Bulbos y más Principios básicos El término “bulbo” se utiliza en general para denominar aquellas plantas de estructuras de almacenamiento subterráneas carnosas. Sólo algunas de las plantas llamadas comúnmente bulbos los son en realidad. La definición de bulbo es toda planta que almacena su ciclo de vida completo en una estructura de almacenamiento subterránea. La función principal de estas estructuras de almacenamiento subterráneas es almacenar reservas de nutrientes para asegurar la subsistencia de la planta. La definición de bulbo es toda planta que almacena su ciclo de vida completo en una estructura de almacenamiento subterránea. Los bulbos o las plantas comúnmente llamadas bulbos son en general perennes. A los ciclos de crecimiento y de floración les sigue un período de vida latente en que la parte aérea de la planta muere al final de cada período de crecimiento. Para los bulbos de primavera, el final del período de crecimiento es el final de la primavera o el principio del verano. Los bulbos de primavera comienzan a crecer nuevamente en el otoño y florecen en la estación de crecimiento siguiente. Los bulbos pueden clasificarse en cinco tipos según sus estructuras de almacenamiento. Se incluyen: bulbos verdaderos, cormos, tubérculos, raíces tuberosas y rizomas. Se ha agregado aquí una sexta categoría de raíces carnosas con el fin de mostrar su estructura. Las azucenas amarillas y las peonías, plantas muy conocidas, son ejemplos de este tipo. Bulbos verdaderos El bulbo verdadero consta de cinco partes principales. El disco basal (parte inferior del bulbo desde donde crecen las raíces), las escamas carnosas (tejido de almacenamiento primario), la túnica (película que protege las escamas carnosas), el vástago (consiste en la flor y las yemas en desarrollo) y las yemas laterales (se convierten en bulbillos o perlas). Los bulbos verdaderos se dividen en bulbos tunicados y bulbos imbricados. El bulbo tunicado consta de una película o túnica cuya función es evitar que las escamas se sequen y se dañen. Entre los bulbos tunicados se incluyen: el tulipán, el narciso atrompetado, el jacinto, el muscari y los alium. Muchas plantas, como el narciso atrompetado, forman bulbos nuevos alrededor del bulbo original. Estos bulbos, denominados perlas, nacen de bulbos que se encuentran dentro de la base del bulbo madre y producen nuevas plantas. Cuando la cantidad de estos bulbos es demasiado grande, el tamaño de las flores disminuye. Esto indica que hay que cavar y dividir los bulbos. Un ejemplo de bulbo imbricado es el lirio. El bulbo imbricado no tiene la túnica (película) que protege las escamas carnosas. Los bulbos imbricados deben mantenerse siempre húmedos antes de plantarse para que no se sequen las escamas y se dañen. Los lirios pueden propagarse a partir de bulbillos que se desarrollan en las axilas de las hojas de las plantas. También pueden propagarse a partir de bulbillos que se desarrollan en la base de las escamas carnosas de los lirios si se mantienen en un medio arenoso húmedo. Se requiere más de un año para que los bulbillos se conviertan en flor. Cormos El cormo es la base del vástago abultada que se convierte en una masa de tejido de almacenamiento. El cormo no tiene anillos de almacenamiento visibles cuando se lo parte a la mitad. Esto es lo que lo diferencia de un bulbo verdadero. El cormo consta de un disco basal (parte inferior del bulbo desde donde nacen las raíces), una túnica delgada y un punto de crecimiento. Ejemplos de plantas que se desarrollan a partir de cormos son: el gladiolo, el crocus y el crocus de otoño. En el otoño, cuando los cormos del gladiolo se desentierran deben separarse en cormos bien desarrollados para almacenar para replantar y en cormos poco desarrollados para descartar. Alrededor de la parte superior del cormo viejo, los cormos recién desenterrados tendrán cormos más pequeños del tamaño de una arveja. Los restos del cormo viejo se encontrarán justo debajo de los cormos más nuevos. Cuando el cormo se limpia y el vástago se retira, el punto de crecimiento del cormo se verá claramente. Los cormos pueden reservarse y replantarse en alguna parte poco visible del jardín hasta que alcancen el tamaño adecuado para florecer. Entre las plantas que se desarrollan a partir de cormos se encuentran el gladiolo, el crocus y el crocus de otoño. Tubérculos El tubérculo se diferencia del bulbo verdadero y del cormo porque no posee un disco basal desde donde se desarrollan las raíces y porque no tiene una túnica de protección. El tubérculo del caladio posee vástagos desparramados por la superficie del tubérculo desde donde se desarrollan los brotes y las raíces. Entre las plantas que se desarrollan a partir de tubérculos se encuentran los caladios, los oxalis y las anémonas, y la papa. (La papa da flor.) Raíces tuberosas La raíz tuberosa difiere de otra clase de estructura de raíz ya que las reservas de nutrientes se almacenan en una raíz verdadera y no en un tallo agrandado. La dalia se reproduce a partir de yemas en el extremo superior de la raíz o base del tallo. La raíz tuberosa de la dalia no debe dividirse antes de reservarla en el otoño pero debe dividirse en el momento de ser plantada. La raíz debe dividirse en secciones con un “ojo” o porción del tallo en cada sección de la raíz. La begonia de raíz tuberosa se reproduce a partir de yemas sobre el tubérculo redondeado plano. Rizomas Los rizomas difieren de otras estructuras de reserva porque crecen de manera horizontal bajo la superficie de la tierra. En algunas plantas, este tipo de estructura de raíz puede ser muy invasiva. El rizoma del lirio del valle se extiende de manera horizontal bajo tierra y produce rizomas que se convierten en plantas nuevas. Esta planta se expande cuando se la desentierra en el otoño y se sacan los rizomas con raíces desarrolladas para replantar. Raíces carnosas Las plantas de raíces carnosas almacenan reservas de nutrientes en las raíces carnosas. Tanto las peonías como las azucenas amarillas pueden propagarse por división. Los grupos de raíces de las peonías deben dividirse durante el otoño y se debe dejar por lo menos tres coronas de yemas en cada grupo. La azucena amarilla cuenta con un sistema de raíces carnosas y algunas variedades poseen un sistema que puede ser considerado un sistema de raíces símil rizoma. Las azucenas amarillas son plantas herbáceas fuertes de hábito de crecimiento perenne. Poseen hojas suaves de un verde intenso, en grupos, que se secan durante el invierno. Fuente: Bulbs and Other Rooting Structures (Bulbos y otras estructuras de raíz) de Ron Cornwell, Educador, Extensión de la Universidad de Illinois y Floyd Giles, Especialista, Extensión de la Universidad de Illinois. Texto ya posteado en Chacra 16