueno, eso ya, a gusto de cada uno, hay árboles preciosos con troncos gordísimos y más pequeños que un bache. El tamaño de la hoja influye mucho, el estilo de formación, los hábitos de crecimiento, el gusto personal, vamos que hay multitud de variables a tener en cuenta. El corte de las ramas de sacrificio, lo debemos de realizar en dos o tres temporadas, de la forma que ya indiqué anteriormente, para ayudar a cerrar heridas, y que estén lo más cicatrizadas posible cuando pasemos el árbol a maceta. El paso a maceta para el proceso de refinado o ramificación lo haremos cuando ya casi tengamos conseguido el calibre deseado, puesto que hemos de tener en cuenta que el árbol en maceta de bonsai seguirá engordando, menos que hasta ahora, pero también lo hará. Bueno, y con esto creo que ya es suficiente, que creo que este post es el más largo que he escrito. Invito a todos a que expongan sus experiencias en este tema, completando lo que he descrito. Como ya he dicho anteriormente, no es la única forma de hacerlo, y puede que incluso no sea la mejor, pero creo que como base para comenzar es bastante útil. La experiencia de cada uno aplicando distintos sistemas es, seguro, la más válida de las técnicas, y ningún libro, post, conversación o articulo, podrá nunca sustituir la experiencia propia. Por cierto, el trabajo fino empieza ahora, a ramificar, ramificar y ramificar, conseguir volumen, armonía y equilibrio. Eso ya, en la macetita, y con unos cuantos años por delante un saludo
Hola de nuevo, Merlin 1, superagradecida de todo el material de información que me has enviado; no sé si me voy a atrever a hacer las cosas que en el post. me has enviado, soy novata y a lo que más aspiro y como mucho es poder conservarlos no muy grandes y en macetas, nunca he intentado nada a realizar como bonsais y le tengo mucho respeto y admiración a quien lo realizan, con paciencia y sabiduría, yo carezco de ella. Como ya te expliqué, son de mini-macetas que regalan como recuerdo en algunas bodas, eran muy pequeños, llevo con ellos 5 años y ya me han dado varias aceitunas el año anterior, este están en ello, aquí el clima vá más lento, ójala supiera subir fotos al foro para que viéseis que bonitos estan´, exceptuando esas hojas que comenté han salido demasiado grandes y el largo tronco entre pares de hojas que les crecieron,yo corté ramas dirigidas hacia el interior del arbolito, así como las que crecían tiesas hacia arriba, ya veo que todo va mal, y tampoco sé si debo y qué clase de abono ponerles, te pediria por favor, cómo dirigir estos árbolitos para que tengan una forma armoniosa sin llegar a bonsai pues me he quedado a cuadros con todo el material- explicación de bonsai, no creo que pueda hacerlo. Muy agradecida de nuevo, espero si puedes ayudarme un poquito, muchas gracias, saludos.
Hola En la ventana de escribir los post, pinchas " subir imagen " y te sale otra ventana donde dice " examinar "; buscas la foto que te interese , le pinchas dos veces, la insertas en la ventana y pinchas subir foto; si la foto no pesa mucho, te saldra otra ventana con el link de la foto, pinchas encima con el boton para seleccionarlo y le das a copiar en la ventana del foro y ya la tienes subida. Si la foto pesa mucho te dira que no se puede subir por lo que tendrias que quitarle peso en el paint, pero primero prueba esto que te digo; en la pagina inicial del foro, abajo del todo, hay una seccion para hacer pruebas y aprender a subir fotos sin importar lo que hagas y como lo hagas. In tentalo y ya me cuentas como ha ido. Un saludo
Hola Merlín 1, gracias por explicarme cóm subir fotos, intentaré hacerlas y subirlas, si lo consigo te harás mejor idea de lo que intento hacer. Gracias de nuevo y espero poder subirlas, saludos.
Hola Merlín, ya me ha hecho mi hijo las fotos como dije son de tres macetas, una están trenzados dos, el otro más alto y el más bajito que le pinzé durante el verano los brotes desmesurados que es el más joven; como ves están bien no sé si aprecias en algunas hojas que son más largas y anchas, lo que quisiera saber es cómo recortar o cortar algunas ramas para darle forma y que su crecimiento sea compacto y no muy alto. Espero tus consejos sabios creo que me ayudarán mucho, perdona las molestias, gracias de nuevo, saludos.
