Copos de nieve: Dos pájaros estaban posados sobre una rama durante una nevada, y se pusieron a conversar: —Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? — le preguntó el pájaro carbonero a la paloma salvaje. —Casi nada —fue la respuesta. —En tal caso, antes de irme déjame contarte una maravillosa historia —replicó el carbonero. Al empezar este invierno me posé sobre la rama de un abeto. No era un duro invierno, y como no tenía otra cosa que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando en las ramitas y en las hojas de mi tallo. Su número exacto fue 3.741.952. Cuando el último copo de nieve se depositó sobre la rama, sin que nada pasara, esta se partió —dijo el pájaro, y se alejó volando. La paloma estuvo reflexionando un rato sobre esa historia y por fin se dijo: —Quizá sólo haga falta la voz de una persona más para que la paz llegue al mundo. Esta narración de Joseph Jarowski nos sirve para reflexionar sobre el hecho de que el dirigente se compone de una sama de valores y conductas que se acumulan e integran en un todo denominado liderazgo hacia el servicio. El relato es también conveniente para señalar que todos podemos, de una manera u otra, construir poco a poco y simultáneamente un liderazgo hacia la paz. Todos los copos suman: los proyectos sociales, los foros sobre la convivencia, el “ya no más”, las diversas acciones tendientes a promover la tolerancia y el desarme de los espíritus, los talleres de solidaridad, las acciones cívicas, las ONGs en lucha por los derechos humanos... Bajo esta nueva perspectiva, sincronizar los anhelos con los medios y las acciones para la paz es crear una sinergia de innegable impacto en la vida del país.
Acabo de encontrar este hilo, la verdad es que de vez en cuando escribo una pequeña historia sobre algun sitio que he visto o me han contado una leyenda, este es real pero contado a mi manera: "A orillitas del Tajo bajo, hace muchos años, reinaba Alfonso VIII, el cual se había casado con Leonor Plantagenet, y como siempre, estos apaños no funcionaban se les mirase por donde se les mirase. Pero bueno era la época de unir tierras. El caso es que a Alfonso le gustaba la caza, uno de esos días que iba a ver si se podía traer un jabalí para la cena, vió como un halcón hería a una paloma, no pudo soportarlo y mató al halcón, este cayó en una finca propiedad de unos judíos, el Rey entró y conoció a Raquel, una moza cuya fortuna no sólo eran las propiedades que había heredado de sus padres, sino su inteligencia y belleza, como no le gustaba estar mano sobre mano, se dedicaba a la curandería. Alfonso cuando la vió, quedose con los pies vueltos y la vista torcida, vamos que se dijo que o para él o para nadie. Primero empezaron viéndose como cualquier adolescente, y llegó un momento en que el Rey no pudo ocultar lo que sentía, el caso es que al ser cristiano y casado, tener una amante judía y plebeya en palacio era impensable; pero él era el Rey, así que construyó un pequeño palacio cercano a la finca de Raquel, por donde discurría el rio, dotándolo de los clásicos patios toledanos sombreados y con fuentes, cogió a la moza y se plantó con ella allí viviendo 7 años, los más felices que tuvo; hasta que Leonor harta de que la “coronaran” y el pueblo de ver como Alfonso no hacía caso de sus deberes reales, se unieron y una noche planearon matar a Raquel, pues Leonor había propagado que Raquel había hechizado a Alfonso y por eso no atendía al pueblo. Un día que Alfonso había salido del pequeño palacio dejando sola a Raquel, entraron dos hombres pagados por Leonor y clavando una daga en el corazón de Raquel, acabaron con esta, pero no con sus problemas. Cuando Alfonso se enteró, entró en tal cólera que mandó ahorcar a quienes habían asesinado a su dama, a Leonor la recluyó en un convento en Galicia, y a aquellos que habían sembrado maledicencias contra Raquel en vida los exilió de sus tierras. Cuenta la leyenda que Alfonso desde entonces se pasaba los días hablando a Raquel en su tumba, que esta se convirtió en paloma lo mismo que Alfonso a su muerte, como símbolo del encuentro entre ambos, desde entonces están juntos. Pero tuviera el final que tuviera la leyenda, lo cierto es que Raquel no lo había hechizado con hierbas ni nada parecido, sino enamorado por su manera de ser."
