La verdad es que son verdaderas joyas emplumadas. Hay una leyenda no recuerdo si maya o azteca, pero sí de aquellos pagos, que dice que los dioses fueron creando con barro y maíz a todas las cosas y a cada una se les encargó una tarea. Cuando pensaron que ya habían terminado, se acordaron que faltaba una tarea: llevar mensajes de los hombres a los dioses y también entre los hombres. Pero se encontraron que ya se les habían acabado los materiales. Entonces tomaron una piedra de jade verde esmeralda y lo tallaron en forma de una pequeña flecha. Soplaron la flechita y de allí salió volando el primer colibrí. Al verlo tan bello, los hombres quisieron capturarlo para adornarse con sus plumas, pero los dioses se enojaron y dictaminaron que cualquier hombre que capturara un colibrí sería castigado con la muerte.