Desde luego, si se mantienen sin limpiar y no sufren el pisoteo, cacas de perros, sombra excesiva, o gran sequedad porque el árbol acapare el agua... se convierten en refugios para la vida salvaje. La gramínea ya está dicha, es de las más inconfundibles que hay. En las otras fotos hay una mezcla de Lactuca serriola y Senecio vulgaris, además una Malva, Taraxacum y alguna umbelífera.