QUIEN HACE EL RUIDO Era un Maestro Chan, que apenas era visitado por aspirante espiritual alguno, pues se había ganado la fama de ser severo debido a sus métodos de enseñanza. Pero un día llego a la ciudad un buscador de otro lugar muy distante del país y quiso probar si se trataba realmente del Maestro que decían. -No soy fácilmente impresionable- dijo con cierta presunción a quienes le advirtieron. Se presento ante el Maestro. Cuando el Maestro lo vio, antes de intercambiar palabra alguna, estallo en una carcajada. El aspirante se sirvió de su autocontrol para no demostrar incertidumbre. El Maestro estaba tomando un té aromático. -Siéntate- le ordeno al recién llegado -Siéntate bien, erguido y no como una gallina clueca y estúpida. Hubo una pausa. El té estaba humeando y esparciendo su exquisito aroma. -¿Deseas algo? El visitante dudo. Empezaba a sentirse incomodo. -¿Puedo tomar un poco de té?- Pidió De repente. El Maestro arrojo un chorro de té hirviendo sobre el visitante. El liquido le quemaba como acero candente donde caía en su cuerpo. -¿Es esta la forma de tratar a un visitante? -Te he dado lo que me has pedido, contesto el maestro, después de esto cerro los ojos y se sumergió en una meditación. El aspirante hizo lo mismo y entro en meditación. -¡Cuanta paz y tranquilidad!, se decía mentalmente, sintiendo una atmósfera de quietud en el recinto. De repente, un violento bofetón le hizo emerger de aquel éxtasis. Se aferró de su autocontrol para no devolverle el golpe. Cuando fue a protestar, el Maestro le pregunto: -¿De donde ha surgido el ruido? ¿De la mano o de tu mejilla?- El aspirante dudo durante una fracción de segundo, cuando otra bofetada no menos fuerte golpeo su rostro de nuevo. -¡Contesta!, grito el Maestro. -¿De donde sale el ruido?¿Quién lo produce? ¿La mano o la mejilla? Se trataba de un genuino buscador, y respondió así: -¡De la mente! Por supuesto; se refería al ruido de la rabia, humillación y orgullo herido que habían brotado de su interior al sentir las burlas y los golpes del Maestro. -Haz avanzado, dijo ahora cariñosamente el Maestro, captando el contenido real de la respuesta. -Quédate y transita tomado de mi mano hasta cuando lo desees, el camino de la búsqueda sincera hacia la auto superación. ...Y así sucedió, aquel aspirante eventualmente alcanzo un elevado nivel de conciencia y se convirtió en un gran Maestro. PUEDE SER Un granjero vivía en una pequeña y pobre aldea. Sus paisanos le consideraban afortunado porque tenia un caballo que utilizaba para labrar y transportar la cosecha. Pero un día el caballo se escapó. La noticia corrió pronto por el pueblo, de manera que al llegar la noche, los vecinos fueron a consolarlo por aquella grave pérdida: ¡Qué mala suerte has tenido!. La respuesta del granjero fue un sencillo: Puede ser. Pocos días después el caballo regresó trayendo consigo dos yeguas salvajes que había encontrado en las montañas. Enterados los aldeanos acudieron de nuevo, esta vez a darle la enhorabuena y comentarle su buena suerte, a lo que él volvió a contestar: Puede ser. Al día siguiente, el hijo del granjero trató de domar a una de las yeguas, pero está lo arrojó al suelo y el joven se rompió una pierna. Los vecinos visitaron al herido y lamentaron su mala suerte; pero el padre respondió otra vez: Puede ser. Una semana más tarde aparecieron en el pueblo los oficiales de reclutamiento para llevarse a los jóvenes al ejercito. El hijo del granjero fue rechazado por tener la pierna rota. Al atardecer, los aldeanos que habían despedido a sus hijos se reunieron en la taberna y comentaron la buena estrella del granjero, más este, contesto nuevamente: Puede ser. TIEMPO DE MORIR Hakuin, el maestro del Zen, desde pequeño fue avisado de que su maestro poseía una preciosa taza de té, de rara antigüedad. A Hakuin se le rompió accidentalmente esta taza, y se quedo muy perplejo. Oyendo los pasos del maestro que se acercaba, ocultó tras de sí los pedazos de la vasija. Cuando apareció el maestro, Hakuin le preguntó: -¿Por qué hay que morir? Es lo natural, respondió su Maestro. Todo debe morir y tiene un determinado tiempo de vida. Hakuin, mostrando la vasija despedazada, explicó: A tu taza le había llegado el tiempo de morir.
