Después de la lluvia del pasado sábado y otras precipitaciones menores posteriores, los helechos del Cerro San Bernardo reverdecieron con una envidiable rapidez. Aparentemente estas plantas entran en invierno y hasta el primer aguacero, en un estado de vida latente durante el cual las hojas deshidratadas pierden su color, o bien adquieren otro como, -en cierto caso particular que muestro en las fotos-, un amarillo intenso semejante al de la cúrcuma. Arrugadas entonces las hojas, carentes del color verde, mimetizadas con su entorno, dejan de concitar nuestra atención como vegetales y así se tornan invisibles a nuestros ojos. No son permeables a la mirada sino intrascendentes, para nada atractivas. Todo sucede como si no valiera la pena perder el tiempo en ellas. Así, sin pena ni gloria, un día desaparecen de nuestra percepción como si no existiesen. Bendecidas por el agua de los cielos, aquellas anodinas hojas recobran color, resucitan de un día para otro. Entonces volvemos a percatarnos de su presencia. Aquí están, ya regresaron navegando por el río del olvido: Pellaea ovata Edito: Argyrochosma nivea var.flava Aquí una planta de otra especie ( Argyrochosma nivea var. flava), que cubierta superiormente por la roca no fue asperjada por el agua: Otras rociadas parcialmente:
Vicente, muchas gracias por mostrarnos tan bellos helechos, me encantan. Son un grupo de plantas maravilloso que no deja de sorprender. Las 4 primeras fotos pertenecen como bien has dicho a Pellaea ovata. En la 5ta hay 5 especies distintas (de izquierda a derecha: Anemia tomentosa, Cheilanthes myriophylla, Pellaea ovata, Astrolepis sinuata y Argyrochosma nivea). Las restantes pertenecen a Argyrochosma nivea var.flava. La variedad flava tiene el envés cubierto de farina color amarilla. Esto solo se ve si las hojas están arrugadas o si se da vuelta la fronda para ver el envés. Saludos !! Nora
Hola Nori: Efectivamente en el primer grupo sabía que junto a Pellaea ovata habían otras especies, pero solo consideré la mayoritaria. Basta ampliar la foto para ponerlas en evidencia. Respecto del segundo grupo equivoqué la identidad del helecho, error que ya corregí. Supongo que lo de la farina amarilla en el envés, -que antes de la lluvia era solo lo que se veía-, constituye la característica cromática que distingue a esta variedad. Lo sorprendente es que hasta hace una semana atrás todos estos helechos pasaban desapercibidos. Como esta ladera mira al oeste, el sol de la siesta y la tarde se ensañaba con ellos. Sobre el tronco y las ramas de una Ceiba chodattii de las proximidades, inaccesible por lo abrupto de la pendiente, había otro tipo de helecho que fotografié desde lejos.Aparentemente se trata de Pleopeltis minima. Son estos: Sobre el tronco del Yuchán, cerca del suelo: En una de las ramas superiores. Gracias y buenas noches.
Muy interesante ver Pleopeltis minima sobre un palo borracho. Esta especie de helecho llega hasta Buenos Aires, en la plaza de mi barrio la veo creciendo sobre un fresno. Es muy bonito. Slds Nora
