Bien. Comienzo primero por una breve presentación del hábitat natural donde vive ésta especie, que nos ayudará a comprender cómo es la especie y qué cuidados requiere. Os muestro imágenes de mis dos viajes a las Islas Canarias, realizados en Septiembre de 2010 y 2011 Vista de Tenerife, desde el avión, antes de llegar al aeropuerto Sur. Resulta algo impactante la vista del Teide, al fondo, y las urbanizaciones en primer plano. Urbanizaciones, al Sur de Tenerife. Cuando sales de la terminal del aeropuerto y te diriges a los parkings para ir a buscar el coche de alquiler, una familia de Euphorbia canariensis te da el primer recibimiento a la isla. Jardines del Aeropuerto Sur de Tenerife. Una vez sales del aeropuerto y te adentras en la isla, la imagen inicial no es muy halagueña. Es una isla muy urbanizada y a veces resulta bastante diferente de lo que esperabas. Muy cerca del aeropuerto, campos abandonados llenos de montones de escombros de urbanización, restos de alquitrán y obra, entre los que comienza a crecer la imparable flora nativa. Aquí, un Senecio kleinia, conocido localmente como "Verode". Verode (Senecio kleinia) al sur de Tenerife. Y un poco más allá... más escombros, entre los que crecen ejemplares espectaculares de "Cardón canario". Escombros junto a la entrada del Malpaís de Güímar. Ver éstas escenas resulta realmente indignante. Al llegar al hotel, un aspecto positivo: En Tenerife, la mayoría de jardines de pueblos y ciudades, poseen bellos ejemplares de flora autóctona, como el cardón canario, algo que los visitantes agradecemos mucho, para poder contemplar éstas bellezas sin necesidad de hacer grandes viajes ni desplazarse a recónditas partes de la isla. Jardín de suculentas en "El Sauzal" (Tenerife) donde teníamos nuestro alojamiento. Anochece en Tenerife, y el sol se esconde entre la maraña de cables de teléfono, una red tendida de forma caótica y desordenada que "adorna", dicho amablemente, el cielo anaranjado del atardecer. Una muestra clara de la permanente interrupción del paisaje que ejercen las infraestructuras que esparce por doquier la descuidada mano del hombre. +-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+ Por suerte, al día siguiente tomamos una carretera que nos lleva lejos de las zonas urbanizadas y, allí sí, comenzamos a ver al cardón en su hábitat natural, sin otras "distracciones" antrópicas. Aquí podemos observar uno de los mayores cardones que pude ver en Canarias, de dimensiones considerables, unos 4 m de altura, creciendo sobre una colada de lava relativamente reciente, en el Malpaís de Güímar. Los "pedruscos" de lava cristalizada eran cortantes y afilados, incluso peligrosos algunos para andar por ahí con calzado demasiado ligero. Y cuidado no caerse aquí de rodillas o de codos, porque la posibilidad de hacerse daño era real. Sin embargo, los cardones crecían aquí como si nada les importara. Me preguntaba yo de dónde sacarían los nutrientes en un ambiente tan hostil, para poder desarrollar esas maravillosas columnas carnosas. Cardón canario en el Malpaís de Güímar. Detalle del ejemplar, desde más cerca. Cardón canario en el Malpaís de Güímar. Detalle de los tallos tan bonitos que tiene nuestro Cardón canario (Euphorbia canariensis). +-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+ A continuación, os muestro algunos Cardones creciendo entre otros tipos de Euphorbia, como la Euphorbia balsamífera, aquí conocida como "Tabaiba", a la que dedicaré otro articulillo. Juntos, forman la comunidad vegetal conocida como: Cardonal-Tabaibal. Aquí puede observarse cómo las Tabaibas se han desprendido totalmente de sus hojas en verano, y tienen un aspecto como de matorrales secos. Pero pronto reverdecerán, con la llegada de las lluvias del otoño. Cardonal - Tabaibal en la Isla de La Palma. Cardonal-Tabaibal en la Isla de La Palma. +-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+ A continuación, una bella imagen de Cardones viviendo en situaciones límite. En la cara norte de las islas llueve mucho y casi siempre está nublado. El hábitat se vuelve hostil para el cardón canario, que está totalmente ausente en la zona de la Pluvisilva. Pero en las partes bajas de la costa, próximas al mar, el viento sopla fuerte y el ambiente se hace suficientemente seco como para que el cardón pueda sobrevivir y colonizar el espacio disponible. Cardón canario, creciendo directamente sobre rocas volcánicas. (La Palma - Playa Nogales) En éste caso, es curioso observar que los cardones tienen la piel más curtida y dura, con un color blanquecino, como si hubieran evolucionado para protegerse de ese ambiente duro, a causa del viento fresco y cortante procedente del mar. Imagen detallada de un cardón cercano al mar, cuyos tallos adquieren una tonalidad totalmente blanca, parecida al tono de las plantas que le rodean. Detalle de los tallos de ejemplares que viven junto al mar. +-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+ En las zonas más afortunadas, nuestro cardón aparece ya con fruto. Sin lugar a dudas, unas cápsulas de gran belleza que le dan al cardón un aspecto bellísimo. Frutos de cardón canario, en la Isla de La Palma. Punta de Juan Adalid. .