FABULA TRANSGENICA En un campo de maíz transgénico, a la sombra del viejo gigante, dos gusanos efímeros en la mitad de sus vidas conversaban mientras mordisqueaban unas hojas. ¿Sabes que me han explicado? – pregunta el más risueño de ellos- Hace muchos años, aquí se comía maíz pero también lechugas, acelgas, coles… y con esos alimentos vivíamos mucho más tiempo que ahora. ¡Qué en esos tiempos el Sol se escondía para volver a salir! Entonces además de nosotros vivían en este mundo otros animales parecidos a nuestros tatarabuelos. Hablan de unos gusanos que no se arrastraban por el suelo como nosotros, tenían alas de colores que les permitían volar. Otros gusanos eran ciegos y vivían comiendo tierra que luego expulsaban. Sólo se les veía cuando llovía. Incluso existían unos gusanos babosos que cargaban un caparazón sobre sus espaldas. ¡Qué cosas más espléndidas! – enumeraba mientras sus pupilas centelleaban- No creo en las leyendas -contestaba el otro gusano- Mira, mi padre dice que el siempre lo vio todo igual. Y lo mismo el padre de su padre. Son cuentos para gusanos chicos, para pasar el rato. ¿Cómo vas a pensar en gusanos voladores? Qué, ¿llevaban, antenas en la cabeza? Ja ja ja – se burla- Y el Sol siempre está ahí quieto, ¿lo has visto moverse? Entonces, ¿cómo quieres que se esconda para volver a salir? Y siguieron con su régimen de maíz sin saber que, desde hace para ellos mucho mucho tiempo, lleva una toxina que es la responsable de su corta vida. Sin embargo, el gusano curioso decidió valiente trepar por el tronco del árbol. Al llegar a la copa le pidió permiso para probar sus hojas más frescas, sanas y nutritivas, y sin saber cómo, se fue enrollado sobre si mismo, quedando finalmente envuelto por un suave mantel de seda. Posteriormente despertó y vio un nuevo día. ( Lunario 2021 )
El árbol que no sabía quién era: el resto de árboles intentan ayudarle El resto de árboles intentaban ayudarle. Un día, el manzano le dijo: – Amigo, tal vez solo necesites concentrarte. Piensa que eres un manzano como yo, a ver si así consigues dar frutos. Pero el árbol, a pesar de sus esfuerzos, no conseguía dar manzanas. El mandarino le dijo entonces: Pero a pesar de todas sus esfuerzos, el árbol no consiguió dar mandarinas. El pobre árbol intentó de todo: dar peras, melocotones… pero no podía. Un día, un búho se posó en sus ramas y, como era un pájaro muy sabio, se dio cuenta del dolor del árbol y le dijo: – Dime, árbol, ¿por qué estás tan triste? – Oh, es porque no consigo dar frutos. Todos los demás son árboles llenos de color y yo, mírame… no doy absolutamente nada. ¿De qué sirvo entonces? – Yo creo- dijo el búho- que en realidad estás triste porque te pasas la vida intentando ser quien no eres. – ¿Quien no soy? – Sí… tal vez solo tengas que escuchar tu voz interior. – ¿Mi voz interior? – Todos tenemos una voz interior que nos habla, pero a veces estamos tan ocupados escuchando la voz de los demás, que no somos capaces de escucharla. El búho se alejó volando recordando al árbol su consejo: – Escucha tu voz interior… El árbol al fin entiende quién es El árbol se quedó pensativo y decidió guardar silencio