Los parques públicos y los jardines de los vecinos proporcionan experiencias interesantes de jardinería. Pueden favorecer buenas decisiones y evitar malas, y nos proporcionan el placer de disfruyar de lo que no podemos tener. En nuestro entorno suele haber mucho más de lo que pensamos. Así, en mi muy humanizado pueblo he descubierto plantas que nunca habría sospechado que pudiera haber.
Delante de mi puerta veo esto: Mi vecino tiene un precioso Ligustrum ovalifolium y en el camino crece un Sambucus nigra. No son míos, pero yo los disfruto. Me asomo todos los días y los veo, huelo su aroma, observo sus muchas visitas, los fotografío...
Pues sí. La semana pasada dos vecinas me enseñaron sus patios y fue una pasada ver lo bonitos que los tienen y las plantas hermosísimas que esconden.
Totalmente de acuerdo. Todo sirve de inspiración, incluso para ver el trabajo de otros jardineros, o como está armado un jardín... De los parque públicos también se aprende mucho, todo es cuestión de apreciar.