Considerando la bárbara moda de cegar los alcoques con caucho, lo que provoca asfixia y deshidratación, que se mantengan abiertos es, en sí, una maravillosa noticia. Aunque sean pequeños.
No encuentro ahora el enlace, pero había unos en particular que recuerdo que según su página dejaban pasar tanto el agua como el aire. Aunque sí, claro que los prefiero abiertos si es posible.