Hola Para empezar te dire que yo veo los arbolitos desde el punto de vista del bonsai, asi que te dare algunas indicaciones que yo les haria; lo primero seria quitar todo el fruto pues le resta vigor al resto de la planta y lo que queremos es que engorde el tronco y las ramas; despues le quitaria las ramas que crecen hacia el interior, las que se cruzan y donde salgan dos o mas en el mismo punto, dejaria solo una. Para darle algun estilo, te pondre dos ejemplos que se usan en bonsai par que te sirvan de guia Estilo escoba Vertical formal El primero tiene el verde un poco alto respecto a la base del tronco, por lo que habria que reducir altura podando las ramas del apice para conseguir brotacion trasera; el segundo, el trenzado, no es un estilo que se haga con los olivos, es mas propio de los ficus pero si a ti te gusta perfecto y el tercero es el mas indicado para conseguir compactar las ramas por su baja altura, aunque todo esto que te he dicho se lo haria en primavera aunque no se de donde eres ni en que epoca estas. Una vez hecho esto es cuestion de pinzar cuando corresponda Mensaje oculto: pincha aqui Por lógica estos pinzados aumentan la frondosidad, pero para evitar que esté muy tupido nuestro árbol empleamos la siguiente técnica llamada, aclareo. Se emplea para evitar que las ramas internas se nos sequen por falta de luz solar, además con esta nimia técnica evitamos que el bonasí efectúe un trabajo innecesario para defoliarse o eliminar las ramas afectadas por déficit de luz. Se pinza durante todo el periodo de crecimiento desde abril hasta agosto, las fechas varían según la especie o el clima, se empieza a pinzar cuando las ramas ya tienen cierto tamaño entre 7 u 8 hojas. El motivo es que las hojas que se van a dejar estén maduras y que ya puedan realizar el trabajo de la fotosíntesis. Pinzar demasiado pronto puede debilitar el árbol. Hay que saber que el pinzado puede debilitar el árbol porque es un estímulo para su crecimiento y al pinzar el árbol, este tiene que seguir brotando y creciendo y un árbol débil no resistiría ese constante crecimiento. El pinzado se repite cada vez que haga falta durante el periodo desde abril hasta junio o agosto. Tener en cuenta que SÓLO se pinzaran aquellos árboles que estén sanos y vigorosos y que hayan sido bien abonados en el año anterior. La forma práctica de hacer el pinzado variará según el tipo de árbol. En general se hará de forma equilibrada por zonas: por ejemplo en la parte de arriba la más vigorosa se dejarán una o dos hojas, en la zona intermedia de vigor del árbol se dejaran dos o tres hojas y en la parte baja dejaremos unas cuatro hojas. En las coníferas se seguirá la misma idea aunque el tipo de hojas o agujas es distinto y se hará en los brotes nuevos dejando una parte de los mismos dependiendo de la zona del árbol en la que se encuentren. El pinzado es una técnica que no hay que descuidar y que hay que hacerla de forma sistemática todas las veces que haga falta durante el periodo citado. Para pinzar bonsáis de más de 40cm. de altura empezaremos a pinzar cuando las ramas se han alargado 7cm., se cortan dejando dos hojas para ir equilibrando. Bonsáis pequeños de unos 20 cm. empezar el pinzado cuando las ramas tengan 3 cm. y dejar dos hojas en abril y mayo ir equilibrando y dejar la medida para las más débiles. Los árboles de de flor y fruto hay que dejar sin pinzar tres meses después de la brotación para dar tiempo a que maduren los brotes de flor del año siguiente. Hay que pinzar en cada época correctamente para conseguir una buena ramificación y equilibrio del árbol. Si el bonsái está sano y salen una o dos ramas del punto que se ha pinzado las dejaremos al tamaño correspondiente. En ese momento quitaremos las dos hojas que se dejaron la primera vez y entonces es posible que ramifique donde estaban las dos primeras hojas y más atrás. Desde mitad de julio y agosto los árboles duermen cuando llega la temperatura a 33º dejan de crecer por ello no se pinza durante el verano. OLIVO El pinzado debe realizarse con los nuevos brotes reduciéndolos a 2-4 hojas durante la época de crecimiento con el fin de equilibrar su vigor. Si a la vez que cortamos la rama, la defoliamos, conseguiremos brotes desde el interior y así renovaremos las ramas. El pinzado de brotes maduros se realiza de julio a septiembre, cortando los brotes demasiado largos cuando las hojas ya estén hechas. Desde abril hasta agosto el olivo resiste las podas fuertes y brota con mucha facilidad. Nunca podaremos o desfoliaremos ramas tiernas pues al no haber subido la glucosa no tendríamos resultados y los nuevos brotes serían débiles. Y muy importante para disminuir el tamaño de la hoja y la distancia entre nudos es sol, sol y mas sol, regar generosamente cuando empiece a secarse el sustrato y abonar razonablemente. Un saludo
Hola Merlín 1, gracias, gracias y más gracias, eres un libro abierto para una novata en esto, los dos esquemas de estilo que me envias son preciosos lo dificil es cómo y por donde empiezo a meter tijeras en primavera; soy de Segovia aquí ya está empezando a caer algunas hojas de los árboles, otras cambian el color pero todo indica que ya llegó el otoño. El olivo trenzado fue un regalo que me hicieron muy pequeños ambos y decidí ( sin saber que no era lo mejor) unirles de por vida ambos vivos o muertos, verás que ya no puedo separarlos pues se han unido y parecen ser más uno que dos juntos. El pequeñín me lo trajo mi hijo un día que pasó por lidl, se antojó de el y luego como no le hacía mucho caso digamos que" le adopté yo" le he ido pinzando a lo largo del verano esas hojas con su tronco tan desmesuradamente largo, y no he podido hacerles más porque no sabia qué. Sí que han estado a pleno sol y fíjate con lo caluroso que es centro y sin lluvia y como unos señores ahí los ves con agua de riego por aspersión cada noche, pero a sol todo el dia. Lo del abono razonablemente no me queda claro,¿cada cuanto tiempo hay que abonarlos? yo pensaba que si al cambiarlos de maceta cada dos años les pones sustrato nuevo( en el que incluyes tierra de caballo) y algo de liberación lenta era suficiente ¿no lo es?, perdona mi extensión pero como ves soy una principiante en este mundillo, si me pudiera hechar otra manita te estaré muy agradecida. Saludos.
