Me considero un afortunado en el sentido de que, en un mismo huerto, puedo cultivar frutos tropicales como pitahayas o plátanos, y también árboles del monteverde exigentes en humedad. Puedo disfrutar de un limonero y de un roble (Quercus robur) , de un tilo (Ocotea foetens) y un nopal... La casa hace que este rincón sea más caluroso y seco por el propio efecto de la pared, y también porque impide que la humedad que sopla de manera intermitente desde el Norte empape la tierra. En invierno es inevitable que se humedezca, pero estas plantas que presento no se han podrido. Son pitahayas (algunas ya florecen) y un nopal. Al fondo una platanera, que no riego, y a pesar de la altitud, produce fruto. Estos días parece que tiene un toque sudamericano muy acogedor. Ahora el huerto ya ha sido arado y sembrado de habas y guisantes, también planté puerros, cebollas y coles. Las lluvias han empapado la tierra.
Antes de la comprensión y la estima del patrimonio natural vegetal del archipiélago, recuerdo otras valoraciones positivas, como la del pintor Néstor Martín Fernández de la Torre, que puso de relieve el ineludible contexto marino, con unas especiales luminosidad y colorido. Al pensar en ellos me viene a las mientes la genial aportación de Burle Marx, que junto a otros artistas, dieron lugar a la tropicalizacion de Brasil. La de Canarias me parece una historia igual de compleja, de la que me pregunto qué podía admirar Dulce María Loynaz, que procedía de ese otro paradigma que es Cuba... Una intersección de propósitos estéticos en mitad del Atlántico. Escribo lo que pienso en voz alta.
Todas variedades que me encantan profundamente. la pitahaya aún no la consigo, tengo unas parecidas pero que no son, (parecían, pero no son )
se ve prometedor, estaría genial que subieras unas fotos de tus frutos cuando se den! _______________________________________________________________________ se vende dispensador de agua