Yo, al cabo de los años, me he decantado por el barro cocido sin esmaltar, aunque después, por economía, por belleza de los esmaltes, y por otras razones, termino con mis plantas en otros contenedores. Empezaré por mi pieza más antigua y más querida. Es un tiesto sencillo, de 16 cm de diámetro y 14 cm de altura, casi cilíndrico, de arcilla cocida sin esmalte ni relieves, de tacto suave y con un brillo mate. No ha tenido eflorescencias. En él cultivé mi primer árbol desde semilla (una Robinia pseudoacacia), y ahora prospera en él una roseta de Sempervivum tectorum en pura arena de Arija mezclada con algunos restos vegetales. En estos momentos lo tengo achicharrándose al pleno sol de la tarde.
En esa maceta tan chula, pide a gritos un montón de crasas, ¿por que no haces una composición?. Me encantan las macetas de barro, aunque pesan bastante, pero son una belleza que no pasa jamás de moda. Un saludo .
Este es de fabricación más próxima en el tiempo. Aloja una vieja macolla de Sempervivum tectorum, una Matucana madisoniorum que no tiene prisa por crecer, y una mata de perejil (Petroselinum crispum), que no fue invitada pero que se ha hecho un hueco.
Una maceta preciosa, me gusta, a mi lo que me fallan son las macetas, que pillo lo que encuentro. Gracias. Se hace lo que se puede , aunque siempre se puede mejorar , jaja, y buscas otras posibles combinaciones. Un saludo .