Hola Cuando se abona un arbol le aportamos una serie de nutrientes que generalmente el sustrato no tiene; yo uso sustrato universal, que se puede encontrar en cualquier vivero o tienda de jardineria, y le añado grava de grano pequeño en una proporcion de 60-40 porque es muy importante que la mezcla tenga muy buen drenaje y no se encharque el agua de riego para que no se encharquen las raices con el agua de riego y el arbol muera; no se que mezcla de sustrato utilizas tu ni si ya lleva algun tipo de abono pero yo prefiero aportarselo en lugar de tierra de caballo o cualquier otra. Hay abonos de distintos tipos, abonos solidos y liquidos, abonos organicos y quimicos y dependiendo del sustrato y del tamaño del arbol es la cantidad a echar Mensaje oculto: pincha aqui ABONO Y FERTILIZANTES A medida que pasa el tiempo, la planta va creciendo aprovechando los materiales que encuentran en el suelo, pero debido a la propia acción del cultivo, el suelo se va degradando, va perdiendo los nutrientes que le hacen falta a la planta para su desarrollo vital. Esta degradación hace indispensable la utilización de fertilizantes y abonos, cuya función primordial es restablecer el equilibrio del suelo aportando los elementos nutricionales para el correcto desarrollo de la planta. Los fertilizantes, dependiendo de su origen y naturaleza se dividen en orgánicos e inorgánicos. Fertilizantes orgánicos. Están compuestos por una serie de restos vegetales situados en las capas del subsuelo. A este tipo de materia se le denomina "humus". Proceden también de la descomposición y fermentación de excrementos y restos de origen animal, muy ricos en microorganismos. El efecto estimulante de estos fertilizantes sobre los árboles es retardado, siendo muy apreciados en tratamientos preventivos, así como por la gran aportación de microelementos y la acción correctora y sedante que produce sobre el suelo. Fertilizantes inorgánicos. Originado por el desgaste y la erosión de las rocas, y también de la transición de una parte del humus que se encuentra en la última etapa de su periodo evolutivo, y que da lugar a las llamadas sustancias minerales. Su efecto es rápido, se utiliza principalmente en tratamientos inmediatos. Especial atención a su empleo, ya que el uso abusivo del mismo puede producir a corto plazo un efecto nocivo sobre la salud de los árboles. Tanto en los fertilizantes orgánicos como inorgánicos se encuentran disponibles una serie de elementos que son imprescindibles para el buen desarrollo de nuestros bonsáis. Estos elementos se dividen en Primarios, Secundarios y Micro elementos u Oligoelementos. Elementos primarios: Nitrógeno, sus funciones principales son el desarrollo vegetativo, potenciación de la aparición clorofílica, resistencia a las plagas y enfermedades. Su carencia causa el crecimiento lento y desequilibrado, clorosis (decoloración de las hojas), floración y fructificación deficientes. Su exceso causa el aumento del crecimiento y el tamaño de las hojas, retrasa la lignificación de los tejidos y la fructificación. Fósforo, activa el desarrollo inicial vegetativo, favorece la creación de nuevas raíces y la floración, adelanta la maduración de los frutos y aumenta la resistencia a la sequía. Su carencia causa un crecimiento desequilibrado, retraso en la maduración de los frutos, debilitamiento general y decoloración verde-azulada. Su exceso no causa problemas apreciables debido a su poco movilidad en el suelo. Potasio, aumenta la resistencia de los tejidos, ayuda a la maduración de los frutos, aumenta la resistencia a las sequías y heladas, reduce la transpiración de las hojas. Su carencia causa la decoloración en el margen de las hojas y la caída de las mismas, mayor sensibilidad a las enfermedades y produce raquitismo. Su exceso bloquea la absorción de magnesio y manganeso y eleva la salinidad del suelo. Elementos secundarios: Azufre, actúa en el desarrollo de las hojas, su carencia causa la decoloración de los nervios de las hojas más jóvenes. Su exceso no tiene consecuencias. Calcio, corrige la acidez del suelo, potencia el desarrollo de las raíces y favorece la absorción del nitrógeno amoniacal, fósforo y potasio. Su carencia causa debilidad general y acidez del suelo. Su exceso crea un suelo alcalino y bloquea la absorción de los microelementos y de la función clorofílica. Magnesio, potencia la función clorofílica y activa el período vegetativo. Su carencia causa un debilitamiento general y la decoloración de las hojas. Su exceso no tiene consecuencias. Oligoelementos: Hierro, activa la creación de clorofila (cloroplastos) y potencia la característica coloración foliar. Su carencia causa la decoloración de las hojas y su desecamiento y caída. El exceso es causa de una muy alta toxicidad general. Manganeso, actúa en la función clorofílica y su carencia provoca la decoloración amarillo-rojiza de las hojas. El exceso es causa de una alta toxicidad general. Boro, activa el desarrollo de brotes y hojas. Su carencia es causa de desecamiento de las hojas más jóvenes y desecamiento y muerte de la yema apical. Su exceso causa alta toxicidad general. Cobre, contribuye al proceso de respiración foliar activando la absorción de hierro. Su carencia causa síntomas difíciles de determinar y su exceso, como en todos los oligoelementos, alta toxicidad general. Zinc, influye notablemente en el crecimiento, su carencia causa raquitismo en yemas y brotes terminales. Su exceso, alta toxicidad general. Por lo visto hasta ahora, daría la impresión de que un elemento puede suplir a otro debido a las funciones que cumplen. No es así, todos y cada uno de ellos son necesarios cuando no imprescindibles. Yo utilizo un quimico de compo, facil de encontrar y de precio