Aunque falta bastante aun para que empecemos a injertar los castaños, por si luego se me pasa, que andaré más liado, subo ahora este procedimiento. Los que habéis injertado castaños en la zona infestada de avispilla (ya no sé si queda algún sitio libre) os habréis encontrado con que es imposible saber si las púas (estaquillas) que recogemos tienen o no larva de avispilla. Las yemas apicales suelen estar libres, pues han crecido después del período de vuelo de la avispilla adulta, pero estas no suelen ser las mejores para algunos tipos de injerto (inglés). Si injertamos con las yemas tal cual, en muchas de ellas veremos aparecer una “piña” de agallas rojizas, en otras, los brotes crecen torcidos, muchos hacia abajo, o están acribillados de agallas que retrasan o impiden su crecimiento, con lo que el injerto se arruinará. Pues bien, hay un método, la termohidroterapia, que nos librará de las larvas microscópicas de las yemas de las estaquillas que vayamos a injertar. En este caso SÍ RECOMIENDO A TODOS QUE LO HAGÁIS. Aunque yo me enteré indirectamente, ahora encontré el trabajo original de los autores del método. Es posible que esté publicado en más sitios: http://www.serida.org/publicacionesdetalle.php?id=8055 Pero vamos a lo práctico. Os digo la manera sencillísima de hacerlo que yo puse en práctica las dos últimas temporadas con un 100% de éxito en más de 1000 injertos: Necesitaréis: - 1 termómetro para medir temperatura del agua. En mi caso, uno de cocina baratito. - 1 recipiente grande. Yo utilicé un capazo negro típico, de unos 60 litros de capacidad, pero vale cualquiera, incluso la bañera de casa. - Agua caliente. El procedimiento se realiza justo antes de utilizar las yemas para injerto. Estarán por tanto refrigeradas, al haberlas cogido con bastante antelación cuando están inactivas. (Para los que no sepáis como conservarlas, hay un magnífico tutorial de Jose Albacete en este foro). Las púas las habremos sacado con antelación de la nevera para que estén a temperatura ambiente (es importante) Llenamos el recipiente de agua a 49 grados centígrados, comprobado con el termómetro. Es importante que el recipiente sea grande y no poner demasiadas púas de una sola vez para que la temperatura no baje demasiado al introducirlas (no pasa nada si baja a 47 o incluso 46, pero no mucho menos) Mantenemos las púas sumergidas 10 minutos de reloj. Las extendemos sobre cualquier superficie para que se sequen y atemperen… y ya están listas. Una vez sometidas a tratamiento deben utilizarse en los dos días siguientes, al menos en mi experiencia. Desconozco si pueden refrigerarse y guardarse de nuevo, después del tratamiento. Yo no lo hice. El método vale, por supuesto, para estaquillas con yemas inactivas. Supongo que para injertar en verano a yema dormida no sirve, aunque no puedo asegurarlo. Haciendo las cosas de este modo no veréis ni una sola agalla en vuestros injertos. Comparado con las no tratadas, las yemas, según lo que yo he observado, adelantan la brotación dos o tres días. Salen vigorosas y limpias. Lo más que he observado (un 1-2%) es alguna pequeña desviación o abultamiento en los nuevos tallos, sin que en ningún caso llegase a formarse agalla ni se condicionase el desarrollo del brote. El método es efectivo, sencillo y rápido. En menos de media hora en total podéis preparar púa para injertar todo lo que os de la gana. De verdad, es un pecado no hacerlo. Saludos.
Gracias por compartirlo, muy interesante el procedimiento. Por el momento los castaños de mi familia están en zona libre de avispilla. El cerco cada vez es más pequeño, así que imagino que en cosa de un año o dos aparezcan por aquí y si quiero injertar alguno tenga que aplicar este método.