La historia del sapo de caña invasor en Australia da un giro inesperado

Los ibis blancos australianos se han instalado en zonas urbanas de ese continente haciendo un papel equivalente a los buitres y ratas. Inteligentes como cuervos, pinchan las bolsas de basura para sorber el jugo del fondo y esparcen por todas partes su contenido sembrando el caos en los contenedores. Comen cualquier cosa orgánica, sea fresca o podrida.

Ahora, se les ha visto haciendo algo totalmente inesperado: Jugar con sapos de caña. Los tiran al aire para recogerlos de nuevo con el pico, los arrastran por la hierba y los sumergen en charcas.

Un juego temerario. El veneno de los sapos provoca el fallo cardiaco en cualquier predador que entre en contacto con el. Pero los Ibis son diferentes. Los ibis juegan un rato a la ruleta rusa con los sapos en su boca todo el rato... y luego se los tragan de un golpe sin sufrir las consecuencias.

La explicación es que los ibis han aprendido como desarmar a la presa; dejar que el sapo haga todo el trabajo. Primero los estresan haciendo que el sapo excrete unas gotas de veneno como advertencia, luego lo eliminan lavándolos en agua y frotando contra las hierbas. Este ciclo se repite hasta que la reserva de la glándula se agota, y la cena está servida

Una noticia inmensa para la fauna australiana amenazada por la multiplicación explosiva del sapo y el aliado ha venido del lugar menos esperado; un primo de nuestro morito.

 

Es una consecuencia lógica pero más rápida de lo habitual de la Evolución, que lo rige todo en la vida. Un animal nativo aprende a adaptarse a un nuevo recurso. No es de extrañar que esta rápida adaptación (de menos de un siglo de duración) provenga de un ave tan adaptable como el urbanita ibis blanco australiano, que mis padres veían subirse a las mesas en las que ellos comían, como si de nuestros gorriones se tratasen. La biocenosis y los ecosistemas cambian y la vida fluye y se adapta a los recursos nuevos y las novedades del entorno, o perece en el intento.

Te aconsejo editar el mensaje, en dos ocasiones has puesto iris en lugar de ibis, lo que en un foro de jardinería puede dar lugar a malentendidos si no se lee todo el texto.

Dejo una foto tomada por mis padres de uno de esos ibis australianos adaptados a un mundo antropizado, candidatos a sobrevivir a la sexta extinción masiva donde la mayor parte de los demás animales perecerán.

 

Que raro. Juraría que lo había escrito bien la primera vez. Gracias por comentarlo