Poemas infantiles Los lobos en el monte los pollitos en el corral los peces en el agua los barcos en el mar. Ya todo está en su sitio, ya todo en su lugar. Los niños en la escuela y los patos a volar Gloria Fuertes Vamos a la escuela ¡llévame mamá! Están mis amigos y quiero jugar. Mi escuela es bonita me gusta allí estar. Aprendemos cosas y a no pelear ¡Vamos a la escuela! ¡Llévame mamá! de Carmen Calvo No tengas miedo al ruido que se oye fuera, es el viento que corre sobre la hierba. No tengas miedo al viento, que él es tu amigo, el viento sur es bueno para los niños. Y cuando venga el día saldrás al campo y jugarás con el viento sobre los prados. de Jose Luis Hidalgo
La pata desplumada, cua, cua, cua, como es patosa, cua, cua, cua, ha metido la pata, cua, cua, cua, en una poza. ¡Grua!, ¡grua!, ¡grua! En la poza había un cerdito vivito y guarreando, con el barro de la poza, el cerdito jugando. El cerdito le dijo: saca la pata, pata hermosa. Y la pata patera le dio una rosa. Por la granja pasean comiendo higos. ¡El cerdito y la pata se han hecho amigos! Autora: Gloria Fuertes
Pasé a la carrera por este tema en una recorrida por el foro y les dejo este poema tan lindo de Manuel González Gil: Yo así no juego más Si el juego es una carrera y sólo gana el que llega, yo así no juego más. Si por ganar no me importa que vos te quedes sin torta, yo así no juego más. Si el juego es una pelea y sólo gana el que pega yo así no juego más. Si estás jugando conmigo y por ganar te lastimo yo así no juego más. Yo solo quiero jugar porque me gusta encontrar la risa que se perdió. Yo solo quiero jugar porque es la forma mejor de dejar pasar el sol ¡No me quieran enseñar cómo se debe jugar que al juego lo inventé yo! Letra de MANUEL GONZÁLEZ GIL
EXCELENTE JUEGO GRACIAS POR TU APORTE ADRIANA... ES HERMOSO Una curiosa ranita Iba por las vías del tren Patinaba con sus patitas Con glamoroso vaivén. Patinaba sin mayor trabajo Sin importarle otras cosas Cuando de un solo tajo El tren le cortó las nalgas. Le lanzó cerca de un camino A una considerable distancia Mas sin medir el peligro Fue por sus nalgas con ansia. Cuando casi llegaba a la meta Ocurrió lo que mas temía Pasó el tren cual cometa Y la degolló a la pobrecita. Analizando lo que esto reza, Te pediré que esto no hagas: “nunca pierdas la cabeza, tan solo por unas nalgas”
LUNAS DE CUENTOS Cuento Infantil para niños/as, creado por: Rosa Maria Martin-Moreno Navarro Martín era un niño que vivía en un pequeño pueblo al lado de unas pequeñas montañas. Todas las noches le gustaba mirar al cielo, y buscar la luna para poder verla y admirarla. A veces la miraba tanto que le dolían los ojos y acababa durmiéndose en el rellano de la ventana. Su madre trabajaba en una panadería, y a veces le hacía un pequeño pan blanco muy redondo, al que le dibujaba unos ojos y una boca sonriente y al entregárselo su madre le decía : Toma Martín te traigo una pequeña luna y la colgo de la cortina de su cuarto para que la viera mientras se dormia
Federico García Lorca La Tarara La Tarara, sí; la Tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Lleva la Tarara un vestido verde lleno de volantes y de cascabeles. La Tarara, sí; la tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Luce mi Tarara su cola de seda sobre las retamas y la hierbabuena. Ay, Tarara loca. Mueve, la cintura para los muchachos de las aceitunas. Romance de La Luna García Lorca (Poema para niños) La luna vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira mira. El niño la está mirando. En el aire conmovido mueve la luna sus brazos y enseña, lúbrica y pura, sus senos de duro estaño. Huye luna, luna, luna. Si vinieran los gitanos, harían con tu corazón collares y anillos blancos. Niño déjame que baile. Cuando vengan los gitanos, te encontrarán sobre el yunque con los ojillos cerrados. Huye luna, luna, luna, que ya siento sus caballos. Niño déjame, no pises, mi blancor almidonado. El jinete se acercaba tocando el tambor del llano. Dentro de la fragua el niño, tiene los ojos cerrados. Por el olivar venían, bronce y sueño, los gitanos. Las cabezas levantadas y los ojos entornados. ¡Cómo canta la zumaya, ay como canta en el árbol! Por el cielo va la luna con el niño de la mano. Dentro de la fragua lloran, dando gritos, los gitanos. El aire la vela, vela. el aire la está velando.