Huyendo de las plantas.

Creo que los vendedores consideran sólo un futuro inmediato: el de la venta. Seguramente el terreno estuvo descuidado y sucedió lo que comentas. Ahora tiene el aspecto de algo potencialmente interesante, o al menos limpio.

 

Es interesante porque es pura potencia, casi una tabula rasa. Aterrador para el que siente cansado y prefiere contemplar a crear.

 

Hemos propuesto la parcela ajardinada por los vecinos, pero en realidad el objeto fundamental, en cualquier clima que propicie la vegetación, es crear un claro en el bosque. Se busca con ello el asoleamiento y la ventilación, evitando los problemas con las raíces, las ramas, las hojas, la humedad excesiva... Propongo el caso con denominación más literalmente próxima a esta idea, que es la residencia de Tolstoi: el claro claro (Ясная Поляна).

 

Un invierno riguroso permite parar el reloj durante unos meses. Donde no hay verdadero invierno el trabajo se multiplica.

 

He leído que no visto, que hay quien utiliza plantas tapizantes para mantener un espacio cubierto de vegetación y así evitar que crezcan otras plantas.

A pesar del marketing, a mí me aterra que estas plantas puedan luego adquirir un comportamiento invasivo y acaben por convertirse en una "bardera".

Las especies que he oído que se utilizan para este fin son Festuca glauca y Dichondra repens.

 

No hay alóctona que no pueda hacerse invasora. Eso es algo que habría que tener bien claro.

 

Por eso puede ser más "ecologista" un jardín de cemento que uno verde.

 

... Siempre que se entienda mal el ecologismo, que por desgracia es lo habitual.

 

Este corolario es interesantísimo, sin duda, @Silvestrador . Nos pone en el buen camino para considerar cómo debe ser nuestra relación doméstica y social con el medio ambiente. En general domina el pensamiento popular del equilibrio, un tanto orientalizante: buenas vibras, buenos sentimientos, buena disposición, amor a la naturaleza... Paz y amor. Y por otra parte, la manipulación del medioambientalismo por parte del poder, para la consecución de fines distintos a los que se declaran. Pero así no vamos a ninguna parte. No nos queda más remedio que aprender para no errar y para que no nos engañen, lo que es realmente difícil.

 

Sobre todo detecto una tendencia hacia el pensamiento dicotómico y simplista. Esquemas cada vez más estrechos, rígidos e infantiles desde los que toda realidad y comportamiento es etiquetado acríticamente.

Una actitud muy peligrosa.

¿No éramos una sociedad cada vez más acostumbrada a la complejidad (síntoma de nuestro gran desarrollo)? ¿No éramos herederos del "conócete a tí mismo" y de la búsqueda de la verdad frente a la apariencia?

 

En Vizcaya no son muchos los que quieren vivir "en la naturaleza". Otro asunto, muy diferente, es tener una segunda residencia, pero una primera residencia en esa situación es algo que solamente padecen personas con pocos recursos. La humedad y las deficientes comunicaciones son los factores más condicionantes. La primera (la humedad), es un verdadero quebradero de cabeza, ya que su solución no se intuye facilmente. La humedad tiene bastantes manifestaciones: la subida por capilaridad del agua presente en el terreno por los muros que son de materiales porosos; las condensaciones del vapor de agua procedente de la respiración de las personas y de la cocción de los alimentos; la aparición de resbaladizo limo, de musgo que actúa como una esponja, y de hongos fétidos; el oscurecimiento hasta la negrura de los paramentos porque el sol no llega a blanquearlos... La gente, en su desconocimiento, pinta e impermeabiliza los edificios por fuera, creyendo que la humedad que sufre en el interior de su vivienda procede del exterior, y así no hace más que aumentar el problema, ya que la humedad no puede salir y aún se acumula más en los paramentos. La humedad propicia también el crecimiento desmesurado de la vegetación, que termina por asombrar los edificios y su entorno. Que la vegetación toque los edificios es sinónimo de que sus propietarios no pueden ya mantenerla a raya. En un entorno de penumbra las plantas se etiolan, dan menos fruto y enferman por los patógenos que aparecen favorecidos por la alta humedad. Y no menciono, por no abrumar con una casuística interminable, los terribles problemas e incomodidades que causa el barro. Sí hay personas que se sienten seducidas por la apariencia del entorno, influidas por la cultura general española de culto a la naturaleza, pero enseguida empiezan a aparecer pequeños problemas insospechados, como que la ropa tarda mucho más en secar, que aparecen olores a humedad... Y se empieza a no dar abasto a controlar la vegetación espontánea. Las autóctonas son un quebradero de cabeza por ser muy invasivas y resistentes, y las alóctonas escapan rápidamente de todo control y se hacen invasoras.

 

Me la quedo para el veranito tórrido español

 

El placer no está asegurado, pero el trabajo, cuenta con él.

 

A veces no basta con invertir tiempo. La gestión de las materias vegetales excedentes y los restos de poda puede ser inabarcable aunque le dediques todo tu tiempo.

 

Los jardines verticales y las trepadoras en las fachadas solamente las empresas pueden mantenerlas en condiciones. Para la mayor parte de las personas su mantenimiento es oneroso, o usando un término de moda, insostenible. Y si esto que se ve en los cortos sucede en una fachada tipo SATE, el resultado es catastrófico.

https://www.facebook.com/reel/930432828119282?s=yWDuG2&fs=e

http://www.insider.com/this-is-how-overgrown-ivy-is-removed-from-home-exteriors-2022-8