Hola estoy intentando diseñar un jardín árabe de sobre 100 o 150 o como mucho 200m2 y me encuentro con los problemas: No me decido sobre la distribución, hay algún ejemplo en el foro o sabéis de alguna pagina que sirva de inspiración? lo único que tengo claro es como quedarían las fuentes pero se puede integrar una piscina alargada? Alguien me puede inspirar? de momento me pregunto las proporciones y ordenación, mas adelante preguntare por las plantas Por cierto hay algún programa fácil que facilite el diseño?
Algunos ejemplos de jardines, para inspiración: Respecto lo que preguntas sobre programas de diseño (gratis): Sketchup de Google (en mi firma hay un enlace a un hilo que explica cómo funciona): http://www.sketchup.com/es My garden: http://www.gardena.com/es/vida-en-el-jardin/my-garden/ Garden planner: http://www.smallblueprinter.com/garden/planner.html
wow, un tema clásico en el foro de diseño. Me extraña que aún no se haya planteado desde que trasladaron infojardin. Pero en el foro antiguo si que se tocó en, al menos, dos hilos: http://www.infojardin.com/foro/showthread.php?t=59601 http://www.infojardin.com/foro/showthread.php?t=348354
Los Jardines Arabes Los primeros jardines de estilo àrabe comenzaron a surgir en la cuenca mediterránea y en el Oriente próximo, como era un territorio muy extenso los cultivos han tenido que adaptarse a los diferentes tipos de climas. Su forma es cuadrada con un trazado a dos ejes, el eje vertical dota al espacio de una simbologia relacionada con el cielo. Aunque la forma ideal del jardin musulman es el "Ryad", de forma rectangular en su eje se encuentra una fuente con surtidores. Los àrabes se inspiraron del Coran para crear su estructura, los llamaba "janna" estaba asociado al agua como elemento sagrado y fuente de vida. El Coran tiene màs de 50 referencias que hacen alusión al Paraiso lo comparan con un jardin, por él corre un rio que dà frescor, los àrboles producen deliciosas frutas.
Qué buen proyecto!! Me encanta! El amor por las flores y la naturaleza en general fue una constante en todo el mundo islámico, ocupando el jardín un lugar privilegiado en el imaginario musulmán. Su predilección por estos lugares tiene su origen en el Corán, que aporta más de medio centenar de referencias al Paraíso como jardín. La imagen evocada en sus numerosos pasajes es tan precisa y deliciosa que llegó a ser fuente de inspiración para los jardineros. La cultura andalusí no podía dejar de ser menos, legándonos espléndidos jardines, en que experimentaron técnicas agricólas, mejoraron cultivos, plantaron especies exóticas y realizaron avances en botánica. En lo que respecta a la construcción, se pueden distinguir las siguientes características: Responde a la idea del patio interior a la vivienda, con forma cuadrangular, generalmente con un trazado en crucero (a dos ejes) y siempre con un eje vertical implícito que dota al espacio de una relación simbólica con el cielo. Esta división del espacio cuadrangular proporciona una jerarquía (que refleja el orden al que aspiran los constructores de jardines, a un dominio de la naturaleza) y una organización práctica (paseos, distribución del agua de riego, disposición de las plantaciones). Los paseos en forma de andenes sobreelevados permiten recorrer el perímetro y los ejes del patio. Se usa el agua como espejo (para reflejar el cielo e introducir luz en espacios pequeños), pero también como perturbación del espejo para distinguir el reflejo (lo imperfecto) de lo reflejado (lo perfecto, lo alto). Agua y vegetación forman un binomio inseparable, de tal modo que el paseante puede tener al alcance de la mano las copas de arbolillos o arbustos grandes, mientras el agua aparece en láminas que reflejan el cielo, sólo perturbadas ligeramente por pequeños surtidores, generalmente en los extremos de los estanques o canales. El agua aparece, además, circulando por canalillos que pueden acompañar a los andenes, uniendo a su faceta útil de agua de riego, el beneficio de refrescar la atmósfera y producir un sonido agradable. Dentro de las redes de riego, las acequias, albercas y fuentes representan los métodos de adquisición y almacenamiento de agua. Es notable la conjunción de los aspectos olfativo y visual. El jardín tenía plantas aromáticas y flores especialmente difusoras de perfume durante el día o la noche. También crecían en él, árboles frutales que perfumaban el ambiente durante el tiempo de su floración. Cuando es posible, puede darse una relación visual con el paisaje circundante, integrándolo por medio de ventanas o ajimeces. La decoración responde a esta concepción del jardín como paraíso coránico y ofrece versículos y otros textos que responden a la idea de bienestar que se pretende alcanzar. La tradición de jardín-huerto se extendió por todo al-Andalus. Era huerto y jardín a la vez, así como un campo de experiencias botánicas, en el que se adaptaban aquellas especies traídas de Oriente, como la granada o la palmera datilera. Se aclimataban también especias y condimentos, como la pimienta negra y el azafrán y plantas aromáticas y medicinales como la alhova y la alheña. En las albercas andalusíes solía haber plantas acuáticas, como los nenúfares, y peces multicolores, tal y como puede apreciarse actualmente en el Jardín del Partal y en el Patio de los Arrayanes de la Alhambra. El auge de la agricultura se debe, principalmente, a la tecnología hidráulica, capaz de transformar los terrenos de secano en fértiles huertas de regadío, con grandes norias giratorias de acequias, pequeñas aceñas, acueductos, acequias, canales, pozos artesianos, etc. Los molinos de