Esculturas en el jardín

Esculturas antiquísimas, que han visto tantas "locuras de hombres
o de dioses", como dejó escrito Séferis.

 

No es exactamente un jardín aunque sí es un medio natural. Obra de Rob Mulholland, este Mirror Man se encuentra en el lago Earn. Me ha gustado porque me evoca otras esculturas, como los kuroi griegos, y otra llegada a la orilla, como la de Afrodita, o la Cosa, o el primer Mazinger Z:

 

¿Tiene iluminación artificial?

 

Creo que no. Los reflejos que se ven en la primera fotografía parecen de flash.

 

Las esculturas de liebres de Barry Flanagan me gustan. Y no sé por qué. Hay algo en la estilización de los miembros, de las orejas, que multiplica la expresividad. Como lo haría un cómic. Incluso la manera de presentar sus liebres es siempre sencilla, pero novedosa y efectiva. Este Large mirror Nijinsky (fotografía encontrada aquí), que se puede visitar en el Parque de esculturas de Colonia, me resulta intresantísimo, o dicho más exactamente, me resulta doblemente interesante. Todo el parque debería replantearse a partir de esta escultura, de manera que las plantas tendrían plantarse de dos en dos, e incluso el parque debería ser visitado solamente por hermanos gemelos univitelinos:

 

Tortuga del Pabellón Cuadrado de la tumba de Ming Xiaolin.



Camellos de la Senda Sagrada del Ming Xiaolin.

 

La tortuga supongo que corresponde a una cosmogonía. Los camellos, igual que los toros alados, los leones alados, los carneros de Amón, y la propia esfinge que cuestiona a Edipo a las puertas de Tebas, resultan más enigmáticos ¿Te has formado alguna opinión al respecto?

 

La escultura de la tortuga me resulta interesante porque parece dividir el espacio del pabellón en dos (dualidad). Me pregunto cómo influirá la estructura abierta del mismo en la percepción de los jardines, del canto de los pájaros, del ruido del viento y las hojas...(Originalmente el pabellón estaba techado, pero creo que los arcos no poseían puertas) .

Los camellos están situados en la Senda Sagrada, cuyo recorrido se vincula con la purificación espiritual. No sólo hay esculturas de camellos, sino también de leones, elefantes, caballos y criaturas mitológicas: xiezhi y qilin. Todas ellas están colocadas en pares enfrentados y llevan a cabo una función protectora de las tumbas.
Entiendo que se representaron a estos animales por su vínculo con la guerra y el poder. Lo más singular de estas figuras es su posición sosegada y sus expresiones tranquilas e incluso amigables. Y sobre todo, esa desatención al observador, al que parecen ignorar.

Puedo estar muy equivocado, pero creo que hay algo en común con Large mirror Nijinsky. Aunque el movimiento y expresión de las liebres son mayores, se trata de animales representados de manera especular con una expresión ajena al espectador. Al igual que las esculturas chinas, las liebres parecen evocar una realidad mitológica, espiritual y misteriosa.
Pero cuando uno se fija un poco más en los detalles y descubre la pelota, el movimiento (corporeidad) de las esculturas se dramatiza y se rompe el equilibrio y la imagen especular, aunque permanece el misterio.

 

Está claro que hemos perdido (por suerte), el sentido mágico de las figuras antropomórficas o de animales, en el sentido de que para nosotros ya no son lo que representan sino un trozo de piedra. No obstante, durante el brevísimo lapso de tiempo en el que funcionamos sólo por instinto, podemos llegar a sentir de manera inquietante la presencia de una figura oculta entre la vegetación, de la misma manera que nos asustamos si sentimos que alguien se nos acerca por detrás, aunque sabemos quién es y que nos acompaña. Durante ese brevísimo lapso, las estatuas de los dioses que se disponen en los jardines clásicos, funcionan de la misma manera que seguramente creían los antiguos. Así nos lo recuerda Pasolini en Medea: "... Mira a tu espalda ¿Qué ves? ¿Acaso algo natural? No: es una aparición [...] En cada punto al que miras está escondido un dios. Y si no está, ha dejado la presencia de su huella sagrada: o silencio, u olor a hierba, o frescor de agua dulce..."

También así entiendo que funcionaban las figuras que flanqueaban las avenida y las puertas, creando un "campo de fuerza", estableciendo un límite. Hoy los seres mágicos han cambiado: salen en la televisión, y parecen seres humanos, pero sus superpoderes, netamente mágicos, sirven para la protección de ciertos intereses; igual que las figuras de la plaza de la Signoría nos miran fieramente para advertirnos de que no debemos pretender lo que no es nuestro, así los seres televisivos (Sherlock Holmes, CSI, El mentalista) nos advierten de que el Estado es todopoderoso, y de que no podemos escapar de él. En comparación con esta nueva magia, la de los jardines, tan estática, ha quedado un tanto obsoleta.

Sin embargo los jardines son apropiados para las esculturas porque un jardín nos predispone a la contemplación. Con la vegetación podemos crear ámbitos diversos, con una espacialidad, un color, una luz, difíciles de conseguir de otra manera.

 

"Coluna" una de las esculturas modernas de David Harber. Con formas orgánicas esta estructura de metal con discos espaciados entre ellos es un gran impacto visual. Puede servir de inspiración para el diseño de cualquier jardín moderno.



Esta otra no sé de quién es, sólo me gustó la composición, material y formas.
Fotos en este enlace.
Saludos,

 

Estas ranas músicas, interpretando un tema para maracas, voz y saxofón, es de las esculturas más divertidas que me he encontrado:

 

Me gusta la geoda. Es una cúpula doble, como las bordas que se construian en algunos lugares: http://vizcayado.blogspot.com/2020/06/chozo-en-orbaneja-del-castillo-burgos.html

 

Columna en la Ribera del Manzanares (encontrada aquí) :

 

Los motivos arquitectonicos en forma de ruina o edificio sin uso, son recurrentes en los jardines. Debido a que no nacieron para ser habitados, bien pueden considerarse esculturas.

No todos los tholos (tempor circulares) me gustan, pero este, del parque Pavlovsk, cerca de San Petersburgo (foto encontrada aquí), me parece extraordinario:

 

Obelisco roto, Barnett Newman.