Leyenda del camalote Una vieja leyenda guaraní le atribuye al camalote el siguiente origen: Una joven india se enamoró de un soldado español que llegó junto con los primeros conquistadores. Pero éste se vio obligado a alejarse precipitadamente un día, y a despedirlo fue la joven hasta la orilla del río. La suave corriente empujó hacia el sur la embarcación y se perdió muy pronto en medio de la selva. Mucho lloró la india y más porque sabía que, como fruto de sus amores no tardaría en ser madre, lo que le acarrearía el repudio de su tribu. Todas las mañanas y todos los atardeceres se llegaba hasta el río esperando el retorno de su amado. Desesperada en la espera inútil, imploró humildemente a los dioses que la ayudaran en su triste situación. Apiadados éstos la convirtieron en la planta de camalote que constantemente baja del alto de los ríos surcando todos los cauces en busca de su amado.