adsequible y la frecuencia es cada 20 ó 25 dias, y para tus olivos pues con 15 ó 20 bolitas estaria bien Mensaje oculto: pincha aqui El abonado del bonsai Abonando Bonsáis Por Brent Walston www.evergreengardenworks.com Introducción: La necesidad y la acción del abono sobre un bonsái no es distinta a la que se produce sobre cualquier otra planta ya crezca en una maceta o se cultive en el suelo. Los procesos biológicos y químicos en los bonsáis son idénticos a los que se producen en sus parientes. Los efectos de crecimiento que vemos en un bonsái se deben a la temperatura, la luz, las sales, el sustrato, la poda, el riego, y el espacio para las raíces. Y todo esto tiene su analogía en la naturaleza. En este artículo trataré de explicar el papel del abono en el crecimiento de una planta en maceta y trataré de disipar algunos mitos comunes. El Papel de Abono en el Crecimiento de una Planta Al abono se le llama normalmente "el alimento" de las plantas. Sin embargo este es un concepto un tanto pobre ya que el verdadero alimento para plantas es el dióxido de carbono y el agua. Estos dos materiales en bruto y mediante la adición de luz solar, son convertidos a azúcares e hidratos de carbono los cuales conforman la alimentación real de la planta. El abono es mucho más análogo a las vitaminas. El nitrógeno, el fósforo, el potasio, y los microelementos contenidos en el abono son necesarios en los vegetales para la división celular y los procesos enzimáticos que permiten proceder de forma natural a la fotosíntesis y al crecimiento. La cantidad de estos elementos que una planta invierte en su crecimiento realmente es muy pequeña, y componen un mínimo porcentaje del peso de su tejido seco. El nitrógeno (N) es en parte responsable del color verde en color de las hojas y la elongación y cantidad de nuevo crecimiento. Esto afecta el tamaño de hoja y la longitud de los entrenudos, además es necesario para la división de las células y la fabricación de proteínas. El fósforo (P) es necesario para la división celular y es un elemento necesario en el ADN, el ARN y sustancias grasas. Esto hace que las hojas de la planta sean verdes oscuras. Está asociado al crecimiento de la raíz y al florecimiento de la planta. El potasio (K) activa algunas enzimas de las células y se asocia a la actividad de las células sanas. Una deficiencia del mismo puede conducir a una clorosis de los bordes de la hoja. Cómo Adquieren El Abono Las Plantas Las plantas en la naturaleza toman el abono en pequeñas cantidades que obtienen del suelo y del agua. El Fósforo y el Potasio al ser elementos minerales también son liberados por algunos tipos de roca. El nitrógeno sin embargo es un gas en el aire que puede ser 'fijado' o convertido en una forma soluble por la acción de algunos microorganismos, también puede ser fijado por la acción de la electricidad o el lavado de la tierra disuelta en el agua de lluvia. El principal método de absorción de abono por parte de las plantas es por medio de las raíces. El agua en el suelo crea una disolución que contiene los citados elementos (NPK) además de los otros elementos necesarios. Las raíces absorben esta solución por ósmosis, atrayendo la solución de suelo que tiene una menor concentración a través de su membrana y la pasa hacia el interior de planta que contiene una la solución más concentrada en sus células. Mediante este proceso la planta puede bombear esta disolución a grandes distancias. Por ejemplo en el caso de Sequoyas, el agua es bombeada a 300 pies de alto. Las plantas también pueden tomar en el abono por las hojas, sin embargo este es un método sobrevalorado de abonado ya que como se ha dicho el proceso principal de la absorción es por las raíces. Aun así es cierto que el abonado foliar puede beneficioso para un número limitado de carencias nutritivas como la de calcio. Cuando abonamos las plantas lo que hacemos es proveerlas de una disolución artificial de sales en el suelo. Fabricamos esta solución con las sales del abono disueltas en el agua o extendiendo abono sólido sobre el sustrato. En cualquier caso las sustancias nutritivas terminan siendo absorbidas por las raíces. ¿Por qué tenemos que abonar nuestros árboles si la naturaleza no hace? La respuesta a esto está en los suelos que usamos para el cultivo en maceta, que son en la práctica unos sustratos poco naturales. Los árboles plantados en la tierra pueden tolerar suelos que son de granulometría muchísimo más fina (mas pesados) que aquellos que tenemos en maceta. Esto es así porque la mecánica de drenaje y aireación es diferente para las macetas y para la tierra natural. Suelos pesados son mucho mejores para conservar el abono, así por tanto son necesarias cantidades de abono mucho mas pequeñas para la subsistencia del árbol puesto que al ser mayor la retención que el sustrato hace del abono al árbol le será mas sencillo encontrarlo para su subsistencia. Las plantas cultivadas en macetas requieren por el contrario que el sustrato sea muchísimo más poroso que aquel encontrado en la naturaleza sobre todo para asegurar el drenaje apropiado y la correcta aireación. Estos suelos 'ligeros y porosos' son por el contrario deficientes para conservar sustancias nutritivas. Además hay que tener en cuenta también el factor restrictivo del volumen de suelo en una maceta, ya que al haber menor cantidad de sustrato también hay menor cantidad de abono acumulado y por tanto se consume antes y el árbol tiene menos oportunidad de encontrar el alimento en el sustrato circundante. En este ambiente totalmente artificial de cultivo en maceta es necesario por tanto proporcionar una adición regular de abono a la mezcla del suelo para mantener la salud y el crecimiento de la planta. ¿Cuánto