Hola Hace tiempo prometí que contaría cómo acababa la aventura con Picarol y con Bei. Viven seguros desde hace casi tres años en una finca privada en el prepirineo. Se han adaptado, pero siguen sin querer estar ahí. Sobre todo Picarol. Para todos los que seguisteis sus andanzas, y para los que os las perdisteis. Traigo fotos para los que no llegasteis a conocerles. Este es Piquins, Picarol. Un corzo que dormía en un sofá y desayunaba tostadas con mermelada. Ahora sabemos que hicimos lo correcto al no castrarle después de salir los primeros pivotes, aunque no quisiera irse con los de su especie. Hubiera tenido problemas serios con la cuerna. Estuve con él el jueves, vive con una hembra y después de cubrirla estaba cansado y apático, y no me gustó en las fotos que le hice. Por eso os traigo nuestra despedida cuando caminaba hacia el coche la última vez que fui a verle. Me di la vuelta y allí estaba él. Nos miramos y entré en el coche sin mirar atrás. Ahora ya no lleva collar. Y este es Beicon, mi cochinillo con olor a juanolas y patatas con sabor a jamón. Me lo endosaron un domingo al mediodía, justo antes de irme a casa, envuelto en toallas. Solo tenía una semana. Era tan pequeñajo que tuve que meterlo en un trozo de un calcetín mío, de los de andar por casa. Los momentos que voy a contaros ahora son de este jueves pasado. Las veces anteriores no quiso saber nada de mí. Por más que le llamaba y le silbaba, me ignoró completamente y no vino. Y sabía que era yo, porque los jabalíes tienen un olfato y un oído muy finos. Me riñeron porque lo había llevado adulto y demasiado apegado a mí. Pero esta vez sí, esta vez se reconcilió conmigo. Apareció entre la maleza al primer silbido. Seguro que hacía rato que ya le había llegado mi olor que tan bien lo conoce. Porque también tienen muy buena memoria. Fueron momentos de sentimientos enfrentados. Feliz mientras frotaba su narizota en mi mano, ronroneando como cuando estábamos juntos, y triste por no tenerlo conmigo. Está castrado y vive con una hembrita, a la que no dejó acercarse a mí ni un segundo. Sigue estando imponente y precioso. Los que me conocéis bien sabéis que la música es otro imprescindible en mi vida. Con ella os dejo.
Seguí en su momento todo lo que paso con Picarol y cuando ya prácticamente estaba el asunto en la última neurona de mi cabeza... me vienes con este post contando y cerrando el asunto. Mil gracias. Me alegro mucho de que ambos sigan ok. (De Beicon creo que nada sabía en su momento). Gracias por lo que haces y para futuros "marrones" que sin duda llegarán, cuéntanos tb.
no lo había visto nunca, pero me ha encantado y el tener un lugar para que estén en el campo es una alegría ver tanta belleza, gracias por esas fotos.
Gracias a ti por entrar en cuanto has visto el nombre de Picarol, Mari Bichos. Con Bei y con Piquins lo he pasado mal, sobre todo con Beicon porque estábamos muy unidos, pero al menos sé que ellos están bien. Y espero no tener más "marrones". Porque uno de los últimos logré sacarlo adelante después de tenerlo ingresado un mes, pero tuve que cederlo a un centro de protección de especies autóctonas. No tenía un lugar adecuado para él y esa fue la mejor opción, me lo admitieron. El segundo marrón, también ingresado durante quince días, vive con una familia en una casa de campo y están todos encantados. Me encariño desde el momento en que acaricio a un animal y, como no tengo un lugar adecuado para ellos, lo paso mal cuando nos separamos. Gracias
Hola Lunes, No he tenido el honor conocer las historias de tus fantasticos compañeros, pero me encantaria conocerla !!! Hay algun link donce verlo Soy un poco como tu, me encariño nada mas mirar un animal. Es verdad que el momento en que nos tenemos que separar por obligacion es un cataclismo Muchas gracias por lo que nos has mostrado
