El año pasado coloqué fotos de mi Cattleya a punttito de florecer. No llegó a hacerlo. Este año estamos en las mismas. Llega el otoño, menguan las horas de luz, baja la temperatura y el capullo, promesa de la flor que se insinua dentro, empieza a secarse sin llegar a abrirse. Mala solución le veo al tema, a no ser que en próximas temporadas la propia planta acorte su ciclo vegetativo. Yo no puedo darle más días de sol aún a riesgo de que se me quede congelada alguna mañana heladora de las que de cuando en cuando nos suelen visitar. Saludos.