deberíamos Abonar? Los abonos están cuidadosamente diseñados para proporcionar un nivel óptimo de sales en el suelo cuando se usa según las indicaciones. Deje por tanto que sean las directivas del fabricante las que le guíen en el abonado. No use mayor o menor cantidad que la recomendada, además usted verá que muchos abonos, sobre todo las formas solubles, catalogarán las concentraciones dependiendo del período de crecimiento o la estación. Con mucha frecuencia usted deseará abonar con una frecuencia mayor a la indicada, desde mi experiencia, yo no veo ninguna ventaja a la alimentación con una frecuencia mayor a una vez cada dos semanas. Esto es una práctica estándar para abonos químicos solubles. Abonar más a menudo que esto, requerirá más solución diluida y gastará más material y seguramente acabará regando con los sobrantes incurriendo en un exceso peligroso para su planta. Por no comentar que eso es también más trabajo para preparar las soluciones más con frecuencia. Aunque yo no tenga ninguna prueba fehaciente, he podido comprobar que los abonos suelen ser más eficaces cuando son aplicados en cantidades más altas y en intervalos menos frecuentes. Cada dos semanas parece ser un período muy bueno, es fácil observar como el color verde comienza a decolorarse ligeramente aproximadamente a la tercera semana. El color verde oscuro vibrante del follaje es la clave para la determinación de la cantidad correcta de nutrición. Análisis de Etiqueta Todos los Abonos fabricados para el empleo en la UE contendrán un análisis de su composicion en la etiqueta. Tres números grandes por lo general serán prominentes sobre el frente del paquete. Esto es el análisis NPK. Es habitual encontrarlos en el formato 15-15-15, 20-20-20, 8-6-9, etc... Estos números son el porcentaje en peso de N-P-K, (nitrógeno, fósforo, y potasio) contenido en el abono. Es en realidad un poco más complicado que esto, pero esto bastará para nuestros objetivos. ¿Es entonces , un abono 20-20-20 dos veces mejor que uno 10-10-10? No, el modo de empleo y la dosis recomendada tiene en cuenta las diferencias de los porcentajes de peso seco. En otras palabras usted usará la mitad de abono 20-20-20 por litro de solución que de abono 10-10-10. Usted puede usar este hecho para hacer una comparación de precio y sacar así el máximo partido y rendimiento económico de su abono. Cuando todos los números de la composición son iguales (5-5-5, 8-8-8, 17-17-17) se le llama "abono equilibrado" y para la mayor parte de objetivos, incluyendo el bonsái, este tipo de abono garantiza la salud del árbol y su crecimiento. Los Abonos con números desiguales tal 10-52-10 (en este caso alta concentración de fósforo) son abonos especiales. Éste en particular al tener una mayor concentración de fósforo que de Nitrógeno sería un abono adecuado para nuevos trasplantes y para la producción de flor. Al dorso del paquete normalmente habrá un análisis completo de todo el conjunto, y seguramente incluirá los microelementos. También es usual que revele la fuente y la forma de los elementos. El nitrógeno será catalogado por formas de 'amoniacal' y/o 'nítrico'. En climas calurosos hay poca diferencia en cual sea la forma predominante del nitrógeno en el abono. Las formas nítricas del abono son utilizadas un poco más rápidamente por la planta, pero la diferencia es sólo una cuestión de de días. Sin embargo en climas o temporadas frías, es preferible utilizar formas nítricas ya que serán absorbidos y utilizadas más fácilmente que las amoniacales. Cuándo Abonar Este punto normalmente es sujeto de bastante controversia. La creencia convencional dice que se debe abonar cuando las plantas están en crecimiento activo. Este periodo va generalmente desde la apertura de los brotes en primavera hasta avanzado el verano. La discusión está en que la alimentación durante la caída de las hojas y a principios del invierno con abonos altos en nitrógeno forzará una brotación temprana que morirá por culpa de las heladas. Aunque parece que esto es un mito. Las plantas comienzan a generar brotes de mediados a finales del verano, y el nitrógeno abastece de combustible al nuevo crecimiento que ha empezado a desarrollarse, pero no juega ningún papel en la iniciación de la apertura de los brotes, ya que este hecho está relacionado únicamente con la duración de los días. El árbol adquiere robustez (acumula azucares) durante las bajadas de temperatura y esta robustez en realidad puede ser mejorada abonando de forma regular con abonos que tengan niveles equilibrados de nitrógeno. Por este motivo no hay ninguna razón para no seguir con un abono equilibrado durante la caída de la hoja y a principios del invierno. Mientras la temperatura de suelo esté aproximadamente por encima de 12º o 13º el árbol seguirá absorbiendo, y almacenando nitrógeno, fósforo y potasio y mientras tenga hojas además lo procesará y lo convertirá en azúcares. Este almacenaje de abono por la planta juega un papel muy importante en el abastecimiento de combustible del nuevo crecimiento a principios de la primavera cuando las temperaturas de suelo aun son frías y el nitrógeno difícil de absorber. La creencia convencional también dice que el abonado con altos niveles de fósforo en la caída de la hoja preparará la planta para el invierno por aumentando su de robustez. Sin embargo no he encontrado ni me han enseñado ninguna evidencia creíble para apoyar esta teoría. Yo concretamente comienzo con un abonado equilibrado en primavera después de que las nuevas hojas comienzan a endurecerse y lo continúo también equilibrado en la caída y a principios del invierno. Elementos Minerales. Los sustratos para bonsái son por lo general suelos bastante inertes y normalmente no tienen un sustrato "nativo". En estas condiciones, las plantas a veces no pueden conseguir muchos de los microelementos que necesitan. Estos son, calcio, magnesio, azufre, hierro, zinc, cobre, manganeso, molibdeno, cobalto, y níquel. Por esta razón, lo mejor es usar un abono que contenga además de (NPK) trazas de estos microelementos. Cualquier buen abono químico soluble los llevará, esto se indicará en el análisis que va sobre la etiqueta. Y si esto no va indicado, entonces puede estar seguro que estos microelementos no están presentes ya que cualquier fabricante que los incluya se preocupara de promocionarlo. En este caso, la adición de algunas formas de abono orgánico puede ayudar a suministrar estos minerales, sobre todo si son subproductos animales o marítimos. La utilización de una pequeña cantidad de suelo limpio nativo (sin mucho material orgánico) también por lo general puede satisfacer esta demanda. Digo "sin el material orgánico" porque es la parte de la "arena" de roca la que contiene estos elementos que son minerales. Muchos de estos elementos estarán también presentes en el agua del grifo ordinaria. Por ejemplo, los tubos de cobre (donde aun existan) por lo general añadirán bastante cobre al agua, aunque sin un análisis químico de su agua de poco nos servirá saber que el agua contiene "algunos" de estos elementos. No se sabe con precisión que cantidad de estos elementos minerales son necesarios para el crecimiento de planta ya que además la cantidad varía con la especie. En general las cantidades son pequeñas, medidas en partes por millón. Las cantidades son de hecho tan pequeñas, que la carencia de un mineral específico es rara, pero esto a veces ocurre en mezclas de sustrato muy inapropiadas. La toma de cualquiera de las precauciones de arriba en general prevendrá de problemas en la mayor parte de los casos y especies, pero no en todos, hay que tener en cuenta que algunos de estos elementos son necesarios como catalizadores para reacciones de la planta y son continuamente reutilizados. El análisis de la etiqueta también declarará la fuente de los elementos minerales. Aunque está bien conseguir un abono con elementos minerales de cualquier fuente, la mejor fuente son los elementos "quelatados". Esto es una formulación "orgánica" de los mismos y su ventaja es que esta forma está disponible para la absorción inmediata por la planta sin necesitar ninguna transformación intermedia. Además debido a esta fácil absorción las dosis pueden ser mucho menores cuando se trata de microelementos quelatados. Para poner un ejemplo, el Hierro añadido a un abono podría estar presentado como ' sulfato ferroso ' o ' Quelato de hierro ', o "Hierro EDTA" (es también una forma quelatada de este metal). Quemaduras por Abono o Sal. Los abonos están diseñados para funcionar en un amplio espectro de tamaños de maceta y composiciones de sustrato siempre que se use siguiendo las recomendaciones. No hay ningún peligro de 'quemar las raíces' siempre que se sigan las indicaciones, pudiendo utilizarlos desde para un plantón con sus primeras hojas verdaderas, a un esqueje arraigado, o a un árbol de cuatrocientos años. Cuando decimos que el abono 'quema' hablamos de un fenómeno químico que puede ser descrito como "ósmosis invertida (no inversa)". Los abonos no son en si mismos mas que sales en disolución y en estas disoluciones cada una de estas sales tiene ' un valor ' o concentración concretos y el líquido que hay dentro de las células de las raíces, así como en cualquier otro tejido vivo también está compuesto por esas mismas sales y solutos con una concentración de sales evidentemente distinta a la aportada al suelo mediante el agua de riego. La ósmosis es el fenómeno físico-químico que produce que el agua sea capaz de atravesar la membrana semi-permeable de una célula siempre que la disolución de agua que hay dentro de la célula tenga una concentración de sal más alta que la del agua que hay fuera (a favor de gradiente). Es decir, mientras la concentración de la disolución aportada al suelo mediante el riego sea inferior que la concentración de sal de la célula, la disolución del suelo con sus sales (el Abono y los minerales) serán transportados al interior de la célula y utilizados por la planta. Si usted no sigue las indicaciones o accidentalmente prepara una solución que tiene una concentración más alta de sales que la concentración de la propia célula, el agua se pasará por osmosis de la célula al sustrato en vez de hacerlo al revés, y provocará la deshidratación y en casos importantes la muerte de las células de la raíz. Esto es una ósmosis "al revés" desde el punto de vista del funcionamiento normal para la planta. En casos extremos esto causará una deshidratación fatal y los síntomas que observará serán exactamente los mismos que se producirían si usted dejase de regar la planta, marchitamiento, color embotado azul-verdoso de las hojas, posterior amarilleamiento, o amarronamiento y muerte de la planta. En los casos más suaves de quemaduras por sal, sólo los márgenes de hojas se verán afectados. Por lo general se tornarán amarillos y posteriormente marrones. Alcanzar una concentración capaz de hacer esto requiere preparar una mezcla muchas veces más fuerte que la recomendada para un abono soluble. Es más habitual ver este efecto cuando se añade demasiado abono sólido a la superficie de suelo o también en casos de que se use un agua extremadamente dura. Otros Efectos del Sobre-Abonado Hay más efectos del sobre-abonado, que no son 'quemaduras'. Estos son efectos sutiles e incluyen hojas demasiado grandes por exceso de nitrógeno, tallos débiles, entrenudos largos, resistencia baja a algunos patógenos fúngicos (hongos), baja la resistencia al daño de causado