La mejor manera de tomar un calmante

Tema en 'Propiedades curativas y beneficios de las plantas' comenzado por monicainfo, 12/5/18.

  1. No lo tomes después de almorzar, porque con el estómago lleno de comida, el píloro no puede dejar pasar el calmante y retener la comida sin digerir. Entonces el calmante va a permanecer en el estómago hasta que termines de digerir el almuerzo.

    Lo ideal es tomar la medicación teniendo el estómago vacío pero hacerlo junto con agua y una pequeña porción de hidratos de carbono. Un trozo de pan, una rebanada de fruta, una cucharadita de azúcar. Es decir, algo vegetal y NADA animal.
    De estar manera la medicación pasa de manera instantánea al intestino sin permanecer en el estómago, por cual no se produce acidez y el medicamento comienza a tener acción en escasos minutos.

    Se acuerdan cuando éramos chicas, cómo nos daban una aspirina? éramos niñitas y no nos daba acidez. Cómo nos la daban?disuelta en una cucharita con agua y azúcar y luego un trago de agua, no?. Es decir: el remedio, agua y un hidrato de carbono, el hidrato de carbono más simple.
    Tal vez se pensaba que el azúcar era para ocultar el sabor del remedio. Y sí, lo ocultaba algo. Pero el otro motivo es para darle al píloro la señal de que al estomago había llegado algo que debía pasar al intestino rápidamente.

    Esto es por el diferente proceso de digestión de los distintos alimentos.
    Los hidratos de carbono comienzan la digestión al ser masticados y atacados por las enzimas presentes en la saliva. En el estómago no les debería pasar nada y recién en el intestino termina el proceso de convertirlos en azúcares simples que puedan ser absorbidos y pasar al torrente sanguíneo.
    Los lípidos pasan por la boca y por el estómago sin que se inicie el proceso de digestión hasta que llegan al intestino y se mezclan con la bilis.

    Las proteínas, en cambio, en la boca sólo obtienen un proceso mecánico de rotura, con la masticación. Luego permanecen en el estómago un lapso variable de tiempo para ser atacados por los ácidos gástricos. Y recién después pasan al intestino-

    En una comida habitual uno ingiere alimentos de los tres grupos: proteínas, hidratos de carbono y lípidos.

    Entonces, el estómago retiene TODO hasta que se terminen de digerir las proteínas. Pero como las proteínas están "protegidas" por los lípidos, tardan mucho más en ser digeridas por los jugos gástricos de lo que tardarían sin presencia de los lípidos. Y además esta demora si es mucha hace que los hidratos de carbono, que no deberían permanecer en el estómago terminen por fermentar, produciendo gases.
    Por eso, algunas comidas con mucha grasa permanecen muchas horas en el estómago sin terminar de digerirse y cuando al fin pasan al intestino sentimos gases o diarreas.
    Por ejemplo, el tradicional guiso de lentejas o garbanzos, que muchas personas evitan por las molestias intestinales y culpan a las legumbres, cuando en realidad los culpables son la panceta o el chorizo. Es decir, proteínas animales con alto contenido de grasa que tardan mucho en ser digeridas y por eso retienen indebidamente a las legumbres en el estómago.
    Si uno come legumbres cocinadas sólo con verduras y aceite, no causan el menor problema.

    Volviendo al tema de la medicación: si el estómago está vacío y uno toma el remedio con una pequeña porción de hidrato de carbono lo más simple posible y un pequeño trago de agua, nos aseguramos que en un instante, al llegar al estómago, el remedio pase al intestino, que es donde debe ser absorbido.
    No es útil tomar mucha agua, porque el píloro se abre dejando pasar un pequeña porción del contenido del estómago y vuelve a cerrarse y luego se vuelve a abrir otro poquito y así. Entonces, si tomamos el remedio con mucha agua, no sabemos en qué traguito del píloro pasará la pastilla.
    Por eso alcanza con el sorbo de agua que uno toma para tragar la pastilla y un mordisco de fruta o una cucharadita de azúcar.

    No pido perdón por el largo del mensaje, porque sé que quienes lo leerán (al menos hoy) lo sabrán apreciar.
    Aunque tal vez ya sea tarde para Martuchis.