y dejar de escuchar a los otros árboles. Entonces, consiguió oír un pensamiento que nacía de su interior: – ¿Cómo quieres dar manzanas si no eres un manzano? ¿Y cómo quieres dar mandarinas si no eres un mandarino? Tú eres un roble, amigo, un inmenso y bello roble. Uno de los árboles más admirado por los hombres. Eres capaz de dar sombra cuando ellos lo necesitan, en los días de más calor, y eres refugio de las aves, un hogar para muchas de ellas. Deberías sentirte orgulloso porque muchos otros árboles darían cualquier cosa por tener tu fortaleza. – Prueba con las mandarinas, que son más pequeñas. Igual es porque las manzanas son demasiado grandes. El árbol de pronto se sintió mucho mejor. Al fin sabía quién era y cuál era su misión. Y por supuesto, nunca más intentó dar ninguna fruta. MORALEJA: “A VECES NOS SENTIMOS DESGRACIADOS POR INTENTAR SER QUIENES NO SOMOS. TRATA DE CONOCERTE A TI MISMO Y ESFUÉRZATE EN SER QUIEN ERES, EN LUGAR DE INTENTAR SER QUIEN NO ERES”
No es un cuento pero bien podría serlo. No soy de aquí ni soy de allá Facundo Cabral Me gusta el sol y la mujer cuando llora Las golondrinas y las malas se??oras Saltar balcones y abrir las ventanas Y las muchachas en abril Me gusta el vino tanto como las flores Y los amantes, pero no los se??ores Me encanta ser amigo de los ladrones Y las canciones en franc??s No soy de aqu??, ni soy de all?? No tengo edad, ni porvenir Y ser feliz es mi color De identidad No soy de aqu??, ni soy de all?? No tengo edad, ni porvenir Y ser feliz es mi color De identidad Me gusta estar tirado siempre en la arena Y en bicicleta perseguir a Manuela Y todo el tiempo…
MAO Y LOS GORRIONES Considerar la naturaleza como una mera fuente de recursos a explotar o un enemigo a conquistar ha llevado, con frecuencia, a aberraciones que hacen dudar de la supuesta racionalidad humana. Un ejemplo de esto fue la guerra de exterminio contra los gorriones desarrollada en China por Mao Zedong, dentro del denominado Gran Salto Adelante, y de su "Campaña de las cuatro plagas". Las autoridades chinas consideraron que, haciendo desaparecer a los gorriones, se evitarían las pérdidas en grano que acarreaba la voracidad de estos pequeños volátiles. Cualquier método fue homologado para este exterminio: cazarlos, envenenarlos, destruir sus nidos... Lo peor es que la campaña tuvo éxito y estuvo a punto de aniquilar por completo a esta especie en China. Sin embargo, su ausencia generó de inmediato la aparición de otras plagas aún más gravosas, como las langostas, que asolaron los cultivos y provocaron grandes hambrunas en el país. El Gobierno chino se vio obligado a rectificar de esta estrafalaria medida y comenzar a importar gorriones. En la actualidad, aún no se han recuperado las poblaciones de gorriones previas al exterminio... Fuente: Lunario 2021
Hola amigos... aquí quien introdujo los gorriones enBs.As. que luego se extendió a todo el pais y traspasaron las fronteras: Los primeros ejemplares de gorriones (Passer domesticus) llegaron a Buenos Aires de la mano de Domingo Faustino Sarmiento en 1871, cuando era presidente de la Nación y realizó una suelta de aves en Plaza de Mayo.