Subtema 1 Éste espacio lo dejo libre por si tengo la necesidad de volver a introducir más contenidos más adelante, evitando que se mezclen entre las respuestas.
Subtema 2 Éste espacio lo dejo libre por si tengo la necesidad de volver a introducir más contenidos más adelante, evitando que se mezclen entre las respuestas.
Pues bien, aquí os presento mi ejemplar de Euphorbia canariensis, que para mi, es un ejemplar extraordinario, más aún teniendo en cuenta las escasas atenciones que ha recibido, lo que demuestra la grandísima capacidad de supervivencia que tiene ésta especie. Podéis ver la pequeña maceta (17x17cm) en la que ha crecido desde el primer día que la planté con picón y arena volcánica mezclados. En 2011, mi esqueje medía 10cm como máximo, y ha seguido en la misma maceta, plantada directamente en arena volcánica, sin materia orgánica, prácticamente sin regar, y tiene más de 1 metro de altura. El año pasado me floreció por primera vez, y ahora vuelve a florecer, como podéis ver en las siguientes imágenes. Son flores muy discretas, poco destacables en comparación con el fruto, y también en comparación con otras euphorbias, que tienen floraciones más vistosas. .
Buenos días, @Carlithops. Gracias por esta excursión virtual . Tu Euphorbia canariensis se ha adaptado muy bien al clima de Lleida y veo que está imparable . Y la tienes en la misma maceta desde que la plantaste siendo un esqueje de 10cm y sin nada de materia orgánica... ¡Caramba!
la verdad que si.la flora canaria es un espectaculo. tambien he tenido ocasion de visitar varias veces tenerife y otras 3 de sus islas ,y si sabes buscar hay verdaderos paraisos y jardines botanicos muy interesantes. gracias por recordarnoslo. un saludo
Si, @krasito La verdad es que las Islas Canarias tienen muchos rincones a los que tengo ganas de volver.
Uno de mis tantos sueños plantiles es recorrer mi país y el mundo en busca de plantas en su hábitat natural.
Pues tendrás trabajo... porque Argentina es grande. A mi me encantaría ir al Desierto de Atacama. Pero me cae un poco lejos para ir en bici...
ver esta isla con estas euphorbias esta claro que al poner una macetita tampoco nos pàrece importante, pero si lo es, como aficionados es una manera de admirar la diversidad de ellas, tengo a esta de un trozo que cortaron pues al vender la casa donde estaba, desde su patio subia dos pisos y me dieron un trozo, aquí sigue si bien tampoco le he cuidado mucho, me haces pensar que es hora de echarle humus
Realmente te digo. No necesita apenas humus. Yo he visto crecer las Euphorbias canariensis directamente encima de las coladas volcánicas, en el Malpaís de Güímar y en el Malpaís de la Rasca.... y aquello es todo roca volcánica de la más dura y estéril. Pero ésta Euphorbia prospera sobre ella como si fuera el abono más fértil.