agua, instalados en las orillas de los ríos, molían los granos de cereales. Los de viento, provistos de anchas velas de barco, hacían girar un eje vertical que movía la piedra de moler el grano. El mejor aceite se elaboraba en los molinos que trituraban los frutos del olivo (almazaras). Así pues, se crearon enormes huertos, con una dotación constante, y se buscaron los mejores geóponos de la época, para que, como avezados investigadores, cuidaran y experimentaran en ese jardín botánico. Los emires, califas y sultanes de al-Ándalus favorecieron con enorme interés la creación, junto a sus palacios, de jardines botánicos donde se experimentaba con las nuevas especies traídas, iniciándose una técnica de injertos que dio lugar a muchas frutas que hoy se degustan en Europa y América, como el albaricoque, ciertas especies de higos (como el de Málaga), tipos de dátiles, etc. Sin lugar a dudas, el jardín más espléndido e inolvidable de la España musulmana es el Generalife (del árabe “Ÿannat al’arif “: la más noble y elevada de todas las huertas, o también huerta del arquitecto), la almunia de la Alhambra de Granada. Esta última también puede presumir de notables espacios verdes, cercano al paraíso: los jardines del Partal, de los Adarves y de Lindaraja, con sus rimeros de macetas floridas, los recortados setos que bordean acequias, los estanques y fuentes cubiertos de nenúfares, y todo un conjunto, esplendoroso y sutil, asomándose a la legendaria ciudad, al blanco barrio del Albaicín (de “al-bayyazín”: musulmanes de Baeza que se refugiaron en Granada), a las cumbres nevadas de la sierra, y a la aceitunada apacibilidad de la Vega. En la Alhambra, la puesta en escena entre agua y vegetación es una manipulación de todos los sentidos, la mirada se ve arrastrada más allá de los muros del recinto, en un espectáculo armonioso entre arquitectura y naturaleza. El sonido del agua es invitador y refrescante y se entrelaza con los aromas de las flores y árboles. El concepto del carmen granadino es de origen hispanomusulmán. La palabra carmen viene del árabe “karm”, que significa viña. Los cármenes ocupan las laderas de las colinas enclavadas entre los cauces del Darro y del Genil, y aquellos que se encuentran en el Albaicín, frente a la esplendidez de la Alhambra, son considerados los más típicos. En sus orígenes eran minifundios suburbanos; el terreno se dedicaba en parte a jardín y en parte a huerta. Fueron también muy famosos los jardines del palacio de Al-Rusafa, almunia (huerto o granja) de recreo del emir Abderrahmán I, a pocos kilómetros de Córdoba, la primera hacienda ajardinada de al-Andalus y el lugar donde se transplantaron y aclimataron numerosas plantas exóticas, enviándose mensajeros a lugares lejanos para importarlas. Otro ejemplo importante de jardín es el de Madinat al-Zahra, también en Córdoba, construido por orden del califa Abderrahmán III. Sevilla tuvo su esplendor en la zona de Buhayra, hoy conocida como Huerta del Rey; allí se plantaron, con la colaboración de expertos del Aljarafe, olivos, árboles, viñas y frutales raros de todas las especies. El propio emir al-Mutamid salía a pasear por estos campos y observar los avances en la plantación. Todas las artes se hicieron eco de estos vergeles, reproduciéndose su grandeza y magnificiencia en tapices, alfombras y decoraciones. Los poetas, en sus versos, también dejaron su impronta naturalista, ensalzándose la variedad de sus flores: rosas, narcisos, lirios, anémonas, jazmines, alhelíes, violetas, amapolas, margaritas y otras especies que atraen la mirada y entretienen los ojos. Saludos, https://www.google.es/search?client...=2&tbm=isch&gws_rd=cr&ei=647oVeKbOMv6UoGaicAK
lo que debes tomar en cuenta seria una especie de pequeño estanque recto, podrias colocar aspersores a su alrededor para que hagan doble funcion, de fuente decoradora y riego de pasto, asi mismo con una banqueta que en vez de techo normal tenga una especie de forma de cupula saludos amigos _________________________ va de paquetes all inclusive
Poco puedo añadir a la excelente información sobre jardines árabes que te han dado otros foreros. Sólo decir que cuando leí "jardín árabe" pensé en el acto en Phoenix dactylifera. Yo basaría el jardín en esta especie emblemática del mundo árabe.
Y si añadimos algún Hibiscus y algún olivo... madre mía, bellezón de jardín que puede salir de ahí si está bien diseñado.
Diseño bien simple: un eje de simetria en sentido longitudinal, que coincida con la alberca-piscina. Alrededor de ésta, un pavimento de ladrillo y más allá setos de arrayanes que delimiten los paterres donde crezcan esas otras planta de flor y fruta. Por encima, un dosel de árboles que garantice la deseada sombra. En el perímetro, una tapia que asegure la intimidad y genere el microclima buscado (puede ser sustituida por un cerco de cipreses o laurel).
Bueno habrá que ver como es el terreno del que dispone el usuario , pero el concepto que comentas es tremendamente atractivo. El tema es que hablas de un dosel de árboles y aunque veo perfectamente a laureles, hibiscos, olivos y naranjos haciendo esa función en alguna parte del jardín, creo que debería apreciarse la belleza de las palmeras datileras y la luz del sol reflejándose en los estanques para dar un aspecto verdaderamente árabe.
Y el granado, el albaricoquero, las rosas, los alhelíes, los lirios, los jazmines, los cítricos..... buahhhhh.. un placer para todos los sentidos (tacto, vista, oido, gusto y olfato)
Casi imagino a un nómada entrando en un sitio así tras semanas en el desierto cubierto de arena y pensando que ha muerto y que está en el paraíso.