por algunos insectos, incluso especial atractivo a algunos insectos como perforadores, en general son efectos parecidos a los que se observan en plantas débiles. Por el hecho de que la salud general de la planta se ve comprometida, podremos ver que el abonado fuerte está debilitando la planta en algunos casos y lo reforzándola en otros. También debe saber que el abonado deficitario tendrá igualmente efectos perjudiciales sobre su árbol. Las plantas suficientemente fertilizadas crecerán en de forma moderada, tendrán un atractivo color verde, y por lo general mostrarán salud excelente. El empujar las plantas a crecer más allá de estas tasas normales puede afectar desfavorablemente la salud de la planta. De todos modos estas son unas reglas que solo usted puede evaluar, ya que indudablemente, hay veces, que es necesario empujar a las plantas a crecer con fuerza, como en la fase de entrenamiento para desarrollar un buen calibre de tronco y hay por el contrario ocasiones en las que queremos mantener el nitrógeno limitado, pero en equilibrio, como las fases en las que estamos reduciendo la hoja y refinando la ramificación. Efectos de la Composición del Sustrato La utilización de abonos solubles depende enormemente de la composición del sustrato. Los suelos altos en componentes orgánicos y arcillas tienden a "atar" las sustancias nutritivas y conservar las sales, requiriendo así niveles inferiores, o usos menos frecuentes del abonado. Por otra parte los sustratos de bonsái tienden a ser aun más ligeros que la mayor parte de los suelos utilizados para en cultivo en maceta, y por supuesto "mucho" más ligeros que el suelo nativo del árbol. Dado que las recomendaciones de los abonos están basadas en el suelo medio del cultivo en maceta, esto haría pensar que para equilibrar, es necesario concentraciones más altas, o abonados más frecuentes para cubrir las necesidades mínimas para el crecimiento sano de una planta. El mito de abonar con la "mitad de la concentración recomendada " está presente en muchos libros de bonsái, al igual que lo está el mito de que ' las hojas se queman ' al regar bajo la luz brillante del sol. Lamentablemente, muchos autores de bonsái son expertos en "estilo" y legos en horticultura. Abonado de Plantas Enfermas Otro mito común bonsái es que las plantas enfermas o que se están recuperando de alguna enfermedad, o recién trasplantadas no deberían ser abonadas. La analogía que suele hacerse en este caso es la de no dar comida a un paciente o la de la no caer en la sobre-medicación con vitaminas. Personalmente creo que la analogía apropiada debería ser la de que abonar la mitad o no abonar en absoluto es como no tomar sus medicinas, vitaminas y nutrición cuando usted está enfermo. La concentración recomendada ha sido diseñada para producir una solución de sales en el sustrato con un rango de conductividad eléctrica específica. En este rango eléctrico es muy fácil para plantas recoger los iones necesarios de N, P, y K. No hay diferencia si la planta es un plantón, un esqueje recién arraigado, un bonsái recién plantado, o un yamadori. Todos ellos recogerán sustancias nutritivas más fácilmente de si se les alimenta en este rango de concentración de iones y por tanto con esa conductividad concreta. Una disolución de la mitad de sales, tendrá una conductividad eléctrica distinta y por tanto a la planta le será más difícil asimilar los iones de los distintos nutrientes. Por otra parte, las raíces son raíces. Probablemente las raíces más sensibles que usted alguna vez encontrará son las raíces adventicias recién formadas en un esqueje. Estas son muy carnosas y sumamente frágiles. He fertilizado mis esquejes recién arraigados (y plantones) durante años con la concentración recomendada de abonos soluble y todos ellos han prosperado. De hecho, todos ellos muestran rápidamente clorosis si no los alimento de esa forma. No hay ninguna prueba que yo conozca de que el abono interfiera con el proceso de regeneración de raíces. La creencia de que el Abono 'quema' raíces jóvenes y sensibles no tiene ningún tipo de justificación ya que la 'quemadura’ como ya se ha explicado depende del proceso osmótico y no de la edad de la pared vascular. El abono es tan necesario para la salud y el crecimiento de las raíces como del follaje. Si las nuevas raíces no pueden encontrar el abono disuelto en el sustrato, la planta robará sustancias nutritivas a tejidos existentes para abastecer de combustible el nuevo crecimiento. Y sinceramente esto no me suena a una fórmula adecuada para la recuperación tras una enfermedad. Cualquiera puede observar como las nuevas raíces a menudo se encuentran "encajonando" pedazos de abono sólido puro. Si hubiera un problema de 'combustión localizada', habría "una zona muerta" alrededor de tales pedazos, y no raíces nuevas y frescas. No abogo aquí por un sobre-abonado, sino por el establecimiento de un programa de abonado razonable, porque como ya se ha explicado el sobre-abonado es causa un montón de problemas. Según mi experiencia es importante devolver a la planta a unas condiciones de cultivo correctas tan pronto como sea posible después del trasplante, la poda de raíz, o un problema fisiológico. Permitir a una planta languidecer en la oscuridad y sin alimento puede llevar a un estrés lumínico o de temperatura, pero no hace nada para promover un crecimiento nuevo y sano . Creo firmemente que es importante maximizar todos los elementos de buen cultivo y nutrición cuanto antes en estas situaciones sin inducir al estrés. Esto incluye el permitir a la planta que se seque ligeramente antes de regar, y seguir un programa de abonado regular, cuidar la temperatura del sustrato, introducir a la planta a niveles crecientes