El aceite de lavanda La lavanda es originaria del Mediterráneo. Su aroma inolvidable, cuando uno transita por un campo de lavanda. Es el calmante natural que nos brinda la naturaleza. Una de las aplicaciones más importantes del aceite de lavanda es el alivio de los dolores musculares. Por eso actúa muy bien en la tensión nerviosa. Usado para masajear las sienes, alivia el dolor de cabeza. Para toses irritantes, se dan masajes en la garganta, para lograr alivio. El aceite de lavanda es antiséptico y analgésico, ideal para tratar quemaduras y heridas. Propicia una curación rápida y ayuda a impedir la formación de cicatrices. Una mínima cantidad de aceite de lavanda en el baño del bebé, ayudará a que el niño nervioso pueda descansar. La acción sobre el músculo cardíaco es tonificante y sedativa, lo que es beneficioso en caso de palpitaciones. Se usa como prevención pues no sustituye tratamientos médicos.