Ana Mena parece de otro mundo. Descubrí su voz, su talento y también su bellísima figura en la Marató de TV3. Y fue inevitable sentir que realmente esa mujer parece haber sido tocada por la varita mágica de Dios. Creo que nos esperan unos años de ver crecer verdaderos talentos todavía en el mundo artístico.