de luz en cuanto esta puede tolerarlo, y tener en cuenta que la circulación de aire sea buena. Hay que mantener un equilibrio cuidadoso para optimizar estas condiciones sin inducir un nuevo estrés, pero la recompensa es llevar a la planta fuera de peligro devolviéndola al crecimiento sano cuanto antes. Este mito de abonar con la mitad de concentración es habitual en libros y cultura del bonsái. Incluso mucho horticultor lo apoya. Creo que está actitud es la de aquellos que leen libros de bonsái y repiten lo leído y oído sin realmente pararse a pensar en ello, ni hacer alguna investigación inteligente. Póngame en este grupo también, ya que incluso aunque yo haya alimentado mis plantones y esquejes con la concentración máxima desde hace años hasta hace poco, recientemente empecé a abonar con la mitad de la dosis por consejo de muchos libros de bonsái. Entonces comencé a observar que los resultados eran decepcionantes. Y ahora trato mi bonsái como lo que es: una planta en una maceta. Orgánico Vs Inorgánico Los elementos principales necesarios para la nutrición de planta son como ya se ha dicho Nitrógeno, Fósforo, y Potasio. La fuente no le importa a la planta, las sales en última instancia serán empleadas por la planta exactamente de la misma manera. La ventaja principal por tanto del abono orgánico es que libera el nitrógeno despacio. El nitrógeno es bastante soluble y se lava rápidamente fuera del sustrato por el agua a no ser que esté "sujeto" de alguna manera tal y como ocurre en el caso de los abonos orgánicos y abonos de liberación lenta. Como de todos modos abonamos el bonsái con regularidad, no considero esto un gran problema. Abonos de liberación lenta, liberan estas sales en una manera similar al abono orgánico. Algunos tienen una capa de urea (el compuesto orgánico)que actúa para liberar las sales de forma lenta dentro de maceta. Pero por supuesto hay y habrá controversia sobre las ventajas adicionales de usar abonos orgánicos. Personalmente, no me preocupo si alguien usa un Abono orgánico o inorgánico (químico). Mantengo que los que usan abono químico en última instancia hacen lo mismo que los que no, es decir proveen a la planta de los elementos esenciales. No trato de conseguir que nadie cambie los abonos orgánicos por los inorgánicos. Lo único que intento es disipar la creencia que los abonos orgánicos son muy superiores dentro del sistema "totalmente artificial" de cultivo del bonsái. Si hablásemos de horticultura orgánica, tendría que estar de acuerdo con la escuela orgánica de pensamiento, ya que los abonos orgánicos en ese medio también hacen maravillas por la estructura del suelo y la ecología de los microorganismos. En bonsái, esto se manipula artificialemente, y de hecho nos esforzamos para no tener materias orgánicas en el sustrato (compost), que causa apelmazamiento del suelo y drenaje pobre. Además, a menudo lavamos el suelo con fungicidas que matarán muchos de los microorganismos tanto beneficiosos como patógenos. Estos articulos te pueden dar una orientacion pero solo se abona en primavera despues de la brotacion y en otoño descansando en pleno verano y pleno invierno y como siempre, cualquier duda, preguntala. Un saludo
Hola de nuevo Merlín 1, muchas gracias por la aclaración el sustrato que les pongo es universal+arena de rio en menor cantidad para que drene a parte de arlita que pongo en el fondo para que no retenga el agua. No tengo claro sin embargo, cuando debo empezarles la poda de ramas así como el corte de los frutos, ya mismo o debo esparear a primavera?, quisiera hacerles el diseño tan bonito que me enviaste en forma de escoba pues no serán bosais como tal sino pequeños arbolitos por falta de espacio en tierra. Tambien te pido si eres tan amable de explicarme una duda esencial para otro tiesto-maceta en la que tengo un melocotonero sacado de hueso, ya me lleva dando varios melocotones mini 4-5 años, tiene como 75cm, el tronco está delgado y creo que es por eso que los melocotones no acaban el ciclo en la rama, verdes aun caen pues el peso en la rama tan débil o los tira o se rasga. Crees que a este tambien debo aplicarle la medida de corte de ramas?, y si es asi,¿cómo distingo las nuevas de las viejas para no cortar las que en teoria darán fruto el año siguiente?, gracias por la paciencia que tienes conmigo, no sé mucho de frutales y he oido que si cortas la rama equivicada no te volverán a dar fruto, por eso está tan desgarbado y con poca rama, espero me puedas aconsejar; perdonamé por abusar de tu tiempo y sabiduría, muchas gracias de nuevo, saludos.
Hola Los frutos cuanto antes se lo quites mejor y la poda a finales de invierno o principio de primavera, antes de la brotacion es el mejor momento. El melocotonero es normal que tenga el tronco delgado, pues el fruto se lleva parte de la savia del arbol; tienes que elegir entre frutos o que el arbol engorde y para ello tienes que podar y acortar la altura y la longitud de las ramas con el fin de que el arbol se compacte y ya habra tiempo de que de frutos y porque cortes parte de un rama, esta no dejara de dar melocotones aunque eso es lo que menos te interesa por ahora. Un saludo
Hola Merlín 1, de nuevo te pido ayuda sobre el melocotonero en cuestión, segun te he entendido tengo que podarle toda la rama principal hasta donde llega el tronco, y el resto de las ramas ¿ a que longitud debo dejarlas? o las corto todas a la par que la rama guía, es decir, le dejo pelado cortando todo caso al ras del tronco? no sé si tengo que dejar alguna un poco más larga que las otras o cómo vá el tema; perdona mi insistencia a tus explicaciones, si te molesto no te pediré más consejos, pero por favor me gustaría me aclarases este objetivo. Muchas gracias, saludos.