En mi caso, no fue un chopo, sino los barrotes de hierro de un pequeño puentecillo que unía las orillas de un riachuelo... Y no fue una navaja robada del cajón de mi hermano mayor, sino un rotulador negro que, con esa premeditada idea, me llevé al lugar de los hechos, para vincularme a ese...
Separa los nombres con una coma y un espacio.